Estimadas lectoras y lectores Aquí les dejo un capítulo más de esta historia... Tal vez en algún momento, sepamos que será de Luciano. Al final, su vida cambiará con la guía de Antonio Moretti, tal vez en años él sea un buen hombre, tal vez, algún día busque a Laura y su sobrina.
Estaba concentrado en la última imagen que veía de Guadalupe, finalmente, luego de una larga charla, le había llevado al apartamento, ella se notaba cansada, habíamos estado platicando y caminado por el parque, lo que provocó que se le hincharan los pies. Cuando llegamos al apartamento, la acompañé a la recámara y me recosté a su lado, pose mi mano en su vientre y mentalmente hablé con quién sería mi hija: - “Palomita, mi cielo, no sé qué nos depara el destino, pero sé que tú crecerás y serás una chica de bien. Serás una excelente mujer, lo sé por qué Marco será tu padre, sé claramente que ha formado a una maravillosa mujer, sé que serás una feliz mamá y sé que tu madre siempre estará a tu lado. Pase lo que pase, mi vida, tú debes ser fuerte, cada uno de los días de tu vida. Siempre estaré orgulloso de quién eres, mi niña”. En menos de lo que imaginé, me quedé dormido al sentir la paz y tranquilidad del vientre de Guadalupe, la alarma de mi móvil me despertó minutos después, s
Paloma despertó en la que era su habitación en casa de sus padres, las náuseas matutinas le hicieron levantarse, Valeria tocó a la puerta y al escuchar ruidos dentro, entró, no vio a su hija en la cama, pero alcanzó a escucharla en el tocador.- Paloma, ¿Te encuentras bien? – Dijo Valeria tomando el pomo de la puerta.Paloma apenas podía hablar, las náuseas matutinas no la dejaban tranquila.- Ma… MamáValeria, sin importarle, abrió la puerta y vio a su hija de rodillas en el retrete, era inevitable sentir un poco de nostalgia, su pequeña, su bebé, su niña, era obvio lo que estaba viviendo, como madre, aún no estaba lista para ver a Paloma convirtiéndose en madre.Para Valeria era esa bebita que cargaba en brazos recién nacida, esa que la veía con ojos expectantes, esa a la que le hablaba de su padre, a la que contaba cómo habían sido los pocos días de convivencia con quien hubiera sido su padre.- Hija, nena, trata de respirar… - Dijo Valeria apresurándose a sostener su cabello.- ¡Ay
Pietro sentía como si flotara sobre el agua, sentía como si estuviera en una alberca gigante, quería levantarse, quería saber qué estaba ocurriendo, no entendía qué estaba haciendo ahí, lo último que recordaba, era que llegó ebrio al hotel, pero no iba solo. Marco y él, habían tenido una cena de negocios, luego unas largas piernas y una hermosa cabellera oscura se atravesaron en su camino, se despidió de su amigo y salió llevando a esa hermosura con él.- “¿Qué demonios están sucediendo? ¿Dónde estoy? Juro no volver a tomar tanto whisky como esta vez. ¡Demonios! Mi cabeza me duele como si la hubiesen agarrado a palos… Prometo que mañana, tan pronto esté más consciente, iré a correr, el maldito alcohol, seguramente estaba adulterado, ya me había pasado con anterioridad, seguramente Marco está igual… ¿Por cierto? ¿Dónde está mi acompañante? ¿Cómo se llamaba? ¡Ya ni lo recuerdo! ¡Maldita sea! Creo que la edad me está cobrando factura…Pietro estaba concentrado en ello cuando a lo lejos, p
¿Quién eres tú…? (Parte 2)- ¡Pietro! ¡Estás despierto! Deja, voy a traer al médico… ¡Despertaste! – Dijo Celeste con gran emoción dibujada en el rostro.Celeste se incorporaba de su pecho cuando la mano de Pietro sujeto su muñeca…- Te hice una pregunta…- ¿Pietro? ¿Pietro, soy Celeste? Dame un momento, voy por el médico. – Dijo Celeste intentando soltarse de aquella mano.- No… Yo no te conozco ¿Dónde estoy? ¿Qué demonios? Yo… Yo estaba… ¿Dónde está Marco? ¿Quiero ver a Marco? ¡Esto debe ser una m*****a broma! ¿Quién demonios eres tú?Celeste como pudo se zafó del agarre de Pietro e inmediatamente después, llamo al médico, al poco tiempo, la habitación se llenó de enfermeras y médicos, entre ellos, el doctor Wagner, todos tomaban signos vitales, todos lo observaban con atención.Pietro, entre los médicos y enfermeras, tenía la mirada sobre Celeste, no podía entender quién era ella, pero había algo que llamaba su atención: su curiosa belleza. La chica no era una posible candidata a no
Luego de llevarse a Pietro, el doctor Wagner llevó a cabo varios estudios, tomografías y escaneos, todo con la finalidad de confirmar sus sospechas, adicionalmente, realizó una serie de preguntas, con base en ello, descubrió que aquello que tanto temía, lo que tenía frente a sus ojos.- ¡Dios! Pietro Pellegrini presenta pérdida de memoria selectiva.Las respuestas a las preguntas del doctor Wagner, lo hicieron darse cuenta de que el hombre solo recordaba lo que había vivido hasta casi los 25 años.- ¿Qué sucede, doc.? Por su semblante, supongo que no es algo bueno, ¿verdad?El doctor Wagner, lo miró de reojo, sabía perfectamente que el hombre que tenía frente a él quería respuestas, pero, internamente, el doctor Wagner no quería aturdirlo con toda la información que le faltaba.- Doctor Wagner, ¿cierto?- Sí, señor Pellegrini, ¿qué sucede?- ¡Quiero hablar con alguien!- Entiendo, ¿quiere ver a su esposa, a su hermano o a su hijo?- ¡NO! Usted aún no me puede decir qué sucede y me dice
Luego de un momento, de dimes y diretes, Marco tomo la decisión de entrar, sabía que su amigo no era un hombre fácil, pero, ante todo, sabía que, si Marco hablaba con él, todo se mantendría tranquilo. Por lo que haciendo a un lado cualquier pensamiento negativo, todos estuvieron de acuerdo con que Marco entrara y hablara con él.Minutos más tarde, Marco estaba entrando en la habitación de Pietro, él se sentía nervioso y realmente desconocía el porqué, pues el hombre que estaba en esa camilla había sido su mejor amigo y la edad que recordaba tener, era una de las mejores entre ellos dos.- ¡Hasta aquí puedo olfatear tu miedo! – Dijo Pietro mientras miraba su reflejo en la ventana.- ¡Pietro! ¿Cómo estás? – Respondió Marco con un poco de nervios.Estaba claro que la mirada de Pietro no era la misma mirada que tenía cuando hablaron antes de la operación.- ¡Quita esa cara de susto! Me haces pensar que lo que sea que me haya ocurrido, es realmente malo…- ¡No es eso…! Es solo que hay mucha
Marco vio cómo Pietro realmente parecía molesto, supo que esa reacción era evidente, esa era la reacción que siempre había esperado por parte de su amigo, no la reacción que le había tocado ver hace unos meses.- Luego del accidente, se encontraron restos de un cuerpo y tenía los tatuajes que tienes, la verdad era que, nunca me habías dicho que también a ti te estaban amenazado por las cosas que hicimos durante aquella época.Todo fue un caos después de tu muerte, Guadalupe huyó a México, lamentablemente yo le perdí la pista por casi 3 años, creyendo que estaba embarazada de tu hijo, la busqué, pero no pude dar fácilmente con ella.Cuando la localicé, comencé a hacerme cargo de tu hija, me duele decirte esto, pero entre ella y yo, nació algo que jamás creí volver a sentir, al menos no desde la muerte de mi Valentina. Por mucho tiempo me negué a aceptarlo, sin embargo, luego de algún tiempo, ella y yo, comenzamos una relación, lo que nos llevó hasta aquí.Recientemente, en este año, sup
Luego de una serie de reclamos por parte de un Pietro aturdido, Marco, no pudo seguir ahí, escuchaba cada uno de los argumentos que Pietro ponía a todo lo que estaba viviendo y eso solo le estaba molestando. Marco no conocía a Celeste, sin embargo, en algo tenía razón Pietro, ella no era el tipo de mujer en la que él se fijaría, es más, Guadalupe, su Guadalupe tampoco lo fue.- Pietro, debo ir a casa, mi familia me espera, solo te pido un favor, habla con tu hermano, hijo y prometida. Cada uno de ellos tiene piezas de tu rompecabezas, por favor, analiza bien las cosas, necesitas a todos para poder recuperarte.- Haré lo posible, Marco… - Dijo Pietro, viendo hacia la ventana.Marco se levanta de la silla en la que se encontraba a un lado de la cama de Pietro y este lo toma de su muñeca.- Marco, ¿Puedo conocer a tu esposa?- ¿Cómo?- Quiero saber ¿quién se supone iba a ser mi esposa? Y por la que iba a cuidar un hijo que no era mío.- ¡Pietro! ¡Dios! No creí que fueras exasperante en es