Estimadas lectoras y lectores Estoy trabajando para subirles más capítulos, ¡Sigan disfrutándolos!
Marco llego al edificio del conglomerado Pellegrini, descendió de un auto normal, su tan acostumbrado BMW X6, para los Pellegrini, el lujo era sinónimo de estatus, pero para él, entre más desapercibido pasara, mejor. Massimo ya había dado indicaciones de que el señor Barzinni llegaría y debía ser tratado como si fuese el CEO, nadie entendía que sucedía, todos sabían que Massimo era el único dueño y CEO, de la noche a la mañana ¿Llegaría otro?Al descender del auto, el valet parking de la compañía, se acerco y tomo sus llaves.- ¡Buenos días, señor Barzinni! – Dijo aquel joven.- ¡Hola! – Respondió Marco con una sonrisa dibujada en el rostro. - Es enorme este lugar, ¿verdad?- ¡Si señor! Es una de las empresas mas importantes en el país. – Dijo el chico orgulloso.- ¡Lo se! ¡Lo se!Mientras observaba el enorme edificio, sus guardaespaldas analizaban al chico con el que conversaba Barzinni.- ¡Tranquilos chicos! ¡Es solo un chico! – Por dentro pensaba “El verdadero peligro esta dentro de
Massimo tuvo que pararse detrás de su esposa, la cual se encontraba sentada queriendo lanzarse contra Marco, le sostuvo los hombros ejerciendo un poco de presión, señal de que debía mantener la calma y la boca cerrada. Alessia no tuvo mas que calmarse y esperar a poder hablar en privado con su esposo, Luciano intentaba entender que era lo que pretendía aquel hombre, desconocía la historia entre el y su familia, así que debía andarse con cuidado, evitando levantar sospechas por el lado de su padre y por el lado de Barzinni.Después de que la reunión terminara debido a muchas otras mas reuniones, Barzinni fue acompañado por aquella nerviosa secretaria que los había atendido con anterioridad.- ¡Señor Barzinni, esta será su oficina! Si hay algo que no le agrade, puede notificármelo, mandare a hacer los ajustes que usted solicite. – Dijo la chica en un tono nervioso.- ¿Cómo te llamas? – Pregunto Marco.- Greta, señor, Greta Parisi… Muy bien Greta, vamos a remodelar todo el lugar, este col
Faltaban 15 minutos para las 3:00pm cuando una BMW aparcó frente a las oficinas del conglomerado Pellegrini, de este descendió una hermosa mujer, vestía un sencillo pero elegante vestido de estambre color café, llevaba un delgado suéter beige y unas sandalias altas al tono del vestido, su cabello elegantemente estaba recogido en un chongo despeinado.Después de muchos años Valeria regresaba a ese lugar, la primera y única vez que ella estuvo ahí, fue cuando encontró a su entonces marido y su asistente en una situación embarazosa. Luego de ello, Massimo le había prohibido ir, ahora su actual esposo parecía que había avisado a todo el personal, que vendría su esposa, por lo que el valet al ver la camioneta muy parecida a la de la mañana y ver a la mujer descender de ella, supuso que se trataba de la esposa del señor Barzinni.- Señora Barzinni?- Si! Dígame…- El señor Barzinni, la espera solo repórtese en la recepción y el vendrá por usted.- Gracias! - Dijo Valeria esbozando una amplia
Rápidamente había pasado una semana, Marco iba camino al ascensor que lo llevaría directo a su oficina, después de dos días, esta ya tenia el aspecto que el hombre deseaba. Ya había revisado los balances financieros, identifico algunos movimientos que no parecían tener explicación, ya que si algo tenia Marco, era que para el dinero era muy cuidadoso y meticuloso, algún movimiento fuera de lo normal lo identificaba fácilmente.- “Después de todo, Alessia no era tan inteligente como se creía” – Pensó Marco.El ascensor estaba por cerrar la puerta, cuando una delgada y blanca mano impidió esto, era nada más y nada menos que Alessia. Marco no se sorprendió, era normal que ella pudiera utilizar ese ascensor solo destinado a Massimo y Marco, finalmente ella era esposa del primero.- ¡Hola Marco! – Dijo Alessia en un tono sutilmente sugerente.- Hola Alessia ¿Cómo estás? – Respondió Marco amablemente.- ¡Bien! ¡Gracias por preguntar! Hace mucho tiempo que no me preguntan eso.- ¿Ah sí?- ¡Si!
Marco llegó a su oficina, vio el mundo de documentos que tenia que revisar y sintió la necesidad de una buena taza de café. Debía reconocer que su oficina en Italia estaba más equipada que en México, pero eran los lujos a los que estaban acostumbrados ahí, solo debía dejarse consentir.Greta se dividía entre el CEO y el director de Finanzas, aunque el primero era muy demandante, aun se daba tiempo la chica para atender una que otra necesidad de Marco, tomo aire y le dejo salir en un suspiro de nostalgia, su Valeria, realmente necesitaba a su Valeria a su lado, ella hacia su vida en el trabajo más fácil.Mientras tomaba café y miraba por el ventanal, no pudo evitar recordar como su bella, hermosa y sexy asistente, dejo de ser su asistente y se convirtió en su esposa.--- Ciudad de México (15 años atrás) ---Marco estaba atiborrado de trabajo y Valeria como casi todos los días, le acompañaba en la revisión de minutas y reportes que llegaban a su oficina, afortunadamente, los últimos cont
Valeria quedo sin palabras, sus ojos se inundaron de lágrimas, Marco tomo el anillo y lo puso en su dedo anular de la mano izquierda, ella con la otra mano se cubría la boca y sonreía, era una mezcla de emociones que no sabía cómo manejar, sus lágrimas eran de alegría, pero de nostalgia a la vez, su cabeza era un lio, este hombre había hecho realidad lo que en algún momento imaginó, cuando aun era una joven de 16 años llena de sueños y no había vivido todo lo que le tocó vivir.- ¡Acepto! Si, Marco, ¡Acepto! – Dijo Valeria entre lágrimas cuando él se levantaba y le abrazaba.Esta acción no pasó desapercibida por los comensales, los cuales, al ver la reacción de la chica, se emocionaron y se sintieron parte del evento, aplaudieron tan bella propuesta de matrimonio.Valeria sentía como sus mejillas le ardían, estaba tan sonrojada, Marco calmo sus nervios asentándole un beso, este le supo tan dulce, lo sintió tan cálido, que se le lleno el corazón, aquel que por años permaneció dormido ha
Marco terminó su segunda taza de café ante la mirada atónita de Greta, él se encontraba muy tranquilo y la chica, estaba nerviosa de lo que sucedería, el señor Pellegrini realmente se veía molesto, muy molesto.- Bien, Greta. ¡Vamos! - Dijo Marco con mucha tranquilidad.- ¡Sí señor!Ambos salieron de su oficina, Marco cerró la puerta, él había cambiado todo en aquel lugar, incluso hasta el acceso a su oficina debía ser solo de personal autorizado.- ¿Se puede?- ¡Adelante! ¡Pasa Marco! – Dijo Massimo mientras revisaba unos documentos.- Vine a verte, me dijo Greta que ¡Me buscas!- Si, quiero revisar porque has cancelado varios presupuestos para contratos que lleva el área de ventas. – Dijo Massimo levantando la vista para verle.- ¡Muy fácil! Ya los revisé y están sobrevalorados, se está destinado demasiado dinero a proyectos que no se les ve futuro y otros que son realmente buenas oportunidades, los están descartando sin miramiento alguno, ¿Qué pasa con eso Massimo?- Marco, pero ant
Alessia llegó a su lugar, su semblante era relajado, su asistente hacía tiempo que no veía ese rostro así. Casi siempre estaba de mal humor, incluso iba vestida diferente, pero aún no podía descifrar qué intenciones tenía o qué plan traía entre manos, ya que, si alguien conocía a Alessia era su asistente, esa mujer conocía los más oscuros de sus secretos, aunque era ya mayor, Alessia se resistía a dejarla ir, por lo que a sus 60 años Narcisa seguía ahí con ella.- Alessia querida, ¿Tienes alguna reunión que no sepa? – Pregunto Narcisa con duda.- ¿Por qué la pregunta Narcisa? – Dijo Alessia mientras tomaba asiento.- ¡Hoy en particular te vez radiante!- Nada en particular, solo tengo una reunión con el director de finanzas.- Ese hombre es muy apuesto, pero es casado Alessia, no te metas en líos innecesarios.- ¡Tranquila Narcisa! Solo es una reunión, necesito ver hasta donde es capaz de llegar ese hombre. – Dijo Alessia son una sonrisa un tanto malévola.Narcisa en un intento de pers