— ¿Quieres con jamón y queso o vegetales? — pregunta desde la cocina.
— Jamón y queso — respondo sentándome en una de las sillas del inmenso comedor.
— Perfecto, en un momento voy — dice y muerdo mis labios.
Debo estar muy loca por lo que voy hacer, pero todo sea por salir de la duda. Mi hermana no puede casarse con un hombre que no la desea. Acomodo mis pechos dejándolos casi por fuera de mi blusa; tampoco puedo ser tan evidente. Reacomodo de una manera que se aprecian sin ser del todo vulgar. Cruzo una pierna sobre la otra y reclino mi cuerpo hacia atrás; espero lucir sensual y no un pato deformado. Despeino un poco mi cabello y muerdo mis labios para darme un toque más erótico.
— Nicol, sé que acabas de llegar y seguro quieres descansar un poco, pero... — se calla al verme. En sus labios se forma una media sonrisa y sus ojos se clavan en mis gemelas ¿Qué m****a estoy haciendo?.
— ¿Qué decías? — me hago la desentendida y coloca los platos sobre la mesa.
— Sí, te querían proponer que trabajes para mí — se sienta a mi lado y me doy cuenta del como observa mis piernas. Bebe un trago de jugo y cierra los ojos —. Por unos meses, mientras mi asistente vuelve de la licencia de maternidad.
Aparto mi mirada de él, pues es evidente que le cuesta hablar y centro toda mi atención en la pechuga rellena.
— ¿Por cuanto tiempo será? Digo, me encantaría y gracias por tenerme en cuenta — corto un trozo y lo llevo a mi boca. Cierro los ojos disfrutando del sabor, esto esta delicioso —. Pero no sé nada de ser asistente de un doctor — trago y abro los ojos para verlo.
Carraspea y come de su plato.
— Yo te enseño. Además, no es cosa del otro mundo — dice y sonrío —. Es recibir llamadas, programar los pacientes y ayudarme con el aseo general del consultorio.
— Si lo dices de esa manera, entonces es pan comido — digo y se ahoga con la comida. Me levanto de la silla y golpeo su espalda un poco —. ¿Estás bien? Debes comer de a poco, no puedes ser tan glotón y comer rápido. Yo no planeo quitarte tu comida.
— Pero puedes probar de mi comida si así lo quieres — me aparto de golpe y se levanta de la silla. Me mira por unos segundos y voltea para irse —. Espera Estas jugando conmigo ¿Verdad?.
— ¿Aceptas mi propuesta? — cambia de tema y suspiro resignada. Que hombre más extraño.
— Sí, acepto trabajar contigo — accedo y espero no confundir más sus palabras. Estoy escuchando mal. Aparte de gorda, me volví sorda.
— Mejor vete a dormir, nos vamos a las 6 de la mañana. Te debo mostrar varías cosas antes de abrir el consultorio — dice dándome la espalda — Buenas noches, Nicol.
Y sin más se va sin esperar respuesta de mi parte. Observo la comida servida y término de comer la mía. No estamos para desperdiciar la comida así como así, aunque en esta casa los lujos se predominen a simple vista. Término mi deliciosa pechuga rellena y recojo los platos de la mesa, guardo lo que no término de cenar Darren y dejo todo limpio antes de irme a dormir. Sus palabras vuelven a susurrar en mi cabeza. Creo que me estaba echando indirectas por mi apariencia y sumado a eso, estaba devorando la comida sin respirar. La falta de un hombre en mi vida genera que escuche palabras que no son.
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AL DÍA SIGUIENTE
— Bolita — respiro profundo aún con los ojos cerrados. Soy tan mala para madrugar y ahora no tengo de otra —. Se te hará tarde para ir a trabajar con Darren.
— Ya voy, dile a tu noviecito el doctor hombre extraño, que renuncio — giro mi cuerpo y escucho una risa varonil. Me incorporo rápidamente y Darren esta con una sonrisa ladeada en sus labios —. Lo siento, estaba dormida. Me iré a bañar, permiso.
— Yo me voy a dormir, estoy censada y esta noche me toca el turno de 72 horas — deja un beso sobre mi frente y se Inclina a mi oido —. Comportate, bolita. Deja de decir esos comentarios, te quiero y que te vaya bien en tu primer día de trabajo.
Aranza cruza por el lado de Darren y solo le da una mirada. ¿Acaso no hay un poco de cariño entre estos dos? Mi trabajo esta cada vez más complicado. Mi hermana tampoco muestra interés en su hombre, el cuál me esta mirando algo raro desde la puerta.
— Te espero en 15 minutos en el auto — dice y se gira. Se va a desquitar conmigo, al parecer no le caí muy bien a mi cuñado.
Me levanto casi corriendo, tomo una ducha rápida y me pongo lo primero que agarro. Dijo 15 minutos y he batido récords con mi rapidez. Salgo corriendo y el maldito de mi cuñado ya ha arrancado el auto.
— ¡Darren, espera! — grito y frena en la esquina. Saca la mano por la ventana y camino algo molesta hacia el auto —. No es necesario que te burles de mí. Si te molesta tanto mi presencia ¿por qué me has pedido que trabaje para ti? Mañana tomaré un taxi o iré caminando — digo una vez subo en el auto. Miro hacia la calle, ya que estoy enojada y lo que menos quiero es golpear a mi cuñado.
— ¿Irás al consultorio vestida así? — cambia el tema y resoplo con fuerza —. Ve y te cambias, puedo esperar un poco más.
¿Qué? ¿Acaso me veo mal?.
— Mire, el hecho de que esté viviendo en su casa, no quiere decir que deba hacer lo que ustedes digan. Soy mayor de edad y puedo salir desnuda a la calle si así me da la gana — giro y su mirada brota rabia. Sus manos se aferran con fuerza en el volante y sus nudillos están rojos —. ¿Te disgusta que viva en tu casa? Por qué sí es así, dejemos el show para cuando mi hermana este presente. Sé directo y dime las cosas como son y nos evitamos todo esto.
Me mira un poco sorprendido, sin embargo pone el auto en marcha sin decirme nada. Lo miro molesta, y creo que ser su asistente personal, nos traerá muchos problemas de convivencia. Odio tener que ser un estorbo para los demás y esa es la razón, del porqué mi actitud. El menosprecio no va de la mano conmigo y esta muy claro lo mucho que le desagrado a este hombre.
Entre nosotros el silencio fue casi mortal durante el viaje hacia el consultorio. Una vez llegamos allí, me indico mi lugar y los deberes que debía realizar. Conforme iban pasando los días, advirtió que podían aumentar. De nuestra charla en el auto ninguno de los dos mencionó nada, es como si mis palabras se las hubiera llevado el viento y no llegaron a sus oídos. Me molesta que no sean sinceros conmigo. No debió aceptarme en su casa, solamente porque soy su cuñada, y más ganas me dan de irme lejos. Que nadie sepa donde estoy.He pasado toda la mañana recibiendo llamadas, programando y cancelando citas de los pacientes del Dr. Ferreira. También he organizado varias carpetas con el historial clínico de cada paciente, y ya me siento algo agitada, supongo que ahora sí bajaré de peso.— Nicol, podrías buscar el historial en físico de, Diana Quintana, por favor — ordena saliendo de su consultorio.— Sí, Dr — respondo y me levanto del asiento. Ya me sentía dormido el tra
El resto de tarde lo evité a toda costa. Tampoco permanecí a solas en el consultorio y de regreso a casa; hablé con mi madre, durante todo el camino de regreso. Entre menos contacto, mejor. Es el novio de mi hermana y aunque su relación es un poco extraña; no puedo hacerle una cosa de esas a Aranza. La traición es imperdonable. Es él quién no merece a una hermosa mujer como lo es mi hermana, no la valora, no la atiende. Pero si le gusta jugar a don Juan con otras chicas. ¿Será que sufre de algo? No puedo negar, que el hombre es atractivo y qué en el fondo me alegra saber que no soy indiferente para un hombre como él. Sin embargo, es prohibido para mí.— Bolita ¿estás bien? — entra mi hermana en mi habitación.— Sí, estoy algo cansada, palito — suspiro y se sienta en una esquina de la cama.— ¿Ocurrió algo con Darren? — preguntó y negué de inmediato.— No, claro que no — mentí y estrechó los ojos con una sonrisa.
Dos días no son nada si no le sumo importancia. Algo que no me ayuda en lo absoluto, son dos días en completa soledad con Darren. Muy en el fondo mi corazón me grita que debo irme antes que algo más llegue a suceder. Pero si le pongo un alto, dudo que sea capaz de pasar la raya conmigo, o eso espero.Término de peinar mi cabello en una coleta alta, pongo un poco de perfume en el cuello y salgo de la casa sin hacer ruido. Abro la puerta con sumo cuidado; y resoplo al estrellarme con Darren esperándome en el auto.Siento como el rostro se me calienta al pensar en el sueño que he tenido con él, y muerdo mis labios en cuanto abre la puerta del copiloto, suspiro. No tengo otra opción que subir en el auto e irme con él.— Buenos días, Nicol — cierro la puerta y abrocho el cinturón de seguridad —. ¿Dormiste bien?.¡Se podría decir que sí, pero no; porque has aparecido en mis sueños! Grita mi mente.— Buenos días, sí — respondo cortante y arranca el auto, despu
No puedo seguir aquí, ese hombres es un desgraciado e infiel. Y yo, yo no merezco llevar ese título de hermana. Estoy fallándole a quien más amo en este mundo.Una vez llegué a casa, alisté mi maleta. Entre más lejos este ellos, es mejor. No quiero ser la causante de un rompimiento de pareja. Mi hermana no merece lo que estamos haciendo. Darren tiene la mayor culpa, pero más culpable soy yo; por dejarme hacer ese tipo de cosas y no hacer absolutamente nada para evitarlo.— ¿Por qué estás haciendo tus maletas? — pregunta algo agitado, y no respondo nada —. Nicol, no te vas a ir a ningún lado. No lo voy a permitir.Rio y cierro la maleta con fuerza.— No eres absolutamente nadie para evitarlo — digo, agarro el asa de la maleta y cuelgo la otra a mis espaldas —. Hagas lo que hagas no me quedaré un día más en esta casa. Tú deberías de preocuparte más por mi hermana, y no de mí ¿no te da vergüenza al hacer este tipo de cosas?.Calla y pasa las manos por su c
— ¿Segura qué no quieres que me quede contigo esta noche? Puedo hablar con Sammy, y decirle que otro día me quedo con ella — niego y me levanto de la cama.— Muy segura, palito. Vete con tu amor. Disfruta y pásala muy rico — sonríe algo apenada y rio.— Bueno, si llega a suceder algo más; me llamas — asiento y suspira —. Ya está más tranquilo. Mañana cuándo les baje el enojo, hablen con tranquilidad. Él no es malo, bolita. Te amo.— Prometo no enojarme — llevo la mano al pecho, y sonríe —. Te amo, hermanita.Nos abrazamos por varios minutos más, y antes de irse me dejó un beso en la cabeza. Nunca imaginé que mi hermana mayor, gustara de las mujeres. No veo el problema en ello, es algo que no se puede evitar. El amor es así, y no soy quien para juzgar las preferencias de los demás. Mi hermana jamás se burló de mi cuerpo, jamás me vio con ojos de desprecio, como muchos lo han hecho. Ella siempre ha sido la misma
Como bien dice el dicho; el que no arriesga, no gana. Pues me lancé de cabeza y sin pensarlo tanto a los brazos de mi doctorcito favorito. Veremos que sucede, iremos con calma. No quiero cometer algún error o que él sea quien lo cometa. Hemos decido iniciar a un ritmo lento, si soy para él y él es para mí; todo fluirá a su propio ritmo. Aunque no puedo negar que todo esto que es tan nuevo para mí, me agrada y a la vez me pone muy nerviosa. Nunca he tenido un novio, no sé que hacer y en muchas ocasiones me falta el aire con sus besos tan largos y pausados. Soy un total desastre; ni viendo vídeos de como besar me han ayudado para quedar a su altura.Los días se pasan rápidamente, y aún me parece estar cometiendo una falla con mi hermana. Dos semanas han pasado desde que mi madurito me propuso ser su novia, y vivir bajo el mismo techo no nos sirve de a mucho. Cada que nos despedimos para ir a dormir nuestros besos se alargan, por varios minutos donde un cosquilleo crece dentro de
Nos acercamos a ellos y por la cara que muestra Darren, me da a entender lo doloroso de la situación, lo cual me hace reír un poco.— Sammy.La mujer se voltea a nuestra dirección y sonríe; sin duda alguna, es una bella morena de ojos marrones y cabellera larga.— Nicol, es un placer conocerte al fin — me da un abrazo familiar el cuál correspondo —. Ocurrió un desastre en el apartamento y tuvimos que traer la cena aquí, esperamos que no les moleste.— El gusto es mío, Sammy — nos separamos y agarra a Darren del brazo —. No nos molesta, para nada.— Bueno, la comida esta servida ¿vamos? — noto a mi hermana muy nerviosa y no entiendo la razón.Aprovechando que Sammy se ha llevado a Darren casi a rastras, tomo del brazo a Aranza y la siento obligada en el sofá.— ¿Qué pasa? ¿Estás bien? — asiente mordiéndose el labio inferior —. Te noto nerviosa y algo distraída ¿Estás segura que no es nada?.— Hablé con mamá y... — vacila y la tomo de la
— Supongo que debes de refrescar mi memoria, la verdad no recuerdo muy bien en lo que hemos quedado — muerdo mi labio inferior al sentir su mano apretar un poco mi cadera.— Que mala memoria tienes, princesa. Voy comenzar por el principio — desliza la cremallera del vestido hacia abajo y trago saliva —. Esto estorba a lo verdaderamente importante que quiero ver, y aunque luces preciosa en el; tu desnudez es mucho más bella.Mi rostro y mi cuerpo están ardiendo y no por la vergüenza. Las copas de vino me han nublado la razón en su totalidad. Estoy deseando que toque cada rincón de mi piel; justo cómo lo hace en mis sueños. Mis senos quedan libres y una corriente de calor y frío recorre por la punta de mis pezones haciéndome estremecer, a la vez que se endurecen. Presiono mis piernas con fuerza y el cosquilleo en mi estómago ha aparecido nuevamente.— De hecho, Dr. Ferreira. Mi memoria ha sido cortada de raíz. Debería hacer una revisión a fondo con ese aparato que cu