Leah no podía creer que se atreviera a venir a la empresa y cada vez solo a provocar habladurías y malos comentarios, se suponía que toda conexión entre ellos se había acabado. Solo ver su cara le causaba molestar no quería imaginar que pasaría si el señor D regresaba y lo hallaba en la oficina.—¿Qué haces acá? El grupo Heims no tiene ningún tipo de relaciones con el grupo Kalher — mencionó sarcástica, aunque había algo que emanaba de él que no le agradaba y menos saber que estaba lejos del botón de emergencia.—Yo había pensado que ya lo habías superado, aunque vengo a ver a tu jefe… siempre creando problemas para nosotros, así que hoy vine a dar una advertencia empezando contigo—mencionó amenazante dando un paso así ella, Ricardo era unos siete centímetros más alto que ella por lo que tenía que alzar el rostro para verlo—. Espero que tu jefe pueda firmar esto, es una citación por artículos mal intencionados, últimamente he estado pensando en algo.Leah miro el sobre e hizo una muec
Ricardo, sin duda jamás lo conoció sólo la parte amable de él conocía quien pensaría que detrás de cada sonría se escondía una persona calculadora, se sentía asqueada al pensar cada pequeña cosa que compartió con él, la forma en que lo amo y a pesar de todo siempre lo apoyo... Era increíble cómo podía usar aquella baraja para presionarla, usar la confianza que había compartido entre ellos ni siquiera quería pensar en cuántas copias tenía o si había más de esas. ¿Tenía miedo de arruinar el apellido de su familia o el poco descaro que le quedaba? Río sin poder que aquello le estuviera sucediendo. Todo el mundo conocía a la familia Heims, eran también grandes empresarios, accionistas, pero uno de los más reconocidos era su bufete. Aunque su principal fuente de ingresos era su empresa de arquitectura, con quien eran competidores laborales y en los cuales en los últimos años había quedado debajo de la empresa del señor Damián quien sin duda era un buen hombre de negocios, y sin pequeños e
Al siguiente día los chismes por la empresa no se hacían esperar de la presencia del heredero lo del Heims en la empresa y que hubiera llegado acompañado de Rosa, entonces llegaron a la conclusión de lo que se decía últimamente por ahí era cierto, aunque habían salido algunos artículos sobre ella habían sido rápidamente borrados de las misma aunque como decían, lo que una vez está en Internet llega a todo el mundo y eso no se puede borrar, ahora muchos entendían porque su actitud si no era otra más chica rica que se dedicaba hablar mal de otros para quedar bien; ahora había una opinión divida sobre el porqué de la actitud de Rosa cuando se trataba del heredero de los Heims sin duda era una chica caprichosa por robar el novio de su amiga. O tal vez había algo más debajo de aquella fachada.Muchos comentaron sobre lo atrevida que había sido el otro día y también sobre los comentarios que había soltado sobre su bebé estadía en la empresa. Fabio molesto por el susurrar y los locos que se
Ella le dio una última mirada antes de concentrarse en su trabajo.Al escuchar el sonido del móvil, lo saco rápidamente de su maletín; dudo un momento en responder, pero al final tomo la llamada con una mueca.—Hola, mamá — la castaña se preocupó al escucharla llorar del otro lado de la línea—¿Qué pasa?Se escuchó un fuerte sollozo, y un murmullo de disculpas.—Lo siento Leah, enserio —suplicó su madre, eso hizo aumentar la tensión en su cuerpo, ella solo pedía disculpas cuando estaba metida hasta el oyó—. Es del banco dicen que tenemos un plazo de una semana para terminar de pagar la casa.¿El banco? No sabía que problemas podría tener su madre, durante los últimos años se habían distanciados pensado que sin duda sería una mala imagen para Fabiano, recordando los malos comentarios de su madre sobre su nacimiento.—Mamá eso es imposible, es completamente absurdo llama al banco primero y llamarme más tarde ¿Vale? —dijo —, al menos que... Lo siento, te llamo más tarde, ahora mismo llamo
Agotada Leah al siguiente día se dirigió al banco luego de dejar a fabiano en la escuela, no había podido dormir toda la noche buscando cualquier forma de que la decisión del banco los respaldará luego de indagar junto a Yexy su amiga, encontraron varios puntos que sin duda ayudarían a Leah; aunque su madre parecía muy ansiosa con respecto al tema de la casa, aquello sin duda ejercía más presión sobre ella sin contar los constantes mensajes de Ricardo siendo absurdo y amenazador.Aun, así como le había explicado sólo una parte se ligaba al caso que está tarde sería la primera auriense en el juzgado.Mientras esperaba para ingresar al banco reconoció el auto del sinvergüenza, estaba loco si creía que sedería ante este tipo de chantaje; al ingresar fue atendida y luego la hicieron esperar por el gerente, unos minutos antes de entrar decidió activar la grabadora de voz en su teléfono.—Buenos días, señorita Müller... Me han comentado su caso, pero creo que no podemos hacer nada... —dijo
Paso sus manos por su rostro y luego con su dedo índice y el pulgar apretando el tabique de su nariz, y soltó un gran suspiro, tenía que hacerlo sino le atormentaría.arrastró la silla hasta quedar a su lado aunque está no se percató de su cercana, él se permitió volver a oler esa rica fragancia que desprendía su cuerpo, movió su cabeza intentando quitar todo tipo de pensamientos, se acercó un poco más y dejó un beso en su cuello haciendo que Leah dejara de escribir y se sobresaltara en la silla, ella giro su cabeza a la derecha encontrándose a pocos centímetros de su rostro, no puedo evitar ante lo compleja de la situación sonrojarse.—¿Qué estás haciendo? —preguntó mientras se alejaba un poco sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.—¿Estoy siendo confuso? Solo estoy regresando el beso del ascensor —mencionó asiendo se el inocente como quien no buscaba la cosa.Estaba de mal humor y esto sin duda la ponía peor. Tomó del cuello acercando lo más a lo que Fabio se sorprendió muchísimo,
Mientras Fabiano le contaba todo lo que había realizado en el colegio escuchándolo con atención sin dejar de prestarle atención envió un mensaje de texto a Yexy.Mensaje.Leah: Necesito verte ¿Tienes tiempo? Estoy con Fabiano.Yexy: Claro, veámonos en el café de siempre.Ambas colgaron y se dirigió al café que estaba a unas pocas cuadras de la empresa. Solo le tomó cinco minutos llegar al lugar era un poco más de las dos por lo cual es lugar no estaba a reventar. Yexy alzó la mano para que supiera donde estaba y despeinar el cabello de fabiano quien la observo molesto, algo que hizo reír a ambas mujeres.—Ya estas aquí, pensé que tardaría en llegar—mencionó —, ¿Ya pediste? ¿Está todo bien?—Si, en unos minutos estarán listos. Entonces, dime ¿Qué ha pasado?—He besado a ese idiota, el de la sauna.—¿El pervertido? —preguntó asombrada mirando de reojo al pequeño quien estaba concentrado en el teléfono.—Es el nieto de mi jefe, todo eso fue un mal entendido. Sin contar que…que es el pap
7 años atrásFabio.Había regresado luego de alrededor dos años fuera de Alemania se había negado a volver luego de la muerte de sus padres, había sido muy doloroso quedarse en aquel lugar donde todo les recordaba a ellos; había contado con las dos personas quienes más amaba y confiaba su novia y su abuelo saber que los tenía lo hacía sentir seguro y saber que podía apoyarse en ellos.Había aterrizado en Alemania de manera sorpresa a su abuelo que en unos días más sería su cumpleaños, pero antes de verlo quería darle una sorpresa a Fabricia luego de casi cuatro años juntos había decidió pedirle matrimonio, estaba muy ansioso y el anillo en su chaqueta se hacía cada vez más pesado. Tomó el primer taxi con dirección al apartamento donde vivía Fabricia, al llegar sintió una emoción inexplicable, ingresó al lugar y saludo al vigilante y le mostró la identificación de su apartamento, cuando las puertas del ascensor se abrieron sintió la adrenalina recorrer todo su cuerpo ante cada piso has