— Hola a todas — saludé con una sonrisa a medias — por poco no vengo pero Nathan me dijo que sería bueno que viniera, ¿Cómo han estado?

— Ahí pasándola — Emma me respondió y me miró de reojo — ¿Qué es lo que sucede, Astrid? Te miras completamente diferente y me sorprende para ser franca.

— Son dificultades que se presentan en el camino pero nada que no pueda ser soportable, tratemos de olvidar este asunto por un momento y disfrutemos de este día de campo.

Sabía bien que Emma podía sentir que me encontraba triste, pero por suerte respetaba el hecho de que no quería decirles nada, ella se quedó callada ya que no pensaba mortificarme con mis asuntos personales, me puse a jugar con la pequeña Mariam y mi amiga se sintió aliviada al ver que había regresado a ser la misma de siempre.

— Tengo que admitir que te miras muy bien con esa bebé en tus manos — Ilán se puso a mi lado y sonrió — serás una excelente madre una vez que tengas tus hijos.

— Quisiera decir lo mismo de ti pero por ciertos a