Estimadas lectoras y lectores He demorado un poco en subir capitulo hoy, pero ya les subo en el transcurso de hoy , algunos más. ¡Espérenlos!
Después de salir del cementerio tomó camino para ir a visitar a Caterina, era una visita que no le agradaba pero que tenía que hacer. A esa mujer, independientemente de que hubiera sucedido, le debía respeto, ella le había cuidado y salvado la vida, jamás había flaqueado y decidido desconectarlo, solo esa razón hacía que él no pudiera alejarse.Luego de un rato conduciendo llegó a la mansión, Leopoldo le costó reconocerle, pero al final, él escuchó su voz y dijo:- ¿Señor Barzinni? ¿Es usted? – Pregunto el mayordomo con duda.- ¡Hola Leopoldo! ¿Se encuentra Caterina? – Respondió tranquilamente el joven.- ¡Si, señor! – Aun sin salir del asombro el mayordomo respondió.- ¡Me gustaría verla! ¿Se puede? – Dijo Marco pacientemente.La mirada de escrudiño que le estaba dirigiendo Leopoldo a Marco le incomodaba, pero era de esperarse, ese hombre de 50 años le había conocido en un momento de la vida en la que solo se veía como un pedazo de carne, que apenas y podía respirar.- Pase por aquí,
El lunes finalmente había llegado, Marco tomaría el cargo como director de Finanzas en el Conglomerado Pellegrini, muy a pesar de que Alessia intento todo el fin de semana persuadir a Massimo sobre esa “estúpida idea” claramente él sabía que no podía negarse, pero hacer entender a su querida esposa sobre la situación de la compañía, era hablar con la pared.Massimo sabía que, si Marco estaba dentro de la compañía, en cualquier momento se toparía con Guadalupe, ya fuera en una cena de negocios, en un aniversario o algún otro evento; además de que, Marco le había pedido que la empresa de mercadotecnia y publicidad del grupo Pellegrini la apoyara a lanzar su marca de joyería en Italia.Massimo había estado ocupado la semana pasada, la visita a Madrid, conocer a Paloma, la visita de su irresponsable hijo y el fin de semana libre de sus dos hijos menores, habían hecho que no tuviera tiempo de idear un plan para acercarse a Guadalupe, pero era un hecho de que estaría involucrado en la campañ
Dos años antes de viajar a Italia, Valeria supo por Marco que una fracción de la compañía Pellegrini siempre fue de su familia, al ser la única de la que se tenía conocimiento de su existencia, era la heredera del 33% de la compañía. La cuestión era que Caterina, ni Pietro le habían mencionado nada en el tiempo que ella estuvo en Italia.Ahora toda la compañía era dirigida por la máxima autoridad que era Massimo Pellegrini, Leonardo Pellegrini se había jubilado después de la muerte de Pietro. Actualmente tenía 73 años y de esa compañía no quería saber nada, entre mas lejos estuviera, para él sería mejor.Siguiendo con la idea que ella era la única viva o presente, el porcentaje que le tocaba no era nada despreciable. Aquí la pregunta que siempre le rondaba en la mente de Valeria era ¿Por qué Caterina nunca le menciono nada? Ella vivió en una jaula de oro mientras estuvo casada con Massimo, sufrió humillaciones y vejaciones, cuando tenía el dinero suficiente para salir de ahí y nunca má
Marco llego al edificio del conglomerado Pellegrini, descendió de un auto normal, su tan acostumbrado BMW X6, para los Pellegrini, el lujo era sinónimo de estatus, pero para él, entre más desapercibido pasara, mejor. Massimo ya había dado indicaciones de que el señor Barzinni llegaría y debía ser tratado como si fuese el CEO, nadie entendía que sucedía, todos sabían que Massimo era el único dueño y CEO, de la noche a la mañana ¿Llegaría otro?Al descender del auto, el valet parking de la compañía, se acerco y tomo sus llaves.- ¡Buenos días, señor Barzinni! – Dijo aquel joven.- ¡Hola! – Respondió Marco con una sonrisa dibujada en el rostro. - Es enorme este lugar, ¿verdad?- ¡Si señor! Es una de las empresas mas importantes en el país. – Dijo el chico orgulloso.- ¡Lo se! ¡Lo se!Mientras observaba el enorme edificio, sus guardaespaldas analizaban al chico con el que conversaba Barzinni.- ¡Tranquilos chicos! ¡Es solo un chico! – Por dentro pensaba “El verdadero peligro esta dentro de
Massimo tuvo que pararse detrás de su esposa, la cual se encontraba sentada queriendo lanzarse contra Marco, le sostuvo los hombros ejerciendo un poco de presión, señal de que debía mantener la calma y la boca cerrada. Alessia no tuvo mas que calmarse y esperar a poder hablar en privado con su esposo, Luciano intentaba entender que era lo que pretendía aquel hombre, desconocía la historia entre el y su familia, así que debía andarse con cuidado, evitando levantar sospechas por el lado de su padre y por el lado de Barzinni.Después de que la reunión terminara debido a muchas otras mas reuniones, Barzinni fue acompañado por aquella nerviosa secretaria que los había atendido con anterioridad.- ¡Señor Barzinni, esta será su oficina! Si hay algo que no le agrade, puede notificármelo, mandare a hacer los ajustes que usted solicite. – Dijo la chica en un tono nervioso.- ¿Cómo te llamas? – Pregunto Marco.- Greta, señor, Greta Parisi… Muy bien Greta, vamos a remodelar todo el lugar, este col
Faltaban 15 minutos para las 3:00pm cuando una BMW aparcó frente a las oficinas del conglomerado Pellegrini, de este descendió una hermosa mujer, vestía un sencillo pero elegante vestido de estambre color café, llevaba un delgado suéter beige y unas sandalias altas al tono del vestido, su cabello elegantemente estaba recogido en un chongo despeinado.Después de muchos años Valeria regresaba a ese lugar, la primera y única vez que ella estuvo ahí, fue cuando encontró a su entonces marido y su asistente en una situación embarazosa. Luego de ello, Massimo le había prohibido ir, ahora su actual esposo parecía que había avisado a todo el personal, que vendría su esposa, por lo que el valet al ver la camioneta muy parecida a la de la mañana y ver a la mujer descender de ella, supuso que se trataba de la esposa del señor Barzinni.- Señora Barzinni?- Si! Dígame…- El señor Barzinni, la espera solo repórtese en la recepción y el vendrá por usted.- Gracias! - Dijo Valeria esbozando una amplia
Rápidamente había pasado una semana, Marco iba camino al ascensor que lo llevaría directo a su oficina, después de dos días, esta ya tenia el aspecto que el hombre deseaba. Ya había revisado los balances financieros, identifico algunos movimientos que no parecían tener explicación, ya que si algo tenia Marco, era que para el dinero era muy cuidadoso y meticuloso, algún movimiento fuera de lo normal lo identificaba fácilmente.- “Después de todo, Alessia no era tan inteligente como se creía” – Pensó Marco.El ascensor estaba por cerrar la puerta, cuando una delgada y blanca mano impidió esto, era nada más y nada menos que Alessia. Marco no se sorprendió, era normal que ella pudiera utilizar ese ascensor solo destinado a Massimo y Marco, finalmente ella era esposa del primero.- ¡Hola Marco! – Dijo Alessia en un tono sutilmente sugerente.- Hola Alessia ¿Cómo estás? – Respondió Marco amablemente.- ¡Bien! ¡Gracias por preguntar! Hace mucho tiempo que no me preguntan eso.- ¿Ah sí?- ¡Si!
Marco llegó a su oficina, vio el mundo de documentos que tenia que revisar y sintió la necesidad de una buena taza de café. Debía reconocer que su oficina en Italia estaba más equipada que en México, pero eran los lujos a los que estaban acostumbrados ahí, solo debía dejarse consentir.Greta se dividía entre el CEO y el director de Finanzas, aunque el primero era muy demandante, aun se daba tiempo la chica para atender una que otra necesidad de Marco, tomo aire y le dejo salir en un suspiro de nostalgia, su Valeria, realmente necesitaba a su Valeria a su lado, ella hacia su vida en el trabajo más fácil.Mientras tomaba café y miraba por el ventanal, no pudo evitar recordar como su bella, hermosa y sexy asistente, dejo de ser su asistente y se convirtió en su esposa.--- Ciudad de México (15 años atrás) ---Marco estaba atiborrado de trabajo y Valeria como casi todos los días, le acompañaba en la revisión de minutas y reportes que llegaban a su oficina, afortunadamente, los últimos cont