C40- OFICIALMENTE MI LUNA.LIONA.Los tengo en mis brazos, tan pequeños, tan perfectos. Sus cabellos oscuros y sedosos contrastan con sus ojitos azules, grandes y curiosos, aunque ahora están cerrados mientras se aferran a mí con diminutos puños.Son hermosos. Y son míos.Empiezo a tararear una melodía suave, mi labios apenas rozan sus frentes mientras los balanceo, sintiendo sus respiraciones acompasarse con la mía. Son tan pequeños, tan inocentes… y tan parecidos a él.Darius.El nudo en mi garganta es instantáneo.Los miro y veo su reflejo en ellos. Es una idiotez, pero deseo que esté aquí. Que los vea, que los sostenga, que los ame como yo los amo.Pero no.No puedo permitirme ese tipo de pensamientos. Me regaño a mí misma en silencio, empujando ese deseo al rincón más oscuro de mi mente. Darius es el pasado. Ahora soy Ayla. Y tengo que ser diferente.Por ellos. Por mí.Los acomodo en la cuna con cuidado, acariciando sus mejillas por última vez antes de apartarme. Respiro hondo y
C41- SU LUNA ESTA AQUÍ.Zander caminaba con fastidio junto a uno de los centinelas del castillo. Sus manos iban metidas en los bolsillos, su expresión era de pura resignación y frustración.—Podría estar disfrutando del masaje de una sexy hada en este momento —gruñó—, pero no, aquí estoy, esperando a una mujer que van a rechazar en cuestión de minutos. ¿Sabes cuánto me costó convencerlas de que nos bañamos en el manantial?El centinela a su lado soltó una carcajada.—Cuando el rey fae, Lorcan, descubra que te has estado ligando a sus hijas, estarás en problemas.Zander se encogió de hombros con indiferencia.—Si el viejo Lorcan no quiere que sus hijas se enamoren, que deje de hacerlas tan irresistibles. No es mi culpa ser encantador.El centinela negó con la cabeza, divertido. Al llegar a los límites del territorio, ambos escanearon la zona, pero no había señales de lobos acercándose.—Solo voy a esperar poco. Si la rechazada no aparece pronto, me largo.—Insisto, vas a estar en probl
C42- ROBANDO UN BESO.Después de que Susan aceptara, los lobos se alejaron, aunque no del todo tranquilos. Las órdenes de Darius eran claras, pero tampoco querían contradecir a Susan. Así que, al final, ella caminaba junto a Zander, mientras el centinela que de la manada Cazadores cargaba su baúl.— ¿Por qué demonios no tiene carruaje? —murmuró Susan, con fastidio.Zander soltó una risa baja y miró al horizonte.— Prefiero lo natural —respondió, encogiéndose de hombros—. Los lobos fueron hechos para caminar sobre la tierra. No para andar en carritos de madera.— Estás bromeando, ¿verdad? —dijo Susan como si fuera una niña mimada—. Pues vas a tener que conseguir un carruaje porque no pienso caminar a todos lados.A Zander le sorprendió la forma en que Susan hablaba. Aunque no le gustaban las "niñas mimadas", algo en ella era diferente, algo que despertaba en él sentimientos que no había esperado. Y sabía perfectamente por qué, pero no iba a dejar que eso fuera tan obvio.— No tienes qu
C43- NO QUIERO OTRA LUNA.LIONA.―¿No vas a decir nada?Gideon me miraba con una sonrisa, pero sus ojos buscaban algo más, algo que yo no estaba segura de poder darle. Llevaba casi cinco minutos callada, intentando ordenar mis pensamientos, pero las palabras se atoraban en mi garganta. Finalmente, abrí y cerré los labios un par de veces antes de tomar una decisión. Tenía que ser honesta, aunque doliera.—Gideon… —empecé, mi voz apenas un susurro, pero lo miré directamente a los ojos—. Eres un hombre maravilloso. Y cualquier loba estaría feliz de ser tu luna, de estar a tu lado. Pero yo… yo no soy esa mujer. No puedo.La sonrisa de Gideon se desvaneció lentamente, como si el peso de mis palabras lo aplastara. Su expresión cambió a una de clara decepción, aunque intentaba mantenerla firme. Y eso me hizo sentir peor, pero sabía que si no era clara, solo lo lastimaría más.—Aunque tú sientas que soy tu pareja —continué, esforzándome por no romperme—, yo… yo no lo siento. Y puede que estés
C44-ELLA ES MI HEMBRA.DARIUS.El sonido del acero chocando llenaba el patio de combate, junto con los gritos y jadeos de los guerreros entrenando. Estaba sin camisa, el sudor corriendo por mi pecho mientras esquivaba un golpe del guerrero frente a mí. Mi puño se estrelló contra su costado, y él retrocedió, pero no lo suficiente. Volvió a cargar, y yo lo recibí con un giro rápido, bloqueando su ataque.No era un mal oponente, pero mi mente estaba en otro lugar.Liona.No importaba cuánto intentara evitarlo, ella seguía ahí, en mi cabeza, como una maldita sombra que no se iba. Recordé su risa suave, sus manos pequeñas sobre mi pecho cuando estábamos en la cama. La forma en que me miraba, tímida pero decidida, cuando me decía que me quería. Esa memoria me golpeó como un puñetazo en el estómago. Cerré los ojos un segundo, y cuando los abrí, el enojo ya estaba ahí, ardiendo en mi sangre.Gruñí y lancé un golpe directo al guerrero frente a mí, más fuerte de lo necesario. El impacto lo tumb
C45- ¡TU NO ERES EL ALFA!El ambiente de la manada se tornó expectante cuando Zander cruzó los límites con Susan a su lado. Las lobas detuvieron lo que hacían para observarla con curiosidad, algunas susurraban entre sí y otras la miraban con descaro, evaluándola.Pero antes de que Susan pudiera acostumbrarse a las miradas, una beta se acercó con paso seguro. Su cabello castaño ondeaba con el viento, y su sonrisa era descarada cuando fijó su atención en Zander.—Zan —ronroneó con confianza—, hace tiempo que no te veo. ¿Por qué no nos vemos más tarde en el arroyo? Podríamos ponernos al día...Susan abrió los ojos como platos.¿Había escuchado bien? ¿Acababa de invitarlo, así de descaradamente, delante de ella?Zander quiso que se lo tragara la tierra, se aclaró la garganta con incomodidad y se apresuró a corregirla.—Lo siento, pero hoy tengo planes más importantes —dijo con un tono firme—. Como buscar a un lobo que tenga más respeto por la privacidad ajena, tal vez.La beta lo miró com
C46-NO DEJARÉ QUE TE ENCUENTRE.LIONA.Ver a Susan después de tanto tiempo fue como volver a casa.No importaba lo lejos que hubiera estado ni el tiempo que había pasado escondiéndome, en el momento en que sus ojos se encontraron con los míos, todo lo demás dejó de existir. Se me vinieron a la mente recuerdos de nuestra amistad: las noches en las que nos reíamos hasta que nos dolía el estómago, las veces que conspirábamos juntas contra algún lobo molesto, los secretos compartidos bajo la luz de la luna. Susan siempre había sido más que mi amiga, era mi hermana elegida, la única persona que podía entenderme sin que tuviera que decir una palabra.Cuando escuché que alguien de la manada Crepúsculo estaba aquí, no pude contenerme. Lo intenté, lo juro, pero fue inútil. Mi corazón empezó a latir con fuerza, esa esperanza tonta y secreta que había guardado durante tanto tiempo se encendió de nuevo.¿Y si era él? ¿Y si después de todo este tiempo, él había venido por mí?No pensé mucho más.M
C47-ELLA VA A QUEDARSE.Desde mi ventana, podía ver a la manada moviéndose en el patio. Era una manada tranquila, unida, que nunca había tenido problemas graves. Claro, había desacuerdos como en cualquier familia, pero siempre habíamos salido adelante juntos. Desde que heredé la manada de mi padre, me había esforzado por mantener esa paz. Él me había preparado para esto desde que era un niño, enseñándome a liderar con justicia y fuerza.Zander siempre había estado a mi lado. Aunque éramos diferentes en muchas cosas, trabajábamos bien juntos. Él era más relajado, más dado a disfrutar de la vida, mientras que yo llevaba el peso de la responsabilidad sobre mis hombros.Pero nunca hubo rivalidad entre nosotros. Zander sabía que yo no había elegido ser el alfa, y yo sabía que podía confiar en él para apoyarme cuando lo necesitaba.Y ahora, mientras los observaba desde la ventana, sentía que todo eso estaba en peligro. No por ellos, sino por lo que estaba pasando dentro de mí.Mi mente no e