April no podía creer que lo tuviera al frente de ella, realmente era hermoso.
—Será mejor que nosotros nos vayamos. — William empujó a David para darles privacidad.
—Tienes que cuidarla, porque sino yo mismo te busco y te dejo peor de cómo habías quedado en el accidente.
—¡DAVID! — gritaron al mismo tiempo April y William.
—¿Qué?, no he dicho nada malo, y que yo sepa este caballero no se ha comportado como tal.
—Tienes razón, no volverá a pasar. — dijo Luca seriamente mirando a David a los ojos.
—Bueno, por tu bien, espero que así sea. — dijo antes de irse con William.
—¿Podemos hablar? —April no podía dejar de verlos.
—Claro, este.. ¿Hablamos en mi camerino?
—No, me gustaría comer a
Luca besaba el cuello de April, mientras sus manos la acariciaban lentamente, sus manos apretaban suave sus pechos por encima de su ropa, ropa que ya estorbaba.—Voy a desnudarte cariño, porque tienes mucha ropa — volvió a besarla, pero esta vez, fue lento, sus manos llegaron al dobladillo de la blusa, empezó a subirla, separó sus labios de los de April y le sonrió pícaramente, ella se incorporó un poco y le ayudó a quitarse su blusa, al igual que su brassier, Luca se fue hasta su leggins y los bajó lento junto con su tanga, al llegar a los tobillos se detuvo, y le quitó un zapato, dónde dejó varios besos en los dedos de su pie, luego hizo el mismo procedimiento con el otro, para poder despojarla de la ropa y dejarla completamente desnuda, descendió poco a poco regando besos por todo su cuerpo, al llegar a su vientre redondo le repartió varios besos.<
—¡Qué! — dijeron tanto April como Luca, sin poder creer lo que sus oídos habían escuchado. Inmediatamente Leticia se giró hacía April y se hizo la sorprendida.—¿Qué hace ella aquí? — dijo ofendida y separándose de Luca.—La pregunta sería ¿qué haces tú aquí? —El tono de Luca no fue nada amable.—¿Acaso te estás haciendo?, te recuerdo que tú mismo me dijiste dónde ibas a estar, tenemos mes y medio de estar juntos, tengo un mes de embarazo. — Luca la veía incrédulo mientras que April lloraba en silencio. Decidió salir de ahí y despejar su mente, no podía quedarse en la misma habitación que esos dos.—Eso no es cierto — dijo Luca señalándole con el dedo, y se giró hacía April
Luca salió de esa habitación en busca de April, el problema es que no sabía dónde se hospedaba, por lo que decidió ir a buscar a William, él sabría dónde se encontraría.En todo el camino no dejo de pensar en April, desde el primer día que la vio, la forma tan increíble en la que le sonrió, amo eso al instante, cuando le había dicho que tenía unos ojos preciosos, y una sonrisa encantadora, sin poder evitarlo sonrió recordando esas palabras, ella había visto más allá de un rostro con marcas, había hecho hasta lo imposible por él viera que valía la pena, y lo había conseguido, April de la peor manera le abrió los ojos a lo que estaba perdiendo, en el hoyo tan grande en el que estaba metido, su autocompasión y la estupidez estaba muy arriba, tal vez el que todo el mundo se hubiera burlado de él por su
Cuando Luca volvió a llegar al salón del evento, William iba ya de salida con David, por lo que le tocó la bocina, para que no entrará al auto, William no lo hizo pero David sí, no soportaba ver a Luca.Luca bajó del auto y se dirigió a William.—¿Y ahora qué?—Se fue, ¿ella te ha dicho algo de dónde iba? — William se extrañó de verlo tan feliz.—No, sólo sé que volvería a trabajar en lo que tanto le gustaba, que ella volvería a su hogar, uno dónde se sentía en paz. — Luca volvió a sonreír como el gato de Alicia.—Ya sé a dónde se fue, muchas gracias, de verdad ha sido de gran ayuda, a pesar de que no sea de tu agrado, ni tu el mío, pero aún así te lo agradezco. — dio media vuelta y entró al
April sonrió feliz cuando entró a su casa, esa en la que había vivido con su padre toda su vida, era hermosa, amplia y espaciosa, tenía 4 habitaciones, 2 baños, sala, comedor, cocina, una cochera para dos autos y lo mejor de todo era un amplio patio, con una pequeña piscina, muchos árboles, bellas flores que ya estaban algo marchitas, y el verde césped estaba algo crecido.—Señora, ya coloque las cosas de los niños en su respectiva habitación — April se giró hacia Emilce, una señora de unos 50 años, con su cabello blanco, unos ojos cafés claros, casi miel que transmitían una paz increíble y quién había empezado a trabajar con ella hace menos de un mes, como nana de sus hijos y por recomendación de William ya que la que tenía de la nada decidió renunciar, cosa que le pareció extraño, aún
El nuevo día comenzaba y los rayos del sol empezaban a iluminar un gran día, uno que April jamás olvidaría, April se había bañado y alistado antes de bajar hacer el desayuno, uno dónde Emilce le ayudó, la nueva nana de sus hijos también bajó de una vez bañada y lista, así que el desayuno estuvo listo y la mesa estaba puesta decidió bañarse a los gemelos antes de desayunar, Emilce bañó a Eddy mientras que April lo hacía con Emily, una vez los gemelos estaban listos bajaron de desayunar, los niños estaban contentos, saldrían a pasear y conocer su nuevo hogar, ellos seguían esperando a Luca, deseaban con toda su fuerza, que él pronto fuera su papá, como siempre había querido. Una vez terminado el desayuno
April se dirigía hacia el instituto de arte, mientras conducía no podía quitar la sonrisa de su rostro, miró por el espejo retrovisor a sus hijos, quienes iban comiendo palomitas garretts, muy felices al igual que ella.—Se ve muy contenta— April miró de reojo a Emilce sin dejar de sonreír.—Lo estoy, desde que conocí a Luca me ha cambiado la vida, a sido lo mejor que me ha pasado, me enamoré de él con tan solo verlo sonreír, sabe, cuando lo vi jugaba con unos niños, se veía tan relajado y sonría tan hermoso, que solo ese simple gesto hizo que mi corazón quisiera salirse de mi pecho. Recuerdo que cuando lo tuve de frente le hablé y sonreí, me preguntó si estaba vieja — April se carcajeó al recordarlo — No había comprendido lo hermoso y maravilloso que era y que es. Espero poder ser feliz a su lado
April deseaba irse y poder seguir con sus pistas para poder llegar a April, faltaba tan poco, pero debía pensar en sus hijos, ellos debían alimentarse y ella también, su bebé necesitaba crecer fuertemente.—Te ves muy impaciente — April se echó a reír.—¿Tanto se me nota? — Emilce asintió con una sonrisa.—Sí, pero te entiendo, creo que yo estaría igual que tú, Luca se ha pasado con sorpresas tan maravillosas.—Sí, ha sido increíble, y de verdad deseo poder ver lo que falta. —April miró a Emilce a los ojos — ¿Puedo preguntarte algo?—Lo que sea.—¿De dónde conoce a Luca? — Emilce sonrió con cariño.—Fui su nana por 16 años, él era un niño tan alegre, tan amable, tan intel