Pasamos varios meses de tranquilidad, aunque Giovani se vino a vivir con nosotros a Nueva York porque no queria cambiar la rutina de mi hijo Cristofer. Giovani siguió trabajando para el FBI, a mí me dieron la baja por embarazo de riesgo. En mi casa era todo armonía y felicidad, mi hijo reía con Giovani como nunca lo vi, aunque cuando me abrazaba no podían apartarlo de mí. --¿Ya no te volverás a ir, ¿verdad mami? -- me decía Cuando me lo preguntaba yo me lo comía a besos, pero lo más bonito fue que éramos una familia muy feliz. Mi pequeño a veces se hacia el importante porque estaba a punto de convertirse en hermano mayor llamando canijo a su futuro hermano o hermana porque queríamos que fuera una sorpresa. Nuestra vida siguió como antes de que yo me fuera para hacer esta misión, el único cambio que hubo fue que David ya no venía a recoger a nuestro hijo a casa, una vez cada dos meses lo escoltaba el FBI desde Nueva york hasta Miami, donde vivía su padre. Estábamos una noche cenan
En la madrugada, me despertaron unos gritos desgarradores, enseguida me levante de la cama asustadame puse una bata por encima, fui hasta la puerta del sótano donde tenían a Giovani, viendo que estaba la puerta abierta y había luz en el interior. Baje muy despacio los escalones quedándome inmóvil al ver cómo le estaban dando una paliza a Giovani. -- Parar por favor -- grite corriendo hasta donde lo tenían encadenado -- Lascia perdere e vattene da qui -- escuche a Fabricio Los hombres se marcharon del cuarto y Fabricio me cogió del brazo separándome de Giovani, le mordí y le di patadas intentando que me soltara, pero fue imposible. -- Cabrón déjala en paz -- susurro Giovani -- Lo estarás escuchando todas las noches, hasta que decidas darme un heredero -- me dijo Fabricio muy serio -- No lo hagas cariño, no te preocupes por mi -- volvió a susurrarme Giovani -- Si no me quedo embarazada te matara, amor mío y los niños y yo te necesitamos Giovani -- dije llorando -- No le des al b
Las siguientes noches, ya no escuché gritar a Giovani y aunque no podía verlo estaba más tranquila hasta que Fabricio empezó a dormir en la cama, cuanto más me alejaba yo de él, más se acercaba a mi cuerpo. Ya estaba varias semanas en la isla, un día que baje a desayunar a la cocina, Gina me preparo una taza de café, me lo lleve al jardin viendo a Giovani sentado en una de las sillas, vigilado por dos sicarios. que no me dejaron tocarlo – Me alegro de verte cariño, ¿como estas? – le pregunté – Bien amor mio, pero tengo que decirte una cosa y no sé por dónde empezar – me dijo – Me odias, ¿no es eso? te comprendo, pero tú mismo lo vistes como me violo Fabricio, Giovanni ¿que pasa? – le dije – Nada dejalo, estoy confundido – respondió – No es posible que quieras dejarme ahora ¿es eso? — pregunté preocupada Cuando Giovani me iba a decir algo, apareció Fabricio, me cogió del pelo echando mi cabeza hacia atras, pegando sus labios a los míos, dándome un beso lujurioso. – ¿Qué tal con l
Fabricio estaba invitado a una fiesta de inversores, me vestí con un vestido rojo, espalda totalmente descubierta y escote cuadrado. Salimos de la isla en helicóptero llegando a un aeródromo donde nos estaba esperando una limusina, el chofer nos abrió la puerta y seguidamente puso en marcha el vehículo. cuando llegamos al evento, nos mezclamos con todos los invitados, haciéndome sentir incómoda Fabricio porque rodeo mi cintura con su brazo, no dejándome moverme libremente, hasta que se acercó a nosotros una mujer rubia muy guapa – Buenas noches Fabricio, –le dijo –— Fiorella cariño, te presento a mi esposa me presentó él –— No soy celosa –— dijo ella besándole a Fabricio en la boca, comiéndose los dos. –— Podemos hacer un trio, ¿no te parece? –— me preguntó ella cuando separaron sus labios –— Que bien, podríamos hacerlo con Giovani –— le dije riendome –— La única polla que te va a follar es la mía, por cierto querida, no intentes escapar, mis hombres están vigilando a tus hijos
Los dos días siguientes que estuve en el hospital, Giovani no me visitó como yo le había dicho y aunque me dolió mucho pensé que sería lo mejor para él, aunque mi corazón se contradecía con la razón, pero ¿qué podía hacer? su esposa nos sorprendió besandonos y sabía que era de los Roman, no se podía tocar si no se deseaba una Vendetta. Cuando me dio el médico de alta tres días después, Eric me llevó a su casa y admito que cuando entré en el salón me dio ansiedad por recordar lo que ahí pasó con Carlo. — Ya estas en tu casa princesa, ahora reposo eh que tienes que cuidarte — dijo Eric Me acompañó hasta el dormitorio para prepararme él un baño relajante pues no quería que yo hiciera nada. Después de bañarme, entré en el dormitorio viendo a Eric sentado en la cama esperándome. “Espero que no se note que he llorado “ pensé, pero fue inutil porque me conocía muy bien y enseguida me lo noto. — ¿Estás mejor? no llores por él, pronto acabarás la misión y estaréis juntos — No Eric, tú mejo
Subimos a la limusina y de vuelta a la casa no nos hablamos, pero cuando llegamos y entramos fuimos al salón, y dirigiéndome hacia donde se encontra le di un fuerte bofetón.— ¿A quién le has pagado? – le pregunté— Te avise que eres mía y siempre estaras a mi lado – me contestó furioso— Que estoy embarazada, ¿De donde has sacado esos papeles falsos? – volví a preguntarle— Cariño, estás muy cansada, ya hablaremos – me dijo cogiendo mis muñecas— Déjame en paz, hijo de puta – le dije enfadada soltandome de su agarre— Esta noche te quitare ese genio, cuando esté dentro de ti – me dijo— No te atrevas a tocarme, cabrón – le gritéSalió del salón riendo, lo segui viendo que entraba en su despacho cerrando la puerta, la abrí de golpe sin pedirle permiso mirándome Fabricio muy serio.— Te exijo que me digas ahora mismo, quien te dio esos falsos documentos – le dijeSe acercó hasta donde yo estaba, rodeo mi cintura con su brazo acercando su cuerpo al mío mientras nos mirabamos, puso su
Estuve varios días sin salir del dormitorio, entrando solamente la sirvienta para dejarme la comida y la cena, hasta que una mañana entró Fabricio muy enfadado en el dormitorio, me cogió del brazo con fuerza, intenté soltarme de su agarre pero no pude hasta que cuando llegamos al jardín, me sentó en una de las sillas obligandome a desayunar con él.— No quiero sigamos estando mal, no lo soporto y aunque no me creas te amo demasiado, lo he pensado muy bien y voy a dejarte marchar cuando nazca mi hijo, esa es mi unica condicion – me dijo— Y tú crees, que voy a tener un bebe, te lo doy y ya me olvido, Fabricio, los hijos no se regalan — dije— Hablaré con mis abogados, firmaremos un acuerdo de divorcio con la custodia compartida de nuestro hijo, si lo rechazas nunca más volverás a ver a tus hijos, piensalo — me dijo— Si acepto, ¿será sin ninguna trampa por tu parte?--- pregunté— Todo será legal, como te he dicho, lo podrás ver cuando quieras — me dijo— Cuando firmemos el documento, e
Después de comer en el restaurante, subimos a la limusina para volver a casa, cuando llegamos me fui al salón sentándome en el sofá pensativa, sentándose a mi lado Fabricio cuando se terminó de poner una copa de licor. — Espero que cumplas tu palabra, no me fio de ti — le dije — Está todo filmado y legal como ya te dije — me dijo acariciando mi mejilla con sus dedos — Quiero ver a mis hijos, deja que por lo menos vaya a verlos — le dije — No, no quiero tener que obligarte a volver y además sé que ya te quedarías con el cabrón del federal, te amo Celeste y me va a costar mucho dejarte ir cuando me des el hijo que tanto ansío de ti — me dijo Me levanté del sofa para marcharme a mi dormitorio, pero Fabricio cogio mi mano sentandome encima suya, besando mi cuello — Nada más te tengo encima y mi polla ya esta dura, te deseo ahora — me dijo — Lo siento, voy a cambiarme de ropa, suéltame — le dije — No, –me dijo– eres mi esposa — dijo dejando la copa en la mesita Metio su mano por d