Alejandra Marie Costa—¿Porque estás llorando? Acaso es decepción que Richard no venga por ti —Brayan dice utilizando un tono burlón deteniendo nuestros pasos para luego colocar ambas manos contra mis brazos presionando con fuerza para luego agregar —Me gustaría que por un milagro consiguiera aparecer antes de marcharnos aunque no haría ninguna diferencia porque comparado conmigo tú supuesto esposo es demasiado correctito para valerse de medios poco ortodoxos para salvarte seguro continuo insistiendo con la ayuda de la policía que se rige por estúpidas reglas a diferencia de nosotros ¿Quién piensas tiene más ventaja sobre los dos?Pregunta haciendo entender que él tiene toda la ventaja en este caso y que Richard no es su rival para enfrentarlo. —-Nunca te dijeron que creerse demasiado de sí mismo es un defecto —Digo sin pensarlo mucho ganándome un apretón más fuerte en mis brazos.Lo siguiente que dice como sus acciones a mis palabras me sorprende ya que comienza a reír como si le hu
Alejandra Marie Costa Corro sin prestar atención de los gritos a mi espalda diciendo que me detenga no puedo detenerme solo quiero poner distancia entre los hombres que me siguen, pero siendo realistas dudo que llegue lo suficiente lejos para encontrar un lugar donde esconderme esperando ganar tiempo. Tengo que mantener la esperanza que Richard llegara pronto, aunque realmente solo sea una ilusión porque ni siquiera sabe dónde me encuentro y no tiene como saberlo. Se que esos hombres son mucho más rápidos pronto me darán alcance lo sé no soy ingenua por lo que solo estoy prolongando un poco lo inevitable, pero a pesar de saberlo no pienso rendirme solo necesito un poco de tiempo. Aunque realmente desconozco si Richard esté en camino o no, pero con el simple hecho de la esperanza en mi corazón consigo la fuerza necesaria para continuar huyendo hasta que llegó cerca de una estructura de cemento que quizás me pueda servir para ocultarme. Pero antes de llegar siento como me toman de m
Alejandra Marie Costa Observo como Brayan se debate entre si puede o no hacer nada considerando la desventaja en la que se encuentra, noto las lucecitas parpadear sobre su frente como en el pecho de los tipos que lo acompañan no logro evitar que un escalofrió recorra mi piel es un hecho que si continúa haciéndose el duro es probable que termine herido. —Que te piensas que consiguieras intimidarme por favor… ustedes son los chicos buenos por eso mismo no son rivales para mi idiota —Sigue insistiendo en provocarlo Brayan, pero la respuesta del otro no se hace esperar. —¿Quién demonios te dijo que somos de los buenos? —A sus palabras mi hermano abre los ojos desmesuradamente cuando de repente un golpe sordo impacta contra su cuerpo en un principio no entiendo cuál es el motivo hasta que de su hombro izquierdo brotan gotas de sangre. —Ahora imbécil dime aun piensas que somos de los chicos buenos escúchame bien si no retrocedes la próxima iré directo entre tus ojos para tú mala suer
Richard Müller Verla marcharse es lo más difícil que tengo por soportar mi mujer tomo la decisión de irse con Brayan para salvarme confiando que Brayan cumpla con su palabra, pero sacrificarse no vale la pena solo está aumentando mi tortura. Porque si conozco bien a Brayan no retrocederá para conseguir sacarnos de su camino y mientras esté vivo eso jamás pasará. Por lo que tiene que matarme si quiere sacarme realmente de su camino. Axel me dirige una mirada que secunda mis pensamientos sabe que nos espera si lo permitimos, aunque en un principio estábamos con toda ventaja de nuestra parte todo dio un giro aterrador poniéndonos en clara desventaja. Pero solo es momentánea porque una vez Alex se marcho nos quedamos sin a quien proteger entre nosotros. Sin ningún civil por quien preocuparnos las cosas cambian. —De rodillas todos tengo ordenes que cumplir nuestro jefe quiere que terminemos deprisa con ustedes entre más rápido se muevan pronto iré a disfrutar el dinero que nos pagaran p
Jonathan BonnetLa angustia que me embarga tiene todo que ver con ella ya transcurrieron muchas horas sin ninguna noticia por parte de la policía o Richard. En este momento solo mirar su rostro sonriendo mientras disfruta sus postres favoritos con la mirada tierna de una niña es lo único que me conforta.Alejandra repito en mi cabeza acariciando su imagen con delicadeza.La foto en la pantalla de mi teléfono es una de las pocas capturas de Alejandra que pude hacer sin que se percatara que sacaba fotos de ella en momentos que consideraba especiales.Que ahora me sirven de compañía en mis momentos oscuros como en este instante que no hay ninguna noticia de ella ni mi hermano.Mi atención se pierde con la intromisión de Eli en mi habitación hecha una furia.—Tú maldito hermano se la llevo… saco a Alejandra del país —Dice sin preocuparle molestarme con el tono que esta empleando en este momento para dirigirse a mí.—¿Qué estás diciendo? —Pregunto quitándole importancia a ese hecho para co
Alejandra Marie Costa Entrar en la casa de mi infancia en esta ocasión no me trae ninguna felicidad las condiciones por las que fui obligada a regresar no se las deseo a nadie. Desde que me marche cuando tenia seis años solo venia a Italia una vez al año de lo contrario siempre eran mis abuelos o nuestros demás familiares quienes viajaban para visitarnos. —Cariño cuanto tiempo sin verte mírate ahora serás madre que rápido pasa el tiempo —Dice mi abuela apretando mis mejillas como suele hacerlo desde que tengo memoria luego ella estudia mi rostro con atención antes de preguntar —¿Por qué esa carita hija? ¿Qué sucede? Tú mirada no es de una mujer feliz por su embarazo. Yo no logro responderle, sino que mi padre es quien da una respuesta. —Solo esta aburrida madre como siempre actuando rebelde para llamar la atención de los demás —Dice mi padre con fastidio. Sin embargo, mi abuela con su mirada fija en mi rostro sin hacer ningún comentario solo asiente mientras camina a mi lado. —¿
Richard MüllerHoras interminables han transcurrido minando poco a poco mi estado de ánimo convirtiéndome en un guiñapo de nervios y ansiedad. El único pensamiento que me mantiene coherente sin perderme en el dolor que me causa el miedo que atenaza mi corazón es confiar que mi mujer será fuerte debe serlo hasta que logre llegar junto a ellos.Una vez consiga sacarla de las garras de esos hombres sana y a salvo ¡Juro que haré que se arrepientan de a ver nacido!El infierno que estoy viviendo en este momento se los debo a ellos por lo mismo estaré encantado en devolverles el favor no pienso quedarme tranquilo hasta que ambos hombres terminen donde se lo merecen.—Richard estamos por llegar —Anuncia Marian acercándose donde me encuentro en mi rincón en el avión sentándose frente a mí.—Marian —Sin mirarla susurro su nombre para que se detenga antes que se marche —Llegaremos a tiempo para evitar que esos malditos les hagan daño.Pregunto con voz trémula mientras ella permanece en silencio
Alejandra Marie Costa—Porque soy tú hermana Brayan … Ayúdame.Suplico apelando a esa pequeña esperanza por mínima que exista en mí su corazón que me reconozca como su hermana.Mi mirada empañada por las lágrimas se pierde en su rostro esperando por una reacción de su parte sin embargo mi hermano se queda ahí clavado en el piso sin decir una sola palabra no hay ninguna reacción de su parte llenándome de una gran decepción por un momento quise confiar que mi revelación tendría un efecto en el hombre que solo me mira ser arrastrada escaleras abajo forcejeando con todas mis fuerzas.Entre mi desesperación escucho la estridente carcajada de quien siempre creí era mi padre divertirse con mis suplicas.—Jajajajaja realmente pensaste que mi sobrino correría en tú ayuda —Se burla mi padre —Pobrecita sigue soñando nadie intervendrá para ayudarte —Luego dirige una dura mirada a los hombres que siguen sus órdenes ciegamente — ustedes hagan lo que les ordene tenemos poco tiempo para llegar a la c