Deva
Aún seguía pensando… ¿porqué Reiko no había aceptado mi contrato? ¿qué problemas tenía? Y ¿Qué era lo que le impedía estar cerca de mí?
Caminé de un lado a otro, mordiendo insistentemente la punta de mi lápiz. Estaba a punto de caer en colapso, la paciencia no era precisamente mi don principal.
Miré de reojo la botella de whisky sobre el minibar, pero quité la vista rápidamente de ella. Suspiré y revisé la hora de mi reloj de pulsera.
Son a penas las 16.32 de la tarde Deva
Me di una vuelta sobre mi eje, y me dirigí hacia el ventanal de mi apartamento. El lápiz que antes había estado en mi boca, ahora golpeaba insistentemente la punta de mis dedos. Y mi pierna nerviosa comenzó a temblar a la espera de algo…algo que yo sabía de sobra que era
Deva-Reiko yo…yo estoy rota- le dije juntando mis labios en una delgada línea que apenas era capaz de sostener mi llanto ansioso por salir.El me miró confundido, pestañeé un par de veces y entendí que era hora de confesarle todo lo que llevaba guardando en mi corazón, eso que me quemaba la piel y me impedía avanzar con mi vida.¿Por qué él me inspiraba confianza? No lo sé, pero aquel hombre había logrado romper las barreras, y ahora yo sólo sentía ganas de deshacerme en él.No sopesé las posibilidades negativas de revelar mi secreto a un hombre que conocí hace apenas una semana, tampoco pensé en si él me juzgaría o no por mis actos pasados, mi corazón estaba tan apretado, tan tirante que ya no era capaz de contener todo lo que llevaba dentro. Me toqué el pecho como trat
ReikoDesperté asustando y enredado entre las piernas de Deva.¡Mierda! ¿cuánto habíamos dormido?Me tallé los ojos, y miré por la ventana, el cielo seguía gris y oscuro por la lluvia.Tomé mi celular de la mesita, y revisé el reloj.-Mierda, mierda son las 21 horas- Me levanté de golpe para buscar mi ropa en el cuarto de baño, Deva se removió sobre las sábanas.-¿Reiko?- dijo con voz suave y adormilada.La miré de reojo, pero continue vistiéndome.-¿Qué pasa?- se incorporó levemente y se llevó el antebrazos hacia sus ojos, escapando de la luz.La ignoré mientras terminaba de abrocharme el pantalón, la volví a mirar y me acerqué a ella suavemente.-Sigue durmiendo, en un par de horas regreso y continuaremos nuestra co
Las alarmas de seguridad de Luxury Inc., habían sido interrumpidas, por supuesto como Deva Turner era la dueña ella era la primera que obtenía una notificación en su celular. Se incorporó de su lecho para poder enfocar su vista en la pantalla del aparato. La clave había sido ingresada correctamente, y el sistema de seguridad había sido desactivado en todas las área de su empresa. Se removió inquieta sobre la cama, y no podía evitar pensar que había solo 3 personas en todo el mundo que tenían el código; Ella, Reiko y…Dylan.Apenas se vistió correctamente y salió a toda velocidad de su apartamento, rumbo a su querida empresa.El guardaespaldas de turno, tomó atención y por supuesto que la siguió de cerca. Intentó llamar varias veces a Reiko para alertarlo, pero éste no contestó su celular. ¿Dónde diablos e
Las cosas se demuestran con hechos, Reiko. Me decía mientras caminaba de un lado a otro de mi apartamento.Desvié la mirada hacia el bolso que estaba preparado sobre el sofá, el bolso con el cuál iba partir una nueva vida junto a Deva. Quité la vista sobre él rápidamente por que no podía permitir que la angustia viniera otra vez a mí.Había pasado ya 3 días desde el robo del prototipo, y yo seguía urdiendo mi plan para recuperarlo y sacar del camino al molesto Uzui.Estaba decidido a comenzar con las acciones necesarias para cumplir con mi objetivo final: estar junto a Deva. Sin embargo, ahora tenía dos obstáculos que me impedían alcanzarlo; uno, tal parecía que el prototipo se había esfumado de la faz de la tierra, y dos Deva no quería saber nada de mí. Sin duda era un escenario bastante negativo.Pero debía ir paso a paso, si quería lograr algo definitivo. Primero tenía que encargarme del prototipo y de Uzui, luego ya lo haría de Deva.Con todas mis dudas me levanté y caminé hacia l
Deva-¿Cómo esta él?-Consciente, pero muy magullado- tensé los labios con preocupación- ¿Se recuperará?-Si, pero los moretones le durarán un par de semanas, además debe cuidarse las costillas fracturadas. Tuvo suerte, pudo ser aún peor- dijo el médico mientras salía de la habitación de Dylan-¿Puedo verlo?- dije tratando de contener mis lágrimas-Claro, pero no lo sobresalte- asentí con mi cabeza y sorbí mis lágrimas para mantenerlas adentro.Luego de que el médico se retiró, ingresé con cautela a aquella habitación blanca e inmaculada, el olor a alcohol y ha desinfectantes me provocó un leve mareo.Miré desde lejos la cama, con miedo a encontrarme con algo que no pudiese soportar, sus manos colgaban lacias sobre los costados, y un pitido constante interrumpía el precioso silencio de la habitación.Caminé dos pasos más, y sentí mis piernas como de algodón, tambaleantes y erráticas.Levanté la cabeza, y lo vi allí adormilado sobre su cama, su rostro estaba completamente desfigurado
ReikoNo podía obrar ni pensar con claridad si no la veía, quizás por última vez. Necesitaba explicarle todo, decirle toda la verdad, pero verla allí tan frágil y dañada me hizo repensar mis palabras.Las aclaraciones podían esperar, entonces llevado por mis sentimientos la besé, y seguí disfrutando de su contacto incluso cuando me marché, los poros de mis labios se erizaron y construyeron una exquisita corriente eléctrica que recorrió todo mi cuerpo.Su aroma, su aliento todo me hacía temblar y quedar dispuesto para ella, si ella me pedía ponerme a sus pies lo haría sin dudar.Mientras manejaba hice una última llamada.-Santorino, ¿tienes todo listo?-Así es amigo-Bien, llegaré en 10 minutos al objetivo.-Reiko…esta vez tenemos que hacerlo desaparecer, no puede haber ningún error. Si no seremos hombres muertos-No te preocupes, saldrá bien.Llegué a una casa en un barrio residencial, a simple vista la casa no tenía nada extraño. Pero si afinabas el ojo, te darías cuenta que en esa c
REIKOLuego de dejar a mi amigo Santorino en su oficina enfilé el camino hacia el departamento de Deva, cada segundo se hacía más pesado, el temido momento de su encuentro me estaba agobiando más de la cuenta y me comencé a sentir como un marino nervioso llegando al puerto antes de ver su amada luego de estar meses en alta mar.No podía dejar de pensar en: ¿Qué le diría?, ¿Cuáles serían mis primeras palabras? Pero lo que más me estaba complicando era imaginar si ella siquiera me querría recibir.Apreté las manos con fuerza en el volante y me encomendé a todos los santos, porque sin duda iba a necesitar toda la ayuda posible.Antes de descender del vehículo, miré hacia los asientos traseros. Allí estaba mi bolso, el cual contenía toda mi futura vida junto a Deva, sopesé la posibilidad de llevarlo conmigo, pero de inmediato la deseché. Las probabilidades estaban 80% en mi contra.Miré el círculo de metal que tenía enfrente, casi a la altura de mi mentón. Tensé mis músculos del brazo, e
1 mes después…“Una mujer miraba desde la otra vereda a un guapo asiático, ella no estaba en sus cabales y tampoco sabía porque había bebido tanto…o quizás si lo sabía, pero no lo quería reconocer. No esperó a que dieran la verde para cruzar, simplemente lo hizo, llevada por el impulso de tocar a aquel hombre y sentir su dulce piel una vez más. La bocina de un camión junto con el rechinar de sus frenos alertaron al hombre quién volteó de inmediato a presenciar tan horrible escena, no lo pensó ni un solo segundo y se lanzó para interceptar el cuerpo de esa tambaleante y desorientada mujer, al igual que una jugada de futbol americano, la arrastró fuera del peligro y cayó sobre ella bruscamente”-Deva… ¿estas bien?Ella simplemente sonrió y su rostro se ruborizó.-Ahora sí que lo estoy…La ayudé a ponerse de píe antes que la gente se comenzara a apilar alrededor nuestro. La detuve un momento cerca mío, pero ella perdió el equilibrio de inmediato, así que la agarré firme y la apreté contr