La semana ha pasado demasiado rápido y mi convivencia con Evan, cada día es mejor, me sorprende en el transcurso del día apareciendo en la casa, solo para darme un beso y a veces mucho más que eso, es divertido cuando sus trabajadores lo andan buscando por todos lados y él está muy quitado de la pena conmigo, me siento como una jovencita escondiéndose de sus padres.Al parecer Jeriko no ha dicho nada, ya que no hemos escuchado comentarios y aquí todo chisme vuela, así que creemos que guardó el secreto, algo que tiene a Evan sorprendido. Le gustaron mucho las camisas que le compré, pero no se las llevó porque dice que le encanta cuando las traigo puestas sin nada debajo y sobre todo, quitármelas. Durante la noche siempre aparece, y aunque se queda hasta las 4 de la mañana, apenas se va y ya siento que lo extraño, eso me preocupa, pero a la vez me encanta. Mis hijos empiezan sus clases la próxima semana, hemos hablado un par de veces, ya que están muy ocupados, pero me alegra escucha
Estoy pensando qué hacer para no quedarme aquí encerrada con la preocupación de lo que está pasando en casa de los Peterson, me muero por ir a buscar a Evan, pero sé que no puedo hacerlo, no imagino lo que pueda estar pasando por su mente y lo menos que quiero hacer, es presionarlo. Así que sin más remedio, me cambio de ropa y salgo a caminar, tengo miedo, pero necesito un poco de aire.Apenas estoy dando unos pasos y Spark aparece a mi lado, pego un respingo al verlo, pero él ni se inmuta por lo que continúo mi camino.Voy en dirección al río con él siguiéndome los pasos, aunque es algo extraño, me hace gracia.El río está un poco alejado y caminando se me hace pesado el trayecto, por lo que al llegar me siento acalorada, me quito los zapatos y me siento en la orilla para mojarme los pies, refrescándome.—¿Alguien te mandó a cuidarme? —Le pregunto a Spark, como si me entendiera ya que no se aleja. —Lo dudo mucho —escucho a mis espaldas y me encuentro con Logan.—Hola —Lo saludo—. No
—Me estoy poniendo nervioso —confiesa—. No suelo ser paciente. —Evan, creo que sabes todo lo que pasé y me preocupa el hecho de que tengamos que separarnos en algún momento. Me gusta mucho tu compañía, me haces sentir segura y hermosa, como hace tiempo no me sentía, pero no sé si la distancia nos perjudique de alguna forma —exhalo, soltando el aire que no sabía que tenía retenido—. Lo que he empezado a sentir por ti, me asusta un poco y no quiero sufrir. —No tiene porque pasar nada malo, no soy perfecto, tengo mis defectos, el carácter un poco fuerte, pero cuando amo, lo hago con intensidad y entrego mi corazón sin reservas —Se acerca para tomar mis manos—. En cuanto a la distancia, yo podría ir a verte y tú podrías volver algunas temporadas, mientras planeamos nuestro futuro, pero vamos a tomar el riesgo y afrontaremos juntos las dificultades que se nos presenten en su momento.—Tenemos pendiente una conversación en la que me hablarás de ti. —La retomaremos, solo que será después
—¿Tienes mucho tiempo ahí? —pregunto, avergonzada. —El suficiente para escuchar la llamada con tu madre. Me dejo caer en la cama frustrada y se sienta a mi lado. —Solo tenemos unas horas como novios formales y los problemas ya empezaron —suspira—. ¿Quieres contarme qué sucede? —Fui a nadar con Olivia y con las niñas al río, al salir, me di cuenta que tenía varias llamadas perdidas de Tomás, el padre de mis hijos —explico—. Llamé a Eilani pensando que algo estaba mal, pero me dijo que no, que ellos están perfectamente bien. —¿Y tú ex, está bien? —Lo llamé, me contestó su pareja, me dijo que él y mi madre hablan muy seguido y que están haciendo planes para mi regreso. —¿Qué tipo de planes? —Mi mamá quiere mucho a Tomás y nunca se ha resignado a nuestro divorcio. —¿Quiere que vuelvan? Asiento y me abraza. —Lo siento mucho por mi suegra, pero yo tampoco voy a permitir que nadie intervenga en lo nuestro, así me gane su odio —asegura—. Lo único importante para mí, es que
—Buenos días —La voz de Evan me hace abrir los ojos, me da un beso y me muestra su preciosa sonrisa. —Mmmm —Hago ese sonido al verlo tan guapo y apetecible. —Te dejé café listo, pero no te lo traje para que sigas durmiendo —Vuelve a besarme. —¿No estás agotado? —pregunto al verlo tan fresco, porque yo no podría levantarme aunque lo intentara. —Un poco, pero tengo que recoger un ganado que llegará en unas horas —explica—. ¿Tienes algo planeado para hoy? Niego moviendo la cabeza. —Entonces pasaré por ti para llevarte a comer al pueblo. —Muy bien. —Nos vemos más tarde —Se despide, dejándome otro beso. Envío un mensaje a mis hijos para desearles buena suerte en su día y ya que me contestan, vuelvo a acomodarme en la cama, estoy segura que apenas dormí unas horas y me siento agotada. Abro los ojos y me remuevo en la cama estirando mis músculos. Ni siquiera en mis tiempos de juventud tenía estos maratones de sexo, sonrío como una tonta y abrazo la almohada inhalando el aroma de E
Debo confesar que el tiempo se me ha pasado más rápido de lo que me hubiera imaginado, estando con Evan las horas pasan sin sentirlas, nuestra relación cada vez es más sólida, extrañamente pareciera que ya nos conocíamos desde hace mucho tiempo. Hasta ahora no hemos tenido diferencias, pero soy consciente de que en algún momento las habrá. Lo único de lo que todavía no puede convencerme, es de que aprenda a montar. Spark sigue apareciendo de vez en cuando, sobre todo cuando voy a algún lugar sola, Evan se ríe de mí porque le digo que seguramente él lo manda a vigilarme, alguna cámara escondida debe llevar. Olivia también ha sido una gran distracción para mí, me invita a comer o a pasar la tarde con ella y los niños, siempre la pasamos muy bien ya que no deja de hacerme bromas acerca del río, al cual hemos regresado ya que nunca me imaginé que nadar en compañía de un vaquero engreído, fuera tan interesante. A sus bromas siempre respondo que el río no tiene nada que ver, más bien tene
El día ha sido un poco ajetreado, ya que Haimi está por llegar después de un poco más de un mes fuera. Nélida y Evan están preparando una pequeña fiesta de bienvenida a la que asistirá la familia Marshall y Douglas. —No tengo suficiente crema batida para el pastel —expresa Nélida preocupada, mientras cocinamos—. Busca a uno de los muchachos, por favor —Me pide—. Para que vaya a traerla. —No es necesario, yo voy —aseguro, quitándome el mandil. —Pero… —No tardaré —La tranquilizo y salgo de la casa con prisa, para tomar la camioneta. Llego al supermercado que está cerca de la casa, pero no encuentro, así que tengo que ir al pueblo. Evan se fue a recoger a Haimi y yo me quedé ayudando a Nélida, ya que ella quería hacer personalmente la comida para recibir a su nieta. Compro lo que necesito y regreso al rancho, apenas me bajo de la camioneta y me recibe Muriel, con una cara de enojo que no puede ocultar. —¿¡Qué rayos haces con la camioneta de Evan!? —exclama. —¿Disculpa? —inquiero.
—¿Cómo supiste dónde encontrarme? —pregunto. —Te vi salir de la casa y me extrañó que tomaras este camino —Se sienta a mi lado—. ¿Así que estás celosa? —Nunca he sido celosa —replico. —Nunca habías sido, celosa —rectifica. —Tienes razón, pero no me puedes negar que la situación es incómoda y me ha tomado completamente desprevenida, además los comentarios mal intencionados de esa mujer, me tienen mal. —Hace años que mi madre me viene advirtiendo que Muriel siente algo más por mí, que un simple cariño de cuñados, lo que obviamente me extrañaba e ignoraba. Si bien es cierto que la conocí antes que a Helen, nunca la hice pensar que me sentía atraído por ella o algo parecido, solo nos vimos en la fiesta que te conté —suspira—. Honestamente, su actitud cada vez que venía me tenía sin cuidado, porque nunca estaba en casa y no convivía mucho con ella, pero en esta ocasión, su comportamiento me tiene completamente desconcertado, la manera en que intenta llamar mi atención me incomoda. Ella