Estimadas lectoras y lectores Espero sigan disfrutando de los capítulos que voy subiendo, esta historia de apoco va contando cosas del pasado que al final influyeron en el presente.
Eran las 10:00 pm y Marco se encontraba bebiendo y fumando en el balcón de la habitación de hotel en donde había decidido hospedarse, aquel hombre había decidido esperar a que fuera una hora decente para hablar con aquella mujer que podía apaciguar su corazón. El día no había sido nada fácil, aun se encontraba un tanto intranquilo por sus acciones, aunque el mismo, se intentaba calmar al pensar en los expedientes de cada uno de los que hoy tuvieron que fallecer.Cuando finalmente el reloj marco las 11:00 pm, Marco tomó su móvil e hizo la llamada que tanto había estado esperando.- ¿Valeria?- ¡Hola Marco! ¿Cómo estás? ¿Llegaste bien? ¿Cómo te fue en el viaje? ¡Ya deberías estar durmiendo! – Se escucho la voz de Valeria preocupada.- ¡Tranquila, tranquila! – Dijo Marco sonriente, nuevamente su corazón se lleno de calidez. - ¡Todo esta bien! Es solo que tuve mucho que revisar hoy y para cuando quise marcarte, para ti ya era de madrugada, por lo que esperé a que fuera una hora decente y n
- ¡Adelante, pasa! – Dijo Massimo al escuchar la voz de su primogénito.- Padre… ¿Cómo has estado? – Dijo Luciano entrando al estudio.No cabía duda, Luciano era todo su reflejo, siempre caminando erguido y orgulloso, siempre cuidando su aspecto, Massimo le vio y no pudo evitar suspirar, él quería que su destino fuera más benévolo que él suyo, pero al recordar lo influenciado que estaba por los Amato, dejaba esas ideas a un lado, él era consciente de que su hijo no era una buena persona, de eso también se consideraba culpable.- ¡Toma asiento! – Dijo Massimo señalándole la silla frene a su escritorio.- Padre… ¿Qué sucede en la compañía? Mi madre me llamo angustiada, dice que Barzinni regreso y nos quiere quitar la compañía ¿Es eso cierto?- Hijo, ¿Volaste de Londres hasta acá, solo porque tu madre te dijo aquello? – Dijo Massimo con un tono de molestia.- ¡Pues sí! Últimamente no has tomado buenas decisiones y alguien debe poner orden en esta familia. – Dijo Luciano altaneramente.Mas
Luego de la última vez que había visto a Massimo, Antonia estaba desecha, ella sentía que había puesto todo de su parte para agradarle, era una chica de buena familia, joven y hermosa. Se sentía orgullosa de su belleza, cualquier hombre se sentiría orgulloso de caminar a su lado, aunque lamentablemente el hombre que estaba a su lado, lamentablemente no lo veía así y había terminado con ella en solo un par de meses.Conseguir el amor de Massimo se le había vuelto una obsesión, a pesar de que aquel hombre le habló claro desde un inicio, ella creía que podía hacerle cambiar de opinión. Encerrada en su habitación, mientras se perdía en aquellos breves momentos en los que convivio con aquel hombre, recordó la primera cita.--- Lazio (2 meses atrás) ---Antonia había conseguido el número de Massimo hurgando el teléfono de su hermano Alessandro, ella había quedado encantada con aquel caballero de hermoso rostro, su regalo le parecía único, ella recién acababa de cumplir los 18 años, ya era un
Laura era la segunda hija de Massimo y Alessia, era chica rubia de cabello lacio, ojos con una mezcla entre gris y verde, su rostro era ovalado, sus mejillas rosadas acentuaban su delicada tez pálida y blanca, para nada había sacado algún rasgo de Massimo o de la familia Pellegrini, ella se daba cuenta de que su padre de alguna manera no era tan cercano como ella quisiera, la joven portaba rasgos muy finos, pero si se comparaba con sus hermanos, no se parecía a ninguno. Laura, desde el embarazo había sufrido del rechazo de su madre, Alessia hubiera preferido perderla, pero el tiempo para abortar ya había pasado. Su madre recordaba muy bien las razones de su rechazo, ella estaba 100% segura que esa hija no era de Massimo, está niña supuestamente era fruto de una noche de copas entre amigas.Alessia recordaba muy bien aquella ocasión, ella acababa de discutir con Massimo, la razón, no era clara, pudieron ser varias, al final había discutido con él y eso la hizo salir de casa ese día, s
A la mañana siguiente, Marco salió en dirección a Florencia, específicamente tenia un lugar que ir a visitar en La Toscana, tenía algunos años que no iba, pero hoy sintió ganas de pasar al Mausoleo de la familia Barzinni, la última vez, Pietro le había acompañado.Marco llevaba en el auto varios ramos de flores blancas, paso a donde estaban sus padres y su hermano, les dejo flores y acaricio cada lapida, como si de una persona se tratara. Luego de ellos, paso a ver a su abuelo, le agradeció todo lo que había hecho por la familia, le agradeció por poner en su camino a Caterina, aquella mujer que por un tiempo fungió como su abuela, pero que ahora, no sabia como tratar, luego de la muerte de Pietro, no habían quedado en buenos términos, al menos no para él.Luego de platicar unos momentos con su familia, fue a donde descansaban los restos de su amada Valentina y su pequeño.- Mi amada Valentina, perdona que no haya venido a verte el año pasado, aun no me encontraba del todo bien. Sabes…
Alessia llegó a Paris con un montón de sueños, sueños a lado de un hombre 20 años mayor que ella, siendo una jovencita, creía que la vida seria buena, aquel hombre viviría con ella y disfrutarían de un futuro juntos. Gabriele por su lado, no esperaba que aquella jovencita se aferrara a él a tal grado, luego de varios meses y tras la presión que la chica ejerció, no pudo más, se vio obligado a contar toda la verdad.Ese día era un día nublado y frio, Alessia y Gabriele estaban acurrucados en la cama de la habitación de la chica, después de estar juntos íntimamente, Gabriele abrazada y jugueteaba con el cabello de la chica, pero ya no podía más con la presión y la culpa, así que decidió comenzar a hablar.- Alessia…- ¿Qué paso mi vida?- Tenemos que hablar… - Dijo el hombre viéndola fijamente.Alessia ese “Tenemos que hablar” lo sintió como cuando sus padres la reprendían por algo malo que había hecho.- ¿De qué? ¿Qué paso? ¿Hay algo mal?- Alessia, mi vida, hay algo que nunca te he dic
Luciano entro en la habitación de Laura, ella estaba escuchando música sentada en el balcón, había escuchado una discusión proveniente del estudio de papá, así que prefirió perderse en la música y en la vista que tenia frente a ella, por lo que no se percato de que su amoroso hermano entro a verla.- ¡Mi niña! ¿Cómo estás? – Dijo Luciano abrazando y esbozando una gran sonrisa.Laura que estaba con los ojos cerrados, perdida en su música y en sus pensamientos, dio un brinco de susto, pero al ver las manos que la abrazaban, volteo con una gran sonrisa.- ¡Luciano! ¡Hermano estas aquí! – Dijo la chica levantándose y abrazándole con fuerza.- ¡Vine solo el fin de semana! Así que debemos aprovechar ¿Quieres salir a cenar conmigo? – Dijo el joven poniendo el brazo para que ella lo tomara.- ¡Si, pero…! Entonces ¿Eras tu quien discutía con nuestro padre? – Pregunto la chica con duda.- ¡Ah ya me conoces! ¡Nunca me quedo callado! Nuestro padre podrá ser un hijo de puta, pero yo también lo soy,
Rápidamente el fin de semana había pasado, era domingo por la tarde, los tres Barzinni esperaban con ansia en el aeropuerto la llegada del pequeño Gio y su nana, Camila. Después de recoger al pequeño Gio, irían por Emma Fiore, quien finalmente accedió a vivir con la familia Barzinni, Emma ya era una mujer mayor, Valeria no quería que viviera en su casa, aunque muy mona, pero no quería que viviera sola en Florencia.Marco tenía muchos asuntos que arreglar; aun así, había abierto un hueco para recibir a su pequeño hijo y llevar a todos a cenar. A partir de mañana se integraría a la compañía Pellegrini, debía descansar bien, ya que para el era desconocido el ambiente y tenia que estar alerta ante cualquier cosa que los Pellegrini tuvieran preparada para él.Eran las 6:00pm cuando el avión donde viajaba Gio y Camila estaba aterrizando, luego de pasar por la aduana, los últimos integrantes de la familia Barzinni se estaban reuniendo con la demás familia, Valeria al ver cruzar a su pequeño l