Capítulo 32

Aquella tierna y genuina sonrisa que me dedicaba ese hombre me partió en dos.

—Si sigues mirándome así, terminarás con mi estabilidad emocional —murmuré.

—Tú me volaste la cabeza con solo mirarte —sus palabras desarmaban las mías con una fuerza implacable.

—No quiero que te hagas falsas expectativas conmigo… No te lo niego, eres un hombre muy atractivo, cualquiera mataría por estar a tu lado… Tus ojos son imanes, así que solo… —Gabriel no me dejó terminar la oración.

—Cualquiera menos tú… Eso no me sirve. No busco aventuras, y es obvio que frente a mí está lo que quiero. Amor eterno, Lucía. Triste, fuerte y hermosa… —Gabriel imprimía un dolor profundo en cada palabra, y yo debía traerlo de vuelta a la realidad.

—No puedes ofrecer lo eterno cuando solo somos simples mortales.

—Tienes que aprender a ver más allá de las limitaciones de tus ojos. Este cuerpo es nada más un recipiente. Creemos que el físico es lo que nos conecta con alguien, pero no es así; es el brillo del alma el que ilu
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP