Estimadas lectoras y lectores Aquí les dejo un capítulo más de esta historia... Pietro sabe que la vida de Guadalupe, después de que supuestamente murió, no fue fácil, pero debía dejarle claro que ella sola o acompañada, era capaz de hacer cualquier cosa.
Aldo abrazaba a Celeste, quien de momentos lloraba, ya que sentía como si le estuviesen arrancando una parte de ella, llevaban ya una semana y no había señales de que Pietro fuese a responder, la inflamación había cedido, pero por alguna extraña razón, su cerebro no mostraba actividad.De repente, el sonido de las máquinas a las que estaba conectado Pietro comenzó a sonar de manera alarmante, Aldo salió inmediatamente a pedir ayuda a las enfermeras y médicos, quienes no tardaron en llegar, los médicos pidieron desalojar el área, Celeste y Aldo tuvieron que ver cómo aplicaban RCP.El Dr. Wagner hacia todo lo que estaba en sus manos para poder encontrar la causa de que Pietro no mostrara actividad, pero por más estudios que le hicieran, no hallaban nada, estaba en su consultorio cuando recibió una llamada del área de cuidados intensivos, donde le hablaban sobre el estado de salud de su paciente.- Voy para allá… Dijo e inmediatamente salió de su oficina y subió hasta el 5.º piso donde se
- ¿Y bien? Alessia Amato ya tengo el lugar a donde quieres ir – Dijo Antonio Moretti viéndole fijamente.- ¿Ya es hora de que me vaya? – Respondió una cansada Alessia.- Si, ya es hora, todo lo que acordamos se te dará y lo que has pedido de último momento también.- ¿Mi hijo lo sabe?- No, te toca lidiar con esa parte a ti…- Está bien… ¿Él va a estar bien?- Si, ya he generado su nueva identidad y lugar de residencia, tu hijo recibirá toda la herencia posible de Franco Amato, con ello bastará para que viva toda su vida sin preocupaciones y sin volver a meterse en esa vida que llevaba.- Gracias… Con eso me puedo ir tranquila…- Esa ya es tu decisión… Sea cual sea la decisión que tomes, en Países Bajos te podrán auxiliar en lo que necesites.- Por fin he podido hablar con alguien que entiende mi situación.- Alessia, tú y yo hicimos un acuerdo, este a favor o en contra de lo que decidas ya no es mi responsabilidad.- De verdad… ¡Gracias! Al menos la vida me ha puesto a alguien que en
Estaba concentrado en la última imagen que veía de Guadalupe, finalmente, luego de una larga charla, le había llevado al apartamento, ella se notaba cansada, habíamos estado platicando y caminado por el parque, lo que provocó que se le hincharan los pies. Cuando llegamos al apartamento, la acompañé a la recámara y me recosté a su lado, pose mi mano en su vientre y mentalmente hablé con quién sería mi hija: - “Palomita, mi cielo, no sé qué nos depara el destino, pero sé que tú crecerás y serás una chica de bien. Serás una excelente mujer, lo sé por qué Marco será tu padre, sé claramente que ha formado a una maravillosa mujer, sé que serás una feliz mamá y sé que tu madre siempre estará a tu lado. Pase lo que pase, mi vida, tú debes ser fuerte, cada uno de los días de tu vida. Siempre estaré orgulloso de quién eres, mi niña”. En menos de lo que imaginé, me quedé dormido al sentir la paz y tranquilidad del vientre de Guadalupe, la alarma de mi móvil me despertó minutos después, s
Paloma despertó en la que era su habitación en casa de sus padres, las náuseas matutinas le hicieron levantarse, Valeria tocó a la puerta y al escuchar ruidos dentro, entró, no vio a su hija en la cama, pero alcanzó a escucharla en el tocador.- Paloma, ¿Te encuentras bien? – Dijo Valeria tomando el pomo de la puerta.Paloma apenas podía hablar, las náuseas matutinas no la dejaban tranquila.- Ma… MamáValeria, sin importarle, abrió la puerta y vio a su hija de rodillas en el retrete, era inevitable sentir un poco de nostalgia, su pequeña, su bebé, su niña, era obvio lo que estaba viviendo, como madre, aún no estaba lista para ver a Paloma convirtiéndose en madre.Para Valeria era esa bebita que cargaba en brazos recién nacida, esa que la veía con ojos expectantes, esa a la que le hablaba de su padre, a la que contaba cómo habían sido los pocos días de convivencia con quien hubiera sido su padre.- Hija, nena, trata de respirar… - Dijo Valeria apresurándose a sostener su cabello.- ¡Ay
Pietro sentía como si flotara sobre el agua, sentía como si estuviera en una alberca gigante, quería levantarse, quería saber qué estaba ocurriendo, no entendía qué estaba haciendo ahí, lo último que recordaba, era que llegó ebrio al hotel, pero no iba solo. Marco y él, habían tenido una cena de negocios, luego unas largas piernas y una hermosa cabellera oscura se atravesaron en su camino, se despidió de su amigo y salió llevando a esa hermosura con él.- “¿Qué demonios están sucediendo? ¿Dónde estoy? Juro no volver a tomar tanto whisky como esta vez. ¡Demonios! Mi cabeza me duele como si la hubiesen agarrado a palos… Prometo que mañana, tan pronto esté más consciente, iré a correr, el maldito alcohol, seguramente estaba adulterado, ya me había pasado con anterioridad, seguramente Marco está igual… ¿Por cierto? ¿Dónde está mi acompañante? ¿Cómo se llamaba? ¡Ya ni lo recuerdo! ¡Maldita sea! Creo que la edad me está cobrando factura…Pietro estaba concentrado en ello cuando a lo lejos, p
¿Quién eres tú…? (Parte 2)- ¡Pietro! ¡Estás despierto! Deja, voy a traer al médico… ¡Despertaste! – Dijo Celeste con gran emoción dibujada en el rostro.Celeste se incorporaba de su pecho cuando la mano de Pietro sujeto su muñeca…- Te hice una pregunta…- ¿Pietro? ¿Pietro, soy Celeste? Dame un momento, voy por el médico. – Dijo Celeste intentando soltarse de aquella mano.- No… Yo no te conozco ¿Dónde estoy? ¿Qué demonios? Yo… Yo estaba… ¿Dónde está Marco? ¿Quiero ver a Marco? ¡Esto debe ser una m*****a broma! ¿Quién demonios eres tú?Celeste como pudo se zafó del agarre de Pietro e inmediatamente después, llamo al médico, al poco tiempo, la habitación se llenó de enfermeras y médicos, entre ellos, el doctor Wagner, todos tomaban signos vitales, todos lo observaban con atención.Pietro, entre los médicos y enfermeras, tenía la mirada sobre Celeste, no podía entender quién era ella, pero había algo que llamaba su atención: su curiosa belleza. La chica no era una posible candidata a no
Guadalupe estaba parada en el balcón de la habitación en la que dormía desde hace 3 años. No quiso encender las luces, para que con la oscuridad de la noche se cubrieran las lágrimas que rodaban por sus mejillas.“¡Esto se acabó! No puedo seguir así, no puedo más” – Pensaba mientras observaba hacia el frente.De pronto la luz de un auto la sacó de sus pensamientos, su amado esposo regresaba a casa y sabía muy bien lo que sucedería. Su esposo Massimo Pellegrini era el presidente del Conglomerado Pellegrini, el cual es de los más importantes de la provincia de Lazio, hoy por la mañana había olvidado un folder lleno de documentos que, al pensar por Emma y Guadalupe, posiblemente utilizaría y tendría problemas si no los tenía.Trato en varias ocasiones llamarle vía telefónica para comunicarle sobre sus documentos, pero al no recibir repuesta, salió de la mansión con la misión de llevar aquellos ella misma, solo le aviso a Emma Fiore, su ama de llaves.Emma, no contesta Massimo ¿Estás segur
Guadalupe estaba cansada de tanto llorar, mientras se ponía el pijama vio un gran hematoma en el estómago, este lo produjo el golpe que le había asestado su marido durante el día. Una lágrima rodó por su mejilla, pero prefirió no pensar más en el tema, no era la primera vez que esto sucedía, así que no era nuevo ver su piel con marcas, se recordaba así misma que todo esto era por su abuelo y no podía decepcionarlo.Cuando pudo quedarse dormida, se perdió en un sueño oscuro que el cual se llenó de luz, de pronto comenzó a ver pequeños cortos de lo que sería su vida, eran breves, pero cada uno de ellos le dejaba un hueco en el corazón. Su vida no cambiaría para bien, al contrario, a pesar de los esfuerzos que hiciera, se quedaría sola y sin familia; su abuelo fallecería en la cárcel, Massimo y Alessia vivirían felices después de haber entregado a la familia de Guadalupe a la embajada. Ella, al final, terminaría viviendo en la calle, pasando hambre y no pudiendo alimentar a su pequeño be