—¿Y que has recuperado de todo eso que perdiste y que no lo encuentras?—Tal vez muchas cosas de las que yo misma preferí olvidar.—¿Cómo cuáles?—Aun cocino y eso me hace sentir muy bien. Soy feliz con todas las personas que me rodean y encontré paz interior al hablar de mis problemas con profesionales que me ayudaron a salir adelante. Sigo leyendo y ahora me sorprende lo rápido que lo puedo hacer —reí por lo bajo —. Todavía no puedo usar vestidos, no porque no quiera simplemente que no empaque eso cuando salí corriendo de Italia.—Buen punto —mirar su sonrisa me dio esperanza.—Lo primero que hare al regresar a casa será buscar un empleo y volver a usar mis amadas zapatillas.—¿Cuántos pares tenias?—Mas de cien.—¡¿Cien?! —se sorprendió mucho que hasta me reí de la cara que hizo —. Esos son muchos, mujer.—Ups, soy amante a los tacones.—Seria un placer verte usar tacones y un vestido.—Ya se dará la oportunidad.—Concuerdo contigo —se puso de pie —. Aún tenemos más cosas por hacer
Edgar.Todo el tiempo estoy pensando en ella, no sé cómo sacarla de mi mente, es como una potente droga que en poco tiempo ha causado las más grandes consecuencias en mi corazón. Es difícil concentrarme en lo que Carlos esta hablando cuando apenas unos segundos antes tuve el privilegio de besar a la única mujer que ha puesto mi mundo de cabeza. El sabor de sus labios es adictivo, casi pude tocar la gloria con mis manos y aun asi no estoy del todo satisfecho. Anhelo llegar más lejos con ella.—Psicólogo ¿esta escuchándome?—Si… por supuesto —me acomode en la silla.—¿Qué es lo que le sucede?—Nada. Continua por favor —seguí tomando nota.—Bueno pues, resulta que una chica del centro me gusta mucho —dijo sin mirarme.—¿Por qué te gusta?—Es muy alegre, hermosa y su cuerpo es perfecto como para amarla como se lo merece.—¿Quién es la afortunada? —sentí curiosidad, Carlos nunca habla de eso conmigo. No es que llevemos muchos días de terapia, pero es algo reservado en ese asunto.—Es Agnes
—Hazme tuya… te lo ruego— su cabello azabache cubría sus redondos senos. Parecía una hermosa musa de un cuento de hadas. Con calma me acerque a ella y observe el contorno de sus caderas. Camine hasta su espalda y encontré la belleza de sus nalgas.—Eso es lo que mas deseo —le susurre al oído. Gire su cuerpo y acaricie con calma sus mejillas bajando poco a poco por su cuello hasta llegar a los perfectos montes redondos. La suavidad de su piel es irreal, es una delicia sentirla. Deslizo sus manos temblorosas por mis pectorales, explorando cada centímetro de carne, hice lo mismo al memorizar la forma de sus curvas —. No tengas miedo, estoy aquí… contigo —bese cada uno de sus dedos.—Me gustas de pies a cabeza.Besé su hermosa boquita con mucho amor, no lo hice con deseo a pesar de que me estaba muriendo por sentirla junto a mí. Me tome el tiempo para admirar la belleza de su rostro y de su cuerpo desnudo. Acaricié todo lo que pude dejando huellas cálidas en su piel. Los gemidos que salía
Dos días después.Agnes.La plenitud que embarga mi cuerpo es totalmente placentera, fue una buena decisión quedarme en la finca un par de días más. El descanso entre la naturaleza me a ayudado a sanar las ultimas heridas que difícilmente querían salir de mi mente, es sombrosa la manera en la que todo el universo se alinea para que la vida fluya de la mejor manera.Al mirar las aves extender las alas en el aire, me traen un recuerdo de las noches en la que Edgar me hizo el amor. Fui yo la que suplico por sus caricias… fui yo la que después de entrar a su habitación me desnudé para poder apaciguar el intenso infierno que ardía entre mis piernas y que aun no ha sido apagado en su totalidad. Debo confesar que me encanta la forma tan sexual en la que me mira y me enloquece la manera en la que acaricia mi piel para llevarme a un paraíso terrenal en el que solo está hecho para nosotros… somos los únicos que poseemos la llave. Sinceramente… me enamore como quizás una tonta lo haría aun conoc
La sensualidad con la que tomo y moldeo mi cuerpo me encendió la chispa de la lujuria y el fuego de mi entrepierna comenzó a arder con la llama intensa del placer. Es un verdadero genio de la fotografía, conoce perfectamente los ángulos en donde la imagen se transforma en arte. Sus manos serpentearon en cada centímetro de mi piel mientras reflejaba en su mirada ser el dominate que claramente consume mi alma. Algo que es relativamente cierto, me enseñó a coger como toda una ramera. Perfeccioné la técnica que aprendí en los brazos de Drako… ahora, se cómo utilizar mis encantos. Cuando se termino el tiempo de posar frente a la cámara, ya se imaginarán lo que sucedió después.El bello sol de la mañana me regresa a la vida. Sostuve la mano de Edgar mientras conduce, desconozco a donde nos dirigimos, pero me imagino que es al centro de la ciudad. Me encanta lo alegre que es, jamás se detiene a pensar en que los demás hablen de él. Si escucha una canción a mitad de la calle y
Italia.Agnes.El aire en Sicilia es totalmente diferente a Colombia. Me trae recuerdos de un pasado doloroso que afortunadamente logre sanar con la ayuda de personas increíbles que confiaron en mí. Escuchar de nuevo el idioma me hace sonreír, por un intente pensé que había olvidado por completo mis raíces, es obvio que algo tan profundo jamás podrá salir de mi memoria ni mucho menos de mi ser. Lo primero que quiero hacer es ir a casa a buscar a mi madre, tengo la esperanza de que aun se encuentra en el hogar que por tantos años me dio cobijo. El rumbo no ha cambiado, de hecho, las calles siguen igual a como las recuerdo. Desconozco lo que habrá sucedió después de que me marché, es algo normal llegar a ciegas cuando yo misma decidí desconectarme del mundo. Al bajar del taxi me embraga una felicidad propia de mi nueva vida. Las luces del interior están apagadas y cuando intento abrir la puerta me encuentro con la sorpresa de que esta cerrada. Con esperanza rodeo la propiedad para poder
Drako.Todo el día me la pase en la oficina los asuntos de la empresa están reclamando todo mi tiempo. Las cosas han ido de maravilla con las ventas y ganancias desde que Bruno desapareció, aun sigo buscándolo, jamás dejare de hacerlo, necesito su cabeza en una de las charolas que uso para colocar mis zapatos. Es estresante que haya cedido a las peticiones de Hayden con respecto a su boda, tuve que aceptar ser su compañero en el altar, me explico el termino y el nombre que debe llevar eso, pero lo olvide con todas las cosas que tengo en la cabeza.—Ya no tarda en llegar la novia —dijo el profesor.—Y Hayden se esta cagando del miedo —intente sacar uno de los cigarrillos de mi saco.—Ni se te ocurra, estamos en un lugar sagrado.—Sabes bien que no me importa.—Imbécil —me arrebato la cajetilla antes de que pudiera ponerme un cigarro en los labios. —Después tendrás todo el tiempo para fumar y beber hasta que te hartes.—Compórtense —dijo Carlotta.—Aja —rodé los ojos con fastidio.Me pu
Agnes.Fue difícil separame de Drako, pensé que ya había olvidado como se sentían sus caricias, pero me temo que es todo lo contrario, se encendió de nuevo esa chispa que estremece mi piel. Es sin duda una de las experiencias mas placenteras que he vivido, el pelinegro es adrenalina pura, es como un demonio que me invita a pecar cada vez que intento caminar hacia la oscuridad. Fue el, el que me ayudo a descubrir los sabores de la intimidad, aprendí muchas cosas a su lado… sensaciones que aun provoca cada vez que su profunda mirada recorre mi cuerpo. Me excite con la manera en la que reclamo que sigo siendo suya, quería gritarle que me llevara lejos y me castigara como solo él sabe hacerlo. Me contuve porque ahora me encuentro confundida con lo que siento.Por una parte, se encuentra Drako, una bestia que me consume de pies a cabeza, un dominate nato que me somete a su antojo sin otorgarme palabras de cariño, pero si me protege con su vida asegurando que nada ni nadie podrá tocarme. De