Estimadas lectoras y lectores Espero poder compartirles más capítulos estos días, de verdad trabajo para poder subir los capítulos con cada detalle. Gracias por todos sus comentarios.
Valeria miraba cómo su esposo jugueteaba con sus hijos mientras ella tomaba una taza de café, por su lado, Marco no se percataba de que ella lo miraba. Ella no solo lo miraba, recordaba, se perdía en un pasado juntos o separados, un pasado que, si se iba desde su niñez, la cual le dolía al igual que si recordaba su adolescencia.Toda la vida que pasó junto a su padre no había sido más que un completo recordatorio de que ella vivió, pero su madre murió. En ocasiones se ponía a pensar si su padre seguía avivo, ¿Qué habría sido de el? ¿Habría vuelto a hacer su vida? ¿Tendría más hermanos? Eran preguntas que nadie podía contestarle o al menos eso ella pensaba.Si lo analizaba bien, dejando atrás todo lo relacionado con Massimo, su vida había cambiado por completo, Pietro era importante para ella por el simple hecho de que le devolvió su libertad, inicialmente. El que él haya cuidado de ella cuando estaba embarazada de su propio hermano, era algo extra, lo que más valor le dio, fue que a l
Luego de un viaje de una hora, Valeria estaba llegando a casa de los Pellegrini, el mayordomo la llevo a la sala, en lo que Paloma bajaba de su habitación. Para su sorpresa, al estar en la sala, se encontró con Celeste, era la primera vez que se veían solas, luego del hospital.Celeste, al verla, le sonrió y la saludó amablemente.- Valeria, ¡Hola! ¿Cómo estás? - ¡Hola, Celeste! Bien, vine a ver a Paloma… - Dijo Valeria un tanto nerviosa.- ¿Oh, ya le avisaron que estás aquí? - Pregunto la mujer amablemente.- Sí, me dijeron que en un momento viene… ¿Cómo están tus bebes? Supe que se te adelantó el parto por muchas semanas.- Si bastantes semanas, de hecho, fueron 13 semanas de adelanto, fueron unos días complicados, pero ahora las niñas ya están mejor. - Dijo con sinceridad Celeste.- ¡Qué bueno! ¡Me alegra saber que están bien! ¿Ya les pusieron nombre?- Ya, una bebé se llamará Martina y otra bebé, se llamará Fiorella.- Una se llamará como la madre de Pietro… - Dijo Valeria recorda
Valeria miraba a aquella chica, la verdad era que, sí, efectivamente, en algún momento pudo sentir un poco de celos, pero ahora que entablaba conversación con ella, era claro que aquella mujer no tenía nada de malo, al contrario, era pura dulzura. Aquello era una cosa extraña en Pietro, ya que de joven, le conoció una larga lista de chicas y ninguna era como ella, incluso si se incluía, ella tampoco se parecía en nada a las chicas con las que el salía.- Sé que suena un poco extraño, pero sí, hemos construido una vida allá, tenemos nuestros recuerdos ahí, nuestra casa, nuestros negocios, sé que suena duro, pero aunque las personas que lastimaron a mi esposo y su familia estén en la cárcel, este lugar es un constante recordatorio de lo que algún día sucedió. - Dijo Valeria, siendo completamente sincera.Por qué hacía aquello, ella misma no lo sabía, pero algo era seguro, Celeste le daba confianza, ahora bien, al saber que ella estuvo también en su pasado, le cambiaba su perspectiva.-
De pronto, Fiorella se comenzó a mover y poner inquieta, era como si supiera que Pietro necesitaba un momento a solas con Valeria. Celeste se disculpó un momento y llevo a su hija a revisar el pañal, Valeria, al ver cómo se marchaba, se sintió nerviosa, ya que el hecho de que ella no pudiera estar con Pietro nunca, no quería decir que no sentía algunas cosas en lo más profundo de su ser.- Valeria… ¿Podemos hablar? – Pregunto Pietro con suma tranquilidad.Valeria, un tanto incrédula, no podía decir que no.- Sí, dime… - Dijo ella con un poco de preocupación.- ¿Qué fuimos tú y yo? – Pregunto Pietro con curiosidad.- ¿Por qué la pregunta? – Respondió Valeria un tanto sorprendida.- Quiero ser completamente honesto contigo, he ido tratando de trazar mis recuerdos, he platicado con Celeste, con mi hijo, con Enzo, Paloma, Massimo e incluso con Marco, pero hay un único hueco que no he podido llenar. Ese hueco que aún está en el aire eres tú y ahora, aprovechando que estás aquí, quiero saber
Luego de que Pietro dejara sola a Valeria con su hija, la segunda tomó asiento a un lado de su madre, la abrazó y, con aquel abrazo, sintió cómo la calidez del cuerpo de su madre la invadía.- ¡Mami! No sabes cuánto te extraño… - Dijo Paloma completamente segura.- Paloma, hija… Estoy cerca, tú puedes hablarme y cuando necesites que venga, pues lo puedo hacer. De igual manera, puedes ir a casa como antes, sé que no debes manejar en tu estado, pero siempre un chofer te puede llevar. – Dijo Valeria mirando cómo a su hija se le inundaban los ojos de lágrimas.- ¡Perdón, mamá! El embarazo me tiene toda chillona, mírame, yo no soy así y tú lo sabes… - Dijo Paloma entre lágrimas.Valeria debía reconocer que lo que decía su hija, era verdad, Paloma era una chica fuerte y madura, pero ahora se veía tal como si fuese una chiquilla indefensa.- Mi niña, si necesitas de mamá, nunca dudes en buscarme. Siempre te escribo y me dices que estás bien, te he llamado y lo mismo, sé que andas chillona, yo
Tal como lo había dicho Antonio Moretti, dos días después, 4:50 am Massimo estaba llegando al Aeropuerto de Roma-Fiumicino.- Massimo, aún conservaba la esperanza de que no llegaras, o, al menos, no a tiempo… - Dijo Moretti en tono sarcástico.- Llegué desde las 4:30 am, no podría llegar tarde cuando se trata de alguno de mis hijos. – Dijo Massimo seriamente.- ¡Vaya que me sorprende, señor Pellegrini! – Dijo Ángela mientras cargaba a Valentina en brazos. – Si alguien me hubiera dicho que el señor Pellegrini nos acompañaría, no lo hubiera creído.Massimo volteó a ver a la mujer de dónde provenía la voz e inmediatamente reconoció a la mujer. Aquella era nada más y nada menos que, Ángela Di Stefano, hija única de una de las familias más influyentes en la política de Italia.- ¡Hola, señora Moretti! – Dijo Massimo con respeto.- ¡Hola, Massimo! Solo dime, Ángela, técnicamente soy la hermana de tu hijo, quien adoro con toda mi alma, por lo que te voy a pedir una sola cosa…Massimo escuchó
Pietro, luego de platicar un momento con Valeria, se fue a ver a Celeste y sus hijas, aquel hombre había escuchado atento cada cosa que la mujer le había contado, él podía sentir cómo varios huecos se iban llenando poco a poco; sin embargo, esa sensación de vacío no la terminaba de llenar.Al entrar a su habitación, vio cómo Celeste alimentaba a la pequeña Martina, mientras miraba hacia la ventana. Ella, al percatarse de que Pietro estaba ahí, volteó y le sonrió.- ¿Cómo estás? – Dijo Celeste sonando comprensiva.- Un poco aturdido, pero por fin hablé con ella… - Respondió Pietro, aun sintiéndose extraño.Celeste sabía que Pietro quería hablar con Valeria en algún momento, por lo que no necesitó ser muy lista para darse cuenta de que, al no llegar con ella, hace minutos, él había aprovechado la oportunidad.- Toma las cosas con calma, si necesitas tiempo para procesar todo, solo hazlo, no te precipites. – Dijo Celeste al ver cómo estaba Pietro.- No es eso, es solo que, es una sensació
- ¡Ay, mamá! Mi vida no ha sido fácil, tal como te conté, perdí la mitad de mi vida, perdí la mitad de mis recuerdos. He tratado de platicar con todos aquellos que conozco, trato de ir enlazando mis recuerdos, trato de hacer una versión de mí, pero hoy, hoy particularmente, hablar con una de tantas personas me ha afectado. – Dijo Pietro frustrado.- ¿De quién se trata? - Preguntó Aria con curiosidad. - Su nombre es Valeria. - Dijo Pietro con sinceridad.¿Quién es Valeria? – Preguntó Aria con interés.- Valeria se supone que es parte de mi pasado, supuestamente la conocí cuando tenía 25 años, vivimos juntos una temporada, se casó con Massimo y bueno, es una larga historia por lo que veo…Pietro procedió a contarle la misma historia que Valeria le había dicho, no omitió nada, Aria tomó asiento y escuchó a su hijo atentamente. Al escucharlo y verlo, era como si escuchara a su propia conciencia, esa que, por años, le dijo que tal vez haber conocido a Leonardo, no había sido lo mejor, tal