Alejandra Marie Costa

—Mi amor abre los ojitos —Murmura Richard besando mi mejilla —Vamos mi niña linda.

Me siento tan a gusto entre sus brazos que solo quiero seguir durmiendo. Pero se que pronto debo volver a casa de Jonathan, solo iré por mis documentos para marcharme de su lado como acordamos con Richard.

Ahora se que finalmente estamos divorciados cuando la madre de Richard lo dijo no podía creerlo.

Eso significa que no tiene como continuar reteniéndome a su lado, aunque trate de alegar que mi hijo es suyo no va a poder conseguir que aprueben su paternidad contra el hecho que su verdadero padre lo reclame.

—Solo un ratito —Digo, sintiendo mi cuerpo resistirse me siento tan cómoda que no quiero levantarme.

—Esta bien, mi amor no tienes porque regresar es mejor que te quedes a mi lado a partir de ahora —Besa mi mejilla, mientras sus dedos acarician mi estomago descubierto.

Se siente tan agradable que tengo la necesidad de buscar su boca que he extrañado tanto.

Con cada beso ruego a