Sofía Adams – Marzo, 2012Me desperté sudada en mi cama, confundida entre el sueño y la realidad.El recuerdo aún vívido en mi cabeza, tan fuerte como la luz del sol aquella mañana. Mis manos ardían, debí haberme frotado durante el sueño.Miré a mi alrededor a esas paredes desconocidas deseando estar en casa. Apenas había llegado a ese lugar y ya estaba afectándome.Aunque eran solo las once de la mañana, mi cuerpo entumecido y mi mente agitada sabían lo que necesitaban.Necesitaba una bebida.Era curioso cómo sin importar dónde fuera, sabía cómo encontrar el camino hacia el alcohol como nadie. Creo que mi cuerpo olfateaba la bebida, como un superpoder. Yo era la Súper Borracha.Cielos, creo que ya estaba haciendo efecto.Miré hacia un lado y vi un cabello rubio muy familiar, aparentemente Anne olía el aroma de la diversión solo para poder interrumpir. Ella era la Súper Correcta.- Un poco temprano para beber, ¿no crees? - Preguntó Anne mientras se sentaba a mi lado en el bar.- Un po
Sofía Adams - Marzo de 2012Él estaba aquí. Parpadeé aturdida, tomada por el shock. Era él justo aquí, frente a mí, mirándome con ojos misteriosos e interrogantes.Hace años podía decir exactamente lo que estaba pensando por la suave curva de sus labios o por el leve fruncir de sus ojos.Pero no hoy. Se convirtió en un extraño para mí.Todo en él era diferente. Recuerdo que solía disfrutar vistiendo camisas de franela a cuadros, decía que eran cómodas, y con su cabello más largo solía llamarlo leñador, le quedaba bien.Miré su traje formal, su cabello corto y perfectamente arreglado y sus zapatos italianos. Su postura parecía cansada, como si llevara mucho peso todos los días. Su voz era fría y sus ojos... sus ojos ya no tenían calidez. ¿Así es como se había convertido?No podía seguir mirándolo, no después de todo lo que sucedió.- ¿Tienes algo que ver con esto? - Le pregunté a Anne para evitarlo lo más posible. Ella parecía tan sorprendida como yo, pero después de todo, era Anne.-
Ethan Hernandez - Julio, 2003Era el decimosexto cumpleaños de Sofía. Estaba tan guapa que no podía hacer otra cosa que mirarla. Me escapé de la universidad este fin de semana sólo para su fiesta. Cualquier otra chica llevaría un vestido de princesa a su fiesta de debutante.Pero no mi pequeña. No, ella no.Sofía llevaba un vestido que en lugar de hacerla parecer una princesa la hacía parecer una reina. Era vaporoso y abrazaba su cuerpo que florecía y se mostraba.Sofía se había dejado crecer el pelo desde la última vez que se lo cortó a los 12 años con una extraña moda punk, ahora lo tenía largo, espeso y salvaje. Y no podía dejar de pensar en cómo sería pasar los dedos por él.Sofía se estaba convirtiendo en la mujer más hermosa que jamás había visto.Y no fui el único que se dio cuenta.Últimamente Nick sólo sabía hablar de ella todo el tiempo, creo que mi mejor amigo y yo estábamos enamorados de la misma chica. Y eso me entristecía. Quienquiera que Sofia eligiera para quedarse con
Ethan Hernandez - Julio, 2003- Entonces, ¿cómo ha sido la universidad? - Preguntó finalmente sobre un tema neutral. Sofía no solía hacer preguntas triviales.- Lo de siempre. Estudio. Exámenes. Esas cosas - Respondí descuidado. No era de eso de lo que quería hablar. Y creo que ella tampoco. Vi a Sofía dudar antes de finalmente preguntar.- ¿Y alguna chica nueva? Debe haber un montón interesadas en ti por allá... - Hizo un gesto de desdén como si no fuera gran cosa, pero yo sabía más que eso. Podía leer su mirada inquieta y su risa nerviosa. Sofía fingía no importarle y eso infló mi corazón. Tal vez le gustara, después de todo.- Tú conoces a Hernández, Sofía, solo le interesa los libros, no aprovecha la vida como nosotros - Respondió Nick guiñándole un ojo antes de que pudiera decir algo. Sofía rió avergonzada. ¿Qué fue eso?Estaba a punto de irme de allí, pero ella fue más rápida al agarrar mi brazo y tirar de mí.- Ven, te contaré todo lo que te perdiste - Y tan fácil como siempre,
Sofía Adams - Marzo de 2012Estaba tomando un café con Anne y Tom en una cafetería en la esquina del hotel.Desde que supe que el mismísimo demonio estaba allí, evitaba estar allí también.- Entonces, ¿cómo has estado lidiando con todo? - Preguntó Anne, preocupada como siempre.Hice como que no entendía.- ¿Con todo qué? Estoy genial, ¿a qué discoteca vamos esta noche? - Pregunté sonriendo falsamente. Anne suspiró.- Está bien, Anne no quiere presionarte, pero a mí no me importa, ¿qué demonios pasó con Hernández en el vestíbulo? - Preguntó Tom. - Anne me dijo que tuvieron una especie de pelea hace años y que él nos abandonó durante todos estos años, yo mismo le daría un puñetazo si Anne me dejara, pero demonios, parecía que estabas a punto de matar al tipo a golpes.- Tuvo suerte de que no lo matara. - Dije en voz baja justo en el momento en que un coche seguía tocando la bocina sin parar al otro lado de la calle.Tom todavía esperaba una respuesta y esta vez fui yo quien suspiró. - É
Ethan Hernandez - Marzo de 2012Observo la lluvia desde la ventana de mi habitación, perdido en mis pensamientos. Estaba pensando en ella. Siempre ha sido ella.Cada año que volvía a casa encontraba a una Sofía diferente. La vi cuando era una traviesa niña que siempre se metía en problemas, y asumí la responsabilidad de limpiar su desorden. La vi crecer y convertirse en una adolescente rebelde que me utilizaba como escalera para escapar por la ventana de su habitación. Sabía que de todas formas ella se escaparía, solo intentaba evitar que se torciera un pie en el intento de huir de sus padres hacia alguna fiesta. Y luego, la vi convertirse en una mujer. Esa fue la transformación más difícil, ya que no pude estar a su lado. Tuve que verla desde lejos mientras caminaba hacia la vida adulta sin mí.Apoyo mi cabeza en el cristal y cierro los ojos, recordando cuando la vi de nuevo después de todos esos años. Si la Sofía de 18 años ya me atormentaba, esta Sofía de 25 años era para acabar de
Ethan Hernández - Diciembre de 2005Sofía y yo nos besamos en la fuente hace dos horas y estaba en mi cama, recién bañado y demasiado ansioso para poder dormir. La próxima vez que habláramos, me iba a declarar. Le iba a decir todo acerca de mis sentimientos. Ahora ella tenía 18 años, ya no había nada malo en lo que sentía, y si ella quería, le pediría que fuera mi novia. Diablos, incluso me imaginaba casándome con esa chica.Escuché golpes en la puerta y pensé que era Nick, borracho como siempre, viniendo a molestarme. Era un llorón cuando bebía.Abrí la puerta y me sorprendí al ver a Sofía en pijama y con el pelo mojado, luciendo avergonzada. Arqueé una ceja, sabiendo lo mucho que ese gesto la irritaba.- No pude dormir - dijo ella tímidamente. Sonreí ante eso. Abrí la puerta y le di espacio para entrar. Sofía se acomodó en mi cama, entre las sábanas, con las piernas cruzadas, y agarró la almohada para olerla.Sofía pareció darse cuenta de que la observaba y bajó la almohada con el r
Ethan Hernández - Diciembre de 2005Tomé una ducha y cuando salía del baño, escuché nuevamente a alguien golpeando la puerta. Sofía había vuelto a mí.Abrí la puerta y esta vez era Nick, no más borracho, pero parecía muy perturbado. Entró sin siquiera saludarme y sabía que el asunto era serio.- ¿Nick? - pregunté.- Ethan, tú y Sofía son mis mejores amigos - dijo sin rodeos. ¿Cómo lo sabía? - Lo que te voy a contar ahora no puede saberlo Sofía, ni los demás, ¿prometes? - preguntó.No respondí, sin saber exactamente el peso que tendría esa promesa. Nick se arrancaba el cabello claramente nervioso.- Maldición, Ethan, ¿prometes? - preguntó en voz alta una vez más, pareciendo extremadamente afligido mientras caminaba de un lado a otro de la habitación.- Prometo, Nick - confiaba en que fuera algo razonable, que Nick no me pediría que ocultara un cuerpo, por ejemplo.Nick pareció un poco aliviado por mi promesa, pero volvió a su estado anterior cuando se hundió en la cama, con la cabeza e