—Hasta aquí llego yo —Me despedí del señor con una sonrisa un tanto melancólica.—No vayas a llorar chico ¿Te veré de nuevo? —Interrogó con cierto sarcasmo.—Cuando el semestre inicie nos veremos, yo terminare la carrera —Prometí a él y a mí mismo.—Estupendo, recuerda lo que te dije, olvida todas esas horribles mujeres y lo que la sociedad te quiere hacer creer de los acaudalados, el dinero no es malo, tampoco es un estigma, es la herramienta más poderosa de las personas ignorantes, por lo que para un genio como tú no ha de suponer ningún problema —Declaró con certeza —Ve por Olesia —Repitió bajando la cabeza.—Lo hare… ¿Cuál es tu nombre? —Quise despedirme, pero me faltaba un detalle vital.—Alejandro, te deseo mucha suerte Liam y gracias —Reveló saludándome con la mano, un gesto raro y al mismo tiempo muy amable. Regrese a mi casa fatigado, pero con el corazón lleno de felicidad, hacerle bien a una persona es una de las mejores emociones que un ser humano puede sentir, un recorda
Que incomodo el momento en el que cruce el umbral y me tope directamente con Olesia, Corina, Sabrina y Sonia, todas mirándome fijamente con odio, la última tenía sus ojos llorosos, como marcas indiscutibles de que su teatro era muy honesto. Para aderezar este hermoso platillo había que destacar de manera magistral los moretones que tenía en su cuerpo, como no, opto por traer una camisa corta para que estos se vieran nítidamente, lo cual ya de por si destrozaba mi imagen delante de la mayoría, no habría forma de corregir eso, la elegancia y el cariño con el que la gente me trataba estaba acabado.—Siéntese señor Maxwell, lo estuvimos esperando —La elegante dama de atención al cliente me apunto de forma inquisidora a una silla que estaba justo al lado de mi ex.—De acuerdo —Acepté sin entrar en detalles, suponía que lo mejor era fingirme completamente inconsciente de la realidad a la que me enfrentaba.—¿Sabes porque te estamos llamando? —Interrogó la supervisora con un rostro muy neutr
Me aleje de la puerta y volví a la mesa, diferente a los acontecimientos anteriores, Olesia no quiso en ningún momento convencerme con su hermoso cuerpo, se sentó a mi lado manteniendo su ropa sumamente recatada y me miró fijamente, antes de enunciar cualquier cosa medito por un segundo lo que diría, en definitiva, estaba conflictuada por todo lo ocurrido.—He pensado cuidadosamente en tus consejos, sabrás que necesito preservar mi imagen, esa parte es muy importante por tanto… —Antes de que dijera nada la interrumpí con un beso en sus labios.—Lo sé, no admitiremos que somos novios hasta que no salga tu divorcio y, aun así, te daré todo el tiempo que quieras para que te convenzas de que soy un buen partido —Acepté con una sonrisa burlona, notando que ella se ponía colorada.—Eres, de acuerdo, eso sí, tendrás derecho de escoger como y de qué forma tenemos intimidad, no tienes restricciones para negarte o dejarme si lo deseas, eso sí lo de la exclusividad es para ambos —Acotó ella con
—Está en una reunión —Declaró Marjorie con una sonrisa.—¡Amiga! —Exclamé contento, aproximándome para darle un abrazo —Hoy casi voy a la cárcel —Carcajeé con el corazón acelerado, solo recordarlo me provocaba un miedo atroz.—Descuida, no podía permitirlo, no me dejaron ingresar para abogar por ti, pero rápidamente le conseguí las grabaciones a la CEO y se las hice llegar, me alegra que funcionara, estarías perdido sin mi ayuda —Añadió ella con orgullo.—Ni que lo digas ¿Cómo has estado? —Cuestioné contento con su apariencia.—Excelente ¿Qué necesitabas hablar con ella? ¿Algo privado o empresarial? —Arqueó las cejas con un tono pícaro.—Chistosa como siempre, en realidad venía a preguntarle sobre algo que no me hizo mucha gracia, a según seré transferido a la parte de atención al cliente ¿Sabes sobre eso? —Dudé un tanto alarmado.—La verdad no, pero seguramente me lleguen tus documentos prontos para hacer el cambio de archivo y por sistema —Suspiró ella con resignación.—Yo… ¿No debe
Empecé la lectura con suma calma, esperando recibir en esta ocasión un trato mucho más razonable, en este caso se me trataba de usted y toda la parte de ser manipulado como un objeto quedaba en el pasado. Ahora era un individuo que aceptaba mantener una estricta confidencialidad sobre los gustos y deseos de la señorita Olesia, la cual se comprometía con mi persona a respetarme y darme tratos dignos de cualquier persona en una relación.Este cambio de tonalidad en el documento me hizo respirar tranquilo, se trataba de una manera eficiente y maravillosa de tener todo en orden, sin que por eso tuviera que renunciar a mis derechos humanos, cosa que al parecer era de poca importancia para el común denominador, pero que en mi caso tenía un peso fundamental a nivel legal.Existen infinidad de situaciones en las que las personas han recibido horrendas vejaciones debido a crueles arreglos legales, donde básicamente los privan de sus derechos para comunicarse simplemente con el objetivo de cons
Así me quede dormido, esperando encontrar el reposo en los brazos de mi amada Olesia, a la cual vería mañana para la revisión con mi madre. Dejé los papeles sobre la mesa para que no se arrugaran y pudieran permanecer en una condición excelente a la hora de validarlos legalmente, en esta ocasión no soñé con absolutamente nada, ya que después de imprimir mi firma sobre el texto me sobrevino una inmensa paz, supongo que es esos momentos en los que te quitas un peso tan grande de encima que ni siquiera sabias que llevabas a cuestas, pero que tu consciencia sí que estaba al tanto de dicho predicamento.Cuando abrí los ojos me topé con el sol escapándose por las rendijas de la ventana y con un particular ruido que provenía de la cocina, mi progenitora estaba hablando con alguien, apenas y me peine, solo me coloque una franela para no irrespetar a los invitados que hubiese traído, así mismo fui a la cocina para tomar agua y ver si de casualidad el café estaba hecho.Solo tuve que sentir el
No estaba lejos de la realidad, cuanto más pensaba en ese asunto se me enrojecían los cachetes, esa chica no tenía precio, era sencillamente lo que siempre buscaba en una mujer, solo que como es habitual, hubo que luchar para conseguir que entendiera mi punto, eso es lo fundamental en una relación, ser capaz de ceder, ambas partes deben entregar algo para adaptarse mutuamente, ya que es prácticamente imposible que dos entes se entiendan y coincidan en todo.El día se me fue divirtiéndome con juegos y leyendo sobre idiomas, con tantas cosas no me había dado cuenta de que la fecha de ingreso a la facultad se acercaba vertiginosamente, sino estaba preparado la profesora Miriam me echaría una bronca terrible, hasta Alejandro se burlaría de mi si no era capaz de dar la talla en el semestre. Honestamente adoraba aprender sobre otras lenguas, no solo por lo que implicaba hacerlo, era la ruptura máxima de los estigmas territoriales, ya que mediante el idioma se rompía la barrera del entendi
Olesia ingreso con algo de problemas al garaje, se ve que las habilidades de manejo no eran su disciplina más desarrollada, una vez dentro se bajó portando un hermoso traje compuesto por una blusa de chiffon y un pantalón de vestir elegante, rematado con un collar y zarcillos recatados, mas unos pulidos zapatos de vestir negros. Era una oficinista en toda regla, me encantaba como los colores oscuros destellaban en consonancia con su piel tan blanca y sus rasgos tan fino.—Estoy lista para mi sesión de masajes —Suspiró esta con miedo, sacudiendo sus extremidades tensas.—¿Ya desayunaste? Mi hijo se paró muy temprano para preparar comida y café —Expresó mi progenitora avergonzándome de nuevo.—¿En serio? —Preguntó está viéndome fijamente.—De hecho, si ¿Quieres un emparedado? —Ofrecí un tanto nervioso.—Me encantaría, nada mejor que un hombre polifacético —Afirmó la dama entre risas.Desconocía que era tan divertido, pero darle vueltas al asunto no resolvería nada, estaba en una posició