Estimadas lectoras y lectores Trabajo para subir más capítulos de la historia, ya poco a poco nos veremos solo en el presente.
Luciano entro en la habitación de Laura, ella estaba escuchando música sentada en el balcón, había escuchado una discusión proveniente del estudio de papá, así que prefirió perderse en la música y en la vista que tenia frente a ella, por lo que no se percato de que su amoroso hermano entro a verla.- ¡Mi niña! ¿Cómo estás? – Dijo Luciano abrazando y esbozando una gran sonrisa.Laura que estaba con los ojos cerrados, perdida en su música y en sus pensamientos, dio un brinco de susto, pero al ver las manos que la abrazaban, volteo con una gran sonrisa.- ¡Luciano! ¡Hermano estas aquí! – Dijo la chica levantándose y abrazándole con fuerza.- ¡Vine solo el fin de semana! Así que debemos aprovechar ¿Quieres salir a cenar conmigo? – Dijo el joven poniendo el brazo para que ella lo tomara.- ¡Si, pero…! Entonces ¿Eras tu quien discutía con nuestro padre? – Pregunto la chica con duda.- ¡Ah ya me conoces! ¡Nunca me quedo callado! Nuestro padre podrá ser un hijo de puta, pero yo también lo soy,
Rápidamente el fin de semana había pasado, era domingo por la tarde, los tres Barzinni esperaban con ansia en el aeropuerto la llegada del pequeño Gio y su nana, Camila. Después de recoger al pequeño Gio, irían por Emma Fiore, quien finalmente accedió a vivir con la familia Barzinni, Emma ya era una mujer mayor, Valeria no quería que viviera en su casa, aunque muy mona, pero no quería que viviera sola en Florencia.Marco tenía muchos asuntos que arreglar; aun así, había abierto un hueco para recibir a su pequeño hijo y llevar a todos a cenar. A partir de mañana se integraría a la compañía Pellegrini, debía descansar bien, ya que para el era desconocido el ambiente y tenia que estar alerta ante cualquier cosa que los Pellegrini tuvieran preparada para él.Eran las 6:00pm cuando el avión donde viajaba Gio y Camila estaba aterrizando, luego de pasar por la aduana, los últimos integrantes de la familia Barzinni se estaban reuniendo con la demás familia, Valeria al ver cruzar a su pequeño l
Después de salir del cementerio tomó camino para ir a visitar a Caterina, era una visita que no le agradaba pero que tenía que hacer. A esa mujer, independientemente de que hubiera sucedido, le debía respeto, ella le había cuidado y salvado la vida, jamás había flaqueado y decidido desconectarlo, solo esa razón hacía que él no pudiera alejarse.Luego de un rato conduciendo llegó a la mansión, Leopoldo le costó reconocerle, pero al final, él escuchó su voz y dijo:- ¿Señor Barzinni? ¿Es usted? – Pregunto el mayordomo con duda.- ¡Hola Leopoldo! ¿Se encuentra Caterina? – Respondió tranquilamente el joven.- ¡Si, señor! – Aun sin salir del asombro el mayordomo respondió.- ¡Me gustaría verla! ¿Se puede? – Dijo Marco pacientemente.La mirada de escrudiño que le estaba dirigiendo Leopoldo a Marco le incomodaba, pero era de esperarse, ese hombre de 50 años le había conocido en un momento de la vida en la que solo se veía como un pedazo de carne, que apenas y podía respirar.- Pase por aquí,
El lunes finalmente había llegado, Marco tomaría el cargo como director de Finanzas en el Conglomerado Pellegrini, muy a pesar de que Alessia intento todo el fin de semana persuadir a Massimo sobre esa “estúpida idea” claramente él sabía que no podía negarse, pero hacer entender a su querida esposa sobre la situación de la compañía, era hablar con la pared.Massimo sabía que, si Marco estaba dentro de la compañía, en cualquier momento se toparía con Guadalupe, ya fuera en una cena de negocios, en un aniversario o algún otro evento; además de que, Marco le había pedido que la empresa de mercadotecnia y publicidad del grupo Pellegrini la apoyara a lanzar su marca de joyería en Italia.Massimo había estado ocupado la semana pasada, la visita a Madrid, conocer a Paloma, la visita de su irresponsable hijo y el fin de semana libre de sus dos hijos menores, habían hecho que no tuviera tiempo de idear un plan para acercarse a Guadalupe, pero era un hecho de que estaría involucrado en la campañ
Dos años antes de viajar a Italia, Valeria supo por Marco que una fracción de la compañía Pellegrini siempre fue de su familia, al ser la única de la que se tenía conocimiento de su existencia, era la heredera del 33% de la compañía. La cuestión era que Caterina, ni Pietro le habían mencionado nada en el tiempo que ella estuvo en Italia.Ahora toda la compañía era dirigida por la máxima autoridad que era Massimo Pellegrini, Leonardo Pellegrini se había jubilado después de la muerte de Pietro. Actualmente tenía 73 años y de esa compañía no quería saber nada, entre mas lejos estuviera, para él sería mejor.Siguiendo con la idea que ella era la única viva o presente, el porcentaje que le tocaba no era nada despreciable. Aquí la pregunta que siempre le rondaba en la mente de Valeria era ¿Por qué Caterina nunca le menciono nada? Ella vivió en una jaula de oro mientras estuvo casada con Massimo, sufrió humillaciones y vejaciones, cuando tenía el dinero suficiente para salir de ahí y nunca má
Marco llego al edificio del conglomerado Pellegrini, descendió de un auto normal, su tan acostumbrado BMW X6, para los Pellegrini, el lujo era sinónimo de estatus, pero para él, entre más desapercibido pasara, mejor. Massimo ya había dado indicaciones de que el señor Barzinni llegaría y debía ser tratado como si fuese el CEO, nadie entendía que sucedía, todos sabían que Massimo era el único dueño y CEO, de la noche a la mañana ¿Llegaría otro?Al descender del auto, el valet parking de la compañía, se acerco y tomo sus llaves.- ¡Buenos días, señor Barzinni! – Dijo aquel joven.- ¡Hola! – Respondió Marco con una sonrisa dibujada en el rostro. - Es enorme este lugar, ¿verdad?- ¡Si señor! Es una de las empresas mas importantes en el país. – Dijo el chico orgulloso.- ¡Lo se! ¡Lo se!Mientras observaba el enorme edificio, sus guardaespaldas analizaban al chico con el que conversaba Barzinni.- ¡Tranquilos chicos! ¡Es solo un chico! – Por dentro pensaba “El verdadero peligro esta dentro de
Massimo tuvo que pararse detrás de su esposa, la cual se encontraba sentada queriendo lanzarse contra Marco, le sostuvo los hombros ejerciendo un poco de presión, señal de que debía mantener la calma y la boca cerrada. Alessia no tuvo mas que calmarse y esperar a poder hablar en privado con su esposo, Luciano intentaba entender que era lo que pretendía aquel hombre, desconocía la historia entre el y su familia, así que debía andarse con cuidado, evitando levantar sospechas por el lado de su padre y por el lado de Barzinni.Después de que la reunión terminara debido a muchas otras mas reuniones, Barzinni fue acompañado por aquella nerviosa secretaria que los había atendido con anterioridad.- ¡Señor Barzinni, esta será su oficina! Si hay algo que no le agrade, puede notificármelo, mandare a hacer los ajustes que usted solicite. – Dijo la chica en un tono nervioso.- ¿Cómo te llamas? – Pregunto Marco.- Greta, señor, Greta Parisi… Muy bien Greta, vamos a remodelar todo el lugar, este col
Faltaban 15 minutos para las 3:00pm cuando una BMW aparcó frente a las oficinas del conglomerado Pellegrini, de este descendió una hermosa mujer, vestía un sencillo pero elegante vestido de estambre color café, llevaba un delgado suéter beige y unas sandalias altas al tono del vestido, su cabello elegantemente estaba recogido en un chongo despeinado.Después de muchos años Valeria regresaba a ese lugar, la primera y única vez que ella estuvo ahí, fue cuando encontró a su entonces marido y su asistente en una situación embarazosa. Luego de ello, Massimo le había prohibido ir, ahora su actual esposo parecía que había avisado a todo el personal, que vendría su esposa, por lo que el valet al ver la camioneta muy parecida a la de la mañana y ver a la mujer descender de ella, supuso que se trataba de la esposa del señor Barzinni.- Señora Barzinni?- Si! Dígame…- El señor Barzinni, la espera solo repórtese en la recepción y el vendrá por usted.- Gracias! - Dijo Valeria esbozando una amplia