Una tarde fue nana a recoger a mi hijo a la guardería como siempre hacía, pero sin motivo aparente empecé a ponerme muy nerviosa, como si intuyera que algo iba a pasar y no me equivocaba. Cuando pasaron varias horas sin que hubieran vuelto a casa, preocupada llame a mi jefe muy nerviosa temiendo que Fabricio me hubiera localizado. Pero, aunque mi jefe me dijo que no me moviera de la casa y que esperara noticias suyas, no pude quedarme de brazos cruzados y cogiendo mi bolso me marche a la calle para buscar a nana y a mi pequeño. Horas más tarde cansada por recorrer media ciudad y abatida por no encontrarlos, decidí volver a la casa viendo varios coches de policía aparcados cerca de la entrada de la casa haciéndome suponer que mi jefe ya los había encontrado. Cuando entré en la casa y crucé mi mirada con la de mi jefe, me senté en la entrada arrodillada llorando sin consuelo. — Cariño siéntate en el sofá y no llores, sé dónde están — me dijo — ¿Dónde están? ¿están bien? — pregunté
Me arreglé para ir a la cena con Fabricio, poniéndome el vestido que él eligió, cuando entré en el salón, él estaba mirando por la ventana con una copa de licor en su mano, se giró mirándome con deseo. — Estas preciosa, el que te diga algo obsceno, se las tendrá que ver con mis puños — Lo mismo tendría yo que decir — dije — Ponte delante del espejo, te he comprado una joya para que luzcas aún más Lo vi abrir una caja aterciopelada poniéndome en el cuello un collar de diamantes y unos pendiente a juego. La piel se me erizo al ver el buen gusto que tuvo al elegirlo y lo bonito que era. Cuando llegamos en la limusina a la mansión donde se celebraba la cena, Fabricio me dio la mano ayudándome a salir del vehículo. Cuando entramos los anfitriones enseguida se acercaron a nosotros recibiéndonos muy calurosamente. — Belha, belha spossa Fabricio — nos dijo el anfitrión — Gracias, Celeste te presento a Marco y a Fiorella su esposa — dijo Fabricio Despues de las presentacio
Me desperté sola en la cama, me aseé acercándome despues a la cocina para tomarme un zumo viendo solamente a Blake y a Bryan. — ¿Te llevo a casa? — preguntó Blake — No gracias, prefiero que me llevé Bryan — contesté — Bien como quieras ¿le digo algo a Fabricio? — me preguntó — Si, que se vaya al infierno — dije Una vez que estuvimos solos los dos, Bryan me dijo algo dejándome sin saber que decir. — Blake es el amante de Bianca y si todavía no hemos cogido a esos sinvergüenzas, es porque él está destruyendo todas las pruebas, Giovani y yo creemos que va a asociarse con los hermanos Román. — Entonces ¿Qué significado tiene que sigamos aquí? — pregunté — Porque, sabes cuanto confía el jefe en nosotros y nos ha pedido que continuemos un poco más. — Te das cuenta de que Blake puede descubriros, Bryan tú sabes que los narcos no admiten engaños, estaríais muertos Giovani y tú si él hablara. — Depende todo de ti y de Giovani, que recabéis pruebas en secreto si
Me desperté sola en la cama, me aseé acercándome despues a la cocina para tomarme un zumo viendo solamente a Blake y a Bryan. — ¿Te llevo a casa? — preguntó Blake — No gracias, prefiero que me llevé Bryan — contesté — Bien como quieras ¿le digo algo a Fabricio? — me preguntó — Si, que se vaya al infierno — dije Una vez que estuvimos solos los dos, Bryan me dijo algo dejándome sin saber que decir. — Blake es el amante de Bianca y si todavía no hemos cogido a esos sinvergüenzas, es porque él está destruyendo todas las pruebas, Giovani y yo creemos que va a asociarse con los hermanos Román. — Entonces ¿Qué significado tiene que sigamos aquí? — pregunté — Porque, sabes cuanto confía el jefe en nosotros y nos ha pedido que continuemos un poco más. — Te das cuenta de que Blake puede descubriros, Bryan tú sabes que los narcos no admiten engaños, estaríais muertos Giovani y tú si él hablara. — Depende todo de ti y de Giovani, que recabéis pruebas en secreto si
Pasamos varios meses de tranquilidad, aunque Giovani se vino a vivir con nosotros a Nueva York porque no queria cambiar la rutina de mi hijo Cristofer. Giovani siguió trabajando para el FBI, a mí me dieron la baja por embarazo de riesgo. En mi casa era todo armonía y felicidad, mi hijo reía con Giovani como nunca lo vi, aunque cuando me abrazaba no podían apartarlo de mí. — ¿Ya no te volverás a ir, ¿verdad mami? — me decía Cuando me lo preguntaba yo me lo comía a besos, pero lo más bonito fue que éramos una familia muy feliz. Mi pequeño a veces se hacia el importante porque estaba a punto de convertirse en hermano mayor llamando canijo a su futuro hermano o hermana porque queríamos que fuera una sorpresa. Nuestra vida siguió como antes de que yo me fuera para hacer esta misión, el único cambio que hubo fue que David ya no venía a recoger a nuestro hijo a casa, una vez cada dos meses lo escoltaba el FBI desde Nueva york hasta Miami, donde vivía su padre. Estábamos una noche cenan
Pasamos varios meses de tranquilidad, aunque Giovani se vino a vivir con nosotros a Nueva York porque no queria cambiar la rutina de mi hijo Cristofer. Giovani siguió trabajando para el FBI, a mí me dieron la baja por embarazo de riesgo. En mi casa era todo armonía y felicidad, mi hijo reía con Giovani como nunca lo vi, aunque cuando me abrazaba no podían apartarlo de mí. --¿Ya no te volverás a ir, ¿verdad mami? -- me decía Cuando me lo preguntaba yo me lo comía a besos, pero lo más bonito fue que éramos una familia muy feliz. Mi pequeño a veces se hacia el importante porque estaba a punto de convertirse en hermano mayor llamando canijo a su futuro hermano o hermana porque queríamos que fuera una sorpresa. Nuestra vida siguió como antes de que yo me fuera para hacer esta misión, el único cambio que hubo fue que David ya no venía a recoger a nuestro hijo a casa, una vez cada dos meses lo escoltaba el FBI desde Nueva york hasta Miami, donde vivía su padre. Estábamos una noche cenan
En la madrugada, me despertaron unos gritos desgarradores, enseguida me levante de la cama asustadame puse una bata por encima, fui hasta la puerta del sótano donde tenían a Giovani, viendo que estaba la puerta abierta y había luz en el interior. Baje muy despacio los escalones quedándome inmóvil al ver cómo le estaban dando una paliza a Giovani. -- Parar por favor -- grite corriendo hasta donde lo tenían encadenado -- Lascia perdere e vattene da qui -- escuche a Fabricio Los hombres se marcharon del cuarto y Fabricio me cogió del brazo separándome de Giovani, le mordí y le di patadas intentando que me soltara, pero fue imposible. -- Cabrón déjala en paz -- susurro Giovani -- Lo estarás escuchando todas las noches, hasta que decidas darme un heredero -- me dijo Fabricio muy serio -- No lo hagas cariño, no te preocupes por mi -- volvió a susurrarme Giovani -- Si no me quedo embarazada te matara, amor mío y los niños y yo te necesitamos Giovani -- dije llorando -- No le des al b
Las siguientes noches, ya no escuché gritar a Giovani y aunque no podía verlo estaba más tranquila hasta que Fabricio empezó a dormir en la cama, cuanto más me alejaba yo de él, más se acercaba a mi cuerpo. Ya estaba varias semanas en la isla, un día que baje a desayunar a la cocina, Gina me preparo una taza de café, me lo lleve al jardin viendo a Giovani sentado en una de las sillas, vigilado por dos sicarios. que no me dejaron tocarlo – Me alegro de verte cariño, ¿como estas? – le pregunté – Bien amor mio, pero tengo que decirte una cosa y no sé por dónde empezar – me dijo – Me odias, ¿no es eso? te comprendo, pero tú mismo lo vistes como me violo Fabricio, Giovanni ¿que pasa? – le dije – Nada dejalo, estoy confundido – respondió – No es posible que quieras dejarme ahora ¿es eso? — pregunté preocupada Cuando Giovani me iba a decir algo, apareció Fabricio, me cogió del pelo echando mi cabeza hacia atras, pegando sus labios a los míos, dándome un beso lujurioso. – ¿Qué tal con l