Richard MüllerLa imagen que se guarda en mi mente de ella tomando la iniciativa durante nuestro momento de intimidad tiene precisamente ese objetivo borrar de mi cabeza todas las preocupaciones que me atormentan desde el accidente, después de mi conversación con Marian, ambos llegamos a la conclusión que probablemente fue provocado.—¿Qué hay en tú mente en este momento siento que esa cabecita está en otra parte? —Murmura Alex entre mis brazos al notarme distraído —Habla conmigo por favor no te guardes lo que te preocupa.—Lo siento, mi amor no quiero preocuparte con lo que pasa por mi mente en especial ahora en tú estado.—No, me voy a romper Richard, contigo a mi lado soy mucho más fuerte juntos enfrentaremos los problemas amor, por eso somos una pareja no es cierto, para protegernos uno al otro —Insiste llevando sus labios sobre mi pecho besando.Sus labios sobre mi piel tienen un efecto arrollador que encienden cada terminación nerviosa de mi cuerpo despertando un deseo tan inten
Alejandra Marie Costa—Pero que enorme sorpresa cuñadita estas esperando un hijo —Dice clavando su mirada en mi vientre mientras automáticamente lo cubro con mis manos es una reacción instintiva —Es de Jonathan o Richard.Su pregunta es directa dudo que desconozca quien es el padre de mi hijo, simplemente hace como si no lo supiera, porque estoy segura de que, aunque se mantenga lejos de la familia, está enterado que su hermano se caso conmigo sin tener ningún sentimiento por mí.Al no obtener una respuesta de mi parte suelta una carcajada provocándome otro escalofrió. El no obtener una respuesta de mi parte saca sus propias conclusiones.—Claro, que estoy seguro de que ese niño no es nada de mi hermano porque quien es su esposa se convirtió en una zorra, entregándose a Müller.—¡Cuidado con tú lengua Brayan! —Se hace notar Marian desplazándome tras su cuerpo sirviéndome como escudo —No, permitiré que faltes el respeto a la mujer de Richard.—La mujer de Richard, jajajaja pero que gra
Jonathan Bonnet—Entonces dejemos de tonterías conoces mi secreto bien me descubriste, ahora háblame claro sin andarnos por las ramas ¿Qué demonios quieres Jonathan? —Dice Victoria poniéndose de pie apoyando sus manos sobre el escritorio retándome con la mirada.Inclino mi cuerpo sobre el respaldo de mi silla de ruedas, estudiando su rostro con cuidado porque la mujer esta en pie de guerra.Para mi fue una gran sorpresa cuando ambas mujeres aparecieron con sus maletas temprano supuse que tendría mas tiempo para hacerme la idea de que Richard continua vivo, pero no contaba con la visita de estas dos.Al parecer la aparición de Richard no pudo permanecer demasiado tiempo en silencio en menos de veinticuatro horas los noticieros tenían la noticia que mágicamente el heredero de los Müller apareció.Mis manos se convierten en puños trato de respirar con calma antes de recordarle a Victoria lo inútil de su berrinche en este momento.—Querer de ti Victoria conoces perfectamente lo que necesi
Richard Müller —Ven, mi amor déjame que te ayude —Digo, colocándola con cuido en el borde de la cama para luego acuclillarme frente a ella para sacarle sus zapatos. —No, es necesario que hagas eso amor puedo hacerlo sola —Me recuerda mientras sostengo su pierna con cuidado, masajeando su pantorrilla. —Lo sé, pero me gusta de esta manera —Ella, pone sus ojos en blando burlándose de mi pero luego gime complacida cuando aprieto un poco sus músculos con la suficiente fuerza que la haga sentir bien —¿Te gusta mi amor? —Si, te contratare como mi masajista personal —Dice entre risitas que es una de mis melodías favoritas. —Bueno, mi niña no es necesario que me pagues puedo hacerlo gratis —Concentrando mi mirada en su rostro llevo mis labios sobre la piel de su pierna. Su respiración se contiene dejando de reír concentrando su mirada en mis labios ascendiendo por su pierna hasta llegar a su muslo, donde me entretengo disfrutando de cómo sus músculos se contraen bajo mis caricias, con mis
Alejandra Marie Costa —Este vestido se verá hermoso en ti Alejandra, vamos debes probártelo —Me guía a los probadores la señora Lucrecia, entusiasmada. No, puedo ni negarme porque antes de salir de casa me advirtió que compraría muchas cosas para mí y el bebé, entusiasmada, como puedo llevarle la contraria. Así que aquí estamos en el centro de Londres en compañía de Lina y Marian, eligiendo ropa sin muchas alternativas de negarnos. Me gusta la señora Lucrecia, ella es cálida me hace sentir bien en su compañía. Es una mamá amorosa con su hijo, lo que se extiende incluso a mi por el simple hecho de ser la madre de su nieto. —Si, muy linda por favor también llevaremos este vestido, junto a lo demás puede mostrarme abrigos y pantalones —Se dirige a la dependiente con amabilidad. —Si, señora de inmediato. —Lina, también elige cosas para ti por favor —Mi amiga se sonroja tratando de negar, pero la madre de Richard insiste —Vamos querida, compláceme necesitan ropa para todo el tiempo q
Alejandra Marie Costa—Sigo insistiendo ese supuesto excuñado tuyo me parece muy extraño, además en dos días consecutivos nos hemos topado con él ¿No, puede ser simple casualidad? Será, que Jonathan lo mando vigilarte —Dice Lina haciendo conjeturas.—Pues no sé, aunque Jonathan se vale de muchas cosas para controlarme, no creo que envié a su hermano para vigilarme Lina, al menos eso quiero pensar porque sería el colmo de su parte. Además, hace mucho tiempo recuerdo que el mismo me pidió que me mantuviera alejada de Brayan.—¿Por qué te pediría eso siendo su hermano?—No, lo sé, Lina —Encojo mis hombros secando mis manos con papel toalla —Hace unos años Jonathan me advirtió sobre mantener mi distancia con él nunca me dio una explicación. Pero cuando llegue a vivir con los Bonnet, escuche rumores sobre Brayan, muchos de los empleados se referían a él como la oveja negra de la familia.—Oveja negra—Si, bueno, ni idea porque solo asumí que decían eso porque no les agradaba o hizo algo pa
Richard Müller—¿Qué hiciste Jonathan? —Digo, poniéndome de pie rodeando el escritorio para enfrentarlo —Habla, ¿Qué sabes sobre la desaparición de Alejandra?—No, espera que me explique se que muchas veces actuó como un idiota Richard ¡Pero prometo que en esta ocasión no tengo nada que ver! —Dice el elevando sus palmas conteniéndome.—Entonces porque llegaste preguntando por ella, luego sucede que mi mujer desaparece sabes que sucedió con ella y me lo estas ocultando ¡Habla maldita sea!El hombre tiene el rostro desencajado lo que provoca más pánico en mi corazón, porque no es natural que Jonathan, no se defienda.—Richard, vine porque quería evitar lo que está sucediendo ahora, aunque no me lo creas, prefiero que este contigo en lugar… Escucha se trata de Brayan.—Brayan, ¿Por qué mencionas a tú hermano? —Un mal presentimiento oprime mi pecho.—Mi hermano se encuentra en Londres llego hace unos días se enteró de mi situación con Alejandra —Lo miro sin comprender, pero él se apresura
Jonathan Bonnet —Al igual que tú estoy enamorado de ella Richard —Digo, cada una de mis palabras sin que me importe mostrar mis sentimientos por ella ante el hombre que ahora es el dueño de su corazón. Richard, se irgue en toda su estatura, luchando con su instinto de golpearme en la cara porque estoy seguro de que es exactamente eso lo que desea en este momento. Con mis palabras no pretendo provocarlo. ¡Pero tan poco quiero guardármelo más tiempo como arranco de mi pecho todo lo que siento por ella! Fui un estúpido todo el tiempo que la tuve a mi lado como mi esposa, desprecie su cercanía porque la culpaba por que su padre me obligo casarme con ella, alejándome de mi supuesto sueño de casarme con Melissa. Y es cruel descubrir que la mujer que desprecie ahora se convirtió en mi razón en esta vida para sonreír. Temprano cuando recibí la llamada de mi hermano Brayan al principio pensé que solo se trataba de uno de sus estúpidos juegos para sacarme de quicio, como suele hacer desde q