🌟DARREN🌟
Cada que mi familia aparecen en mi vida, es para problemas. Sé que no hice bien, pero mi deseo o amor por ella es muy grande. Es algo que mi padre nunca me va a perdonar, y el haber estado en la cárcel por unos cuántos meses; por haber tomado un par de fotos a Nicol mientras dormía, me llevó a ese punto límite del cuál no pude escapar.
— Darren ¿qué estás ocultándome? — murmuró, me tensé de inmediato al escuchar su voz. La creí dormida.
No supe que responder, aunque sabía que este día llegaría en cualquier momento.
— ¿No piensas hablar? Creí que no tenías secretos conmigo, pero me he equivocado. Nunca terminamos de conocer a una persona.
Mi corazón se partió al escuchar sus palabras.
— Solecito, yo...
— ¿Tú qué? — se giró en mis brazos. En sus mejillas vi el recorrido de lágrimas recientes y mas culpa sent
🌟Nicol🌟Puede sonar que también esté mal de la cabeza, pero en cierto modo no me molesta lo que Darren me ha confesado. Sé que no está bien lo que hizo, y sin embargo, no me hace sentir incómoda. Se ha abierto a mí confesando un secreto que quizás para muchos sea extraño y degenerado. Para mí no, él nunca llegó a lastimarme y eso es lo que me hace verlo de manera especial. Entonces, es cierto su amor por mí, en ningún momento ha estado jugando conmigo. No quería creer, pero sus sentimientos hacia mí son tan fuertes que he empezado a sentir que dependo de él en muchos factores.Mentiría si digo que le amo con esa misma intensidad que él lo hace, pero esta calándose rápida y profundamente en mi corazón. Nada puede evitarlo, Darren está siendo esa parte que tanto me faltaba en mi vida. Su mirada me susurra lo mucho que me adora, sus palabras no son más que suaves puñales que se clavan con dulzura
Darren lucía nervioso cada que miraba el reloj en su muñeca. No sabia a que hora llegarían pero solo era cuestión de. segundos para que llegaran a casa. Un auto frenó e hizo chirriar las llantas contra el asfalto, mi corazón saltó de emoción. Después tres meses sin verlos, era normal que los extrañara tanto. Como niña pequeña corrí a recibirlos. Mi padre lucía muy molesto, pero no entendía por qué.— Mi amor hermosa — me abrazó fuertemente mi madre dejando un beso en mi mejilla —. Te extrañaba muchísimo. Haces demasiada falta en casa.— Mamá, también los extraño — me separé de mi madre y mi papá me dejó un beso en la frente.— Estas muy cambiada, ya no tienes ese feo color rojo en el cabello — mencionó y reí —. Te luce ser una mujer responsable. Hablando de ello, ¿dónde está el Dr? Quiero que me sostenga en la cara la razón de no casarse con mi hija.Ese comentario me hizo poner muy nerviosa. Aranza no le ha dicho a papá la verdad de su relación con Darren. M
Había pasado una semana en la que en ningún momento hablé con mi madre. Supongo que no hizo entrar en razón a mi padre; por lo qué me ha dicho Aranza, él cree que fui la causante de que la relación de ellos se rompiera, y por ende, la decisión de no casarse. Me molesta que mi hermana no le diga la verdad de una vez por todas a mi padre, sé que no es algo fácil de decir tan deliberadamente, pero podría intentar contándole como son las cosas en realidad de a poco. Literal soy la mala hermana que ha destrozado una relación que nunca existió.El tema de la universidad es algo que me ha mantenido fuera de este mundo. Por más que vea opciones, algunas son imposibles de acceder. El costo supera demasiado el presupuesto que tengo ahorrado, supongo que tendré que hacer otro esfuerzo de conseguir un trabajo extra; aunque a Darren no le agrade del todo. No quiero ser la chica que está tras de su dinero, por más que ha insistido no le pienso recibir el dinero que me ofreció hace unos días
Todo mi ser tembló ante su propuesta. Mi corazón y mi mente no están sincronizados; uno me dicta que me lance en sus brazos y me permita ser feliz de una vez por todas, mientras el otro susurra que esto es un sueño del cuál estoy a punto de despertar.— Solecito — susurra suavemente, demostrándome de un solo golpe que es muy real —. Déjame amarte, te lo he dicho muchas veces; yo no quiero lastimarte.Mis palabras han sido sustituidas por lágrimas felices. Me he ganado el cielo a lado de este hombre. Las palabras me ahogan. Su sonrisa se va borrando de a poco y solo puedo ver cómo cierra la caja lentamente. Esa mirada tan coqueta ha desaparecido por una temerosa. Quiero gritarle que sí, pero mis palabras se han quedado atoradas en mi garganta.Limpio las lágrimas con mi ante brazo y respiro profundamente. Para qué negarle lo mucho que está incrustado en mi corazón, ¿para qué? si él me ama mucho más de lo que yo podría llegar a hacerlo.— Osito — me mira
— Cómeme, osito — susurro juguetonamente, mientras muerdo su labio inferior —. Soy toda tuya.— No te haré esperar, solecito — bajó sus besos por mi cuello y el calor se concentró en todo mi cuerpo —. ¿Te había dicho que verte en esas pijamas tan lindas te me antojas mucho más?.Bajó los tirantes de la camiseta de dormir dejando mis senos al descubierto. ¿Cómo puede decir tal cosa, al ver a una adulta usando pijamas infantiles aún? Solo a él le generará ese deseo de verme tan vergonzosamente de esta manera. Sus besos descendieron por el centro de mi pecho, a la vez que sus suaves dedos acariciaron mi hombro desnudo. Voy a perder la cabeza con tanta delicadeza. Ya hemos hecho el amor infinidad de veces, pero a diferencia de hoy; está siendo mucho más paciente. Es como si quisiera grabar cada beso y cada toque en mi piel.— Me gusta mucho el sabor de tu piel, eres tan deliciosa — gemí, al sentir el roce de su lengua en mi pezón —, y completamente mía.Mientras
Me quedé como tonta por varios minutos mirándola desde la puerta. ¿Quién es esa mujer y porque ha actuado de manera tan arrogante? Está vez no me haré suposiciones que no son. Confío plenamente en Darren, quizás y sí son amigos de tiempo atrás.Entro a la casa y decido comer del desayuno que me ha dejado mi madurito; cada vez me enamoro de sus lindos detalles. Por un momento olvido a la mujer que espera por él, y disfruto a plenitud del desayuno. Una vez acabo de comer, tomo una larga ducha. Mi piel está demasiado pegajosa, y los recuerdos de sus besos y caricias me dominan la mente; me erizo con el hecho de pensar en cada uno de sus toques violentamente adictivos.Decido colocarme un vestido de flores, con escote redondo en el pecho y un largo hasta medio muslo, con unos zapatos bajos; ideal para ir a la playa, según me comentó en la mañana mi osito. La mujer se me viene a la mente y decido observar si aún sigue estando ahí fuera; y efectiv
⭐Nicol⭐— Mi cielo, si no hubieras intervenido, seguramente le habría partido la cara a esa muñequita — confieso, y ríe conduciendo por la carretera.— La violencia no te queda bien, mi amor. No debes de rebajarte hasta ese nivel.— A veces, solo a veces es bueno para que aprendan a respetarte — lo veo negar y rio.— Bueno, ya no hablemos más de ello, ¿sí? — asiento mirando por la ventana. Pero necesito saber que clase de relación tenían y si debo preocuparme de algo o no.— ¿Puedo preguntarte una cosa más?.— Sí, solecito. Dime.— ¿Ustedes eran amigos y algo más o tenían una relación? — desvíe la mirada a él y por pocos segundos nuestros ojos se encontraron.— Tuvimos una relación por algunos meses; cosa que no funcionó. A Lucy la conozco desde niño y mi padre siempre quiso comprometerme con ella.
— Osito — gira su rostro hacía mí, nuestros ojos se encuentran por largos segundos y siento que el corazón se me estallará en cualquier momento —. Te amo demasiado, gracias por todo lo que haces por mí.Parpadea algo aturdido y sonrío volviendo mi vista al frente. Las palabras me salieron por sí solas, es lo que me hace sentir; cuando el corazón dicta, nadie puede objetar lo contrario. Darren es la sangre que fluye por mis venas y el aire que necesito respirar a cada instante. Estar enamorada es sin duda alguna el mejor estado de una persona. Todo parece sacado de una película romántica y, no importa nada más que nosotros.— Te amo más, mi amor — suspira profundamente y todo mi ser estremece —. Mi solecito hermosa, moriré antes de darte el sí en la iglesia.Niego con una sonrisa.— No soy médico, pero yo te revivo, no te preocupes.— Ya me reviviste con esas palabras que acabas de decir, princesa. ¿Quieres tocar?.— ¡Darren! ¿Por qué siempre