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Prisionera del mafioso
Prisionera del mafioso
Por: Laurann Kleypas
Capítulo 1: Prisionera una vez más

Regina

Sé que estoy siendo llevada a algún lugar, el olor a alcohol que desprenden los desconocidos provoca náuseas en mí y después de un rato respirando el mismo aire, los mareos me hacen perder la cabeza.

No entiendo lo que están diciendo, pero las risas molestas y el ligero sonido de una puerta mecánica me dice que estamos en tierra,parpadeo mientras recupero la conciencia. La capucha que cubre mi rostro me impide ver, pero trato de ponerme en pie con rapidez.Aun con las manos atadas logro desatar mi cinturón de seguridad.

No tengo donde correr pero tampoco pienso quedarme a esperar que me lleven con Ramsey o quien sea que me a capturado. Escucho gritar a uno de los extraños que me tiene prisionera pero ni siquiera soy capaz de llegar lejos antes de que me tomen una vez más.

—Quedarte quieta mujer — gruñe alzándome del suelo —: tú no ir a ningún sitio, el jefe esperarte.

Resoplo, el miedo me llena ante la idea de que prevalente mi exesposo me atrapó, intento luchar una vez más, pero estoy indefensa, he vuelto, estoy débil a merced de estos hombres. No me gusta admitirlo, pero es la realidad. El aire frío golpea mi rostro mientras soy arrastrada escaleras abajo fuera del avión. Intento patearlos, pero no consigo nada y el el pánico hace que me sienta aúnas débil mientras soy empujada hacia alguien más.

El olor es diferente, no huele como los hombres que me trajeron, huele a jabón y agua clara, algo picante aunque podría decir diferente.Mi miedo se hace más fuerte aunque agradesco de que quien sea él al menos no es mi exesposo pero antes de que pueda ver la cara de mi captor siento que la oscuridad se apodera de todo mi cuerpo.

Frunzo el ceño cuando comienzo a recuperar mi conciencia, trato de cubrir mi rostro con una mano y es entonces cuando escucho el tintineo de una cadena. Abro mis ojos cuando los recuerdos de la noche anterior se muestran en mi cabeza.

Me pongo en pie de un salto, me doy cuenta de que estoy sentada en una inmensa cama e inspecciono las cadenas sujetas en mis manos. La pieza metálica es demasiado gruesa para que pueda soltarla. Sé que no estoy en manos de Ramsey porque tengo un par de muñequeras colocadas para evitar que dicho objeto rasgue mi piel y a el eso le ubiese importado bien poco.

Muevo mi mano hasta mi rostro, trato de contener las ganas de llorar para concentrarme en encontrar un modo de escapar. Miro alrededor, pero no hay mucho en esta habitación a excepción de las cortinas inmensas que cubren las paredes de madera. Mis ojos se mueven hasta la única ventana de este lugar a la izquierda. Salgo de la cama para ir hasta ella y descubro que el piso de la habitación está cálido, noto entonces que alguien me cambio de ropa antes de dejarme en la cama.

—No puedo creer que me pase esto una vez más.

Susurro acercándome al comodín junto a la puerta, miro mi rostro y me desagrada la expresión de preocupación en ella.Una que me juré no volver a ver hace meses pero aquí estoy una vez más .

Me obligaron a casarme con ese maldito de Ramsey,mi ex esposo fue un monstruo que me llevo hasta el punto de querer matarme por salir de ahí.

Solo escapé porque ese idiota me obligó a firmar el divorcio e intento venderme a uno de sus socios.Suspiro al recordar esa m*****a noche,salte del auto sin siquiera pensarlo dos veces.me escondí o al menos eso pensé porque ahora estoy igual de atrapada que antes pero al menos no es Ramsey o sus sádicos juegos.

un escalofrío me recorre al pensar en todo lo que me obligó a hacer.

Me odio por volver a estar encerrada como una estúpida ,en manos de un hombre.Trato de no temblar asustada, pero lo hago, regreso a la cama para intentar de calmarme,sin embargo, eso solo me asusta más ya que todo esto estar retrocediendo en el tiempo.

Unos pasos más allá de la puerta se acerca, me cubro como si eso fuera a salvarme y es entonces cuando mi respiración se detiene. Mis ojos se encuentran con unos turquesas, muy fríos.Su rostro está marcado en el lado izquierdo por una cicatriz muy profunda que me hace temblar, aunque no quiera admitirlo.

Lleva un suéter negro que se pega a un fornido pecho y a su cintura delgada, el pantalón del mismo color lo hace lucir aún más aterrador y me pregunto si realmente he visto antes a un hombre tan alto, debe estar más allá del metro ochenta o en realidad no lo sé. Él me mira con frialdad, su rostro inexpresivo me hace tragar.

—Estás despierta — : dice colocando una bandeja con comida junto a mí sobre la cama — , me complace que lo estés, Zvezda. (estrella)

No entiendo lo que dice, pero tampoco me importa, él me mira con fijeza y eso hace que mi corazón palpite, trato de amainar el pánico.

—Nunca pensé que encontraría a la mujer que me he soñado tener de esta manera — su acento arrastra mi idioma de una forma demasiado sexy — nunca imagine que llevaría el malysh (bebé)de otro.

—No se quien eres— grito — , pero no me importa, déjame ir.

—No puedo — me responde — , no quiero, Zvezda, ahora hablemos — señala las cadenas — no sabía si debía o no quitarlas pero veo que eres una mujer inteligente,así que —sonríe ligeramente—puedes estar tranquila, no te haré nada — : mira mi cuerpo — , que te haga daño, claro está.

Me cubro hasta la barbilla, suspira acercándose a mí y la cama se hunde bajo su peso antes de acariciarme el rostro con sutileza.

— Ty prekrasna i khrabra, Zvezda . (Eres hermosa y valiente, estrella)

Miro al hombre frio frente a mí, su expresión ha vuelto a ser firme y puedo decir que es atractivo a a pesar de esa inmensa cicatriz en su rostro. Trago grueso cuando se mueve un poco más cerca sobre la cama.Ni siquiera tengo tiempo de hablar cuando me toma del brazo y Me empuja hacia atrás sobre el mullido colchón.

Intento apartarlo, pero este hombre es demasiado fuerte, ese peligroso aroma que desprende me envuelve, mis manos pierden fuerza y cuando necesito respirar el desconocido invade mi boca con su lengua.El sabor mentolado de sus labios se mezcla con algo más,sus manos sujetan las mías sobre mi cabeza.

Puedo sentir todo su cuerpo sobre el mío,haciéndome se tie extraña. La pasión de su beso comienza a afectarme, me hace sentir extraña y solo reacciono cuando algo cae al suelo estrepitosamente. Me doy cuenta de que esto es una locura, he intento apartarme de él.

—No puedes irte Zvezda — me informa antes de desatar las cadenas de mis brazos — , no tienes donde ir, así que no trates de correr—mira mi vientre—tienes lo que desees en la cocina.

—Voy a escapar — le digo — : yo voy a…

—No , — me corta — no vas a ir a ningún lugar, eres mía Ahora— :sus palabras hacen mi pecho latir

—Mi zvezda—suspira—y debo irme ahora, pero regresaré apenas pueda.

—No regreses — le digo — soy una persona no soy de nadie y menos de un sujeto como tú — grito — : ¡Jamás voy a ser tuya,maldito!

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