Leah se preparó para su último día de vacaciones, luego de preparar el desayuno y dejarlo listo; antes de salir le dio un beso a su pequeña en la frente y se despidió de la niñera.
Al revisar su teléfono vio un mensaje de su jefe.
Señor D: Disfruta tu último día de vacaciones, mañana al fin es el gran día.
Te exprimiré el doble. Pásalo bonito.
Leah no pudo evitar soltar una carcajada, sin duda siempre salió con unas locuras que solo el señor Damián podía decir, le respondió con un pulgar arriba. Detuvo el taxi y le dio la dirección del spa del nuevo hotel, sabía que se lo había dado para que disfrutara, pero sin duda quería que viera el control del nuevo lugar. Los últimos años habían sido un completo caos, pero algo siempre era seguro el cariño y la confianza de su jefe.Al llegar al lugar bajo y pago al taxista y al entrar se dirigió al lobby y pregunto por su cupón, la atendieron inmediatamente guiándola al nuevo sector del hotel sin duda al mirar se sintió orgullosa de ser parte de aquel diseño fantástico, dándole unos masajes relajante y acupuntura, luego le hicieron el pedicuro y le arreglaron sus manos, se sentía relajada y el olor a vainilla impregnado en su cuerpo lo adoraba.Al medio día le hicieron llegar el almuerzo, se deleitó con cada plato y postre. Tomó su teléfono y le escribió un mensaje a su jefe agradeciéndole por todo, no sabía cuánto necesitaba relajarse. Luego de quince días llenos de muchos saltos y carreras.
—Señorita, ¿Dónde encuentro la sauna? —le preguntó a una las chicas que pasaba.
—Al final al fondo, el de la derecha... Recuerde que no puede entrar con ningún tipo de artículos —le hizo recordar.
—Muchas gracias—se levantó luego de haber reposado lo suficiente para ir a su última parada para marcharse a casa, ya de cierta forma se sentía ansiosa sabía que Fabiano estaba en buenas manos mas no podía evitarlo, había dejado el teléfono en el pequeño casillero.
Se cambió enrollado el paño alrededor de su cuerpo. Cogió un pequeño paño para ponerlo en sus ojos, aquello era relajante pero aquel sentimiento no duró mucho hasta que vio una luz que parecía que salía de un objeto, se levantó viendo un hombre de espaldas. Aquello la enfureció.
—Esto es una completa estupidez, no voy a grabar— decía el hombre enojado, ella abrió sus ojos ligeramente.
—Oye! Pervertido ¿Qué crees que haces? —dijo enojada haciendo que el hombre se volteara, casi grito al darse cuenta que era el hombre que a veces perseguí sus sueños, el hombre de hace seis años atrás. Casi se sintió estúpida por pensar que era un buen tipo.
—No es lo que crees que es—dijo intentando explicar la situación maldecía su abuelo—. Estoy haciendo una revisión de estructura y verificando que el calor no se filtre, no lo entenderías.
—¿Me crees idiota? Eso no se hace, necesitas una autorización para ello y cuando el lugar este sin ningún personal—dijo enojadísima al pensar que le vería la cara de tonta—, Hahn hasta tienes la cara de mentir. Ayuda, ayuda hay un idiota grabando dentro del sauna.
Fabio la miro alarmado, apretó las manos sintiendo que todo se le escapaba de las manos. Era culpa de ese viejo.
Varias personas se acularon para ver lo que sucedía y rápidamente llegaron los trabajadores.
—Debería tener mejor control sobre la sauna, cualquier Pervertido puede entrar y grabar o que se yo— dijo quejándose —, deberían llamar a la policía, está prohibido por una razón, además está en el área de mujeres está claro lo que venía hacer— todos a su alrededor empezaron a murmura lo que decía la mujer tenía razón, no existía algún tipo de explicación para que el hombre estuviera allí.
—No soy un pervertido. Déjame explicarte....
Leah lo corto enojada riéndose.
—No es como si fueras admitirlo, tú de verdad no tienes vergüenza.Él la miró con la boca abierta, y maldijo por dentro esto era culpa de ese vejestorio que tenía por familia, debería haberle dicho que revisara las instalaciones por el mismo, era su hotel después de todo, contuvo las ganas de decir que era el nieto del dueño, pero sin duda eso no le gustaría.
—Tu pienses de esa manera no se supone que lo sea, además —menciono intentando lograr calmar la situación, no quería terminar en la cárcel y al siguiente día en la prensa.
—Señor necesita acompañarnos y proceder con procesos—dijo un guardia llegando al sitio.
Fabio acompañó al hombre, pero antes de marcharse le dijo:
—No me olvidaré de esto, lo juro— le grito furioso y luego se quedó observándola por un momento se le hacía conocida—¿Nos conocemos?
—Lo esperare, que tengas un lindo día—le grito de vuelta, para luego levantar una de su ceja—, no, nos conocemos.
Fabio maldecía en el momento en que se cruzó con esa mujer, espera ansiosamente al viejo, no podía ser desde el primer día, sus ganas de tomar el primer vuelo a Inglaterra y pelear con su abuelo sobre su estadía. Había sido largos seis años en los que había puesto trabas una y otra vez.
—Señor necesitamos su identificación —le pidió el guardia de seguridad—, si no tendremos que llamar a la policía.
—Ya viene en camino, espero que se apure —dijo impaciente habían pasado más de veinte minutos. Todavía no podía entender que Berlín siendo tan grande tenía que chocar con una loca mujer.
—Hijo, ¿Qué ha pasado? — preguntó, él guardia de seguridad reconociendo a uno de los huéspedes más frecuentes del hotel.
—Me he topado con una loca, y por tu culpa me ha tachado de pervertido—se quejó mientras se levantaba del asiento y se acercaba donde su abuelo presentaba su identificación.
—No es como si fueras encontrarte otra vez con ella— bromeo riéndose de lo sucedido—, aunque fue mi error lo admito.
—Dios no lo quiera, eso me volvería loco—expresó aterrorizado de solo imaginar volver a toparse con la misma mujer.
—Está bien, vamos a comer. Y dejemos esto en el pasado.
—Buenos días, mami— dijo una voz cantaría por la mañana, Leah sonrió ampliamente antes de darle un beso en la mejilla, y ver esos hermosos ojos azules sin duda se parecían mucho, en la forma de sus ojos y nariz, hasta la forma como… negó fuertemente tenía que dejar de pensar en ese pervertido, deseaba no verlo más nunca. Había soñado muchas veces con volver a verlo, sin duda cualquier ilusión se había esfumado, como lo que fueron simples fantasias.—Buenos días, amor… recuerda portarte bien en el colegio— dijo al terminar de desayunar para irse a trabajar—. Ten un hermoso día, y nada de travesuras a Sandra.—Lo prometo, mami.—Te amo.—Yo te amo, mas.Ella negó y sonrió tomando su bolso, le lanzo un beso y salió para dirigirse al trabajo un poco ansiosa sabía que hoy llegaba el nieto del señor Damián quien se retiraba luego de muchos años manejando la empresa, sin duda él era el claro ejemplo de lo que era trabajar y sudárselo para tener lo que uno lograr lo que se propusiera. Hoy er
A la hora del almuerzo un mensaje llego al grupo principal de la empresa. Leah abrió sus ojos completamente al ver donde había escrito. Sabía que tal vez se había equivocado, pero sin embargo ella había sido extremadamente cuidadosa en explicárselo.Fabio: señorita Leah, muero de hambre........... Quiero ir a comer........ Terminé todo mi trabajo, abuelo...... Leah; Señor Fabio, está escribiendo en el grupo principal... Puede ir a comer si lo desea. Escribió rápidamente una respuesta y la envió, segundos después el mensaje de Fabio desapareció del chat, a lo que está río fuertemente. Y volvió a escribir otro mensaje.Leah: No se preocupe puede ir a comer... —Tomemos un descanso, iré por un café.Le aviso y se dispuso a marchar.—Por favor, podrías traerme uno—le pidió a lo que ella sonrió y respondió.—Me lo pensaré.Fue su única respuesta ante de marcharse. Bajo a la cafetería del décimo piso, obviamente mucha gente estaba en la cafetería y al verla ingresó susurrando cosas.—Mati
Tomó lo que necesitaba y camino hasta el pequeño cuarto de papelería que había en el piso, puso la hoja y pulso pero esta no parecía querer fotocopiar o hacer algo, apago y la volvió a encender, reviso si tenía papel, aquello la estresada de sobremanera, suspiro cuando empezó a fotocopiar al menos algo funcionaba hoy hasta que parecía que no lo haría más había intentado arreglar esa cosa cinco veces todavía no entendía porque se estancaba el papel, dio una patada a la cosa esa, ya había intentado de todo, saco el papel lo arreglo, verifico si no había una atorada, pero, nada. Sin duda el lunes la estaba maldiciendo.—Maldita máquina— grito, esta acalorada, era evidente en sus mejillas.Fabio se encontraba entreteniendo con la escena, parecía no muy entusiasmada con la pobre fotocopiadora, si supiera que si la dañaba le costaría tres veces su sueldo de cuatro meses, sería una pena. Se aclaró la garganta llamando la atención de la joven, se volvió y casi murió del susto, ahí estaba el q
Leah no podía creer que se atreviera a venir a la empresa y cada vez solo a provocar habladurías y malos comentarios, se suponía que toda conexión entre ellos se había acabado. Solo ver su cara le causaba molestar no quería imaginar que pasaría si el señor D regresaba y lo hallaba en la oficina.—¿Qué haces acá? El grupo Heims no tiene ningún tipo de relaciones con el grupo Kalher — mencionó sarcástica, aunque había algo que emanaba de él que no le agradaba y menos saber que estaba lejos del botón de emergencia.—Yo había pensado que ya lo habías superado, aunque vengo a ver a tu jefe… siempre creando problemas para nosotros, así que hoy vine a dar una advertencia empezando contigo—mencionó amenazante dando un paso así ella, Ricardo era unos siete centímetros más alto que ella por lo que tenía que alzar el rostro para verlo—. Espero que tu jefe pueda firmar esto, es una citación por artículos mal intencionados, últimamente he estado pensando en algo.Leah miro el sobre e hizo una muec
Ricardo, sin duda jamás lo conoció sólo la parte amable de él conocía quien pensaría que detrás de cada sonría se escondía una persona calculadora, se sentía asqueada al pensar cada pequeña cosa que compartió con él, la forma en que lo amo y a pesar de todo siempre lo apoyo... Era increíble cómo podía usar aquella baraja para presionarla, usar la confianza que había compartido entre ellos ni siquiera quería pensar en cuántas copias tenía o si había más de esas. ¿Tenía miedo de arruinar el apellido de su familia o el poco descaro que le quedaba? Río sin poder que aquello le estuviera sucediendo. Todo el mundo conocía a la familia Heims, eran también grandes empresarios, accionistas, pero uno de los más reconocidos era su bufete. Aunque su principal fuente de ingresos era su empresa de arquitectura, con quien eran competidores laborales y en los cuales en los últimos años había quedado debajo de la empresa del señor Damián quien sin duda era un buen hombre de negocios, y sin pequeños e
Al siguiente día los chismes por la empresa no se hacían esperar de la presencia del heredero lo del Heims en la empresa y que hubiera llegado acompañado de Rosa, entonces llegaron a la conclusión de lo que se decía últimamente por ahí era cierto, aunque habían salido algunos artículos sobre ella habían sido rápidamente borrados de las misma aunque como decían, lo que una vez está en Internet llega a todo el mundo y eso no se puede borrar, ahora muchos entendían porque su actitud si no era otra más chica rica que se dedicaba hablar mal de otros para quedar bien; ahora había una opinión divida sobre el porqué de la actitud de Rosa cuando se trataba del heredero de los Heims sin duda era una chica caprichosa por robar el novio de su amiga. O tal vez había algo más debajo de aquella fachada.Muchos comentaron sobre lo atrevida que había sido el otro día y también sobre los comentarios que había soltado sobre su bebé estadía en la empresa. Fabio molesto por el susurrar y los locos que se
Ella le dio una última mirada antes de concentrarse en su trabajo.Al escuchar el sonido del móvil, lo saco rápidamente de su maletín; dudo un momento en responder, pero al final tomo la llamada con una mueca.—Hola, mamá — la castaña se preocupó al escucharla llorar del otro lado de la línea—¿Qué pasa?Se escuchó un fuerte sollozo, y un murmullo de disculpas.—Lo siento Leah, enserio —suplicó su madre, eso hizo aumentar la tensión en su cuerpo, ella solo pedía disculpas cuando estaba metida hasta el oyó—. Es del banco dicen que tenemos un plazo de una semana para terminar de pagar la casa.¿El banco? No sabía que problemas podría tener su madre, durante los últimos años se habían distanciados pensado que sin duda sería una mala imagen para Fabiano, recordando los malos comentarios de su madre sobre su nacimiento.—Mamá eso es imposible, es completamente absurdo llama al banco primero y llamarme más tarde ¿Vale? —dijo —, al menos que... Lo siento, te llamo más tarde, ahora mismo llamo
Agotada Leah al siguiente día se dirigió al banco luego de dejar a fabiano en la escuela, no había podido dormir toda la noche buscando cualquier forma de que la decisión del banco los respaldará luego de indagar junto a Yexy su amiga, encontraron varios puntos que sin duda ayudarían a Leah; aunque su madre parecía muy ansiosa con respecto al tema de la casa, aquello sin duda ejercía más presión sobre ella sin contar los constantes mensajes de Ricardo siendo absurdo y amenazador.Aun, así como le había explicado sólo una parte se ligaba al caso que está tarde sería la primera auriense en el juzgado.Mientras esperaba para ingresar al banco reconoció el auto del sinvergüenza, estaba loco si creía que sedería ante este tipo de chantaje; al ingresar fue atendida y luego la hicieron esperar por el gerente, unos minutos antes de entrar decidió activar la grabadora de voz en su teléfono.—Buenos días, señorita Müller... Me han comentado su caso, pero creo que no podemos hacer nada... —dijo