Samantha abrió los ojos y se dio cuenta que estaba en una habitación desconocida, preciosa si, pero desconocida. En ese momento escuchó una voz conocida.-he ansiado tanto este momento mi amor…- dijo el hombre con una voz ronca de la emoción.-Ddd… Dan? Eres tú?- farfulló ella mirando la cara de un hombre que le parecía extraña pero que tenía una voz que ella conocía perfectamente.-si amor soy yo- habló el, dejandole un beso en la mejilla.-no me toques!- gritó ella.- no se que haces aquí…- volvió a mirar la habitación- o que hago yo aquí, pero no quiero que te me acerques!-antes adorabas mi toque Sam. Te he amado siempre.- De repente su voz adquirió un tono brusco- y tu pasaste de mi sin problemas.-te expliqué mis sentimientos Dan. Ya no sentía lo mismo, además tu pareciste comprenderme y lo aceptaste!- dijo ella furiosa, sintiendo un leve dolor en el vientre.-por que no me quedaba otra! En ese momento no podía obligarte y atarte a mi. Por qué no quisiste hijos conmigo y si con e
Samantha estaba asustada, Dan estaba verdaderamente loco, se había despertado segundos antes y se sentía mucho mejor. De hecho mucho mejor que en mucho tiempo. Pero nada estaba bien, Dan no la escuchaba. Sintió una patadita y acarició su vientre.-tranquila, mi amor, tu padre pronto vendrá por nosotras- le encantaría poder salir corriendo, atacar a alguno de sus matones y huir de allí, pero debía pensar en Charlotte. No podía arriesgarse en dañarla. Tendría que confiar que Fernando la rescataría, que la buscaría hasta dar con ella.No entendía como había sucedido todo. En un momento escuchó a Fernando despedirse y darle un beso y al otro, estar en una habitación completamente diferente.En ese momento escuchó la puerta abrirse y la miró expectante. Era el médico y traía unos papeles.-bueno señora, por lo que veo aquí todo está normal. El descanso que le proporcionamos le ha hecho mucho bien. En un rato vendrá el señor, tiene que atender unos asuntos muy importantes. Disculpe… no quie
Samantha se sentía bastante adolorida. Le habían traído de desayunar y de paso algunas pastillas que evitó tomarlas por si dañaba su leche. Dan estuvo casi toda la mañana con ella y la niña, contemplándolas y diciéndole lo felices que serían. Sam no aguantaba más, ya para el almuerzo, Dan le preguntó si quería algo especial. Ella pensó que esa era su oportunidad, le pidió que le trajeran un filete bien grande y suculento. El se puso contento, imaginando que ella finalmente estaba cediendo.Luego de almorzar, ella se fue a duchar mientras Dan sostenía y le hablaba a Charlotte. Sin que nadie se diera cuenta llevó el cuchillo que había usado en la comida hasta la bañera, lo limpió y luego de asearse abrió la puerta dispuesta a enfrentarlo. Vio que Dan estaba sentado de espaldas a ella acariciando a Charlotte. Colocó el cuchillo firmemente en el cuello de el y le dijo-deja a mi hija en la cuna suavemente- lo sintió tensarse pero finalmente la obedeció.-cálmate cielo, es el estrés por el
6 años después-Charlotte! Bájate de ese árbol por Dios! Me vas a sacar canas verdes-papi, papi mira que alto estoy.- gritó emocionada ella-si mi cielo, pero ya bajate de ahí.- dijo intentando sonar conciliatorioEn eso escuchó pasos y miró hacia donde venía Sam.-qué son esos gritos?- dijo Sam que volvía del trabajo-tu hija no se quiere bajar del árbol, está muy alto, mira- dijo señalando hacia donde estaba la niña, no sin antes darle un ardiente beso a su mujer.-no está muy alto mi amor, dejala que experimente. Si se cae, desde esa altura no se lastimará.-esta niña me infartará antes de los cuarenta.- dijo mientras se arremangaba la camisa, ya que el también había regresado hace tan solo unos minutos. Comenzó a subir con dificultad, pero cuando ya estaba arriba vio como Charlotte se tiraba con destreza y caía en cuclillas.-pero… Sam tienes que dejar de llevarla a tus clases. Intenta aquí todo lo que ve allí.-Charlotte tiene embobados a mis agentes, no quiero llevarla mucho po
Sam estaba exhausta, necesitaba vacaciones. Tenia 28 casi 29 años, pero sentia que tenia 40. Aún asi, no cambiaria esa sensación de adrenalina y desafío continuo.Llegó al hotel, y fue al bar a tomarse algo. Se estaba tomando su segundo vaso de vodka y escuchó a alguien carraspear. —¿Estas sola aquí cariño?— le dijo un rubio, alto bastante atractivo; pero ella no tenia ganas de ligar.—No, espero a mi marido que ya subio a dejar unos papeles—comentó ella tratando de ignorarle y que éste entendiera la indirecta. —La vi bajar del auto y estaba sola. No necesita mentir para deshacerse de mi. Entiendo un no por respuesta. —Habló ceñudo el.Sam se sintió culpable , hace mas tres meses no tenia sexo y su cuerpo le estaba pasando factura.—Disculpe, no se vaya. Tiene razon, soy Sam, mucho gusto.— le tendió la mano ella.—Generalmente no soy tan insistente, me llamo Fernando San... —Sin apellidos,solo nombres...—interrumpió ella.♥️♥️♥️♥️♥♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️Llegaron a la habitación a trompic
Sam estaba intranquila. ¿Cómo pudo ser que se descarrilaron tan rápido las cosas? Un día estaba haciendo su trabajo como siempre y al otro, buscando al maldito ruso. Nicolai había amenazado a su hermana y era algo que Sam no podía tolerar. Nadie se metía con su familia, nadie. Su trabajo era peligroso y por eso mismo se había alejado; pero habían encontrado su punto débil. Ese mismo día, horas antes, habían intentado secuestrarla y aunque logró derribar a los hombres, sabía que solo era el inicio.Sam, agente de la interpol, tuvo que seducir a un hombre muy importante en el tráfico de armas, Nicolai. Tenia que hacerlo para llegar a la cúspide de su organización y derribarla. Con mucho trabajo logró desestabilizarla y él acabo en una prisión de máxima seguridad. Casi lo mataron en la cárcel. Sus subordinados descubrieron lo que ella hizo y él juró hacerle pagar por traicionarlo. Se supone que no sabía su verdadera identidad, pero hace algunos meses su jefe le informó que se escapó, y q
Durante la cena charlaron sobre lo que sucedió en la tarde. Sam quiso minimizar todo y para distender un poco las cosas, les informó que ella primero iría a hablar con su jefe ya que debía arreglar algunas cosas con el. —Te llevamos y luego vamos al departamento— dijo la pareja.—Si quieres, te llevo. Ana parece cansada- comentó Fernando.Sam lo fulminó con la mirada, pero contestó amable—Gracias, me harías un favor enorme.Se despidieron y cada uno fue por su lado. Ella se mantuvo callada, durante todo el camino, luego de decirle la dirección de donde quería ir. Cuando llegaron, Sam se bajó del coche y se lo agradeció fríamente, pero al notar que él hacía ademán de acompañarla dentro de la casa , le espetó.—¿Qué haces?— inquirió furiosa— te agradezco pero de aquí en adelante voy sola. —Entonces te espero aquí...—No, no se cuanto tardaré, debemos trazar planes para encontrar y arrestar a Nicolai.—Está bien, adiós.A ella le pareció rara su retirada pero la ignoró. Siguió caminan
Sam iba en taxi hacia la casa donde se reuniría con su jefe y equipo, agarró el celular para ver si tenía algún mensaje y se dio cuenta que no tenía pila. Buscó la batería auxiliar que había en su bolso y colocó en el teléfono. Lo encendió y observó que tenía muchos mensajes, y todos eran de su contacto que protegía a sus padres. Lo llamó y cuando contestó sintió un inmenso alivio. -que sucedió? Por qué tengo tantas llamadas tuyas? Mis padres te descubrieron? - fuimos entrenados juntos sam, por supuesto que no me descubrieron. Es peor que eso… - no mas evasivas por favor! -recuerdas que me pediste que los retrasara? Bien, lo hice, pero ayer alquilaron un jet privado. Ahora mismo estamos en el aeropuerto. Tus padres están rellenando papeles. - mis padres están aquí? Dios! No pudiste hacer nada? Te lo pedí como un favor personal, Jean! -lo sé, pero actuaron como si se habían resignado a no poder viajar. De repente, los vi hablar con el capitán, quien hizo un llamado y tus padres