Un mes después.Kabul, Afganistán.Agnes.El encierro y la angustiá me están pasando factura. Desde hace dos días no he podido dormir. Por lo regular siempre estoy mareada y no tengo ánimos ni de levantarme de la cama. Nur se preocupa por mi salud, cada mañana me hace beber un té que sabe horrible, según ella, dice que eso me ayudara para evitar enfermedades en la sangre y en todo el sistema inmunológico. Quizás tenga razón.Estoy al borde de la locura, por las noches escucho el sonido de las ambulancias muy a lo lejos, parece que los incidentes en esta ciudad son el pan de cada día. Ahora me vigilan más hombres armados, lo horrible de todo es que hasta me acompañan a las duchas. Los muy inconscientes no despagan la vista de mi cuerpo desnudo, parece como si fuera algo nuevo para ellos. Nur y las chicas intentan cubrir mi desnudez colocándose frente a mí, algo que ayuda mucho ya que no me siento tan incomoda. Por otra parte, mi salud mental no está nada bien, Ahmad ha sido el culpable
—¡¿Cómo sucedió eso?! —se puso de pie al escuchar lo que le decían —¡Maldita sea! —ni siquiera se vistió, asi desnudo me sujeto del brazo para jalonearme.—¡¿A dónde me llevas?! —no podía caminar, me moví con ligeros saltitos.—¡Guarda silencio! —estaba temeroso ya que los disparos se escuchaban cada vez más cerca y de la nada, el viento me trajo su voz.—¡Agnes! —era el… Drako estaba aquí.—¡Drako! ¡Drako! —grite con todas mis fuerzas, no sé si pudo oírme —¡Ayudame, Drako!—¡Callate! —me arrojaron al interior de una habitación —. Si sigues gritando te cortare la garganta —asentí con la cabeza por temor.—Nos están atacando —dijo un hombre.—¡Refuercen la seguridad! —Ahmad estaba enloqueciendo.—¡Ya no queda nadie afuera! —dijo un chico mucho más joven que los demás —. Los refuerzos no llegaran porque bloquearon las estradas.—¡Son unos imbéciles!—Moriremos —es ridículo que se sientan tan machos y le tengan miedo a la muerte.—¡Ni lo digas, mataremos a esos perros y después tragaremo
Roma, Italia.Drako.Tenerla junto a mí me da mucha paz. Después de más de un mes de guerra por fin está de nuevo entre mis brazos. Se que sufrió más que yo ya que su rostro demuestra por todo lo que tuvo que pasar, pero lo mejor es que no volverá a suceder una cosa como esta. Cicatrices imborrables serán difíciles de sanar. Quizás yo fui el culpable de esta desgracia por ser un ser humano inconsciente que no ha sabido demostrar sus sentimientos. No sé con certeza si aprendí la lección, de lo que si estoy muy seguro es de que siempre que Agnes se encuentre en peligro acudiré para ayudarla. Desconozco el final de nuestra historia, pero claramente este no es aún nos espera un futuro brillante.Me duele verla tan golpeada y con el tobillo delicado, aunque veo que la herida de bala que tenía en el abdomen sano perfectamente bien gracias a la ayuda que recibió del enfermo del persa de Ahmad. No se merece nada de lo que le paso, siempre ha sido una mujer muy noble que ha creído en la humani
—Hola ¿Cómo está la enfermita? —era Dorien quien con una sonrisa interrumpió toda la conversación.—Ya estoy mucho mejor, gracias por preocuparte por mi —los celos se apoderaron de mi al ver como Agnes saludaba con un beso al griego.—Si lo creo, ayer estabas muy delicada —beso el dorso de su mano —. Me alegro mucho de que estes mejorándote rápido.—Lo unico que quiero es irme a casa.—Te quedaras en la residencia —dije con decisión.—Yo apoyo a mi muchacho —Carlotta se acomodó en el sofá.—Está bien, es mejor estar acompañada.—Asi es —dijo Dorien —¿Cuándo la dan de alta?—Posiblemente por la noche. El doctor dijo que su tobillo mejorara con el tiempo y el reposo —pellizque el puente de mi nariz —. Dorien ¿podemos hablar un segundo?—Si —miro a las dos mujeres antes de seguirme al pasillo —¿Qué sucede?—El hijo de perra de Duque está buscando a Agnes.—Te lo dije, debiste de deshacerte de el en cuento supiste de quien se trataba.—¡Carajo! —estaba muy molesto.—¿Cómo te enteraste de
Una semana después.Residencia Marchetti.Drako.—Espero que estes cómoda —dijo Carlotta al ayudar a su hija a colocarse unos calcetines.—Lo estoy mamá, no debes preocuparte.—¿Drako te está tratando bien? —ambas mujeres giraron el rostro para mirarme.—Sabes que si ¡por dios mamá, vives aquí, deberías saberlo todo!—Eso ya lo sé, pero me gusta preguntártelo.—En verdad que estas mal —Agnes comenzó a reírse con alegría.—¿Qué me perdí? —Dorien ha venido a la casa casi diario para visitar a Agnes, al parecer está preocupado por la salud de mi chica, se lo agradezco, aunque a veces es un poco molesto.—De nada, señor Nikolaou —Carlotta lo saludo con un beso —. Los dejare solos, creo que tienen asuntos pendientes que aclarar.—Efectivamente —dijo Agnes. Al estar completamente solos los tres la pelinegra nos miró de pies a cabeza —. Quiero que me expliquen que fue lo que le hicieron a Flavio.—¿En verdad? —el griego cruzo los brazos en modo de negación.—Es sencillo ¿quieres la verdad o
Agnes.Desde ayer Drako está muy extraño conmigo, no sé qué es lo que le sucede, posiblemente sea el aspecto del trabajo y de todos los pendientes que tiene en la oficina. Me duele un poco verlo trabajar tanto por el día y por la noche, pero comprendo que lo principal para el son todos los proyectos que tiene en puerta para la marca. Es un poco complicado entenderlo ya que su rostro no ayuda en mucho para que pueda descubrir que es lo que en realidad siente cada vez que me mira desde la distancia. Hemos dejado de hacer el amor porque es algo incomodo acomodarme con mi pie enfermito, las primeras veces si estuvimos jugando con diversas posiciones, pero al finalizar el acto el dolor era algo punzante asi que preferimos tranquilizarnos en ese aspecto, aunque debo confesar que me estoy muriendo de las ganas por sentirlo en mi interior.—¿En qué piensas mi amor? —mi madre se ha preocupado demasiado por mi desde que me dieron el alta en el hospital.—Drako esta distante conmigo ¿sabes por q
—¿Estas bien mamá? —le pregunte al verla respirar más rápido de lo normal.—Si, solo es que me sofoque con tanto calor. Iré a abrir las ventanas.—Ok —estoy preocupada por ella.La comida transcurrió de lo más normal, aunque hubo un pequeño detalle que me sorprendió mucho. Roberts y mi madre decidieron decirme lo que sucede con ellos dos, al principio estaba confundida pero después entendí que mi bella Carlotta se merece rehacer su vida con una persona que la amé más o igual que como lo hizo mi difunto padre. No soy nadie para juzgarlos ya que he cometido infinidad de errores. Asi que… lo más saludable es dejarlos amarse como hasta ahora lo han hecho. Antes de ir a mi habitación el teléfono de la residencia comenzó a sonar, levante la bocina al ver que ninguna de las chicas del personal se acercó a responder.—Diga —dije, pero nadie respondió —¿Me escucha? ¿Quién habla? —fruncí el ceño, no podía escuchar absolutamente nada.—¿Quién es? —gire el rostro al escuchar la voz de Drako, esta
Dos días después.Drako.La mirada de Agnes me hizo despertar, era la media noche cuando abrí los ojos y lo primero que observe fue su hermoso rostro. El sentimiento de culpa esta consumiendo mi corazón, debo decirle todo lo que esta sucediendo. Instintivamente y como un acto de protección, lleve mis manos hasta su cabello y rodee su cuerpo para darle calor. La escuche suspirar y enseguida sus finos dedos recorrieron mi pecho desnudo.—¿Qué pasa? —le pregunte con curiosidad.—¿Qué hubiera pasado si estuviera muerta? —estaba más tranquila de lo normal.—No digas eso, Agnes.—Siempre existe mas de una posibilidad —suspiro —¿Cómo fue que me encontraste aquel día en el que te vi a lo lejos?>—Te lo diré cuando te hayas recuperado.—Quiero saberlo ahora.—Esta bien —mire el techo buscando las palabras correctas que debo usar —. Cuando me enteré de que Ahmad te había llevado a Egipto envie a mis hombres para que revisaran e