—April Gates, eres oficialmente la madre de Emily y Eddy Gates — April no pudo evitar emocionarse, ni
tampoco pudo evitar pensar en Luca, esa noticia deberían estar recibiéndola ambos, no sólo ella.
—¿Ya eres nuestra mami? — preguntó Emily con una gran sonrisa, April se agachó hasta ponerse de la altura de la pequeña.
—Sí mi amor, ahora yo soy su mamá. — los niños se alegraron y abrazaron a April, en todo este tiempo ella se había ganado el corazón de los niños, ellos siempre se divertían al lado de ella. — Ahora nos debemos ir, quiero que vayan a despedirse de todos. — dijo April sonriendoles.
Los niños salieron corriendo hacia las habitaciones para poder despedirse de los que habían sido sus amigos por casi tres años. <
—Hola— dijo April al contestar el celular.—¿Ya vienes?—Sí William, ya voy de camino al aeropuerto.—Vienen tus acompañantes contigo, porque aquí no ha llegado nadie — April sonrió.—Sí , ellos van conmigo — dijo mirando por el retrovisor a sus hijos, quienes miraban muy felices por la ventana.—Bien, aquí los espero.—Está bien, espérame afuera quieres.April colgó y siguió su camino al aeropuerto, irían a París, luego España, Italia, Brasil, Argentina, República Dominicana, México, Costa Rica, por último Estados Unidos y de ahí volverían a Londres, eran tantos países y tantos compromisos que no sabía si resistiría.April, a pesar de que sería madre primeriza, t
Luca había llevaba 15 días, dónde realmente había cambiado su forma de ser, seguía yendo a sus terapias, no quería dejarlas, pero algo que lo había hecho cambiar era su dolor, el perder lo que más amaba, cada día era más decidido y confiado, se había vuelto más serio y arrogante, estaba ganando la personalidad que tenía antes del accidente, empezó a mostrarse más al público, ya no le interesaba lo que dijeran de él, y 3 veces por semana iba al orfanato a visitar a los niños, aunque con Jessica era otro asunto, casi no se hablaban, y sabía que era todo culpa de él, porque aún se sentía enojado que hubiera dejado que adoptaran a Emy y Eddy.—!Hola!, ¿Qué tal estás? — John entró a la oficina de Luca como siempre lo hacía sin tocar.—Bien, ¿cuándo ha
Luca casi no había podido dormir de lo nervioso que se encontraba, a las 5 am ya se encontraba despierto y listo para irse a la operación, pero como todavía era muy temprano, decidió hacer lo que hacía una vez a la semana desde que ella se fue, a la seguridad y calidez de su estudio, dónde buscó una hoja en blanco y su bolígrafo y con un suspiro empezó a escribir.Hola amor, sabes esta es la octava carta que te hago, dónde te cuento lo más importante que he hecho durante toda semana y una de esas cosas es pensarte, te extraño tanto cariño, tu piel, tu olor, su sabor, te extraño que duele, pero se que todo esto lo merezco, porque he sido un imbécil y un cobarde, pero, ¿sabes? Eso ha hecho que abra los ojos, y que comprendiera cuán importante es amarme, tener confianza en uno mismo, toda esa seguridad que ocupaba nuestra relación y yo no te lo di,
April entró a la habitación en silencio, un pequeño jadeo salió de su boca, cuando lo vio. Se encontraba acostado en una cama, y parecía dormido con sus bellos ojos cerrados, sin poder evitarlo, lágrimas salieron de sus ojos, lo había extrañado tanto, se acercó lentamente hasta él, y con una mano temblorosa le acarició el rostro.Luca tenía ya el efecto de la anestesia lo tenía a un 70 %, por eso cuando sintió esa suave caricia abrió lentamente los ojos, ambos se sorprendieron pero cuando él la vio, sonrió y volvió a cerrar los ojos.—Has venido mi ángel.—Claro, ¿cómo no podría estar aquí?, yo debía estar a tu lado en un momento así. — volvió a sonreír con los ojos cerrados, él pensaba que ella era una visión a causa de la ane
Después de media hora, April había vuelto al hospital, se encontraba nerviosa de un lado para otro, quería que todo saliera bien, que él estuviera bien, ¿porqué no quiso que le dijeran a ella? ¿Porque no la quería con él?.Sabía que Luca la quería, se lo había dicho no hace ni una hora, entonces, ¿porque la alejaba?April tenía miedo, pensaba que era absurdo estar separados por tanto tiempo, ella estaba embarazada de él, ya tenía dos hijos juntos, porque esos gemelos también eran de él, debían estar juntos como la familia que estaban formando y no podía mentirse a ella misma, tenía miedo, mucho miedo, ahora que Luca había recuperado la confianza en sí mismo, y con su rostro sin cicatrices, tendría miles de mujeres a sus pies, ¿Y si dejaba de quererla? Pensó en Leticia, esa mujer
April regresó de nuevo su gira con un dolor en el pecho, ella no deseaba irse sin verlo, en realidad simplemente no deseaba apartarse de su lado, quería poder ayudarle en su recuperación y ver que siguiera sus cuidados al pie de la letra.—¿A qué tienes cariño? — levantó la mirada hacia William y me sonrió.—No quiero más esto, ha sido una distracción por un tiempo, pero extraño mi trabajo, mi vida.—April, si deseas renunciar podrás hacerlo, nadie va hacer nada que tu no quieras. — April le sonrió y lo abrazó agradecida.—Gracias, han sido tan buenos conmigo, pero aunque me estás dando una gran oportunidad deseo cumplir mi contrato, es mi deber y mi obligación, además que debe ser responsable y dejar de pensar tanto en Luca, eso es lo que más me hace desesperarme no tenerlo con
Luca la miraba de pies a cabeza, lucía hermosa, cuando despertó en el hospital deseó que aquel sueño tan hermoso fuera real, pero preguntó si April había ido a verlo, todos dijeron que no, y decidieron no hablar más del tema.Todos los días pensaba en ella, deseaba estar con ella, que estuviera junto a él en su recuperación y lo animará con solo ella podía, pero nada era como deseaban. Cuando John y Jessica le contaron de su relación se alegró por ellos, pero también sentía envidia cada vez que lo veía.Después de un mes, su rostro volvió hacer que hacía 10 años había desaparecido, se alegró al verse, pero a pesar de todo una parte de él le hizo falta sus cicatrices, unas que aunque no sabía dado cuenta ya se había acostumbrado, cuando pudo salir de su casa, se decidió po
April no podía creer que lo tuviera al frente de ella, realmente era hermoso.—Será mejor que nosotros nos vayamos. — William empujó a David para darles privacidad.—Tienes que cuidarla, porque sino yo mismo te busco y te dejo peor de cómo habías quedado en el accidente.—¡DAVID! — gritaron al mismo tiempo April y William.—¿Qué?, no he dicho nada malo, y que yo sepa este caballero no se ha comportado como tal.—Tienes razón, no volverá a pasar. — dijo Luca seriamente mirando a David a los ojos.—Bueno, por tu bien, espero que así sea. — dijo antes de irse con William.—¿Podemos hablar? —April no podía dejar de verlos.—Claro, este.. ¿Hablamos en mi camerino?—No, me gustaría comer a