JapónPor fin le había informado Callaghan que iniciarían el proceso, para lo que le cuestiono que tan avanzado iba su progreso con respecto a su autonomía e independización.Por los varios meses que habían transcurrido desde que intentaba mejorarse a sí misma era notorio el avance y su terapeuta, así como su asesor le dijeron que podía comenzar con el proceso para recuperar a su hijo.Unos días más tarde, el despacho de abogados se pone en contacto con ella para informarle que ya dieron el primer paso y era haber contactado con Prescott Kingsley, pero que lamentablemente no habían obtenido una respuesta o tan siquiera tuvieron la cortesía de ponerse en comunicación con ellos.Por supuesto, los nervios y ansias se apoderaron de Sisa, porque estaba a punto de conocer la verdadera cara del padre de su hijo. Dicen que solo la real personalidad de la gente sale a relucir en situaciones estresantes y donde se interponen intereses y ellos estarían pronto en esa posición.San FranciscoPresc
Japón Las llamadas se habían vuelto un sufrimiento constante para Sisa y Miranda, cuando los de Callaghan llamaban era un volado, a veces parecía que avanzaban y estaban a punto de obtener el resultado que ellas anhelaban. Pero últimamente todo había ido cuesta abajo, el maldito de Prescott no le daba tregua y nunca podían ponerse de acuerdo, él principalmente utilizó toda clase de trucos para evitar que ella viera a su hijo. Al principio parecía que conseguirían un acuerdo en el que compartirían la custodia, pero el abogado siempre repelaba de algunas cláusulas. Ya habían puesto en tela de juicio la capacidad de ella para ser responsable del niño, ellos tuvieron que mostrar todos los avances. Por último, estaban esperando a que la corte llamara a Elliot para que él diera testimonio de lo que era su vida a lado de ambos padres, puesto que ya lo había experimentado, y más importante aún que dijera si tenía alguna preferencia por vivir con alguno de ellos. Por lo que esta vez cuand
San FranciscoCocinar un plan como el que pretendía Prescott llevo varios meses y siendo honestos era algo cruel su método, no era disculpa, pero las veces que intento hacerlo de la forma civilizada mediante los medios apropiados, Sisa se negó a escucharle.Vamos, que ni siquiera a Elliot le permitía mencionar nada sobre su padre, por lo que fue imposible hacerle saber que no debería estar disputándose la custodia de Elliot.El niño y su padre conversaban sobre las formas de proceder con respecto a ello y terminaron concluyendo que lo mejor sería hacerla volver a San Francisco por propia voluntad.Prescott incluso le contó a su terapeuta lo que pretendía hacer, también le menciono las particularidades sobre el carácter de Sisa y por los cambios que estaba atravesando.Aunque reprendió a Prescott, comprendió que no todas las personas encuentran formas simples para comunicarse, algunos requieren de ir por el camino complicado.Kristie sí le había dado pistas de que quizá ella podría ser
San FranciscoPrescott solo puede mantenerse serio, aunque internamente se cuestiona muchas cosas, para marcar territorio solo tira una frase.—Llama cuando quieras que te recojan —sonaba a que Sisa tenía medido el tiempo, pero no prestan atención a ello.—Descuide, yo la llevaré a donde ella me indique —dice Erik, por lo que Prescott simplemente da la vuelta y se va, tampoco quiere tener que presenciar cuando esos dos se alejen.El CEO tan solo llegar a su oficina, la primera tarea que le encarga a Leo es que le dé información del tal Erik Callaghan, la vida no podía ser así de irónica, o eso pensó, cómo podía ocurrir algo como aquello.…Mientras que Erik y Sisa hablan de tantas cosas, ya que ellos empezaron una amistad debido a las interminables videollamadas que debían sostener para informarse sobre la situación del pleito que ella mantenía contra Prescott Kingsley.—Sabes, no me parece que sea una mala persona —le comenta Erik, refiriéndose a Prescott.—Yo no estaría tan segura,
San FranciscoPor fin Kristie conoce a Sisa, las descripciones de Prescott no eran precisas, la joven era muy bonita, además creía que gracias a la motivación que Prescott le infundió, con eso de volverse una mejor versión para acceder a la custodia de su hijo.Los profesionales que le ayudaban con sus cambios eran buenos, lo reflejaba su imagen, no solo su vestimenta, sino su presencia.Prescott estaba realmente nervioso, había imaginado miles de veces la forma en que se disculparía con ella, pero era más complicado hacerlo realmente, cara a cara.Ella se había sentado en una silla, por lo que para él fue fácil tomar un extremo del asiento y girarla para que Sisa lo mirara.Prescott le dio un vistazo a Kristie, quien solo asintió, para animarlo a continuar...—Yo..., yo quiero ofrecerte una disculpa, por lo que paso esa noche—. Se detuvo y miro los ojos de Sisa, aguardando su respuesta o alguna señal que le indicara su sentir.Sisa no comprendía por qué él se disculpaba, para ella er
San FranciscoLos parlantes de la habitación de Prescott se encendieron con sonidos que invitaban a la relajación, cosa que lo despertó, al ver la hora él decidió que debería levantarse, igual no volvería a dormir.Sisa, quien no sabía el manejo del sistema audiovisual, había encendido el sonido ambiental, pensando que se refería al espacio en el que se encontraba, lo cual era erróneo, pues este activo todas las bocinas en el departamento.Con la intención de apagar el sonido, Prescott fue a buscar los controles porque gracias a su terquedad había quitado la aplicación que le ayudaba a manejarlos desde su teléfono móvil.Al llegar a la sala de entretenimiento, la pantalla estaba encendida, pero nadie a la vista, unos pasos más y la vio en el piso sobre uno de esos tapetes, Sisa estaba estirándose, él no quiso interrumpir.Y ella no lo vio, por lo que Prescott sin esa intención quedo en una especie de trance por no decir que la estaba espiando, ella seguía con un flujo de movimientos l
San FranciscoLa cena ese día fue para celebrar lo bien que le había ido a Elliot en la presentación escolar, de esa forma motivaban a que el niño siguiera progresando.Para Sisa fue extraño que festejaran un pequeño logro, Prescott le explico que para él había sido siempre así, sus padres reforzaban los buenos comportamientos con reconocimiento.Ella estaba contenta por la forma en que Elliot sería feliz en aquel lugar, ya no tenía dudas, esas personas eran genuinas, amaban a su hijo y procuraban su bienestar.—Como recompensa por tu proyecto... mañana saldremos de paseo —dijo Prescott a su hijo, a quien se le iluminaron los ojos.—¿A dónde iremos? —su voz reflejaba la emoción.—¡Es sorpresa!—Pero papá, me gustaría estar preparado.—Yo me encargo de los detalles —le guiño el ojo.Con ello, Sisa y Prescott se despidieron más pronto de lo habitual por la necesidad de descansar para su aventura.En el trayecto, Prescott seguía contagiado por el entusiasmo que demostró Elliot por su pas
El día comienza con el murmulló de la vida, aves y sus distintivos sonidos, lo que lo hace tan real, nada que ver con los ruidos de la ciudad.Sisa está tan cómoda que se acurruca más, acomoda su cuerpo a una postura para seguir asegurando la calidez que siente, solo que la fuente de calor se mueve, ella le sigue, inhala profundo ante un aroma que le agrada.Sisa entre dormida, luego de tan solo unos instantes experimenta como su piel se aviva ante un aire tibio en la oreja, no es molesto, pero definitivamente no es una sensación para relajarse y seguir cómodamente durmiendo.Tontamente, voltea un poco la cabeza para descubrir lo que genera su incomodidad, se queda quieta al percibir algo más, también con el rabillo del ojo puede ver a Prescott detrás de ella.Parpadea un par de veces en un intento por recuperar las últimas memorias que le den respuesta de por qué está ahí con él.—¡Oh por Dios! —grita ella sobresaltada, —¡Prescott! —ella se recorre lo más lejos de él, lo que aquel re