Luca y April, parecían vivir en su propia burbuja, iban a cumplir una sola semana de ser novios y efectivamente no había vuelto a la casa de Gabriella, parecían tan desesperados por estar juntos y a solas, que solo pasaban del trabajo a la casa de Luca y de la casa al trabajo.
Esa mañana cuando iban para la oficina Luca recibió una llamada de Jessica.
—Bueno — respondió
—Luca, ¿cómo estás?
—Hola Jessica, muy bien y todos ustedes, ¿cómo se encuentran?
—Bien Luca, solo que aquí hace falta su presencia, en especial para dos niños que dicen que lo extrañan. — Luca sonrió al pensar en Emily y Eddy.
—Jessica, diles que mañana iré a verlos, podemos hacer una parril
El sábado muy temprano April y Luca se arreglaban para ir a al orfanato, ella había escogido por un hermoso vestido veraniego color negro y flores fucsia, y una sandalias negras de tacón pequeño, mientras que Luca había escogido un pantalón de mezclilla, una camisa blanca de tres cuartos y unas tenis Nike blancas, iba sencillo y sport.April lo miraba de arriba abajo, le encantaba verlo vestido así, se veía demasiado sexy.—Si sigues viéndome así, no creo que podamos salir a algún lado cariño. — Ella se echó a reír y caminando hasta él colocó sus manos alrededor del cuello y le dio un pequeño beso.—Pues yo no tengo la culpa de que mi novio sea super sexy y super guapo — la sonrisa de Luca se borró del rostro y frunció el ceño. — &iques
A pesar de haber aclarado las cosas con April, algo de inquietud seguía en él, sabía que había actuado mal, sabía que no podía seguir así, porque podía perderla y eso era algo que definitivamente no quería.Cuando llegaron al orfanato, Jessica salió a recibir a Luca, pero cuando lo vio con April su sonrisa se borró de su rostro.—Vaya, no sabia que ibas a venir acompañado — dijo mirando a April — ¿Cómo estás April?April no era tonta, al parecer a Jessica le gustaba Luca y él era el único que no se daba cuenta.—Bien, muy bien — dijo sonriéndole a Luca.—Ya veo — dijo algo molesta. — Y tú Luca que dicha que has venido, se te ha extrañado — sin importarle que A
Incluso antes de llegar a los demás, April lo reconoció y su cuerpo inmediatamente se tensó, ¿Qué diablos hacía en Londres, si ella lo había dejado en Chicago?Frente a ellos se encontraban varios hombres, como algunas que otras mujeres, que realmente amaban ayudar a los niños.—Buenas tardes señoras y señores, les presento a Luca Bennett y April Gates — dijo Jessica presentando a los recién llegados, unos ojos azules la miraron sorprendidos.—¿Nos permiten un momento? — sin esperar respuesta Luca agarró la mano de April y la apartó bastante de las personas. — ¿Qué sucede cariño? —le preguntó suavemente, mientras le acariciaba la mejilla.—William, está aquí.. —dijo en un susurro, pero &eacut
—Hora de irnos — dijo Luca serio, después de que William se fuera. — se despidieron de los niños, y ninguno habló de camino a la casa.Una vez llegaron a la casa, April decidió darse un baño, Luca desde que le había dicho a William que la dejara en paz, se había puesto serio y distante con ella, ya estaba cansada de esa actitud tan insegura, ella lo amaba, claro que lo hacía, pero Luca tenía que aprender de una vez por todas a confiar en ella.Luego, de una larga ducha y una dura lucha interna, decidió ir a enfrentar a Luca de una vez, sabía que él estaría en el despacho, su refugio, pasa más tiempo en ese lugar como en ningún otro.—¿Podemos hablar? — dijo asomando su cabeza por la puerta, Luca levantó su cabeza para mirarla unos segundos y luego la volvi&
April sintió su corazón destrozado, ¿cómo había podido ser tan cruel?, ¿dónde había quedado aquel hombre cariñoso, y atento que todos los días le hacía el amor?Se levantó torpemente, decidió a dormir de ahí, tal vez mañana ya estaría más calmado, así podrían arreglar las cosas, le daría tiempo, seguro tenía algo celos, limpió sus lágrimas, se separó ir a, mañana hablaría con él, dejaría que se tranquilizará. Se fue hacía su habitación y estuvo acostarse, no se iría hasta hablar con él, a pesar de que quería esperarlo despie
Cuando April se removió en la cama, abrió poco a poco los ojos, vio que todo seguía oscuro en la habitación y frunció el ceño, se giró hacia el despertador y de un brinco se levantó de la cama, eran las 8 am, se suponía que ya debía estar en el trabajo. Observó el lugar de Luca y sintió una opresión en su pecho al darse cuenta de que en verdad no durmió ahí, esperaba por el bien de ambos ya se le hubiera pasado su berrinche.Decidió dejar de pensar, darse un baño y ponerse muy guapa, para su hombre, Luca se había convertido en lo más importante después de su padre, se había enamorado con nunca antes y no podía perderlo, él le había dado un giro diferente a su vida.Después de salir del baño, se decidió por un vestido blanco, pegado al cuerpo, uno que inmediatamente resalt
—¿Qué diablos has hecho? — preguntó John bastante enojado, mientras que Luca seguía mirando por dónde April se había ido con William, y todo había sido culpa suya. Miró a su y luego a Leticia, sacó su billetera y le dio lo acordado.—Toma, ahora lárgate de aquí. —John miraba todo sin dar crédito. Leticia agarró el dinero y lo miró a los ojos mientras se lamía los labios.—¿Sabes?, besas muy bien Luca, no puedo creer que me haya perdido semejante delicia.—Ya no me importa lo que pienses, ahora largo. — ella lo miró a los ojos, y luego sonrió.—Lo haré por ahora. — salió contoneando las caderas, John por su parte se fue detrás de ella, pero solo para cerrar la puerta de un movimiento brusco y la tranco, no dejaría que nadie los
April abrió lentamente los ojos y empezó a observar el lugar, el cual no reconoció, ¿dónde diablos estaba? ¿Y cómo había llegado ahí? Trató de recordar, pero al hacerlo recuerdos dolorosos invadieron su mente, y sin poder evitarlo miles de lágrimas empezaron a inundar sus mejillas.¿Por qué Luca le había hecho algo así?¿De verdad ya no la quería?¿Dónde había quedado aquel hombre que le decía que la quería?La puerta se abrió y William entró con una pequeña bandeja con algo de fruta y jugo de naranja.—Hola princesa, te traje algo que comiera, ya que creo que te desmayaste por estar débil. —April lo miraba a los ojos todavía sin creer que William estuviera ahí con ella, después de lo que había pasado