Semanas después...Salvador estaba en su trabajo pensando en la hermosa dama que le alteraba el pulso. Había alguien que le interesaba y no podía esperar para verla. Iba al café tanto como le era posible, pero sabía que ella estaba muy ocupada. Él no creía tener oportunidad, pero tal vez los milagros sucedieran...Afrodita pasaba mucho tiempo con Audrey. Mientras más la boda se acercaba, ella más decidida estaba a quitarse ese amor no correspondido del corazón. Iker no era suyo ni lo sería, sin poder tenerlo lo había perdido para siempre. Solo le había quedado la curiosidad de saber si tal vez podrían haber alcanzado la felicidad juntos. -No deberías seguir pensando en él. Lo quiero mucho, es como un hermano para mí, pero también se que no te conviene- Afrodita no sabía cómo ayudarla, ¿Cuánto tiempo su amiga llevaba enamorada de él?-Créeme que si pudiera quitarmelo de aquí- Tocó su pecho- Lo haría. Olvidaría hasta el día en que lo conocí-Ya verás que otro hombre llegará a tu vida. A
Alondra desde muy temprano estaba recibiendo atenciones para estar espléndida el día más importante de su vida. Ella lucía una sonrisa preciosa y en su mirada la más genuina emoción, era una novia feliz. Su cabello se veía sedoso y con un brillo envidiable. Cualquier marca de productos para el cuidado del cabello querría contratarla para un comercial. La habían peinado dejando un semi recogido adornado con flores blancas pequeñas y la parte suelta de su cabello tenía suaves ondulaciones en las puntas. Se había colocado solo la parte inferior de su ropa interior, ya que el vestido se usaría sin sostén. La única prenda íntima era completamente transparente y tenía piedras brillantes en los lados para atraer más la atención a esa zona. En medio de sus nalgas no se veía nada de tela debido a que una finísima línea era la que estaba en medio de ellas para acabar en un pequeño triángulo con brillos. Aquella lencería fue el regalo de una de sus damas de honor. -Cuando te vea se volverá loc
La fiesta para celebrar a los recién casados estaba iniciando. Los invitados a la boda esperaban a los nuevos esposos para seguir festejando su amor. La hija de un importante juez y el hijo de un abogado de renombre se habían casado y eso tenía a la prensa esperando para obtener testimonios y entrevistar a varios invitados famosos e importantes. Audrey, mientras tanto, se dirigía a su hogar con su rostro bañado en lágrimas. En verdad estaba sufriendo un gran desamor y lo único que deseaba era estar sola para poder desahogarse y llorar por última vez por aquel amor no correspondido e imposible. Si sus padres supieran que ella se había enamorado del que era hombre de otra mujer seguramente acabarían desilusionados. Leyó un mensaje de Afrodita que le preguntaba cómo se encontraba, pero solo respondió "Pronto estaré mejor". Otro mensaje había llegado, era uno de Salvador invitándola a tomar un café. -No estoy de ánimos para salir hoy. Tal vez otro día- Contestó sinceramente. No quería
Alondra e Iker se levantaron después de dormir separados. Ella sentía que había dormido muy poco y que estaba demasiado estresada. Él tenía una resaca tremenda y su espalda adolorida por la mala posición en la que había dormido. Ella se vistió en el baño y el en la habitación sin importarle si ella lo veía desnudo o no. No estaba de humor, tratar mal a su esposa no le gustaba, pero tampoco le daría falsas esperanzas en el tiempo que debieran estar juntos. Él hacía meses que no tenía sexo y siempre había creído que no podría soportar un solo mes sin una mujer en su cama. Si Alondra no lo amara y todo lo ocurrido con Audrey no hubiese pasado, estaba seguro de haber tenido sexo con ella en todas las maneras posibles. -Debemos irnos. El avión nos espera- Alondra lo miró a los ojos sin disimular la tristeza y desilusión que sentía -Ya estoy listo, ¿Tu?- Le preguntó en voz baja. Su cabeza latía y no quería escuchar un ruido fuerte, mucho menos hablar normalmente. Hasta el sonido de su pr
Erick le había preguntado varias cosas a Salvador sobre su amiga tan sensual. -Es mi amiga más reciente, no se todo sobre ella y si lo supiera no te lo diría- Acabó por responder -Si la quieres para ti entonces yo no iré tras ella- Erick insistió malinterpretando todo, pero Salvador se puso serio de repente -No la quiero para mí. Ella es hermosa, es innegable su belleza, pero solo la veo como mi amiga, hasta como una hermana podría decir- Erick le creyó porque notó que era completamente sincero -Si la quieres como una hermana, yo seré tu cuñado- Sonrió perverso imaginando estar entre las piernas de esa malhumorada y descortés pelirroja -Serías el último hombre que quisiera como mi cuñado- Concluyó y luego Erick debió atender una llamada de Zayn dando el tema por terminado *Zayn quería viajar y estaba apresurado por comprar un club adecuado para convertirlo en Tentaciones. Los problemas personales que tenía lo agobiaban y necesitaba concentrarse en algo que lo distrajera. Por c
Audrey buscaba no pensar en Iker ni en Alondra, mucho menos en su comportamiento en aquella fiesta. Salvador acababa de ofrecerle un trabajo y eso la haría olvidar lo que sentía por Iker, al menos por un momento. Al día siguiente, ella se despertó positiva. Ese tenía que ser un buen día y sus padres notaron un gran cambio en ella. -¿Cómo estás hija? Al parecer estás muy feliz hoy- Tamara, la madre de Audrey le preguntó a su hija los motivos de tan repentina felicidad -Bien mamá, hoy comienzo a trabajar en lo que me gusta. Eso mantendrá mi mente ocupada- Comenzó a prepararse el desayuno feliz -¿Es por un chico que estabas así? Puedes hablar conmigo y no voy a juzgarte- Le pidió a su hija buscando saber los motivos de su tristeza -Mamá, él no vale la pena. Él no me quiere. Algún día lo olvidaré. Ahora voy a trabajar y eso me mantendrá ocupada- Confesó sinceramente y Tamara la escuchó con atención -Hija, ¿Quién es él? ¿Te engañó? ¿Qué sucedió? Una mujer no sufre solamente por un en
Audrey y Salvador almuerzan. Ella pidió pizza y él lo mismo, solo que cada uno escogió una preparación a su gusto para cada mitad. Él nota que ella no está demasiado feliz, pero al conocerla veía en sus ojos la misma mirada triste. -¿Te gustaría que hablemos?- Propone y aguarda la respuesta de ella que lo mira con duda. ¿Le gustaría hablar con él sobre lo ocurrido con Iker? -¿Quieres saber que tan malo es mi mal de amores? Se que podría ser peor- Piensa que si así se siente luego del rechazo de Iker como debería de sentirse si él hubiese estado con ella y acabara dejándola por Alondra. Su desamor pudo ser peor-Me gustaría. Soy tu amigo después de todo y estoy aquí para escucharte o aconsejarte si lo necesitas- Lo duda un momento y acaba aceptando -Lo conocí hace años y de inmediato acabé poniendo mi atención en él. No hubo nadie capaz de arrancarlo de mi pensamiento y cada vez que me presentaban un chico no podía evitar compararlo. Acabé por llamarle amor a lo que por el sentía, a
Afrodita estaba esperando que Audrey se calmara. Realmente no le gustaba la actitud que ella había tomado frente a la situación que estaba viviendo. ¿Por qué debía ser tan pesimista? y además por alguien que jamás la había valorado lo suficiente.Cuando menos lo esperaba, una muy enérgica Audrey llamó a su mejor amiga para contarle que se sentía feliz, al menos en un ámbito de su vida. -¡Amiga! Tengo excelentes noticias para darte- La felicidad en su voz era más que notoria y eso la hizo sentir feliz. Ella creía que tenía a su amiga de regreso y hasta llegó a pensar que había conocido a alguien que la había flechado -¿A quien se debe tanta felicidad?- Preguntó sonriente Afrodita más que convencida de que Iker estaba quedando en el olvido -Se trata de Salvador- Audrey sonrió y de pronto la línea se quedó en silencio- ¿Estás ahí? ¿Hola?-Si, aquí estoy, ¿Te gusta Salvador?- Audrey soltó una risa incrédula -Definitivamente tu podrías escribir novelas o historias de ciencia ficción. T