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Capítulo 2 : El Vor de la Bratva

Nikolay

Salgo de la cabaña, con el deseo candente de volver dentro una vez más. Esa sensación de felicidad que me llena me hace reír por primera vez en mucho tiempo.

Nunca creí que volvería a verla, jamás pensé que tendría la oportunidad de tenerla en mis brazos, a mi merced como ahora. Me acerco a los cuatro hombres que mande a venir y soy firme con mis palabras.

—No la dejen salir—miro alrededor—esta podría enfermarse,además, no puede salir de esta casa — les digo — : si se lastima o simplemente se rasguña están muertos.

—Si Vor…

Susurran haciéndome maldecir internamente, subo a mi motocicleta con prisas y conduzco todo el camino hasta la propiedad de mi padrino. La casa de piedra imponente que se cierne frente a mí luce hoy más lúgubre de lo usual, Bajo de mi moto pasando una mano por mi corto cabello y subo las escaleras con una rapidez.

Los empleados me saludan, las chicas tratan de no asustarse por la cicatriz que cubre el lado izquierdo de mi rostro. Un recuerdo de mi padre al parecer. Hago mis manos, un puño ante ese pensamiento, nunca fui un niño feliz, nunca tuve familia, crecí en las calles de Nueva York como un mendigo hasta que mi padrino vino por mí.

No tenía madre o un padre, pero tampoco lo necesité, mi padrino me mostró un nuevo mundo, me enseñó a ser el mejor de sus hombres y le juré mi vida después de comprender que era la única persona que me había dado una oportunidad.

Pero él está muriendo, tiene cáncer y lo escondió hasta que no pudo más, la decepción me invade ante esos recuerdos. Me contó entonces toda la verdad, me confesó que era mi tío y que mi madre fue su hermana. Tuvo el descaro de decir que mantuvo todo en secreto por mi bien.

Me pidió que fuera inteligente como me enseñó y me dio el nombre de quien merece la muerte, de la familia que destrozó la suya, del hombre que me dejó esta cicatriz en el rostro.

—Vor…

Susurra uno de los guardias de la puerta y no me acostumbro a ser llamado así, miro a Alekséi con disgusto, pero él me ignora, si creces en la Bratva, sigues sus normas toda la vida. Mi padrino o mejor dicho mi tío está a punto de morir. Fui propuesto como su sucesor y nadie objetó, así que desde hace una semana me estoy encargando de todo.

Se necesita entereza para este trabajo, se necesita confianza y sobre todo se necesita lealtad, tengo todas esas condiciones. No siento nada por los traidores, no me importa quien sufre por mis acciones y no tengo nada que perder pues alguien más se encargó de quitarme todo en el pasado.

Doy un paso dentro de la habitación de mi tío, el aparato de respiración hace un sonido extraño en una esquina del cálido dormitorio.Me aserco a la cama y saludo a uno de los médicos.

—Vor — me inclino — : está hecho, la chica está aquí.

—Bien—susurra con voz débil mi tío—ahora escúchame bien Nik — tose — , no dejes de ser frío—advierte— es tu mejor condición se que a veces las cosas se complican por los sentimientos así que no dejes que esa mujer se meta en tu piel — me mira —: sé que ella no tiene nada que ver con esto, pero si para conseguir tu propósito alguien tiene que …

—Morir, nada más importa — termino su frase — , lo sé.

Mi tío sonríe ligeramente, señala el gavetero junto a su cama y camino hasta él para tomar los documentos ahí. Espero las órdenes de mi tío regresando a su lado, pero él simplemente toma mi mano entre la suya.

—Tu madre merece venganza — responde — : sé que debí decirte esto antes, pero también creo que este es el mejor momento, voy a morir esta noche — me dice — , así que no vuelvas a inclinarte ante nadie Nikolay porque tú eres el Vor ahora.

—No quería esto, yo nunca pedí…

—Nadie más puede hacerlo, mis hombres lo saben, tú lo sabes y es justamente por eso que te elegí — : eleva su mano derecha.Lo veo sacar el anillo de ella — , no quiero que lo tomes del dedo de un muerto—intenta sonreír—así que oficialmente para mí eres el Vor.

Tomo el anillo aun con disgusto, hace una semana que la votación se llevó a cabo, pero esto es sin duda alguna una confirmación. Coloco el anillo en mi dedo mientras veo a mi padrino tratar de incorporarse en la cama, hace una reverencia y me ofrece su mano.

—Espero seas un buen Vor.

Asiento, antes de abrazarlo, lo escucho toser después de unos minutos y salgo de la habitación pidiéndole a la enfermera asistirlo. Ni siquiera lo pienso dos veces antes de dirigirme a la sede central. El barrio rojo que controlamos está a poco menos de media hora, el edificio de la organización me reciben imponente en medio de la avenida y todos los hombres ahí se inclinan frente a mí.

—Alekséi ven a mi oficina.

Digo acercándome al salón de cambio de turno, mi amigo se pone en pie con rapidez y me sigue hasta la oficina que antes perteneció a mi tío. No puedo decir que tenga muchos amigos.

Sin duda Alekséi lo es.Es por esa razón que voy a confiarle el segundo cargo más alto en la Bratva, el cargo que me gané con mi lealtad.

—¿Necesita algo, Vor?

Dice el cuándo me dejo caer en el asiento tras el escritorio, Hago una mueca de disgusto ante ese tono de burla en su voz y el mi amigo sonríe sentándose en una de las sillas frente a mí.

—No tengo tiempo para bromas — le advierto — : te nombro mi consejero Alex.

—Tienes que estar jodiendo.

Responde él, pero ni siquiera lo miro, abro la carpeta que me entrego mi tío y la inspecciono mientras hablo con mi nuevo consejero.

—Ordena a todos los jefes venir, mañana haremos el funeral y la ceremonia oficial — : alzo la vista un minuto — : no estoy jodiendo Alex, no confío en nadie más.

—No quiero tu puesto Nik — me dice — , no quiero que los demás cuchicheen sobre esto.

—Si alguien cuchichea les matas — respondo — : puedo nombrar a quien quiera y te escojo a ti.

—Nik por favor no quiero…

—Es una decisión tomada— hablo con firmeza — , ahora has lo que te digo y luego consigue una mujer que sea de fiar para que la envíes a mi casa de las montañas.

—¿Las montañas? — mi amigo cuestiona — : ¿Por qué necesitas una mujer en tu casa de las montañas?

Resoplo, dejo los papeles a un lado para mirar con firmeza a mi amigo, el alza una ceja diciéndome que no va a sedera, así que simplemente le digo.

—Tengo a alguien ahí, necesito que esté bien, así que déjate de tonterías y ponte a trabajar.

—Soy tu consejero ahora, debes decírmelo todo.

Maldigo haciéndolo reír, me pongo en pie con molestia y rodeo el escritorio, coloco una mano sobre su hombro y mi amigo gruñe cuando sujeto fuerte su brazo.

—Bien, cuando hagas todo lo que te he pedido, vas a llevar tu mismo a esa mujer hasta la cabaña.

—Maldito.

Se pone en pie después de mostrarme su dedo de en medio. Regreso a mi asiento y marcho el número del guardia que deje en la cabaña.

—¿Todo en orden?

Pregunto prendiendo un cigarrillo.

—Todo en orden Vor, la chica no ha salido de la habitación.

—Quiero hablar con ella — le digo — : lleva el teléfono a ella.

—Si , vor.

Espero en la línea hasta que mi subordinado hace lo que le pido y escucho la molesta voz de mi invitada cuando mi hombre le informa que quiero hablar con ella.

—No quiero hablar con ese maldito sujeto — chilla — , que se pudra.

Algo cae al suelo, escucho a mi guardia salir de la habitación y cerrar la puerta con fuerza antes de contestarme una vez más.

—Lo siento vor, esa mujer está loca.

—Eso creo — admito apagando el cigarrillo — llama, si algo sucede, Alekséi irá con una empleada.

—Si , vor.

Es la respuesta antes de cortar la llamada y volver a mi trabajo, mi nuevo trabajo.

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