Alondra recibió al doctor con un gran dolor en su corazón. Su esposo ni siquiera había esperado a que la atendieran. ¿Que clase de hombre era el? ¿Por qué siempre le prestaba tanta atención a su trabajo? Fue muy difícil para ella estar sola y responder todas las preguntas que el médico le hacía. Respondió una a una pensando cuidadosamente en sus respuestas, pero hubo una muy difícil de contestar. -¿Puede usted estar embarazada?- El doctor fue cuidadoso mirando a la joven tan afectada -Es imposible, yo solo estuve...- Se quedó en silencio recordando que no se había protegido la única noche candente que había tenido en todo su matrimonio El médico le pidió recostarse y comenzó a tocar algunos puntos específicos en su abdomen. Él creía que ella estaba embarazada, casi podía asegurarlo, pero lo mejor era ordenar análisis clínicos. -¿Cree que estoy embarazada? Por favor dígame- Quiso saber -Señora Spencer, no sería ético asegurarle eso, pero yo nunca me he equivocado. Esperemos los r
Alondra se levantó temprano, preparó su propio desayuno y no hizo nada para Iker. -¿Ya desayunaste?- Preguntó en lugar de saludarla -Buenos días para ti también. Si, ya desayuné y debo irme- Miró su teléfono y le respondió el mensaje a Mauricio que ya estaba listo para acompañarla -¿Y mi desayuno?- Creyó que ella lo había guardado en el refrigerador o tal vez en el microondas pero no había nada -Muéstrame tus manos- El lo hizo extrañado- Están sanas, puedes prepararte tu propio desayuno. No creo que mueras por cocinarAlondra lo dejó con la palabra en la boca y se fue. Iker se sirvió un vaso de agua y pensó en lo extraña que estaba su esposa. Él estaba seguro de que no le había hecho ningún daño ni que tampoco la había ofendido. Iba a mandarle un mensaje, pero decidió no hacerlo. Él se fue a trabajar sin desayunar y compró algo en el camino. *Mauricio tomó la mano de su amiga y observó sus uñas con desaprobación. -Si vas a divorciarte tienes que verte como una diva y que entien
Iker no sabía cómo sentirse. No lograba comprender lo que su esposa le había dado, mucho menos entendía que hacía Luca Santorini sentado en su mesa con un postre en sus manos. -¿Existe alguien más?- Le preguntó-No Iker, ¿En qué momento podría haber tenido un amante? Preparaba tu comida a diario y buscaba mil maneras de que me quisieras, ¿Que fue lo que hiciste por mi?- Respondió y el abogado escuchaba atento la conversación-Pasabas el día sola aquí- Justificó-Si, claro. Preparando lo que comerías, ¿Para qué? Para que acabaras dejándome sola siempre o criticando lo que con tanto esfuerzo preparaba para ti. Aún así no me rendí, ¿Sabes cuántas veces estuve a punto de hacerlo? Incontables. Cuando tomaba la decisión de acabar con esto pensaba en cuanto había intentado que me amaras y volvía a intentarlo- Iker se sorprendió porque jamás creyó que ella quisiera darle el divorcio -Te dije que esto jamás funcionaría- Justificó sus acciones olvidando que el abogado estaba allí- Te dije que
Audrey decidió llamar a Afrodita antes de que ella se enterara por su madre que estaba embarazada. -Iba a llamarte ahora, no viniste a trabajar- Afrodita sonrió en cuanto recibió la llamada -Tengo mucho que contarte. Sería bueno que vinieras a casa de Salvador. Temo decirte por aquí y que al desmayarte nadie te ayude- Bromeó, pero con lo exagerada que era su amiga seguro se le bajaría la tensión -Estoy en camino- Colgó la llamada. Tenía poco trabajo allí y tranquilamente podía continuar el plano en casa de Salvador Afrodita llegó y fue recibida por Salvador que iba de salida. -Te quedas como en tu casa. Se cuidan- Le dió un beso rápido en la mejilla y se fue atendiendo una llamada laboral -Gra...cias- No tuvo tiempo ni de despedirse de él- Si que estaba apurado-Si que llegaste rápido, ¿Viniste volando?- Bromeó Audrey abrazando a su amiga -Te escuchabas preocupada y tú nunca faltas al trabajo- Le dijo más que desconcertada -Bueno... vivo aquí, Salvador y yo seremos padres- Aud
Salvador, sorprendido, recibió ese beso y dejó que ella lo dirigiera. Cuando sintió la lengua de Audrey fue el momento en que sus manos sujetaron su cintura con más firmeza. -Si, sería buena actriz- Murmuró avergonzada apartándose de el sin siquiera poderlo ver a los ojos -Fue muy creíble. Hasta yo creí que lo deseabas- El la miró a los ojos sintiendo que su amistad pendía de un hilo -No se cuántas veces voy a disculparme contigo. Siempre acabo haciendo algo inadecuado o exponiéndote a una incómoda situación. Acabaré pagándote un sueldo mensual- Salvador sonrió-Lo que pasó es un pequeño beneficio por ser tu novio falso. No estuvo mal, fue interesante- Le guiñó el ojo y fue a buscar más decoraciones * Ese día por la noche, después de bañarse por separado, los dos se acostaron. Para Audrey lo que había pasado había superado todos los límites. Necesitaba ese tipo de contacto, aunque creía que para Salvador era incómodo. -Quiero disculparme por lo de hoy. Me puse nerviosa. Iker me
Alondra recibió una llamada de Luca Santorini, su abogado. Él necesitaba saber su nueva dirección para poder entregarle los papeles que la liberaran del matrimonio que Iker siempre odió y que tan infeliz la hizo. -¿Señora...?-Solo dime Alondra, así está bien. Si alguien me dice señora me trae malos recuerdos- Explicó lamentándose por hablar tanto -Está bien, Alondra. Tengo los papeles, ya eres una mujer libre. Solo necesito una última firma-Prefiero que se los entregue a Iker primero. Seguro le urge estar divorciado. Luego te enviaré la dirección en la que estaré por unos días- La llamada se cortó y el abogado fue a ver a su colega Al llegar al buffet Spencer, Luca saludó y pidió que lo condujeran a la oficina de Iker. -Buenos días señor Spencer- Dijo al entrar -Buen día Luca, ¿Que traes para mí? Seguro te envió Alondra arrepentida por hacerme firmar los papeles de divorcio- Iker rió-Vengo a traer esto. El divorcio ya es efectivo- Iker firmó y se sintió intranquiloÉl sabía qu
Audrey no podía creer lo que acababa de ocurrir con Salvador ni tampoco sabía como era posible que el estuviese considerando en llevar su noviazgo ficticio a uno completamente real. -Estoy embarazada Salvador, ¿Eso no es un problema para ti?- Preguntó con dudas -No tendría que serlo. Yo podría ayudarte a buscar al padre del bebé, pero si no lo encuentras... tal vez yo podría ayudarte. Sabes que estamos viviendo juntos- Se sorprendió y se sintió completamente conmovida también-Creo que te estás apresurando un poco. Deberíamos... ir más despacio. Apenas si tuvimos relaciones una vez- El sonrió de lado -Eso podemos cambiarlo ahora mismo- La besó e intentó descubrir su cuerpo-Apaga la luz, me da un poco de vergüenza así- Él hizo lo que ella esperaba. Sentir inseguridad las primeras veces era normal y por el estado de ella lo consideraba comprensible -No creí que fueras así. ¿Sientes tanta inseguridad conmigo?- Le besó el cuello -Podríamos hablar después. No puedo concentrarme en lo
Iker había comprendido que había perdido a Audrey para siempre, aunque ella jamás había podido ser suya. Cuánto lamentaba haber dejado pasar la oportunidad. Esa noche fue tan cobarde y estúpido, algo por lo que él mismo jamás se perdonaría. Él llegó a su apartamento solo y encontró todo tal como lo había dejado varias horas atrás. Observó la cama deshecha solo de su lado, su ropa sucia acumulándose en el cesto para lavar. Llamó a un restaurante para que le enviaran el especial del día y decidió limpiar un poco. Nunca fue un hombre desordenado, pero estando con Alondra se había acostumbrado a que ella hiciera los quehaceres sin permitirle ayudar en nada. Siempre que regresaba del trabajo todo se veía impecable. Quitó las sábanas sucias y colocó unas limpias. Metió ropa a la lavadora y fue al baño para ducharse antes de que llegara la cena. Mientras se bañaba escuchó un pequeño ruido y al salir de allí envuelto en un toallón miró que todo estaba tal como lo había dejado. Notó que alg