Estimadas lectoras y lectores Espero sigan disfrutando de la historia tanto como yo. Próximamente verán un gran giro en la historia, recuerden que poco a poco se ira explicando.
Massimo llego a Lazio e inmediatamente fue a ver a Alessia, sabia que no sería fácil lidiar con su ira, pero no esperaba encontrar a una mujer en ropa holgada, con ojos y nariz roja. Cuando vio el vientre hinchado de la chica, se sintió el ser mas miserable, ella era la futura madre de su hijo, había pasado por el momento mas critico en su embarazo sola y ahora, nuevamente se encontraba así, sola.- Alessia… - Dijo el hombre abriendo la puerta y estrujándola en sus brazos.- ¡Vete! ¡Déjame! ¡Mi bebe y yo no te necesitamos! – Dijo la chica mientras era abrazada por Massimo.- ¡Lamento mucho no regresar contigo! ¡De verdad lo lamento! ¡Prometo no volver a dejarte! ¡Por favor, ya no llores! – Dijo Massimo con culpa.- Massimo, se que no nos quieres, si estás aquí es por compromiso. Este bebe no merece una familia así, ¡Yo puedo criarle sola, no necesitamos de ti! – Dijo Alessia dejando salir lo que en mucho tiempo se había guardado.- ¡Alessia no es lo que tu piensas! Yo realmente quiero
--- Gaeta---Pietro y Guadalupe regresaron a casa, ella aun estaba delicada, por lo que este había dado indicaciones de que debían apoyarle en todo lo humanamente posible, tan pronto llegaran a casa. Angostina le había preparado una exquisita comida, la futura mamá debía mantenerse bien alimentada y hoy mas que nunca se sentía con la obligación de cuidar de la señora Pellegrini y su bebé.- Señor, señora… Lamento mucho lo ocurrido, terminen de llegar a casa, en un momento les llevare la cena a la recamara. Señora, procure no hacer esfuerzos y todo lo que necesite, usted solo pídalo, haremos lo posible para apoyarle.- ¡Gracias Angostina! De verdad ¡Muchas gracias por el apoyo…! – Dijo Guadalupe mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, sus manos cargaban la urna con las cenizas de su abuelo.- ¡No señora! No más lágrimas, el bebé lo va a resentir y esta muy pequeño para soportar tanto dolor. Tome un baño, relájese, ya está en casa y aquí nada malo puede suceder. Deme la urna, es muy p
--- La Toscana ---Pronto habían pasado ya dos meses desde la muerte de Alberto, aunque le había costado trabajo al Agente Conti, este había logrado encontrar información relacionada con el arresto de Alberto Priego.- Señora Caterina ¿Podemos vernos? Tengo algo que creo que le va a interesar. Una parte se la he enviado a su correo, pero es imperativo que la vea.- Agente Conti, dígame donde le puedo ver y ahí estaré.- Nos vemos en el…- ¿Agente Conti? ¿Sigue ahí?Después de esa abrupta llamada, no volvió a recibir otra información del agente, este había desaparecido del mapa y los archivos que le envió por correo, no le dejaban claro a Caterina que era lo que había descubierto.--- Lazio ---En una semana seria la boda del año, Massimo Pellegrini y Alessia Amato se unirían en santo matrimonio en la Catedral de Milán. La boda se celebraría entre lo más alto, la crema y nata de la sociedad asistiría al evento.Las revistas de sociales no paraban de sacar artículos sobre la unión de est
En el Aeropuerto de Fiumicino en Roma en un hangar privado, una hermosa mujer de cabello largo y rubio descendía de un avión. Delante de ella iba un atractivo y elegante hombre, el rostro del este era perfilado y atractivo, una ligera barba cubría parte de él, sus ojos estaban cubiertos por unas gafas oscuras de aviador, este hombre de un metro noventa y tantos poseía un aura altiva e imponente.Al bajar del avión, volteo y le regalo una gran sonrisa a la chica que iba descendiendo detrás de él. Ella llevaba un hermoso vestido color beige y unas zapatillas a juego, en sus manos llevaba un sombrero Borsalino y unas enormes gafas Chanel. Al bajar del avión, está se coloco el sombrero y cubrió sus ojos con esas enormes gafas que llevaba en las manos, luego de ello, él tomo su mano y comenzaron a caminar juntos hacia la aduana.Aquella pareja iba discretamente custodiada por al menos una docena de guardaespaldas, él caminaba elegante y seguro. Las miradas de una que otra mujer se posaban e
Luego de media hora de camino, una camioneta custodiada por otras dos, llego a la entrada del Cementerio Flaminio. De esta descendió aquella pareja, que recién acababa de llegar después de un largo, muy largo tiempo fuera de Italia.El caballero tomo la mano de la chica y la ayudo a bajar de la camioneta, uno de sus guardaespaldas les dio el ramo y procedió a acompañarlos a una distancia apropiada. Necesitaban privacidad, pero también necesitaban seguridad, por lo que los guardaespaldas les seguían desde varios frentes.- ¡Vamos, mi amada Valeria! Según lo que me dijo Federico, debe ser por este pasillo. – Dijo el caballero señalando uno de los tantos pasillos del cementerio.- Vamos… - Dijo la chica apretando con una mano el ramo de peonias y con la otra tomándole la mano a su amado esposo.Luego de algunos pasillos, encontraron el columbario en donde se encontraba la placa con el nombre completo, fecha de nacimiento y fecha de fallecimiento de aquel amado amigo. Adicional, el esposo
Luego de que Valeria estuviera unos minutos frente al lugar donde descansaban las cenizas de Pietro. Marco Barzinni tuvo que pedirle que se fueran, era obvio que los Pellegrini se darían cuenta de que alguien había ido a visitarle.- ¡Mi amada Valeria! Debemos irnos, es un poco peligroso estar aquí. – Dijo Marco viendo al equipo de seguridad hacerle señas.Uno de los tantos hombres que le cuidaban las espaldas a Marco, le había hecho señas de que alguien estaba merodeando por ahí. Razón bastante fuerte para solicitarles retirarse de ahí oportunamente.- Valeria mi vida, ya habrá tiempo para venir nuevamente, por ahora debemos marcharnos.- ¡Entiendo! ¡Gracias por permitirme venir a verle! ¡Ahora puedo estar más tranquila!Valeria y Marco abandonaron el lugar antes de que cualquier persona allegada a los Pellegrini o Amato pudiera reaccionar.Después de unos 20 minutos en auto, finalmente Valeria y Marco llegaron a Parioli, la camioneta se detuvo frente a una enorme casa color blanco, c
- ¡Mi querida Emma! Ha pasado tanto tiempo… - Dijo Valeria con lágrimas en los ojos.- ¡Mi niña! ¡No llores! Esos ojos no me gustan cuando lloras… - Dijo Emma limpiándole las lagrimas con su mano y abrazándole.Emma había trabado toda su vida con la familia Pellegrini, al contraer nupcias Massimo con Alessia, está recordando que Guadalupe vivió con ella, tomo la decisión de correrla de la mansión. Massimo nunca se entero de lo sucedido, solo un día fue a la mansión y ya no estaba Emma.- Emma… Lamento mucho haber tardado tanto en encontrarte. – Dijo Valeria acariciando la mano de la mujer que le abrazaba.- ¡No, mi niña! ¡Yo debería lamentar mas haber permitido tantas cosas! Para empezar, nunca debí callar lo que vivimos con Massimo, ¡Él fue un maldito! Pero ahora ya esta recibiendo su merecido… - Dijo Emma con un poco de nostalgia en el tono de voz.- Emma… ¡Quiero que vivas aquí conmigo! Por eso le había dicho a Marco que fuera por ti a Florencia, aunque no me imagine llegar y verte
No muy lejos de donde se encontraba la casa de los Barzinni, Massimo Pellegrini acompañaba a una joven y hermosa chica en la Galería Nacional de Arte Moderno. Después de dar su tour por el lugar, Massimo había decidido que fueran a tomar un café, la chica entusiasmada no puso objeción.- ¡Massimo, mi vida! Voy al tocador, regreso en un momento.- OkDespués de la muerte de Pietro, muchas cosas cambiaron en la vida de Massimo. El mismo día que los restos de Pietro iban a ser cremados, Guadalupe había desaparecido, no dijo nada, no dijo adiós, solo cuando todos se dieron cuenta de su ausencia, ella se había marchado. Él pensó que había utilizado el caos de la muerte de su hermano para irse, nuevamente estaba muy lejos de la realidad.Mientras la chica iba al tocador, Massimo saco un cigarrillo y lo encendió, esa mala costumbre se le había ido quedando y le era inevitable dejarla, saco su teléfono y entro a su nube, busco fotos de 20 años atrás, encontrando una que guardaba con mucho rece