🌟Nicol🌟
Es nuestro primer aniversario de bodas, y estoy muy ansiosa por contarle las buenas nuevas a Darren. Mientras cargo a mi pequeño de diez meses de nacido en mis brazos, pienso en la hermosa y maravillosa vida que hemos construido hasta el día de hoy. Sé que aún falta mucho por vivir y, aunque a veces tengamos nuestras pequeñas discusiones debido a los aljetreados días en el consultorio, o por qué suele olvidarse de tomar sus medicamentos, al final de la noche todo queda olvidado, además que nuestro amor es mucho más fuerte que esas pequeñas diferencias que tenemos.
Damián es una replica exacta de mi suegro, según dice mi madre, que le odié lo suficiente como para qué mi bebé saliera igual a él. No es que lo odie, solo que durante el embarazo no soportaba ni escuchar su voz. Ante eso no pude hacer absolutamente nada, de hecho, en el ahora, nuestra relación es muy buena. Han resultado ser
Literalmente mi vida es un completo caos, y sin duda alguna, amo cada pedazo de mierda que llueve contra mi redonda cara. Desde pequeña sufrí del maltrato, no solo verbal por mi cuerpo llenito; ellos no se conformaban con insultar a la gorda del salón y llegaron al extremo punto de maltratarme físicamente. En resumen, mis padres me enseñaron a defenderme y mi hermana mayor, Aranza; me enseñó, que sin importar quien sea, no debo de permitir que pasen por encima mío, solo por tener un par de kilos de más. Su frase favorita era: "NIcol, con un solo puño tuyo en sus caras, los dejarás inconscientes por una semana, como mínimo". Amaba como mi hermana convertía esas lágrimas en risas, unas que hasta el día de hoy extraño demasiado. Ella creció, yo crecí. Ella se mudó, yo me quedé con mis padres, y la mejor decisión que pude haber tomado f
Ni de niña había hecho tal pataleta a la hora de salir casi obligada de mi casa por mis padres. No puedo creer que se hayan desecho de mí como una basurita mal parqueada y solo por cuadrar el rostro de una chica; según, esta vez, fui un poco más violenta que las otras. No me culpen, ellas provocan que mis instintos salvajes afloren en segundos. Si no se burlaran de mí, nada de esto estuviera pasando; y no me estaría yendo a un lugar desconocido y para rematar, tener que vivir con mi hermana mayor y su prometido, el doctorcito que aún no tengo la dicha de no conocer y tampoco se me antoja mucho conocerle. Mi hermana me ha dicho lo aburrido y mal humorado que es; no quiero tener problemas con el señor de la casa.— ¡Nicol! — escuché la alegre voz de mi hermana y sonreí corriendo a sus brazos. Llevaba un poco más de un año sin verla y luce mucho más delgada y refinada que antes —. Mi bolita preciosa, que bueno que llegaste. Ven, vamos a casa. Darren nos esta esperando en el auto.
— ¿Quieres con jamón y queso o vegetales? — pregunta desde la cocina.— Jamón y queso — respondo sentándome en una de las sillas del inmenso comedor.— Perfecto, en un momento voy — dice y muerdo mis labios.Debo estar muy loca por lo que voy hacer, pero todo sea por salir de la duda. Mi hermana no puede casarse con un hombre que no la desea. Acomodo mis pechos dejándolos casi por fuera de mi blusa; tampoco puedo ser tan evidente. Reacomodo de una manera que se aprecian sin ser del todo vulgar. Cruzo una pierna sobre la otra y reclino mi cuerpo hacia atrás; espero lucir sensual y no un pato deformado. Despeino un poco mi cabello y muerdo mis labios para darme un toque más erótico.— Nicol, sé que acabas de llegar y seguro quieres descansar un poco, pero... — se calla al verme. En sus labios se forma una media sonrisa y sus ojos se clavan en mis gemelas ¿Qué mierda estoy haciendo?.— ¿Qué decías
Entre nosotros el silencio fue casi mortal durante el viaje hacia el consultorio. Una vez llegamos allí, me indico mi lugar y los deberes que debía realizar. Conforme iban pasando los días, advirtió que podían aumentar. De nuestra charla en el auto ninguno de los dos mencionó nada, es como si mis palabras se las hubiera llevado el viento y no llegaron a sus oídos. Me molesta que no sean sinceros conmigo. No debió aceptarme en su casa, solamente porque soy su cuñada, y más ganas me dan de irme lejos. Que nadie sepa donde estoy.He pasado toda la mañana recibiendo llamadas, programando y cancelando citas de los pacientes del Dr. Ferreira. También he organizado varias carpetas con el historial clínico de cada paciente, y ya me siento algo agitada, supongo que ahora sí bajaré de peso.— Nicol, podrías buscar el historial en físico de, Diana Quintana, por favor — ordena saliendo de su consultorio.— Sí, Dr — respondo y me levanto del asiento. Ya me sentía dormido el tra
El resto de tarde lo evité a toda costa. Tampoco permanecí a solas en el consultorio y de regreso a casa; hablé con mi madre, durante todo el camino de regreso. Entre menos contacto, mejor. Es el novio de mi hermana y aunque su relación es un poco extraña; no puedo hacerle una cosa de esas a Aranza. La traición es imperdonable. Es él quién no merece a una hermosa mujer como lo es mi hermana, no la valora, no la atiende. Pero si le gusta jugar a don Juan con otras chicas. ¿Será que sufre de algo? No puedo negar, que el hombre es atractivo y qué en el fondo me alegra saber que no soy indiferente para un hombre como él. Sin embargo, es prohibido para mí.— Bolita ¿estás bien? — entra mi hermana en mi habitación.— Sí, estoy algo cansada, palito — suspiro y se sienta en una esquina de la cama.— ¿Ocurrió algo con Darren? — preguntó y negué de inmediato.— No, claro que no — mentí y estrechó los ojos con una sonrisa.
Dos días no son nada si no le sumo importancia. Algo que no me ayuda en lo absoluto, son dos días en completa soledad con Darren. Muy en el fondo mi corazón me grita que debo irme antes que algo más llegue a suceder. Pero si le pongo un alto, dudo que sea capaz de pasar la raya conmigo, o eso espero.Término de peinar mi cabello en una coleta alta, pongo un poco de perfume en el cuello y salgo de la casa sin hacer ruido. Abro la puerta con sumo cuidado; y resoplo al estrellarme con Darren esperándome en el auto.Siento como el rostro se me calienta al pensar en el sueño que he tenido con él, y muerdo mis labios en cuanto abre la puerta del copiloto, suspiro. No tengo otra opción que subir en el auto e irme con él.— Buenos días, Nicol — cierro la puerta y abrocho el cinturón de seguridad —. ¿Dormiste bien?.¡Se podría decir que sí, pero no; porque has aparecido en mis sueños! Grita mi mente.— Buenos días, sí — respondo cortante y arranca el auto, despu
No puedo seguir aquí, ese hombres es un desgraciado e infiel. Y yo, yo no merezco llevar ese título de hermana. Estoy fallándole a quien más amo en este mundo.Una vez llegué a casa, alisté mi maleta. Entre más lejos este ellos, es mejor. No quiero ser la causante de un rompimiento de pareja. Mi hermana no merece lo que estamos haciendo. Darren tiene la mayor culpa, pero más culpable soy yo; por dejarme hacer ese tipo de cosas y no hacer absolutamente nada para evitarlo.— ¿Por qué estás haciendo tus maletas? — pregunta algo agitado, y no respondo nada —. Nicol, no te vas a ir a ningún lado. No lo voy a permitir.Rio y cierro la maleta con fuerza.— No eres absolutamente nadie para evitarlo — digo, agarro el asa de la maleta y cuelgo la otra a mis espaldas —. Hagas lo que hagas no me quedaré un día más en esta casa. Tú deberías de preocuparte más por mi hermana, y no de mí ¿no te da vergüenza al hacer este tipo de cosas?.Calla y pasa las manos por su c
— ¿Segura qué no quieres que me quede contigo esta noche? Puedo hablar con Sammy, y decirle que otro día me quedo con ella — niego y me levanto de la cama.— Muy segura, palito. Vete con tu amor. Disfruta y pásala muy rico — sonríe algo apenada y rio.— Bueno, si llega a suceder algo más; me llamas — asiento y suspira —. Ya está más tranquilo. Mañana cuándo les baje el enojo, hablen con tranquilidad. Él no es malo, bolita. Te amo.— Prometo no enojarme — llevo la mano al pecho, y sonríe —. Te amo, hermanita.Nos abrazamos por varios minutos más, y antes de irse me dejó un beso en la cabeza. Nunca imaginé que mi hermana mayor, gustara de las mujeres. No veo el problema en ello, es algo que no se puede evitar. El amor es así, y no soy quien para juzgar las preferencias de los demás. Mi hermana jamás se burló de mi cuerpo, jamás me vio con ojos de desprecio, como muchos lo han hecho. Ella siempre ha sido la misma