Años después, narra Astrid
El dinero que me habían dado por el coche no me duró toda una vida, fue en ese momento que conocí a Igor, tuve que tomar decisiones que probablemente a mi abuela le hubieran destrozado el corazón y la prostitución me ayudo a avanzar. Vivía en un apartamento en una zona pésima de Londres pero no podía llamar demasiado la atención, pensar que Angelique se encontraba muerta era demasiado para mí y el temor que me invadía no podía ser descrito con palabras sin embargo era capaz de decir que era tan monumental que me llevó al punto de no revisar siquiera los periódicos.
—¡Llegas tarde! —Igor maldijo —apresúrate que el señor A se encuentra esperándote, ya sabes que tienes que ser amable y no se te ocurra ser una majadera. Él paga muy bien y puede hacer lo que le venga en gana contigo.
—Igor, te he dicho que no quiero tener a ese tipo en absoluto. El otro día me maltrato demasiado y es un sádico asqueroso, mi cuerpo dolía hasta el último hueso y a pesar de eso me querías forzar a trabajar, entiende que es una bola de manteca asquerosa que me aplasta por completo con su rechoncho cuerpo.
—¡No me interesan tus palabras!, Ese hombre paga el doble de los demás por estar contigo y no pienso ponerme con remilgos solo porque a ti no te parece —él gritó y levantó su mano —así que apresúrate y ve a su carro que su coche te está esperando.
—Por comenzar a mí no me gritas —arquee una ceja y miré su mano que la bajó lentamente —no soy una de las que te tiene miedo y lo sabes, ahora baja tus humos y te advierto que si ese tipo me llega a hacer algo voy a irme de aquí, poco me importan tus estúpidas amenazas.
Caminé en dirección al carro, el viejo me esperaba en el mismo sitio de siempre y en el momento que subí acarició mi pierna; el asco que invadía mi cuerpo era tan grande que a duras penas contuve mi contenido estomacal, él arrancó y llegamos a un motel de mala muerte, pidió una habitación y en el momento que miré que sacó un tubo de su bolso me quede helada.
—¿Qué piensa que va a hacer con eso? —retrocedí en el momento que se acercó a mí —ni se le ocurra ocupar eso conmigo, aléjese porque si no seré incapaz de responder por mí.
—Pago por estar contigo y hacer lo que me venga en gana, ahora quiero que te des la vuelta si no deseas que te dé una golpiza que no vas a olvidar jamás.
—¡Eso sí que no! Es un viejo asqueroso que probablemente tiene su familia, se encuentra casado con una mujer igual de rechoncha que usted y no lo complace en la cama porque es fría, por eso busca en la calle lo que no encuentra en casa. Lo deben de tomar como el ejemplo de hombre que no hace nada y capaz tiene hijas o hijos que ya lo hicieron abuelo; no es la primera vez que me topó con tipos como usted. Además oculta su rostro por un motivo.
No supe en qué momento le quité el tubo y sin ninguna consideración lo metí por su recto, el hombre dió un grito tan fuerte que muchos se salieron de sus habitaciones mientras corría desesperada por los pasillos de este sitio de mala muerte, me quedé helada al ver que Igor se encontraba fuera y al ver que estaba huyendo me detuvo del cabello.
—Quiero que en este momento me digas que hiciste con el señor A, si le has hecho algo te advierto que te voy a cortar en pedazos y les daré de comer a mis perros tus trozos de carne —él me golpeó muy fuerte —esto es un pequeño adelanto, ahora vamos adentro para ver que sucedió y el motivo por el cual ese cliente dió un grito tan desgarrador, ya sabes que te va a pasar si el daño es muy serio, eres un jodido grano en el culo, Estrella.
Igor me arrastró por el pasillo que salí corriendo y al llegar al cuarto se quedó helado mientras veía a ese viejo rechoncho con el tubo clavado en su recto, en el momento que me intentó golpear lo empuje y para su mala suerte cayó encima del objeto que este tipo tenía metido, aunque no lo atravesó logró darle un golpe tan fuerte que se quedó en el suelo.
—¡Estrella! —él gritó —ven aquí, m*****a ramera esta me la vas a pagar y muy caro, te encontraré donde sea que te encuentres.
Salí huyendo y me juré no regresar donde Igor, al llegar a mi apartamento supe que no iba a poder permanecer ahí así que tomé las cosas que necesitaba y en el momento que estaba a punto de salir alguien tocó la puerta. Me quedé helada al pensar que era mi proxeneta sin embargo al escuchar la voz familiar del único cliente que recibía aquí fue que abrí.
—Lo siento mucho pero hoy no te voy a poder atender, me metí en serios problemas y no tengo mucho tiempo para irme de acá.
—¿Qué fue lo que te pasó? —el hombre preguntó con voz ronca —¿Quién te golpeó de esa manera? No me mientas.
—Fue mi proxeneta, estoy huyendo de él en estos momentos ya que aunque no sabe dónde vivo pues tiene conexiones que tarde o temprano le van a decir de este piso.
—Vamos, en esta ocasión te voy a ayudar —él entró al apartamento —tengo un sitio seguro donde te puedes quedar y dudo mucho que te encuentren.
Acepté la ayuda ya que no me podía poner con remilgos, él tomó mi bolso maletero y caminó delante de mí. Llegamos a un carro sencillo y subimos, durante todo el camino no se quitó la máscara. Quizás este pequeño detalle me podía ocasionar incomodidad por las circunstancias que se dieron, sin embargo con este hombre las cosas eran diferentes.
Finalmente llegamos a una casa de campo que estaba en medio de un bosque, el chalet tenía todo lo necesario para estar cómodo y entré un poco tímida. Esta persona me transmitía una enorme seguridad que me sorprendía demasiado.
—Creo que aquí vas a estar segura y cómoda, no tengo nada de comida fresca es el único detalle pero mañana vendré a dejarte algunos víveres. Si acaso llegas a tener algún problema puedes apretar el botón de pánico, eso pondrá a la policía aquí en cuestión de minutos.
—Muchas gracias, dudo mucho que Igor me encuentre en este sitio —sonreí un poco tímida —si deseas hablar podemos hacerlo en este momento, siento que cargas con demasiado peso sobre tus hombros y si me buscaste es por algo.
—Muy bien —él me extendió un rollo de billetes —toma tu pago, todo se encuentra completo como siempre.
—No —aparté el dinero —esta ocasión la casa invita, me has ayudado y lo mínimo que puedo hacer es escucharte sin esperar algún tipo de pago.
—Insisto —él colocó el dinero en mis manos —esto te va a ayudar en su momento y creo que deberías guardarlo para más adelante, tendrás que cambiar de trabajo de una vez ya que es demasiado peligroso seguir ejerciendo como persona de la vida alegre, ya luego veremos en qué te puedo ayudar.
Guardé el dinero ya que él no quisó aceptarlo de regreso, una vez que nos pusimos cómodos empezó a hablar acerca de su familia paterna, con esta persona las cosas siempre eran así, no se acostaba conmigo como los demás y solamente quería hablar, me pagaba para que lo escuchará. La primera vez que me buscó pensé por un momento que estaba loco, sin embargo me equivoqué por completo, solamente necesitaba a alguien que lo escuchará.
—No quisiera volver a encontrarme con mi familia paterna pero mi papá me está suplicando que lo haga, es difícil lidiar con ellos y más aún por el maltrato que mi mamá junto con mi hermano recibieron por su parte años atrás.
—Lamento escuchar esto, pero si no deseas ir simplemente no lo hagas. No podemos hacer algo que no queremos sólo porque las personas que queremos nos lo piden, hay cosas que son muy difíciles y tu padre tiene que saberlo perfectamente e incluso creo que debería apoyarte en no tener nada que ver con las personas que humillaron a su esposa y a su otro hijo.
—Mi papá es consciente de que su familia hizo mal pero dice que la sangre es más espesa que el agua, sé que mi mamá se siente entre la espada y la pared por eso no habla nada —él suspiró —las cosas son demasiado complicadas a partir de este punto y quiero regresar a la simplicidad de antes.
—A veces las cosas no son complicadas sino que es uno el que las complica, creo que deberías pensar las cosas y hacer lo que tu corazón te dicta, nadie tiene el derecho a presionarte con algo que es difícil para ti.
—Por eso me gusta hablar contigo —pude imaginar una sonrisa —ves las cosas de una manera bastante simple y tus palabras muchas veces son muy certeras.
—La calle te enseña cosas y los golpes de la vida ni se diga, a veces el ataque viene de las personas que menos pensamos y eso es algo doloroso pero con el tiempo se aprende a que tienes de dos, te lanzas a morir o luchas por seguir adelante.
—Presiento que esto no tiene nada que ver conmigo sino contigo, ¿Por qué hablas de esa forma? Claro está, si se puede saber.
—No se puede saber, aquí tú me pagas para escucharte guapo y no viceversa —sonreí con sarcasmo —te digo así aunque no conozco tu cara y no sé que ocultas debajo de esa máscara, quizás es un rostro desfigurado, honestamente creo que han pasado demasiadas cosas para que las sigas usando, has hablado temas tan íntimos conmigo que lo considero incluso absurdo.
—Me siento más cómodo de esa forma, ahora si me disculpas tengo que irme a mi casa —él se levantó —en la alacena puedes encontrar alimentos enlatados, vendré mañana con víveres para que no tengas que pasar comiendo eso.
—Toma —le di del dinero que me dió —compra lo que te alcance con eso, ni se te ocurra decirme que no porque te voy a dar un puñetazo en el estómago, no quiero ser una carga para ti y punto final. Te espero mañana y maneja con cuidado.
Él se marchó y antes de subir a su carro pude ver que se quitó la máscara pero no pude ver su rostro de forma completa sino solo una parte, su piel era nívea y solo con mirar esta pequeña parte de su cara era capaz de decir que se trataba de un hombre muy apuesto. Entré a la casa y cerré con seguro, bien me tocaría dormir en este sitio y aquí permanecería hasta nuevo aviso. Al día siguiente me desperté con hambre, fui a la alacena y ahí saqué un atún en aceite con unas galletas soda, comí todo con muchas ansias sin embargo luego de unos minutos sentí como mi estómago me estaba doliendo de forma insoportable, fui corriendo al baño para vomitar y luego me senté para hacer el número dos…
Tenía una diarrea que me llevaba el demonio, mi estómago hacía unos ruidos como si tuviera a la niña del exorcista ahí dentro, estaba sudando helado cuando escuché que alguien llegó, en el momento que escuché la voz supe que se trataba de mi benefactor misterioso. Al ver donde se encontraba el papel higiénico miré que no había ni siquiera un pedacito de hoja.—¿En dónde te encuentras? —lo escuché cerca —traje víveres, disculpa la demora pero había un tráfico espantoso a esta hora.—Misterioso enmascarado, ¿De casualidad has traído papel higiénico en las cosas que compraste? Necesito un rollo cuanto antes.Él me dijo en donde se encontraba el papel higiénico y una vez que pude encontrarlo lo utilice, al momento de abrir la puerta sentí como soltaba todos los demonios que mi estómago contenía y el misterioso enmascarado salió huyendo a una distancia considerable.—Madre mía pero que chamuco has soltado en estos momentos, ¿Qué te pasó? ¿Acaso has enfermado? Si no estás enferma y sueltas
Fui al tubo y recordé unas cosas que miré en algunas películas donde la protagonista hacía este tipo de cosas, definitivamente la realidad fue otra cosa ya que tropecé en varias ocasiones y me sentí demasiado torpe debido a esto.—Escucha, tengo que reconocer que eres una mujer muy hermosa y te ves excelente en el tubo pero tu torpeza es muy grande. Por el momento te ofrezco el puesto de mesera, si deseas el puesto es tuyo y poco a poco puedes ir aprendiendo cómo bailar en el tubo.—¿Y si tomó lecciones de baile en algún sitio? Realmente quiero el trabajo de bailarina ya que dudo mucho que el salario de mesera sea igual al otro, deme una oportunidad que como le digo aprendo rápido.—Entonces toma las lecciones de baile y después hablamos —él se levantó —voy a darte un mes para que aprendas como bailar y en caso de que no aprendas pues te quedas con el puesto de mesera aunque no prometo que va a estar disponible si acaso llegas a fallar.—¿Quién dijo que no iba a aceptar el puesto de m
Moví mi cabeza de un lado hacia el otro, al menos eso sí podía hacerlo. El hombre se levantó ya que estaba de cuclillas y me miró un poco preocupado.—Creo que no se encuentra bien, deberíamos llevarla al hospital de una vez Parker —él miró a mi jefe con preocupación —te miró demasiado tranquilo, se supone que es tu empleada.—Que lindo está el sol —fue lo primero que se me ocurrió decir y maldije ya que estaba en mi camerino —lo siento, quería decir la luna.—Pero si aquí no se mira la luna —el hombre habló asustado —¿Se siente bien señorita? ¿Acaso tiene fiebre o algo por el estilo?Puso su frente con la mía y esto fue más que suficiente para sentir como mi temperatura subía varios grados centígrados, él le dijo a Parker que tenía fiebre y mi jefe se puso a reír al ver la escena de la que nadie se percataba.—Creo que quien la está poniendo nerviosa eres tú y nadie más que tú —Parker apartó al hombre de mí —hasta el momento ella se había comportado con total normalidad y todo fue qu
Me negué ya que no deseaba dejarlo solo, acerqué una silla a la orilla de la camilla y subí mis pies a la misma por simple inercia; en el momento que me di cuenta de mi metida de pata intenté bajarlos pero Ilán me detuvo mientras reía.—Al parecer no eres de las que piensa mucho las cosas, no te preocupes que no me molesta en absoluto lo que hacer y si te sientes cómoda de esa manera, adelante que no soy quien para juzgar.—A veces eso es un problema —sonreí de lado —eso me trajo consecuencias que me encuentro pagando hasta hoy en día, a veces cuando uno se encuentra enfadado hace cosas que en definitiva no haría en otras circunstancias y no piensa nada más que ver como sacar toda esa ira en la persona que fue la causante de tal sentimiento.—¿Por qué dices eso? —él me miró con interés —sinceramente no te veo como te estás pintando pero a veces las personas nos sorprenden con actitudes que desconocemos por completo.—Hace años cometí un error muy grande que me obligó a salir huyendo d
—¿Quién habló del dinero? —lo empujé y moví mi dedo meñique —me refería a las capacidades de su amiguito, al ser una prostituta según lo que usted dijo puede comprender que no me satisfago con cualquier cosa que me ponen de frente, ahora largo de aquí si no desea tener problemas.—Eres una maldita puta —él se puso rojo de la cólera —no tienes idea con la persona que te has metido.En el momento que él levantó la mano fue detenido por un brazo que se tensó en el momento que lo agarró. Ilán me puso detrás suyo y miré la rabia que tenía, su quijada estaba tan tensa que era capaz de escuchar sus dientes chocar entre ellos mismos.—Suficiente, me quedé callado solo para ver hasta dónde llegaba su ausencia de materia gris pero definitivamente estás en otro nivel —él lo soltó y se vino al suelo —ahora largo de aquí si no deseas que te saqué a patadas.Parker tuvo que intervenir ya que esos dos se iban a pelear, a duras penas detuve a Ilán pero una vez que sacaron a ese cliente fastidioso fue
— En parte por eso me molesto un poco la actitud que tomaron esos albañiles porque no era nada de brujería o algo por el estilo, solamente recordaba a la mujer que me crió como si fuera su hija.—¿Qué fue lo que pasó con tu mamá? —él me miró atenta —también con tu papá, se supone que ellos tenían que estar al pendiente de su hija.—Mi mamá falleció en un accidente aéreo y de mi papá nunca supe nada, mi abuela me dijo que fui producto de una aventura de una noche —sonreí triste —así que cuando me quedé sola fue que me acogió esa anciana tan dulce.—¿No tienes más familia? —negué varias veces —ya veo, en conclusión te quedaste sola en el mundo cuando tu abuela falleció, no tenía idea.—Son cosas que no le cuento a todo el mundo, ahora si me disculpas tengo que hacer algo —me levanté —si quieres desayunar hazlo, yo no tengo hambre.Fui a uno de los cuartos de la casa que había acondicionado como estudio, me senté en el taburete alto que tenía ahí y seguí con la pintura que trabajaba desd
— ¿Te gustaría que ella mantuviera un duelo perpetuo sin la posibilidad de ser feliz con alguien más? Estoy seguro que no quisieras eso, el amor es un sentimiento maravilloso o al menos eso es lo que dicen, si la otra persona desea que ese ser amado le tuviera una fidelidad aún estando en otro mundo eso en definitiva no es amor.Parker se levantó y tomó una copa de coñac, él se alejó desde donde estaba y me quedé pensativo con lo que me dijo. En el escenario se encontraba otra bailarina así que mis ojos simplemente se apartaron de ese sitio y suspiré pesadamente, Astrid era una buena mujer pero me sentía como si traicionará a Gabrielle solo con pensar en esta chica que después de muchos años había logrado hacerme sonreír.—Un centavo por tus pensamientos —Astrid me miró mientras sonreía —¿Acaso tú no tienes trabajo al que asistir? Dudo mucho que un hombre tan bien vestido y con un auto como el que maneja no trabaje como loco.—En estas fechas me tomó libre de la empresa, tengo una com
— Mi jefe es muy bueno y me toma en cuenta para cualquier cosa que me involucré, si digo que no respeta esa decisión sin obligarme a nada que no desee, quizás no es el mejor empleo pero me siento cómoda; esa sensación que tenía de sentirme sucia quedó en el pasado.—Es bueno escuchar eso hija, quiero que sepas que nunca te voy a juzgar por lo que hagas o dejes de hacer, al final solo Dios tiene ese derecho y nadie más. Creo que deberías regresar algún día para confrontar a tu tía y a Angelique, los negocios de la familia Sallow se encuentran pasando por una gran crisis debido a que ellas no se hacen cargo de absolutamente nada y solamente saben derrochar el dinero a manos llenas, tu prima se encuentra por casarse con un hombre muy rico que sabe que a pesar de que la cadena de hoteles está pasando por una enorme dificultad tiene potencial si se llega a ocupar.—Pero la cadena de hoteles Sallow siempre se ha caracterizado por ser un negocio familiar, sinceramente no sé si sea buena idea