Camino hacia la casa de mis tíos, no pronuncié ni una sola palabra. Verónica iba tras el volante, desconcertada. Aquella actitud de mi parte era algo nuevo para ella y también para mí. No tenía idea de cómo proceder, mi cabeza era un meollo. Verónica detuvo el coche con rapidez, el frenazo logró que me terminara de despertar de aquella rara sensación.—¿Se puede saber qué te pasó en la tienda de tu primo? Tú y yo teníamos un plan. Sabías que antes de ir a la casa de tus tíos, pasaríamos el mayor tiempo con Javier. —Verónica se molestaba cuando le costaba entender o analizar algo.—Lo lamento, Vero, no tuve la intención de dañar los planes… A pesar de ello, ve el lado positivo. Javier, tiene tu número de teléfono y, por la forma en que te miraba, no creo que tarde en llamarte… Realizaste tu objetivo —mis palabras se volvieron mantras. Después de decir su nombre, el celular de Verónica sonó.—¡Bingo! Lo acabas de reventar… Es Javier —me informó ella, mostrándome la pantalla del celular.
¿Creen en las premoniciones? ¿Les ha sucedido que sueñan y ese sueño de cierta manera se vuelve realidad?, aunque no de forma "literal". Lo que trato de afirmar es que nuestro subconsciente nos proporciona señales que a veces no sabemos identificar. Por ende, para evitar que la historia sea tan compleja, con mis explicaciones (que en vez de aclarar oscurecen), aquí les relato mi sueño y saquen ustedes mismos sus propias conclusiones.Desde pequeña siempre he tenido una utopía repetitiva donde la escena se centra en una mansión. En esa residencia se encuentra un balcón; oigo que de ese lugar provienen gritos desesperados de un hombre, quien me llama por mi nombre.Ese extraño que me llama, me pide ayuda, puedo ver su figura en cuclillas dándome la espalda. A continuación, aparece una escalera en forma de caracol. ¡No comprendo cómo puedo contemplar todo lo que está ocurriendo arriba cuando estoy en la planta baja!, supongo que es el poder de los sueños que hacen de lo imposible lo posi
Hoy es un día cualquiera, o mejor dicho un día más donde me las ingenio para lograr que me alcance los ingresos. Me levanto muy temprano junto a mi mamá, lo primero que hago es darme una ducha fría, luego prepararme un café cargado para terminar de espantar el sueño. Me observo al espejo y me detallo. Mis ojeras parecen estar en una revolución conmigo, por lo que procuro mi corrector de ojera. Me evaluó y me detalló nuevamente; para ser sincera, soy el ejemplo perfecto del famoso dicho que cita lo siguiente: "No soy hermosa, pero tampoco fea que asusta", a mi favor podía señalar que soy llamativa y aceptable a mi juicio, y no lo digo solo yo, tengo fuentes que lo confirman. No puedo evitar reírme mientras lo pienso. Me dicen que soy «llamativa», pero creo que esto se debe a mi forma de ser. Me considero sumamente polifacética y adoro diversas técnicas musicales, y señalan que mi voz es excepcional. También puedo añadir a mi lista de dones, que soy muy brillante, con las matemáticas y
Mi madre y mi abuelo habían pasado la noche junto a la abuela, mi tío Gilberto, el único hermano de mi mamá, ya estaba en camino al hospital; él vivía en otra ciudad y no le era fácil llegar con la prontitud requerida, así que tardaría un poco. En consecuencia, no pude asistir a la universidad, debía hacer la suplencia a mi madre; a mi favor, tenía el privilegio de contar con mi mejor amiga Verónica, ella me proporcionaría los apuntes y grabaría la clase para que pudiera observarla, una preocupación menos.El insomnio había sido intenso, y durante toda la noche no tuve la oportunidad de ponerme en pie, reflexionando acerca de mi abuela y suplicando a Dios y a los santos que se tratara de un simple desmayo debido a la carencia de vitaminas o el exceso de cansancio asociado a su edad. Hace dos meses había cumplido 73 años de edad, sin embargo, a pesar de su prolongada edad, mi abuela se veía rozagante, una mujer fuerte que desbordaba energía, pero ayer al verla tan pálida y arrastrada e
¿Cómo se puede reaccionar ante un diagnóstico tan perjudicial? ¿Qué palabras o acciones tomar cuando tu alma parece que te abandona? En aquel instante, todos los recuerdos de los momentos felices llegaron a mí como una revisión de todo lo vivido junto a mi abuela. Mi admirada y amada dama, Amelia, siempre ha sido mi refugio. Durante todo este tiempo, su entereza y su amor me han brindado un soporte invaluable. Mi corazón se había desvanecido al oír la noticia.—¿Estás bien? —me preguntó Matilde. Al momento no pude articular palabras, mi mente se había sumido en una oscuridad flotante. Sentí la mano de Matilde tomar la mía, una lágrima se había desbordado sin percatarme.—No importa el diagnóstico, todo estará bien, muchacha. Debes tener fe en Dios, él no abandonará tu camino.—Tiene Parkinson —al decirlo, el llanto empezó a brotar y Matilde me abrazó.Lloré en su hombro hasta que las lágrimas se secaron, me había hecho bien. Matilde me condujo de la mano hasta el cubículo del personal
Tiempo… Esa palabra y lo que significa ha estado en guerra conmigo. Tenía muchas cosas que hacer y poco tiempo para hacerlas."Necesitó un clon", exclamé mientras me abalanzó a la cama, exhausta de la ansiedad. Después de un momento, ya más tranquila, me dedico a mi abuelo. Él estaba muy triste y preocupado como los demás miembros de la familia.—Amelia la han dejado en el hospital con el fin de ser examinada durante tres días más —me explicó.—¿Cenaste?—No tengo hambre, hija mía.—No voy a permitir que te enfermes también. Acompáñame y cenemos juntos. Voy a preparar algo para ambos. Mi mamá está con la abuela, y mañana iré yo, así que animo porque de esto salimos —mis palabras firmes lograron que mi abuelo se sintiera mejor, y le apeteciera probar bocados.Minutos más tardes.Recogimos la mesa y dejamos todo limpio y ordenado, ya eran las 8:00 de la noche, me aseguré de que mi abuelo descansara, después fui a mi habitación y encendí la computadora. Sentí una preocupación menos cuand
Cada dispositivo de limpieza ya se encontraba en los dos carritos de servicios. Vi a Raquel limpiarse de la frente, el sudor, a pesar de que el aire estaba encendido, no era suficiente para que nuestras almas no se sintieran exhaustas y deprimidas. El salón era espacioso y no se debía dejar ni un solo tramo sin limpiar.—Gracias a Dios, terminamos con este espacio… es el lugar más agotador —manifestó Geraldine con un suspiro.—Vayan a nuestro cubículo a refrescarse, yo debo ver cómo van las otras chicas con lo de los pedidos. ¡Dios has que Jennifer vuelva pronto! —se quejó Matilde.—¿Quién es Jennifer? —le pregunté a Raquel.—Se trata de la secretaria del jefe, mejor dicho "Asistente", porque odia que le digan "secretaria". Es una chica estirada que se encarga de hacer todos estos pedidos y es bastante presumida. Ella está de permiso, pero su permiso se ha alargado de dos semanas a un mes. Ah, pero ya veremos cuando vea el nuevo presidente ejecutivo, te aseguro que no va a faltar nunc
Matilde, una mujer luchadora y con un sentido común muy fuerte, pensó que no debía dejar mucho tiempo sola a Lucía. Si algo tenía muy claro era la jauría de lobos que habitaban en la empresa, tal vez doña Hilda no iba mucho por las instalaciones, no obstante, tenía ojos y oídos por todos los recovecos de CDT. Anastasia era su mejor amiga. Sabía muy bien cuánto necesitaba el trabajo. Lucía era una joven inteligente y brillante, lamentablemente en la compañía de tecnología de León, se debía tener más que inteligencia e ingenio, lo que te aseguraba la supervivencia era tener garras y dientes bien afilados.—Sigan en sus tareas, voy a dar un paseo para observar cómo avanza todo.—Ya sabía yo que no ibas a soportar la curiosidad —manifestó Raquel en forma de burla. Matilde giró a verla.—¿Cuánto tiempo llevas usted aquí, Raquel? ¿De 4 a 5 años?—¿Por qué la pregunta?—A veces me das la impresión de que no conoces las tierras movedizas en las que nos desenvolvemos. Admito que el sueldo es b