Samantha estaba en su casa, no podía concentrarse, por su cabeza pasaban muchas ideas y ninguna agradable- podrá ser Dan alguien tan vengativo? Ya habíamos terminado nuestra relación hace tiempo, no tiene sentido que aparezca ahora.Él era una persona muy buena, siempre apoyándola y cuidando sus espaldas. Había montado todo el circo de su muerte… por qué? Y a dónde fue? Con quién? Qué provocó que se convirtiera en un ser tan malvado? Lo único que le quedaba claro es que había llevado el amor que un día le tuvo a una obsesión enfermiza. Su cabeza era un tumulto de pensamientos y decidió salir a despejarse, iría a ver a su hermana. Ya se había reincorporado en la empresa así que iría a charlar con ella.Fue hasta su nueva camioneta, ya que se la había comprado luego de haberse estropeado su coche anterior. Condujo hasta el edificio de su hermana y subió a su piso. Allí encontró a Jody, la secretaria de Ana charlando con otras chicas, aparentemente le harían un Baby shower a Ana. Pero se
Samantha miró furiosa a la mujer. Incrédula agarró las fotos y las fue pasando de una en una. En eso se dio cuenta de un detalle que obviamente Debra pasó por alto; pero no lo exteriorizó.-ven aquí, te contaré todo- dijo Debra guiándola hacia una mesa dentro.Samantha se hizo la tonta, era mejor dejarle creer que ganó la batalla. Con la mejor mirada dolida que pudo hacer y con los ojos llorosos se enfrentó a ella.-no te creo, Fernando no me traicionaría.-pues entonces estás mas ciega de lo que pensé dulzura. Tu mírate, cómo crees que Fernando te preferiría a ti por encima de mi?- dijo con altanería.-hablaré con el, me debe explicaciones- dijo entre hipidos falsos.-perderás tu tiempo, pero allá tu. Es hombre, y por supuesto que lo negará. Solo te cuento esto porque me parece despreciable me estuviera dando largas a mi y al mismo tiempo este jugando a las casitas contigo. Pero no te preocupes, conocerás a un hombre mejor.-gracias, no puedo creer que me haya engañado tanto tiempo.
Samantha abrió los ojos y se dio cuenta que estaba en una habitación desconocida, preciosa si, pero desconocida. En ese momento escuchó una voz conocida.-he ansiado tanto este momento mi amor…- dijo el hombre con una voz ronca de la emoción.-Ddd… Dan? Eres tú?- farfulló ella mirando la cara de un hombre que le parecía extraña pero que tenía una voz que ella conocía perfectamente.-si amor soy yo- habló el, dejandole un beso en la mejilla.-no me toques!- gritó ella.- no se que haces aquí…- volvió a mirar la habitación- o que hago yo aquí, pero no quiero que te me acerques!-antes adorabas mi toque Sam. Te he amado siempre.- De repente su voz adquirió un tono brusco- y tu pasaste de mi sin problemas.-te expliqué mis sentimientos Dan. Ya no sentía lo mismo, además tu pareciste comprenderme y lo aceptaste!- dijo ella furiosa, sintiendo un leve dolor en el vientre.-por que no me quedaba otra! En ese momento no podía obligarte y atarte a mi. Por qué no quisiste hijos conmigo y si con e
Samantha estaba asustada, Dan estaba verdaderamente loco, se había despertado segundos antes y se sentía mucho mejor. De hecho mucho mejor que en mucho tiempo. Pero nada estaba bien, Dan no la escuchaba. Sintió una patadita y acarició su vientre.-tranquila, mi amor, tu padre pronto vendrá por nosotras- le encantaría poder salir corriendo, atacar a alguno de sus matones y huir de allí, pero debía pensar en Charlotte. No podía arriesgarse en dañarla. Tendría que confiar que Fernando la rescataría, que la buscaría hasta dar con ella.No entendía como había sucedido todo. En un momento escuchó a Fernando despedirse y darle un beso y al otro, estar en una habitación completamente diferente.En ese momento escuchó la puerta abrirse y la miró expectante. Era el médico y traía unos papeles.-bueno señora, por lo que veo aquí todo está normal. El descanso que le proporcionamos le ha hecho mucho bien. En un rato vendrá el señor, tiene que atender unos asuntos muy importantes. Disculpe… no quie
Samantha se sentía bastante adolorida. Le habían traído de desayunar y de paso algunas pastillas que evitó tomarlas por si dañaba su leche. Dan estuvo casi toda la mañana con ella y la niña, contemplándolas y diciéndole lo felices que serían. Sam no aguantaba más, ya para el almuerzo, Dan le preguntó si quería algo especial. Ella pensó que esa era su oportunidad, le pidió que le trajeran un filete bien grande y suculento. El se puso contento, imaginando que ella finalmente estaba cediendo.Luego de almorzar, ella se fue a duchar mientras Dan sostenía y le hablaba a Charlotte. Sin que nadie se diera cuenta llevó el cuchillo que había usado en la comida hasta la bañera, lo limpió y luego de asearse abrió la puerta dispuesta a enfrentarlo. Vio que Dan estaba sentado de espaldas a ella acariciando a Charlotte. Colocó el cuchillo firmemente en el cuello de el y le dijo-deja a mi hija en la cuna suavemente- lo sintió tensarse pero finalmente la obedeció.-cálmate cielo, es el estrés por el
6 años después-Charlotte! Bájate de ese árbol por Dios! Me vas a sacar canas verdes-papi, papi mira que alto estoy.- gritó emocionada ella-si mi cielo, pero ya bajate de ahí.- dijo intentando sonar conciliatorioEn eso escuchó pasos y miró hacia donde venía Sam.-qué son esos gritos?- dijo Sam que volvía del trabajo-tu hija no se quiere bajar del árbol, está muy alto, mira- dijo señalando hacia donde estaba la niña, no sin antes darle un ardiente beso a su mujer.-no está muy alto mi amor, dejala que experimente. Si se cae, desde esa altura no se lastimará.-esta niña me infartará antes de los cuarenta.- dijo mientras se arremangaba la camisa, ya que el también había regresado hace tan solo unos minutos. Comenzó a subir con dificultad, pero cuando ya estaba arriba vio como Charlotte se tiraba con destreza y caía en cuclillas.-pero… Sam tienes que dejar de llevarla a tus clases. Intenta aquí todo lo que ve allí.-Charlotte tiene embobados a mis agentes, no quiero llevarla mucho po
Sam estaba exhausta, necesitaba vacaciones. Tenia 28 casi 29 años, pero sentia que tenia 40. Aún asi, no cambiaria esa sensación de adrenalina y desafío continuo.Llegó al hotel, y fue al bar a tomarse algo. Se estaba tomando su segundo vaso de vodka y escuchó a alguien carraspear. —¿Estas sola aquí cariño?— le dijo un rubio, alto bastante atractivo; pero ella no tenia ganas de ligar.—No, espero a mi marido que ya subio a dejar unos papeles—comentó ella tratando de ignorarle y que éste entendiera la indirecta. —La vi bajar del auto y estaba sola. No necesita mentir para deshacerse de mi. Entiendo un no por respuesta. —Habló ceñudo el.Sam se sintió culpable , hace mas tres meses no tenia sexo y su cuerpo le estaba pasando factura.—Disculpe, no se vaya. Tiene razon, soy Sam, mucho gusto.— le tendió la mano ella.—Generalmente no soy tan insistente, me llamo Fernando San... —Sin apellidos,solo nombres...—interrumpió ella.♥️♥️♥️♥️♥♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️Llegaron a la habitación a trompic
Sam estaba intranquila. ¿Cómo pudo ser que se descarrilaron tan rápido las cosas? Un día estaba haciendo su trabajo como siempre y al otro, buscando al maldito ruso. Nicolai había amenazado a su hermana y era algo que Sam no podía tolerar. Nadie se metía con su familia, nadie. Su trabajo era peligroso y por eso mismo se había alejado; pero habían encontrado su punto débil. Ese mismo día, horas antes, habían intentado secuestrarla y aunque logró derribar a los hombres, sabía que solo era el inicio.Sam, agente de la interpol, tuvo que seducir a un hombre muy importante en el tráfico de armas, Nicolai. Tenia que hacerlo para llegar a la cúspide de su organización y derribarla. Con mucho trabajo logró desestabilizarla y él acabo en una prisión de máxima seguridad. Casi lo mataron en la cárcel. Sus subordinados descubrieron lo que ella hizo y él juró hacerle pagar por traicionarlo. Se supone que no sabía su verdadera identidad, pero hace algunos meses su jefe le informó que se escapó, y q