Alejandra Marie Costa —Este vestido se verá hermoso en ti Alejandra, vamos debes probártelo —Me guía a los probadores la señora Lucrecia, entusiasmada. No, puedo ni negarme porque antes de salir de casa me advirtió que compraría muchas cosas para mí y el bebé, entusiasmada, como puedo llevarle la contraria. Así que aquí estamos en el centro de Londres en compañía de Lina y Marian, eligiendo ropa sin muchas alternativas de negarnos. Me gusta la señora Lucrecia, ella es cálida me hace sentir bien en su compañía. Es una mamá amorosa con su hijo, lo que se extiende incluso a mi por el simple hecho de ser la madre de su nieto. —Si, muy linda por favor también llevaremos este vestido, junto a lo demás puede mostrarme abrigos y pantalones —Se dirige a la dependiente con amabilidad. —Si, señora de inmediato. —Lina, también elige cosas para ti por favor —Mi amiga se sonroja tratando de negar, pero la madre de Richard insiste —Vamos querida, compláceme necesitan ropa para todo el tiempo q
Alejandra Marie Costa—Sigo insistiendo ese supuesto excuñado tuyo me parece muy extraño, además en dos días consecutivos nos hemos topado con él ¿No, puede ser simple casualidad? Será, que Jonathan lo mando vigilarte —Dice Lina haciendo conjeturas.—Pues no sé, aunque Jonathan se vale de muchas cosas para controlarme, no creo que envié a su hermano para vigilarme Lina, al menos eso quiero pensar porque sería el colmo de su parte. Además, hace mucho tiempo recuerdo que el mismo me pidió que me mantuviera alejada de Brayan.—¿Por qué te pediría eso siendo su hermano?—No, lo sé, Lina —Encojo mis hombros secando mis manos con papel toalla —Hace unos años Jonathan me advirtió sobre mantener mi distancia con él nunca me dio una explicación. Pero cuando llegue a vivir con los Bonnet, escuche rumores sobre Brayan, muchos de los empleados se referían a él como la oveja negra de la familia.—Oveja negra—Si, bueno, ni idea porque solo asumí que decían eso porque no les agradaba o hizo algo pa
Richard Müller—¿Qué hiciste Jonathan? —Digo, poniéndome de pie rodeando el escritorio para enfrentarlo —Habla, ¿Qué sabes sobre la desaparición de Alejandra?—No, espera que me explique se que muchas veces actuó como un idiota Richard ¡Pero prometo que en esta ocasión no tengo nada que ver! —Dice el elevando sus palmas conteniéndome.—Entonces porque llegaste preguntando por ella, luego sucede que mi mujer desaparece sabes que sucedió con ella y me lo estas ocultando ¡Habla maldita sea!El hombre tiene el rostro desencajado lo que provoca más pánico en mi corazón, porque no es natural que Jonathan, no se defienda.—Richard, vine porque quería evitar lo que está sucediendo ahora, aunque no me lo creas, prefiero que este contigo en lugar… Escucha se trata de Brayan.—Brayan, ¿Por qué mencionas a tú hermano? —Un mal presentimiento oprime mi pecho.—Mi hermano se encuentra en Londres llego hace unos días se enteró de mi situación con Alejandra —Lo miro sin comprender, pero él se apresura
Jonathan Bonnet —Al igual que tú estoy enamorado de ella Richard —Digo, cada una de mis palabras sin que me importe mostrar mis sentimientos por ella ante el hombre que ahora es el dueño de su corazón. Richard, se irgue en toda su estatura, luchando con su instinto de golpearme en la cara porque estoy seguro de que es exactamente eso lo que desea en este momento. Con mis palabras no pretendo provocarlo. ¡Pero tan poco quiero guardármelo más tiempo como arranco de mi pecho todo lo que siento por ella! Fui un estúpido todo el tiempo que la tuve a mi lado como mi esposa, desprecie su cercanía porque la culpaba por que su padre me obligo casarme con ella, alejándome de mi supuesto sueño de casarme con Melissa. Y es cruel descubrir que la mujer que desprecie ahora se convirtió en mi razón en esta vida para sonreír. Temprano cuando recibí la llamada de mi hermano Brayan al principio pensé que solo se trataba de uno de sus estúpidos juegos para sacarme de quicio, como suele hacer desde q
Alejandra Marie CostaDespués de golpear la puerta con mis puños frustrada porque eso no me llevaría a ningún lado, busco dónde refugiarme en la habitación.Necesito tener calma una vez Richard descubra que algo sucedió conmigo estoy segura que vendrá por mi.—Tranquilo mi amor estaremos bien pronto tú papá vendrá por nosotros solo debemos ser pacientes —Digo, colocando mi mano sobre mi estómago, luchando con las lágrimas que pugnan salir de mis ojos debo ser fuerte de lo contrario quien sufrirá las consecuencias será mi bebé.Aún persisten en mi memoria las advertencias del médico sobre no someterme a ningún estrés, esto aplica bastante bien a momento difícil pero como lo evito.No, contaba con ser prácticamente secuestrada por el hermano de mi exesposo que realmente debe estar mal de su cabeza, para incluso atreverse amenazarme.—Vamos Alex solo respira relájate pronto todos estará bien —Me digo en voz alta tratando de convencerme.Luego, acude a mi mente la mirada de ese hombre que
Jonathan Bonnet Tomo un vaso llenándolo de licor esperando que el brebaje haga efecto y duerma mis sentimientos para dejar de pensar. Leo nuevamente el mensaje que me envió Victoria, ahora que se sabe descubierta de sus mentiras fingiéndose ciega se vuelve más osada, aunque en realidad nunca engaño a nadie. Quizás solo a Richard por que el hombre no se espera malas intenciones de otros, pero en mi caso es muy diferente. Siempre fui consiente de sus artimañas no necesitaba que mi hermano me dijera que la mujer no está ciega. Recuerdo aquellas ocasiones en New York cuando tuve varias reuniones con ella, cuando tenía arranques de ira se le olvidaba mantener su actuación. Nunca se lo hice ver porque me convenía que siguiera con su puesta de escena, pero ahora no me sirve para nada. Entre ella y mi hermano me están dilapidando la paciencia. Seis simples palabras “Ella dejara de ser un obstáculo “logro descontrolarme si la tuviera frente a mi pobre de ella. —Victoria, debes estar bro
Alejandra Marie CostaRefugio mi rostro contra su pecho me siento muy calientita y relajada que aun semi inconsciente se quien esta durmiendo a mi lado.Mi Richard…Inhalo su aroma tan característico que es único de mi niño. Sonrió por el apelativo porque Richard es un hombre en todo el sentido de la palabra, pero en ocasiones es tan tierno sin miedo a mostrarme sus sentimientos que me hace compararlo con un q pequeño que ama sin condiciones.Trazo con mi dedo su frente llevándolo hasta la punta de su nariz que es muy bonita anhelando que nuestro hijo tenga sus mismos rasgos un pequeño idéntico a su padre.En mi incursión sobre su rostro con mi mano izquierda finalmente noto algo diferente en uno de mis dedos que cuyo brillo es difícil de ignorar bajo la tenue luz en la habitación.Enfoco mi mirada en ese punto notando que se trata de un anillo que envuelve mi dedo anular perfectamente una sonrisa se dibuja en mis labios debí estar sumamente agotada para no darme cuenta de que Richard
Alejandra Marie Costa—Esa mujer si que es cara dura no hay duda. Escucha Alejandra debes confiar en Richard él nunca te falto el respeto con Victoria —Murmura Marian defendiendo la inocencia de Richard —Estoy segura de que ella maquino todo con la ayuda de una tal Melanie.—Melanie, ¿Cómo ellas se conocen? —Pregunto incrédula.—No, sabemos exactamente como entraron en contacto Alex, pero puedo asegurarte de que esas mujeres se conocieron de alguna manera. Aunque Melanie no revelo nada cuando Richard la interrogo antes de despedirla del club. Prométeme que no permitirás que esa mujer siembre dudas en tu corazón.Asiento tratando de controlar las dudas sé que no me estoy equivocando, Richard se merece mi absoluta confianza porque siempre me ha demostrado ser un hombre correcto desde el principio.Y ahora estamos esperando a nuestro primer hijo, mi deber es confiar en nuestro amor como él no dudo en ningún momento en mí.Sigo con pasos decididos hacia donde se encuentran seguida de cerc