— Es hora de botar a la basura está escoria — Manifestó Gregory al verlo en el suelo con espuma en toda su boca y sus ojos mirando hacia arriba con la pupila blanca — Llévalo a dónde sabemos — Ordenó a uno de sus escoltas, Dante asintió para qué se tomará la orden.
— ¿Cómo te sientes después de esto? — preguntó Dante hacia su amigo colocando su mano en su hombro —, ¿Más aliviado o crees que tenemos más enemigos?
— Tenemos más enemigos, pero al menos nos liberamos del peor — Confesó saliendo del cuarto oscuro —, Espero que Elizabeth y Gabriela estén mejor, me las traje a Miami por su tranquilidad y paz, pero mira lo que resultó.
— Claro que sí, gracias por siempre estar allí — Dijo sonriendo, acomodando el velo —, Espero que no sea Dante quien se arrepienta — Susurro con una sonrisa nerviosa, Elizabeth negó con la cabeza.— No te preocupes, si llega a hacerlo sería un tonto el cual mataríamos — Menciono con burla, riéndose ambas —, No sucederá, el amor de ustedes es muy especial — Confeso abrazándola, para salir de la habitación directo al vehículo.De allí se dirigieron para la iglesia, donde Dante caminaba de un lado a otro con nervios imaginando que en cualquier momento Melissa se arrepentiría de unir su vida a su lado por el resto de la vida. Sin embargo, quedó estático apenas le manifestaron que estaba afuera, suspirando y sonriendo con naturalidad al verla en la entrada con la música clásica de fondo, mientras daba cada uno de los
Melissa más feliz no podía estar, junto a su esposo adoptaron a un pequeño de unos nueve años, al cual le costaba adaptarse a ellos, pero luego de unos meses se acostumbró, amando con locura a Melissa quien no dejaba de brindarle amor.Emilio por su parte fue cambiando cada día, volviéndose más sanguinario, oscuro, y hasta malicioso, no amaba a nadie y se satisfacía del dolor; teniendo malas influencias aparte de la de su padre, creciendo con odio en su corazón, y ambicionando el día en que podrá provocarle a Gregory el mismo dolor que él siente al no tener a su madre a su lado.Olvidando por completo todas las cosas más que ella hizo, siendo mal informado por su padre quien no quería crear de Corina una mártir, sino que utilizaba su ausen
Gregory había terminado sus pendientes, logrando un buen negocio esperando que lo dejaran respirar estando tranquilo con su familia, debido a que estaba cansado de mantener está doble vida a pesar de haber pasado tantos años, porque no logró finalmente cumplirle a su amada el abandonar el rol del dragón, pero ella entendía que era por el bienestar de todos, por eso la amaba con todo su corazón. Llegó a la mansión para saludar a Gabriel y a su hermosa Elizabeth, sabían que tenían un compromiso con Gabriela en la noche así que debían colocarse los más formales posibles debido al orgullo que producía la pequeña al ser tan importante en el mundo del modelaje. Se alistaron, cada uno por su parte incluyendo a Gabriel quien peleaba demasiado con su hermana, pero la quería como a nadie en este mundo. Faltaban tres horas para el evento, extrañados de que Gabriela no l
— Pienso igual, gracias por su ayuda — manifestó Gregory dándole unas palmadas en el hombro —, no les diga nada de esto a nadie, no debemos alarmarnos por favor — dijo con una expresión neutra, el director asintió entendiendo su dolor.Gregory se dirigió a la sala del salón enfrente de su esposa estirando su mano para que la entrelazara, así saldrían del sitio donde Gabriel se fue detrás de ellos. Reprochado sin entender qué estaba sucediendo; ya que perderían los primeros puestos y no podía ver bien a su hermanita para poder molestarla después. Al salir del salón, Elizabeth se detuvo en seco sin entender qué estaba pasando, cuando Gregory fue capaz de hablar.— Gabriela está desaparecida — Afirm&oacut
Habían llegado a Italia y a Emilio les temblaban las piernas, teniendo un dolor insoportable, mientras Gabriela reía victoriosa. Estaba asustada, sí que lo estaba, también triste porque ha perdido una gran oportunidad en su vida. Deducía qué tal vez a esa hora estaría en París hospedándose en unos de los mejores hoteles al lado de la torre EIFFEL, quizás disfrutando de un buen masaje relajante, para que no estar estresada para el evento más importante de la moda, pero no, ahora se encuentra en la mano de un maleante desconocido que la ha llevado a un país de donde tiene pequeños pero significativos recuerdos de su niñez.«Extraño a mi mamá» pensó angustiada.—Te haré la vid
Elizabeth no sabía dónde más buscar a su pequeña princesa, sintiendo que todo su mundo se caía al suelo. Nashla no soportaba más verla de ese ánimo, aunque la entendía, por eso mismo decidió sacarla a pasear al parque logrando que se distrajera en compañía de Melissa siendo una salida de amigas como hace mucho tiempo no sucedía, debido a que cada una había tomado una ocupación diferente y más cuando tenían una pareja al lado. — ¿Cómo te ha ido con Marcos? — preguntó Elizabeth intentando distraer su mente —, Veo que te ha ayudado bastante con los gemelos, eso me alegra mucho — Confesó con sinceridad, sintiendo alegría por sus amigos. — Muy bien, no te niego que al principio pensé que no iba a suceder por la obsesión que tenía contigo — Menciono, todos sabían lo que había sucedido entre ellos —, Pero me demostró el amor verdadero q
Elizabeth no era capaz de resistirse a las caricias y besos que le brindaba su amado, así que dejó que la desnudara completa, dándole besos húmedos en cada parte de su piel expuesta, arrancándole más que simples gemidos, mientras ella se mordía el labio inferior inclinando su cabeza hacia atrás.Abría los labios tomando bocanadas de aires, dejándose dominar por la ágil lengua de su mafioso.Después que él se deleitó chupando y mordisqueando ambos pechos creó un camino de besos candentes desde el valle de los senos hasta detenerse sobre su pelvis.—Agárrate bien cariño— dijo en cuanto la levantó metiendo su cara en esa parte que adora de su esposa. Pegándole de la pare
Emilio prefirió ignorarla, bastante tensión tenía con saber que ahora estaba entre la espada y la pared con el matrimonio con Gabriela; cayendo en cuenta que si eso sucedía también se daría cuenta quien era; ya que ante el notario debía presentarse con su nombre real y no con el alias que se había impuesto. Llegó a la casa, mandó a Gabriela a la habitación siendo vigilada por Mariano mientras gritaba hacia el cielo, cuando salió a la terraza de la impotencia que tenía.Sabía que su amigo tenía algo de razón sino, no se hubiera puesto la soga al cuello para aceptar un matrimonio si no diría quien es ella en realidad para matarla en un dos por tres. Le atraía la joven y peor con esa actitud que tenía de sobrada, porque no se dejaba manipular de cualquier hombre encitandolo a pensar que sería ese primer y único hombre que