-Muy buenas noches, damas. - Dijo la chica con antifaz de conejo. -¿Podrían permitirme sus entradas?-Uh... solamente he traído una. No sabía que era una entrada personal. - Dijo la loba excesivamente bien vestida para este lugar.Mi tío y yo nos encontrábamos en una mesa cercana a la salida. Yo con una bonita máscara de gatita y un pesado vestido negro, mientras que él llevaba la máscara de un tigre y se había puesto uno de los uniformes de sus espías. Había pintado su cabello de negro y pasaba perfectamente por mi escolta personal.Yo traté de ser bastante obvia al respecto sobre mi identidad. Era parte de mi plan. Estábamos en medio del bosque, justo en la fortaleza que había mandado a limpiar a Troy.Bueno, "limpiar" era una palabra muy fuerte cuando solo se limitó a mover todas las mesas y sillas del lugar hacia el patio. Kara y yo tuvimos que acomodar todo decentemente para que pareciera que esto era una subasta seria.Mal esclavo, le reduciría la paga de este mes.Para cuando l
-¿Qué acaba de pasar? - Murmuré aun mirando hacia la entrada por donde había desparecido el tipo misterioso.-Me parece que uno de sus sirvientes se ha colado en su armario y vendido su vestido al mejor postor. - Dijo Thia de forma indignada. - Debería de mandarlos a todos a la horca. ¿Quién se atreve a ser así de irrespetuoso?-Uh... si, supongo. - Dije regresando a mi papel de chica triste. - Sin embargo, no quisiera mandar a nadie a la horca, ¿Y si el sirviente lo hizo porque alguien lo amenazó? o peor aún, ¿Qué pasa si el pobre necesitaba orus para que su familia no muriera de hambre en el invierno? No, lo dejaré pasar.-Usted es demasiado buena con las personas a su al rededor, su alteza. - Dijo la chica con un gesto despectivo de la mano. - Por cosas más pequeñas ha desaparecido la servidumbre. Lo que debería hacer es...-Nada. No sé quién haya desaparecido a nadie. - Dije con cuidado. - Yo no quiero ser recordada como una reina que apunta su espada hacia cualquiera solo porque h
Parecía que Kara iba en serio acerca de proteger su botín.Lamentablemente no iba a poder dormir tranquila si ella salía herida. Además, su madre armaría un escándalo en el Consejo.Bien, a decir verdad, no dejaría que nada le pasara simplemente porque ya me había encariñado con ella.Suspiré.-Sosten a Kara, tío. Noquearé al tipo y luego los espías pueden apresarlo para un interrogatorio.Me miró divertido pero asintió. Bajé justo cuando Kara se arrojó contra el tipo. Él no estaba muy impresionado y esquivó a mi amiga fácilmente.-Es un mal chiste, ¿No es cierto? - Dijo el tipo con burla cuando Kara tropezó con su vestido y su cara quedó embarrada en la tierra.-Mal chiste fue cuando creíste que yo iría de buena gana contigo... y con tus amigos. - Dije mirando a mí alrededor.Siete tipos con expresiones burlonas nos rodeaban. Vi fugazmente a mi tío sujetando a Kara quien no quería dejar la pelea.-¡Déjeme ir! ¡Aun ese tipo no ha visto mis golpes de furia!Creo que hubo un bufido cole
-¡¿Era necesario amarrarme?!-Muy necesario. - Dije con un asentimiento. - La verdad me sorprende que ni siquiera hayas sentido cuando entré a tu habitación. Hice ruido extra, querido primo.Siguió maldiciendo mi trasero por al menos diez minutos más y eso me pareció súper divertido.-Bueno, ya deja de hacer tanto ruido y Kara te liberará.-Yo solo quiero saber cómo m****a me bajaste los tres pisos que nos separan del establo conmigo a cuestas. - Murmuró con un gruñido.Nos encontrábamos en un camino desierto conduciendo un par de caballos y una carreta disfrutando del sol de la mañana. Mi amiga roncaba fuertemente así que yo era la unica de nuestro trío que se encontraba de buen humor. Kara y yo íbamos disfrazados como humildes mercaderes. Troy iba aun con pijama, pero no necesitábamos que él fuera parte de la farsa.Íbamos en camino hacia el distrito tres gobernado por el Alfa Amadeo; supongo que el primo Troy ya había adivinado nuestro destino ya que ni siquiera preguntó a dónde íba
-¿Qué fue todo eso? - Preguntó Troy mientras conducía de vuelta la castillo.-Bueno, siempre he creído que una sola fuente de ingresos no es sinónimo de estabilidad. - Dije estirándome en la parte trasera de la carreta. No entendía de qué se quejó tanto la mayor parte del camino.-Yo creo que es una muy buena idea. - Dijo Kara con su cabeza recostada en mi abdomen. - A los machos les gusta golpearse y ver sangre. Por un buen precio, incluso valdría la pena "fingir" que robas las llaves del Coliseo. El Coliseo era como llamábamos al enorme edificio con gradas y una arena en el fondo en donde cada cinco años se celebrabra la Competencia de la fuerza. Se suponía que podían participar todos los lobos mayores de edad sin importar si eran de este continente o no. Por tradición o por cualquier estúpido motivo, los continentes lo toman como una especie de juego de poder: Cada líder del continente debe de mandar a un campeón que los represente y supuestamente el continente que gane recibe u
-Pongan algunos bocadillos más por allá, porfavor. - Dije a los lobos que estaban colocando la comida.Como mucho,tendría unos cinco minutos antes de que comenzaran a llegar las nobles.-Princesa... ¿Qué es todo esto? - Preguntó Kyrian apareciendo de repente y mirando con horror el salón.Solo hasta ese momento caí en cuenta de que no le había avisado a mi tío, así como a nadie del castillo que no fueran los cocineros, los guardias de la entrada y los muy amables lobos que se ofrecieron a ayudarme a traer toda la comida cuando me vieron cargar en el pasillo.-Esoy dando una fiesta de té en... unos dos minutos. - Dije agitando mis pestañas inocentemente. - ¿Gusta quedarse, sir Kyran? Estoy segura de que a ninguna de las lobas nobles le molestará que conviva por algunas horas con nosotras. Incluso podríamos improvisar una pista de baile.-Princesa. - Dijo con un suspiro apretándose el puente de la nariz con dos dedos. - Debió de haberme avisado para organizar a algunos guardias para us
-Si me disculpan, señoritas, necesito ir al tocador. - Dije levantándome. Todas las presentes se levantaron y yo les hice un gesto para que continuaran con nuestros juegos. Había preparado un par de ellos para tener entretenidas a las lobas; eran pequeños juegos de azar en donde cualquiera de ellas podría ganar. ¿Los premios? Algunas joyas pequeñas que había reservado de mi anterior robo... quiero decir, de mi anterior misión en la casa del Alfa. Las lobas reían, bebían, comían... y estaban distraídas. Tomé un plato y un trozo de pastel antes de salir del salón. Caminé rápidamente por los pasillos del castillo hasta la Sala del Consejo, una habitación en la segunda planta del castillo en la que se reunían los Alfas, el Consejo, mi tío, algunos guardias de confianza y algunos espías. -Princesa. - Dijeron los uardias que custodiaban la puerta de la entrada con una reverencia pronunciada. -Hola David, hola Gideon, ¿Cómo les va? -Bien princesa. -No me quejo. -Eso es genial, chico
-¿Una despedida dulce? - Pregunté con sorna a la mañana siguiente.Troy había partido por la madrugada junto a Pier y, por los gritos encantados de Kara, al parecer pasó a su habitación antes de irse.-Se disculpó por ser un idiota, ¿Se suponía que tenía que ponerme difícil? Me regaló este bonito par de pendientes. - Dijo Kara mostrando sus orejas. -Amiga mía, con el tamaño de la culpa que tenía ese lobo le pudiste haber pedido diez pares de pendientes. - Dije divertida.-Recuerda que gracias a ti están endeudados hasta sus bisnietos. - Dijo con una carcajada. - Lo intercambié; le dije que mi próximo entrenamiento debía de ser suave y no nivel extremo como pretendía. Entonces, ¿Tenemos planes para hoy?-Si, solo algunas cosas mundanas que hagan que mi reputación se mantenga con un bajo perfil. -Dije con un bostezo. -Iremos a desayunar al pueblo y recorreremos las calles para comprar tonterías que no necesitamos.-Suena bien para mi. - Dijo con un suspiro aliviado.La miré divertida.