—Te escucho—dice su amigo, por su tono de voz me parece que su amigo no esta del todo conforme con la idea.—Debo hacer algo importante—expresa Aidan, sus palabras me ruborizan y confunden, lo que tenemos por hacer no es muy importante, al menos no para él—Grace esta en casa y le dije que te veria esta tarde...—¿Y tu madre?—pregunta, quizás dando a entender que tal vez la señorita Grace no es exactamente la que podría causarle problemas, sino su madre, la señora Mitchell.—Ella tiene cosas que hacer, por lo que no sera problema, pero en caso de que llame...—Si, si, si ya sé, le dire que estas conmigo, pero ¿Sabes lo que te costara esta mentira?—cuestiona su amigo, casi como si estuviera sobornandolo.—Hablaremos de eso mas tarde ¿Te parece?—sugiere Aidan, pero antes de que diga otra cosa, cuelga la llamada sin decirle nada más a su amigo, aquello me parece bastante grosero, pero supongo que tal vez así es la amistad que tienen los ricos, después de todo pueden conseguir nuevos mejor
—Es aquí—indica lo obvio, un segundo mas tarde se baja del auto, por lo que imito lo que hace, sé que él no es el tipo de persona que suele ser caballeroso. Rodeo el auto y al pisar la acera, observo con atención la boutique, es pequeña, pero el logo de la marca que representa se me hace conocida, sé que he visto ese logo antes, pero justo en este momento no lo recuerdo con exactitud.Él avanza sin decirme nada, por lo que doy un paso apresurado hacia él y por poco me resbalo, al mirar el suelo me percato de lo húmedo que se nota, al parecer ha estado brizando por este sitio. Las lluvias por este lado del charco, con extrañas, son pequeñas y suelen concentrarse en ciertas zonas, pueden ser los pueblos o incluso una zona especifica de un campo deshabitado y que al caer la lluvia puede observarse desde lejos.Aidan abre la puerta, lo sigo , pero por suerte una chica, la cual deduzco es una empleada del lugar sostiene la puerta por nosotros, así que saco de mi cabeza la posibilidad de qu
Me miro al espejo del vestidor, mi cuerpo luce extraño con un vestido de diseñador. Tal y como lo solicito Aidan, el vestido no luce del todo las curvas de mi figura, pero aun así, no deja de lucir hermoso, es como ver otra versión de mi, una mejor y elegante.Mientras me admiro, la joven que ha estado auxiliandome, me da un par de zapatillas cerradas y de tacón bajo que combinan con el atuendo, al ponérmelos, mi figura cambia por completo, sé que unas buenas zapatillas pueden lograr un cambio significativo en la postura de una chica, pero no esperaba que levantara mis glúteos haciéndolos lucir firmes, todo un milagro.La joven me lleva a una pequeña sala en donde puedo admirar aun mejor mi postura, mi figura e incluso la caída de la tela del vestido, la sala tiene una pequeña pasarela y al final de esta se encuentran tres espejos grandes, quizás mas anchos que las paredes de mi habitación. Subo un par de escalones y camino hacia el centro casi hasta topar con los espejos, presto aten
Por ultimo, entramos a un salón de belleza, por suerte no tienen ningún cliente así que me atienden rápido, Aidan es quien elige como debe lucir mi maquillaje y mi peinado, ya que se supone debo ser su prometida, no digo nada respecto a las decisiones que tomar por mi, de todos modos solo sera por un día y seguramente despues de esto, no tendremos que hablar de nuevo, espero. Cuando terminan de arreglarme, mi rostro luce hermoso, incluso mi piel tiene un aspecto de lucir tersa y suave, aunque quizás solo sea el efecto del maquillaje, ademas mi peinado es simple. —Espere—dice Aidan extendiéndole algo a la señorita que me atiende, desde el espejo puedo ver que le ofrece una especie de sujetador, creo que el mismo que vimos antes. La joven lo toma y sonríe, para después colocarlo por encima de mi cabello. —Su novia luce hermosa—manifiesta la chica, intuyendo que somos pareja, algo que ni en sueños yo podría imaginar, sobretodo porque él no es mi tipo, creo—¿Alguna ocasión especial? —
Suspiro cuando el policia les indica que se retiren, pense que este asunto iba a ser mas dificil, pero no lo ha sido, aunque mi conciencia empieza a sospechar que esa sensacion de tranquilidad de deba a él.El policia nos lleva de vuelta a los escritorios donde termino de firmar unos documentos para comenzar con la investigacion, por supuesto, entre lo que deberan hacer sera confirmar las versiones de los testigos, entre ellas la que dio Aidan esa noche, ya que él fue un testigo ocular. Asiento un poco nerviosa pensando que este asunto puede agravarse más de lo necesario, sobre todo porque mi tía Moira y mucho menos mis amigos tienen conocimiento de lo que realmente paso.Finalmente, después de una hora, me despido del policía y le agradezco su atención, supongo que por ser una localidad pequeña son muco más eficientes.Aidan y yo salimos tomados de la mano, el tacto de su mano ya no me molesta tanto, de hecho, la percibo como algo natural entre él y yo, aunque claramente no es cierto
Había transcurrido una semana, siete dias en los que no había podido hablar con Brian ni Anna, Moira se había encargado de darme tareas que me ocuparan todo el día, en lugares donde los únicos que podrían molestarme serian los fantasmas de la casa. Después de aquel día, tampoco he visto a Aidan y no es que quiera verlo, pero es extraño, después de tener que verlo prácticamente todos los dias y en todas partes, de pronto se esfumó.Por lo que sé, su prometida sigue en la casa, pero no es comun que ambos pasen tiempo juntos, es como si no estuvieran enamorados, jamas los he visto de la mano o besarse, aunque posiblemnte eso se deba a que tengan muy bien escondida su intimidad, pero Aidan no es el tipo de sujeto al que le guste hacer eso, él es un tonto que no suele tener cuidado con lo que hace y mucho menos con las mujeres con quienes lo hace.Suspiro, no puedo creer que este pensando en él, pero supongo que despues de lo que paso es normal que este un poco traumatizada o al menos asi
Se inclina un poco hacia su izquierda y del suelo toma lo que parece ser el estuche de una guitarra, luego se santigua como lo hacen los catolicos, por un instante contempla la imagen de la virgen sobre el muro y desvia la vista para comenzar a caminar en mi direccion.Me paralizo, quiero huir pero en vez de eso, doy un par de pasos atras y agacho la mirada avergonzada por haberlo interrumpido. Cuando pasa a mi lado percibo el aroma de su colonia, es un olor que embriaga mis sentidos femeninos. Lo miro de reojo y me doy cuenta de que su mirada cruza con la mia, pero en ese instante no es exactamente eso lo que me impresiona, sino que su mirada es identica a la de Aidan Mitchell y hasta podria decir que es igual en cierto aspectos, solo que esta version suya podria ser ambigua y enigmatica.El hombre no dice nada, camina lejos del mausoleo y se marcha por el mismo camino por el que yo vine, me parece algo insolito que un hombre con ese estilo ande por ahi, es decir, en la propiedad de
—¿Entonces el mausoleo que está detrás de la capilla es...?— Si, ahí se encuentran los restos de la primera esposa del señor Mitchell—afirma Anna—dicen que era una mujer muy piadosa y sobre todo amable, no como la actual señora Mitchell.Anna deja escapar una pequeña risita, burlándose del carácter de la mujer para la que trabajamos, ella no es, por así decirlo, muy amable que digamos, solo ordena y espera que cumplamos su mandato al pie de la letra, porque se supone que nos paga para eso.—¿Cómo lo sabes?—cuestione dudosa de que ella lo hubiese conocido, para tener un mausoleo tan grande y majestuoso, supongo que debieron tardar bastante tiempo en construirlo.—Escuche hablar a las lavanderas—admitió Anna con una sonrisa llena de complicidad, si de algo podíamos estar seguras es que la lavandería era el mejor lugar para enterarse de cualquier acontecimiento que hubiese ocurrido en la casa, ya fuese un chisme actual o de hace años.—Bueno, si ellas lo dicen entonces es cierto—expreso