—¿Se puede saber por qué April renunció? — Luca se encontraba sentado en una butaca de su cocina, con dos botellas de vino una vacía y la otra por la mitad y una copa, levantó la mirada al escuchar a su amigo.
—Porque soy un completo idiota…
—Yo diría un imbécil, ¿cómo es que te pones a dudar del amor tan grande que te tiene?
—No lo sé — Luca se encontraba muy pensativo e ido. — Ayer viste lo que pasó en la oficina, por la noche ella llegó aquí para sacar sus cosas, pero cuando me dijo que se iba con su ex no pude evitar sentir celos John, la amo, y ella es mía, se lo repetí varias veces mientras hacíamos en el amor, decidí que tal vez podía hablarle con la verdad y así entre los dos salir adelante, pero cuando llegué a la oficina, mandé a llamar a Apr
Había pasado exactamente un mes desde que April había decidido empezar de cero, estuvo decidida muchas veces a buscar a Luca, pero John como buen amigo que se había hecho se lo prohibía, siempre le decía que era lo mejor para ambos estar distanciados.El mundo del modelaje no le estaba yendo nada mal, era el nuevo rostro y figura de la compañía, pronto empezaría un gira mundial, dónde la lencería era lo principal.Por su parte Luca no había faltado ni una vez a terapia, pero sentía que iba a volverse loco sin April, deseaba verla sentirla, besarla, decirle lo mucho que la amaba, pero el miedo al rechazo seguía siendo parte de él.Cuando John le llevó una revista en dónde salía April, casi le da un infarto, ¿cómo era posible que saliera con casi nada de ropa? Se exponía a que miles la vieran, se enojó
—April Gates, eres oficialmente la madre de Emily y Eddy Gates — April no pudo evitar emocionarse, nitampoco pudo evitar pensar en Luca, esa noticia deberían estar recibiéndola ambos, no sólo ella.—¿Ya eres nuestra mami? — preguntó Emily con una gran sonrisa, April se agachó hasta ponerse de la altura de la pequeña.—Sí mi amor, ahora yo soy su mamá. — los niños se alegraron y abrazaron a April, en todo este tiempo ella se había ganado el corazón de los niños, ellos siempre se divertían al lado de ella. — Ahora nos debemos ir, quiero que vayan a despedirse de todos. — dijo April sonriendoles.Los niños salieron corriendo hacia las habitaciones para poder despedirse de los que habían sido sus amigos por casi tres años.<
—Hola— dijo April al contestar el celular.—¿Ya vienes?—Sí William, ya voy de camino al aeropuerto.—Vienen tus acompañantes contigo, porque aquí no ha llegado nadie — April sonrió.—Sí , ellos van conmigo — dijo mirando por el retrovisor a sus hijos, quienes miraban muy felices por la ventana.—Bien, aquí los espero.—Está bien, espérame afuera quieres.April colgó y siguió su camino al aeropuerto, irían a París, luego España, Italia, Brasil, Argentina, República Dominicana, México, Costa Rica, por último Estados Unidos y de ahí volverían a Londres, eran tantos países y tantos compromisos que no sabía si resistiría.April, a pesar de que sería madre primeriza, t
Luca había llevaba 15 días, dónde realmente había cambiado su forma de ser, seguía yendo a sus terapias, no quería dejarlas, pero algo que lo había hecho cambiar era su dolor, el perder lo que más amaba, cada día era más decidido y confiado, se había vuelto más serio y arrogante, estaba ganando la personalidad que tenía antes del accidente, empezó a mostrarse más al público, ya no le interesaba lo que dijeran de él, y 3 veces por semana iba al orfanato a visitar a los niños, aunque con Jessica era otro asunto, casi no se hablaban, y sabía que era todo culpa de él, porque aún se sentía enojado que hubiera dejado que adoptaran a Emy y Eddy.—!Hola!, ¿Qué tal estás? — John entró a la oficina de Luca como siempre lo hacía sin tocar.—Bien, ¿cuándo ha
Luca casi no había podido dormir de lo nervioso que se encontraba, a las 5 am ya se encontraba despierto y listo para irse a la operación, pero como todavía era muy temprano, decidió hacer lo que hacía una vez a la semana desde que ella se fue, a la seguridad y calidez de su estudio, dónde buscó una hoja en blanco y su bolígrafo y con un suspiro empezó a escribir.Hola amor, sabes esta es la octava carta que te hago, dónde te cuento lo más importante que he hecho durante toda semana y una de esas cosas es pensarte, te extraño tanto cariño, tu piel, tu olor, su sabor, te extraño que duele, pero se que todo esto lo merezco, porque he sido un imbécil y un cobarde, pero, ¿sabes? Eso ha hecho que abra los ojos, y que comprendiera cuán importante es amarme, tener confianza en uno mismo, toda esa seguridad que ocupaba nuestra relación y yo no te lo di,
April entró a la habitación en silencio, un pequeño jadeo salió de su boca, cuando lo vio. Se encontraba acostado en una cama, y parecía dormido con sus bellos ojos cerrados, sin poder evitarlo, lágrimas salieron de sus ojos, lo había extrañado tanto, se acercó lentamente hasta él, y con una mano temblorosa le acarició el rostro.Luca tenía ya el efecto de la anestesia lo tenía a un 70 %, por eso cuando sintió esa suave caricia abrió lentamente los ojos, ambos se sorprendieron pero cuando él la vio, sonrió y volvió a cerrar los ojos.—Has venido mi ángel.—Claro, ¿cómo no podría estar aquí?, yo debía estar a tu lado en un momento así. — volvió a sonreír con los ojos cerrados, él pensaba que ella era una visión a causa de la ane
Después de media hora, April había vuelto al hospital, se encontraba nerviosa de un lado para otro, quería que todo saliera bien, que él estuviera bien, ¿porqué no quiso que le dijeran a ella? ¿Porque no la quería con él?.Sabía que Luca la quería, se lo había dicho no hace ni una hora, entonces, ¿porque la alejaba?April tenía miedo, pensaba que era absurdo estar separados por tanto tiempo, ella estaba embarazada de él, ya tenía dos hijos juntos, porque esos gemelos también eran de él, debían estar juntos como la familia que estaban formando y no podía mentirse a ella misma, tenía miedo, mucho miedo, ahora que Luca había recuperado la confianza en sí mismo, y con su rostro sin cicatrices, tendría miles de mujeres a sus pies, ¿Y si dejaba de quererla? Pensó en Leticia, esa mujer
April regresó de nuevo su gira con un dolor en el pecho, ella no deseaba irse sin verlo, en realidad simplemente no deseaba apartarse de su lado, quería poder ayudarle en su recuperación y ver que siguiera sus cuidados al pie de la letra.—¿A qué tienes cariño? — levantó la mirada hacia William y me sonrió.—No quiero más esto, ha sido una distracción por un tiempo, pero extraño mi trabajo, mi vida.—April, si deseas renunciar podrás hacerlo, nadie va hacer nada que tu no quieras. — April le sonrió y lo abrazó agradecida.—Gracias, han sido tan buenos conmigo, pero aunque me estás dando una gran oportunidad deseo cumplir mi contrato, es mi deber y mi obligación, además que debe ser responsable y dejar de pensar tanto en Luca, eso es lo que más me hace desesperarme no tenerlo con