Estimadas lectoras y lectores Aquí les dejo un capítulo más de esta historia...
Massimo estaba en casa, revisaba sus pendientes, debía dejar todo listo, tal como lo había dicho hace un par de días, acompañaría a Paolo a las Maldivas, por lo que, debía dejar revisados todos los documentos que requerían su atención. Su mente se vio distraída cuando alguien tocó a la puerta, su sorpresa fue grande al ver a su hija, Paloma, de primera vista, la primera imagen que vino a la mente fue como si viera a Guadalupe de joven.- ¡Hola, Massimo! ¿Interrumpo algo? – preguntó Paloma, aún parada en la entrada.- ¡Hola, mi niña! ¡No, no! ¡Pasa! ¡Pasa! Solo estoy revisando unos pendientes que quiero dejar cerrados antes de salir de viaje. – Dijo Massimo levantándose de su asiento.- ¿Vas a salir de viaje? – preguntó Paloma con curiosidad.- ¡Sí! Voy a las Maldivas, Paolo quiere que lo lleve… - Dijo Massimo tranquilamente.- ¡Oh, ya! Seguramente es por Amina, ¿Verdad? – Dijo Paloma levantando una ceja.- ¿Así que se llama Amina? – preguntó Massimo dibujando una sonrisa y caminando ha
--- Casa de los Barzinni ---Marco y Paloma cuidaban de los niños, en lo que Valeria regresaba de ir a dejar a Camila al aeropuerto, ambos sabían lo importante que era para aquella mujer ir a México. Debido a la serie de eventos suscitados, las cosas no habían salido tan rápido como imaginaban.- Papá, ¿Qué has pensado? ¿Van a regresar a México? – preguntó Paloma mientras jugueteaba con Calorina.- Aún no lo sé, hija… Yo supongo que sí, pero por el momento, nos gusta estar aquí, además queremos esperar a que nazca nuestra nieta. – Dijo Marco agarrándole inesperadamente la pancita.- En algún momento, ¿Vas a dejar de ser tan duro con Aldo? – preguntó Paloma con total sinceridad.- ¿Por qué la pregunta? – Respondió Marco con otra pregunta.- Es que seamos realistas, papá, yo amo a Aldo, es un buen hombre, pero no me gusta verlo tenso cada vez que sabe que viene aquí o que va a venir aquí. – Dijo Paloma de manera tan tranquila, mientras jugueteaba con ambos bebes.- Todo depende, debo cer
--- Bassano de la Grapa ---Luego de un largo camino en auto, ya que 5 horas se hicieron 7, Celeste y Pietro por fin estaban llegando a la anhelada casa de la mujer. Celeste sintió una leve punzada, su jardín lucía descuidado, el esmero que estaba poniendo, arreglando esa casa, hoy día se veía pausado, medio sonrió y cruzo el jardín para entrar a casa, la cual, curiosamente despedía un calor tranquilizador.- Celeste, ¿dónde está tu habitación? – preguntó Pietro con curiosidad.- Está por aquí… - Dijo la chica caminando hacia la puerta.El hombre, al identificarla, cargo de improvisto a Celeste, abrió con cuidado la habitación, colocó el cuerpo de la chica en la cama y dijo:- ¿Te parece si descansamos un poco? Tú luces cansada y yo, yo también estoy muerto de cansancio. – Dijo mientras se quitaba el abrigo y se ponía cómodo.- Este… Bueno, si… - Dijo Celeste nerviosa.Tal como en otras ocasiones, Pietro lograba asombrarla, el hombre en sí tenía arranques como los de ahora. Una vez cóm
Massimo revisaba sus correos electrónicos e identificó que tenía uno de su abogado, el hombre había confirmado que ese día debía presentarse en la cárcel donde se encontraban Leonardo y Franco.Se puso un elegante traje completamente negro, se arregló lo más presentable posible. Luego salió para aquel lugar. Tenía una deuda con Pietro y debía saldarla, su hermano le ayudó a encontrar a su padre, él quería que Pietro supiera dónde descansaban los restos de su madre.La cárcel donde los había puesto Antonio Moretti era lo peor que existía, Marcó sintió un poco de opresión, independientemente de cualquier cosa, Leonardo y él tuvieron un pasado, ver que terminaba sus días en ese deplorable lugar, anciano, sin poder, ni dinero, le causaba cierta incomodidad.Luego recordaba todo el daño y sufrimiento que había causado a su madre Martina, a Pietro, Alessia e incluso a su hijo, una ola de rencor le invadía.--- Cárcel de Ucciardone ---- Leonardo Pellegrini, tienes visita… - Dijo un jefe de c
Pietro y Celeste pasaron unos relajantes días en Bassano, si bien la casa distaba mucho de las casas en las que Pietro vivía, incluso su casa en Gaeta era más grande que aquel lugar, él sintió una sensación de relajación, vivir en un área retirada de todo, no parecía tan malo.Si Pietro veía hacia delante, no tenía necesidad de seguir trabajando, tenía dinero para él y varias generaciones, era cierto que le encantaba la playa, pero bien podría adaptarse a este lugar, ya que le traía paz y tranquilidad.Ver a Celeste familiarizada con aquel lugar, le gustaba, ella lucía más desenvuelta, verla cocinar pasteles de frutos rojos, verla cuidar de su jardín, verla acompañada de Spike, era suficiente para considerar que la mejor opción para vivir era aquel lugar.La casa era pequeña pero el terreno era amplio, así que bien podían adicionar algunas habitaciones extras, bien se podían hacer las adecuaciones necesarias para hacer la vida un poco más fácil. Ya que tener dos bebes, en un principio
Guadalupe estaba parada en el balcón de la habitación en la que dormía desde hace 3 años. No quiso encender las luces, para que con la oscuridad de la noche se cubrieran las lágrimas que rodaban por sus mejillas.“¡Esto se acabó! No puedo seguir así, no puedo más” – Pensaba mientras observaba hacia el frente.De pronto la luz de un auto la sacó de sus pensamientos, su amado esposo regresaba a casa y sabía muy bien lo que sucedería. Su esposo Massimo Pellegrini era el presidente del Conglomerado Pellegrini, el cual es de los más importantes de la provincia de Lazio, hoy por la mañana había olvidado un folder lleno de documentos que, al pensar por Emma y Guadalupe, posiblemente utilizaría y tendría problemas si no los tenía.Trato en varias ocasiones llamarle vía telefónica para comunicarle sobre sus documentos, pero al no recibir repuesta, salió de la mansión con la misión de llevar aquellos ella misma, solo le aviso a Emma Fiore, su ama de llaves.Emma, no contesta Massimo ¿Estás segur
Guadalupe estaba cansada de tanto llorar, mientras se ponía el pijama vio un gran hematoma en el estómago, este lo produjo el golpe que le había asestado su marido durante el día. Una lágrima rodó por su mejilla, pero prefirió no pensar más en el tema, no era la primera vez que esto sucedía, así que no era nuevo ver su piel con marcas, se recordaba así misma que todo esto era por su abuelo y no podía decepcionarlo.Cuando pudo quedarse dormida, se perdió en un sueño oscuro que el cual se llenó de luz, de pronto comenzó a ver pequeños cortos de lo que sería su vida, eran breves, pero cada uno de ellos le dejaba un hueco en el corazón. Su vida no cambiaría para bien, al contrario, a pesar de los esfuerzos que hiciera, se quedaría sola y sin familia; su abuelo fallecería en la cárcel, Massimo y Alessia vivirían felices después de haber entregado a la familia de Guadalupe a la embajada. Ella, al final, terminaría viviendo en la calle, pasando hambre y no pudiendo alimentar a su pequeño be
Guadalupe estaba recostada tratando de calmarse y encontrar las mejores palabras para hablar con la abuela y explicarle que lo único viable en su matrimonio era el divorcio. De pronto su teléfono sonó y un mensaje de texto apareció en pantalla. — ¿Qué tal la escena de ayer? Sabes, no es la primera vez que pasa, lo hacemos una o dos veces al día, tu marido es insaciable. Normalmente, esto pasa en parejas que se aman de verdad. Seguramente tú no lo sabes porque tu matrimonio es solo una farsa y la única que está feliz, así eres tú. El mensaje aparecía como pie de una foto muy comprometedora entre ella y su marido. Toda la tranquilidad que había estado mostrando Guadalupe se rompió y comenzó a llorar desesperadamente, él nunca la había tocado de esa manera, ella no seguía siendo virgen, pero, él ni siquiera la deseaba como se veía en la foto con Alessia.De pronto, entro en crisis y comenzó a tirar todo lo que se encontraba en su tocador, rompió el espejo haciendo que el piso se llenar