Encuentro el conjunto de seda en color blanco que empacó Lupita, es un short muy corto y la blusa de tirantes con un escote pronunciado, no es gran cosa, pero cuando tengo la mirada de Evan sobre mí, me siento la mujer más sexi del planeta y quiero disfrutarlo al máximo. Estoy por entrar al baño para cambiarme, cuando mi teléfono timbra y veo que es una videollamada de Elán. —Hola, amor, ¿cómo estás? —Le pregunto, al verlo. —Ma’, decidimos irnos mañana mismo a Portland —dice de pronto. —¿Por qué? ¿Pasa algo? —indago, preocupada—. Está mañana me dijo tu hermana que se irían el fin de semana.—Lo sé, pero me llamaron de la universidad y tengo que presentarme para algunas reuniones esta misma semana —explica. —¿Cómo sigue tu padre?—No sé qué responder a eso, sinceramente no lo veo bien —suspira—. Sé que no es tu responsabilidad, pero cuando regreses, ¿podrías hablar con él? Tal vez eso le ayude.—No se trata de responsabilidades, hijo, Tomás siempre será parte de mi vida y obviamen
El delicioso aroma a café me hace abrir los ojos, ver a Evan, en ropa interior, un poco despeinado, a los pies de la cama con dos tazas en las manos, ilumina mi mañana, el día no podría empezar mejor. —Buenos días —Me saluda, acercándose para darme un pequeño beso en los labios y entregarme la taza. —Buenos días —respondo, somnolienta—. ¿Qué hora es? Siento que nos acabamos de dormir, además sigue oscuro allá afuera. —Son las 4 —contesta. —¿Por qué te levantas tan temprano? —Mi madre despierta a las 5 de la mañana todos los días y estoy seguro que me esperará para desayunar —explica—. Creéme que para mí no es problema que se enteren de que pasé la noche contigo, pero me parece que no te dejarán en paz después de eso y no quiero que te sientas presionada. —Por ahora dejémoslo así —pido, dando un sorbo a mi café—. No quisiera que nadie se enterara todavía. —Eso haremos, por el momento —advierte—. Solo evita socializar mucho con Douglas y con el Sheriff —menciona, divertido—.
Evan se baja con prisa y me abre la puerta. —Me parece que deberías ir tú —Le digo, señalando mis pies descalzos, ya que me quité el otro zapato. Me toma en los brazos y me baja en la puerta, empieza a tocar y Douglas abre. Se sorprende un poco al vernos juntos. —¿Cómo estás? —Le pregunta Evan. —No fue nada grave —responde acomodándose el sombrero, tiene algunos golpes en la cara—. Tu primera visita en mi casa y encuentras todo revuelto —dice avergonzado, mirándome. —Lo importante es que estés bien ¿y Jasmine? —interrogo. —Por fortuna no se dio cuenta de nada y está mañana la llevé a casa de los Marshall, Olivia llevará a las niñas a nadar. —¿No estabas saliendo con la maestra de Jasmine? —cuestiona Evan. —Estamos saliendo, pero esta mujer fue una que conocí hace mucho tiempo, ayer que regresamos de ver la película, la encontré esperándome afuera, quería dinero y le dije que no tenía —explica—. Pensé que había entendido y que se iría, pero no, a las pocas horas escuché ruidos y
La semana ha pasado demasiado rápido y mi convivencia con Evan, cada día es mejor, me sorprende en el transcurso del día apareciendo en la casa, solo para darme un beso y a veces mucho más que eso, es divertido cuando sus trabajadores lo andan buscando por todos lados y él está muy quitado de la pena conmigo, me siento como una jovencita escondiéndose de sus padres.Al parecer Jeriko no ha dicho nada, ya que no hemos escuchado comentarios y aquí todo chisme vuela, así que creemos que guardó el secreto, algo que tiene a Evan sorprendido. Le gustaron mucho las camisas que le compré, pero no se las llevó porque dice que le encanta cuando las traigo puestas sin nada debajo y sobre todo, quitármelas. Durante la noche siempre aparece, y aunque se queda hasta las 4 de la mañana, apenas se va y ya siento que lo extraño, eso me preocupa, pero a la vez me encanta. Mis hijos empiezan sus clases la próxima semana, hemos hablado un par de veces, ya que están muy ocupados, pero me alegra escucha
Estoy pensando qué hacer para no quedarme aquí encerrada con la preocupación de lo que está pasando en casa de los Peterson, me muero por ir a buscar a Evan, pero sé que no puedo hacerlo, no imagino lo que pueda estar pasando por su mente y lo menos que quiero hacer, es presionarlo. Así que sin más remedio, me cambio de ropa y salgo a caminar, tengo miedo, pero necesito un poco de aire.Apenas estoy dando unos pasos y Spark aparece a mi lado, pego un respingo al verlo, pero él ni se inmuta por lo que continúo mi camino.Voy en dirección al río con él siguiéndome los pasos, aunque es algo extraño, me hace gracia.El río está un poco alejado y caminando se me hace pesado el trayecto, por lo que al llegar me siento acalorada, me quito los zapatos y me siento en la orilla para mojarme los pies, refrescándome.—¿Alguien te mandó a cuidarme? —Le pregunto a Spark, como si me entendiera ya que no se aleja. —Lo dudo mucho —escucho a mis espaldas y me encuentro con Logan.—Hola —Lo saludo—. No
—Me estoy poniendo nervioso —confiesa—. No suelo ser paciente. —Evan, creo que sabes todo lo que pasé y me preocupa el hecho de que tengamos que separarnos en algún momento. Me gusta mucho tu compañía, me haces sentir segura y hermosa, como hace tiempo no me sentía, pero no sé si la distancia nos perjudique de alguna forma —exhalo, soltando el aire que no sabía que tenía retenido—. Lo que he empezado a sentir por ti, me asusta un poco y no quiero sufrir. —No tiene porque pasar nada malo, no soy perfecto, tengo mis defectos, el carácter un poco fuerte, pero cuando amo, lo hago con intensidad y entrego mi corazón sin reservas —Se acerca para tomar mis manos—. En cuanto a la distancia, yo podría ir a verte y tú podrías volver algunas temporadas, mientras planeamos nuestro futuro, pero vamos a tomar el riesgo y afrontaremos juntos las dificultades que se nos presenten en su momento.—Tenemos pendiente una conversación en la que me hablarás de ti. —La retomaremos, solo que será después
—¿Tienes mucho tiempo ahí? —pregunto, avergonzada. —El suficiente para escuchar la llamada con tu madre. Me dejo caer en la cama frustrada y se sienta a mi lado. —Solo tenemos unas horas como novios formales y los problemas ya empezaron —suspira—. ¿Quieres contarme qué sucede? —Fui a nadar con Olivia y con las niñas al río, al salir, me di cuenta que tenía varias llamadas perdidas de Tomás, el padre de mis hijos —explico—. Llamé a Eilani pensando que algo estaba mal, pero me dijo que no, que ellos están perfectamente bien. —¿Y tú ex, está bien? —Lo llamé, me contestó su pareja, me dijo que él y mi madre hablan muy seguido y que están haciendo planes para mi regreso. —¿Qué tipo de planes? —Mi mamá quiere mucho a Tomás y nunca se ha resignado a nuestro divorcio. —¿Quiere que vuelvan? Asiento y me abraza. —Lo siento mucho por mi suegra, pero yo tampoco voy a permitir que nadie intervenga en lo nuestro, así me gane su odio —asegura—. Lo único importante para mí, es que
—Buenos días —La voz de Evan me hace abrir los ojos, me da un beso y me muestra su preciosa sonrisa. —Mmmm —Hago ese sonido al verlo tan guapo y apetecible. —Te dejé café listo, pero no te lo traje para que sigas durmiendo —Vuelve a besarme. —¿No estás agotado? —pregunto al verlo tan fresco, porque yo no podría levantarme aunque lo intentara. —Un poco, pero tengo que recoger un ganado que llegará en unas horas —explica—. ¿Tienes algo planeado para hoy? Niego moviendo la cabeza. —Entonces pasaré por ti para llevarte a comer al pueblo. —Muy bien. —Nos vemos más tarde —Se despide, dejándome otro beso. Envío un mensaje a mis hijos para desearles buena suerte en su día y ya que me contestan, vuelvo a acomodarme en la cama, estoy segura que apenas dormí unas horas y me siento agotada. Abro los ojos y me remuevo en la cama estirando mis músculos. Ni siquiera en mis tiempos de juventud tenía estos maratones de sexo, sonrío como una tonta y abrazo la almohada inhalando el aroma de E