Ethan Hernandez - Marzo de 2012Observo la lluvia desde la ventana de mi habitación, perdido en mis pensamientos. Estaba pensando en ella. Siempre ha sido ella.Cada año que volvía a casa encontraba a una Sofía diferente. La vi cuando era una traviesa niña que siempre se metía en problemas, y asumí la responsabilidad de limpiar su desorden. La vi crecer y convertirse en una adolescente rebelde que me utilizaba como escalera para escapar por la ventana de su habitación. Sabía que de todas formas ella se escaparía, solo intentaba evitar que se torciera un pie en el intento de huir de sus padres hacia alguna fiesta. Y luego, la vi convertirse en una mujer. Esa fue la transformación más difícil, ya que no pude estar a su lado. Tuve que verla desde lejos mientras caminaba hacia la vida adulta sin mí.Apoyo mi cabeza en el cristal y cierro los ojos, recordando cuando la vi de nuevo después de todos esos años. Si la Sofía de 18 años ya me atormentaba, esta Sofía de 25 años era para acabar de
Ethan Hernández - Diciembre de 2005Sofía y yo nos besamos en la fuente hace dos horas y estaba en mi cama, recién bañado y demasiado ansioso para poder dormir. La próxima vez que habláramos, me iba a declarar. Le iba a decir todo acerca de mis sentimientos. Ahora ella tenía 18 años, ya no había nada malo en lo que sentía, y si ella quería, le pediría que fuera mi novia. Diablos, incluso me imaginaba casándome con esa chica.Escuché golpes en la puerta y pensé que era Nick, borracho como siempre, viniendo a molestarme. Era un llorón cuando bebía.Abrí la puerta y me sorprendí al ver a Sofía en pijama y con el pelo mojado, luciendo avergonzada. Arqueé una ceja, sabiendo lo mucho que ese gesto la irritaba.- No pude dormir - dijo ella tímidamente. Sonreí ante eso. Abrí la puerta y le di espacio para entrar. Sofía se acomodó en mi cama, entre las sábanas, con las piernas cruzadas, y agarró la almohada para olerla.Sofía pareció darse cuenta de que la observaba y bajó la almohada con el r
Ethan Hernández - Diciembre de 2005Tomé una ducha y cuando salía del baño, escuché nuevamente a alguien golpeando la puerta. Sofía había vuelto a mí.Abrí la puerta y esta vez era Nick, no más borracho, pero parecía muy perturbado. Entró sin siquiera saludarme y sabía que el asunto era serio.- ¿Nick? - pregunté.- Ethan, tú y Sofía son mis mejores amigos - dijo sin rodeos. ¿Cómo lo sabía? - Lo que te voy a contar ahora no puede saberlo Sofía, ni los demás, ¿prometes? - preguntó.No respondí, sin saber exactamente el peso que tendría esa promesa. Nick se arrancaba el cabello claramente nervioso.- Maldición, Ethan, ¿prometes? - preguntó en voz alta una vez más, pareciendo extremadamente afligido mientras caminaba de un lado a otro de la habitación.- Prometo, Nick - confiaba en que fuera algo razonable, que Nick no me pediría que ocultara un cuerpo, por ejemplo.Nick pareció un poco aliviado por mi promesa, pero volvió a su estado anterior cuando se hundió en la cama, con la cabeza e
Ethan Hernández - Diciembre de 2005Nick estaba muriendo. Este tipo creció conmigo y era mi mejor amigo, y solo le quedaban unos pocos años de vida. Esto era horrible. ¿Cómo podía llevarlo tan tranquilamente?Intenté respirar y no pude.Primero fue mi madre, tuve que adaptarme a la idea de que ella no estaría allí al día siguiente cuando era solo un niño. Gracias a Dios no tuve que experimentarlo, pero el miedo estaba ahí y había regresado.Ahora era Nick... tan vibrante y feliz, estaba enfermo.Salí de la habitación sin poder quedarme ni un minuto más allí solo pensando. Escuché voces en el siguiente pasillo, parecía una discusión. Habría retrocedido y dado la vuelta si no hubiera reconocido las voces... Me quedé parado allí escuchando sin girar la esquina y sin hacerme notar.- Amor, no entiendo, antes de este viaje parecía que estábamos teniendo algo y desde que llegamos, simplemente me has estado evitando - Era la voz de Nick frustrado. ¿Él y Sofía estaban juntos? Esto cambiaba to
Sofía Adams - Marzo de 2012- Sofía - escuché la voz de Ethan llamándome, pero no podía pensar en nada. Solo podía pensar en esa noche y en todo lo que significó para todos nosotros. No podía creerlo.- ¿Nick estaba enfermo? - pregunté todavía confundida. Eso no podía ser posible.La expresión de Ethan cambió de preocupación a incredulidad en un segundo, aumentando mi confusión.- ¿No te lo contó? ¿A pesar de todos estos años? ¿A pesar de lo que pasó entre ustedes...? - preguntó, sorprendido.- No - interrumpí antes de que terminara la frase.Ahora todo tenía sentido. La forma en que Ethan actuó, cómo Nick siempre estuvo ansioso por vivir todo en estos últimos años... La debilidad, la mala memoria y cómo se cansaba tan rápido.Dios mío, todas las señales estaban ahí. No podía soportar no haberlo visto.- Sofía - Ethan tocó mi brazo y me aparté inmediatamente con rabia. Él podría haber evitado esto si me lo hubiera contado... Ambos podrían haberlo hecho. Y como Nick no estaba conmigo,
Sofía Adams - Marzo de 2012- ¿Y eso importa ahora? - preguntó Tom - También estoy enojado, esperaba más de él, pero ¿de qué sirve ahora? ¿Qué hubiera cambiado eso?Me detuve a pensar en eso. Tal vez me habría preocupado más por él y lo habría impedido hacer todas las locuras que hizo. Lo habría visto como alguien que necesitaba un cuidado extra. Aunque doliera admitirlo, creo que lo habría limitado.Pero, por otro lado, él sentía dolores que yo desconocía. Cargaba con el peso del secreto de esa enfermedad y tenía que ocultar sus síntomas.Tuvo que esconderse de mí.Y por eso no podía dejar de sentir enojo. Lo amaba mucho y aún así no dejaba de pensar que no confió en mí.- Tal vez él quería protegerte - dijo Anne en voz baja.- Él estaba muriendo, Anne, no era yo quien necesitaba protección - murmuré entre dientes.- ¿Cómo supiste eso? - preguntó Tom.Entonces les conté lo que había sucedido aquella noche en que Ethan se fue hace siete años y cómo hoy me lo contó todo, omitiendo solo
Sofía Adams - Marzo de 2012Me encontraba en un dilema. Le prometí a Anne que no bebería, pero solo de pensar en enfrentar esto sobria, comenzaba a sudar frío. ¿Cómo lo haría?Me detuve en el vestíbulo del hotel sin saber exactamente qué hacer. Podría girar a la derecha y tomar el pasillo hacia el bar, o podría ir a la recepción y pedir el número de Ethan.Lo había borrado de mi celular y de mi memoria la última vez que lo esperé y no apareció.Miré una vez más hacia el pasillo a la derecha, dando un paso en esa dirección. No había hecho una promesa formal, pero sabía lo decepcionada que estaría Anne si supiera que le mentí.Fue ese pensamiento el que me hizo retroceder y dirigirme hacia la recepción. Hoy, haría las cosas de la manera más difícil, pero correcta.- Disculpa, ¿podrías darme el número de Ethan Hernández? Está trabajando en la renovación de este hotel - le informé a la rubia frente a mí, esbozando mi mejor sonrisa suplicante.Ella me miró por un segundo antes de suspirar.
Sofía Adams - Marzo de 2012Los ojos de Ethan brillaron, su rostro con su máscara neutral ahora era difícil de leer, pero sus ojos nunca me mentían y ese destello de ira solo aumentó mi aprensión por su respuesta.Ethan abrió ligeramente su chaqueta, sacó una billetera de un bolsillo interno sin apartar la vista de mí. De allí sacó un trozo de papel y apenas pude creer lo que veían mis ojos cuando el pequeño pedazo familiar emergió de un compartimento diminuto y bien escondido.- Odio el hecho de haberte hecho dudar ni siquiera por un segundo de que aquella no fue la mejor noche de mi vida - dijo finalmente, entregándome mi propio billete. Estaba desgastado por el tiempo, con muchas dobleces irregulares que me hicieron creer que había sido leído muchas veces y algunos trazos ya comenzaban a desaparecer, pero allí estaba mi billete, mi letra, mi amor declarado y firmado.El mismo billete que había escrito esa mañana antes de salir a ayudar a una Anne histérica. Él lo había guardado dur