Regina—Bien, explícame una vez más lo que harás.Miro a Alekséi, Nikolay bebe un poco de su vaso mientras odio saber que está extremadamente preocupado, eso podría complicar este momento pero no puedo pedirle estar más controlado . Dios, incluso yo estoy tan preocupada que anoche ni siquiera pude dormir. Llevo la mano hacia el colgante que Nik me dio ayer para agarrar un poco más de confianza y poder hablar con firmeza.—Iré hasta el primer control, le pediré a uno de esos hombres que me lleve con Ramsey, les diré que soy su exmujer.—Muy bien, si las cosas no salen bien debes esconderte donde sea Regina porque si entramos los disparos irán sin nombre.—Lo sé, pero las cosas saldrán bien, así que encárgate de lo demás.—Una cosa más Regina — Alekséi camina hacia su maletín abierto y saca alguna cosa de él — cámbiate de ropa — me entrega un sobre con lo que parece un vestido — ,tiene un micrófono así que esto hará más fácil que sepamos como va todo en…—Eso es muy peligroso Alekséi —
Nikolay—Si sigues andando de un lado a otro de la habitación, vas a abrir un hueco en la alfombra — Alekséi me observa desde su asiento — : ella está bien, está en su habitación, las cosas están saliendo como lo planeamos.No puedo quedarme quieto cuando escuche lo que ese maldito que desgraciadamente es mi hermano le dijo, la forma en que la trato y lo despectivo que fue con mi mujer. Odio saber que ella tuvo que suplicarle cuando debería ser él quién le suplique a ella.Me acerco a la ventana mirando los jardines cuidados de esta mención, paso una mano por mi cabello, sintiéndome impotente por estar aquí mientras mi mujer está en manos de un desgraciado porque deliberadamente se lo permití.Checo el reloj en mi muñeca antes de sentarme en la mesa donde mi amigo dejó el equipo, estuvimos escuchando hasta hace un momento cuando Regina fue dejada sola en su habitación. Me molesta ver como Alex simplemente ve alguna cosa en su celular.—Deberíamos repasar el plan otra vez — digo disgus
Regina Miro emocionada a la pequeña bolita rosada en mis brazos, me siento en la ventana que deja entrar la agradable vista del mar rompiendo en las rocas y acaricio la despoblada cabecita de mi bebé que no resultó ser otra cosa que un dulce niño.La preocupación viene a mí mientras miro hacia el fondo del acantilado ahí donde las rocas rompen contra el mar. Paso una mano por mi rostro diciéndome que todo estará bien y enfoco toda mi intención en las diminutas manitas que se aferran inconscientemente a mi vestido.—¿Tienes nombre ya? — susurro al bebito — espero que ese hombre no te llamará como él — suspiro — : pero todo saldrá bien y me agrada que no puedas recordarlo cariño.Me alejo de la ventana para caminar hacia la cama familiar donde pasé cuatro años infernales. Tarareo una canción que solía cantar la señora que me ayudó a sobrevivir a la pérdida de mi pequeño bebé.Veo a mi bebito dormido, alejar su boca de mi pecho y lo aparto de mí un segundo para subir el vestido. Llevo u
NikolaySigo sujetando con fuerza el arma de mi tío mientras espero a que vengan por mí para comenzar con la parte más difícil de esta situación. Son tantas cosas las que saldrían mal que intento no pensar en eso porque necesito concentrarme para rescatar a mi mujer.La camioneta destartalada que se acerca me hace saber que ya es la hora, me aparto de la ventana para tomar mi arma y marco el número de Alekséi para informarle que ya estoy por salir hacia el puerto. El viaje hasta el punto de escalada es bastante lejano, así que ni siquiera me molesté en preguntar qué tan difícil sería llegar a subir al acantilado en medio de la oscuridad.—Hola jefe — saluda el escalador desde el lado del conductor cuando salgo de casa — ; venga, tenemos que recoger algunas cosas más antes de irnos.No digo una palabra, no quiero hablar y lo único que quiero es que esto termine de una vez. Subo a la parte trasera de la camioneta, el chico sentado ahí me da un ligero saludo con la mano antes de continua
ReginaDuele cuando me arrastro fuera del acantilado, escucho ligeramente el llanto de mi bebé a unos metros por debajo de donde estamos y agradezco estar fuertemente sujetada por el hombre que vino con Nik.Miro hacia arriba asustada, me aferro un poco más a la cuerda, e intento no pensar en que tengo a un hombre sujetándome de cerca sobre la espalda. Me muevo a su par mientras bajamos por la misma cuerda. Pido en silencio que mi hombre esté bien y mientras desciendo rápidamente por la colina comienzo a sentir el repiqueteo del mar contra las rocas más cerca.Mi tobillo duele cuando caigo mal parada sobre la roca, trago un gemido de dolor mientras el escalador me mira en busca de alguna herida, pero niego. Él desata las cuerdas de mi cuerpo mientras enciende las linternas y alumbra mi camino a medida que nos acercamos a una piedra ligeramente más lisa que el empinado acantilado.—Debe tener cuidado aquí señora — me pide — : el bote está justo abajo así que solo sea cuidadosa.—Mi beb
NikolayNo tardo mucho en ver la bengala surcar el cielo, me siento más calmado ahora que sé que ella está a salvo lejos de aquí. Escucho también unos pasos apresurados por las escaleras, me pongo en alerta competente enfocado en esta misión, pero nadie viene directamente a mi puerta.—Señor, alguien lanzó una bengala en medio del mar — gritan en algún lugar al otro lado de la puerta — : no fue cerca de aquí, pero pensé que debía saberlo.—¡No me llames para estas tonterías! — reconozco la voz de mi hermano — , probablemente algún pescador idiota se perdió una vez más, déjate de estupideces.Saco mi revólver, me muevo silenciosamente hasta la puerta y caigo de rodillas frente al pomo. Escucho al guardia marcharse, rebusco entre mis bolsillos las ganzúas que tomé antes de llegar aquí. No tardo mucho en conseguir abrí la puerta. Miro el reloj en mi muñeca calculando cuanto tiempo tengo antes de que Alekséi llegue a la casa.Camino ligeramente entre las habitaciones, el silencio reinante
ReginaUna semana después.—¡Déjame salir de aquí Irina!Exijo mientras golpeo la puerta de la cabaña. El guardia del otro lado, me mira a través del cristal, pero me ignora completamente. Mi amiga camina hasta mí con mi hijo en brazos, se sienta en el sofá junto a Kev que corre para acercarse al pequeño bebé que decidí nombrar Evan.—No vas a ningún lugar Regina , — mi amiga habla con voz dulce mientras juega con mi hijo y acaricia la cabeza de Kev — : tienes que estar aquí hasta que me den órdenes.—¿Órdenes? — niego — , me dijiste que hablaríamos en casa, pero me trajiste aquí, hace una semana no sé nada de Nik — mi barbilla comienza a temblar — : ¡Porque no se nada de él!Dijo que volvería, que necesitaba una respuesta, pero no lo ha hecho, Estoy a punto de volverme loca. No puedo dejar de pensar en que algo malo le paso. Porque no hay otra excusa para esta desaparición de repente.¡No la puede haber!Me dejo caer en el suelo junto a la puerta, limpio las lágrimas que corren por m
Regina Sé que estoy siendo llevada a algún lugar, el olor a alcohol que desprenden los desconocidos provoca náuseas en mí y después de un rato respirando el mismo aire, los mareos me hacen perder la cabeza. No entiendo lo que están diciendo, pero las risas molestas y el ligero sonido de una puerta mecánica me dice que estamos en tierra,parpadeo mientras recupero la conciencia. La capucha que cubre mi rostro me impide ver, pero trato de ponerme en pie con rapidez.Aun con las manos atadas logro desatar mi cinturón de seguridad.No tengo donde correr pero tampoco pienso quedarme a esperar que me lleven con Ramsey o quien sea que me a capturado. Escucho gritar a uno de los extraños que me tiene prisionera pero ni siquiera soy capaz de llegar lejos antes de que me tomen una vez más. —Quedarte quieta mujer — gruñe alzándome del suelo —: tú no ir a ningún sitio, el jefe esperarte. Resoplo, el miedo me llena ante la idea de que prevalente mi exesposo me atrapó, intento luchar una vez más,