Regina
Me despierto cuando mi vientre vibra por el hambre, paso una mano por mi rostro para desperezarme. Me acostumbro a la oscuridad que me rodea lentamente y siento el frío incrementar ahora que ha oscurecido.Paso una mano por mi cabello desaliñado, me digo, tengo que admitir que esta cama es mucho más cómoda que en la que dormí los últimos meses, pero sigo estando encerrada. Camino hasta la puerta de esta habitación que conecta con el baño, hago pis sintiéndome realmente liberada. Me miro en el espejo del baño y me siento como una estúpida por dejarme atrapar de esta manera.El rostro inexpresivo del desconocido que me besó viene a mis pensamientos, nunca he tenido la oportunidad de sentirme atraída por alguien, pero sin duda él es un hombre sexy. Trago grueso bajo la mirada hacia mis manos. Bufo ante lo tonto de ese pensamiento, este tipo me ha secuestrado y ni siquiera tengo idea de donde estoy.¡Cómo puedo estar pensando en que es sexy! ¡No es sexy, es molesto!Salgo del baño aún más cabreada, me dejo caer una vez más sobre la cama, pero me siento demasiado hambrienta. Miro a la puerta dudando, me pregunto si realmente puedo salir de esta habitación. Mi vientre me dice que necesito comer a como de lugar y me pongo en pie una vez más. Mis dedos tiemblan cuando toco el pomo de la puerta, pero necesito alimentar a mi hijo.Sé que deben haber pasado alrededor de diez horas desde que comí por última vez y necesito ser fuerte por él, ya que ni siquiera sé qué puede suceder de ahora en adelante. Abro la puerta, un pasillo a oscuras me recibe, el olor a madera me hace sentir extraña. Trago grueso antes de bajar por las escaleras de madera hasta lo que parece una sala de estar.Camino en silencio hasta la cocina y no resisto las ganas de abrir la nevera, por primera vez en meses me siento como una niña pequeña en medio de una juguetería. Muevo mis manos hasta una de las cajas con donas para comer una de ellas.—¿Necesitas algo?Cierro la nevera de un golpe, me doy la vuelta para encontrar a una chica quizás unos años mayor que yo medio dormida. Lleva dos coletas extrañas en su cabello larguísimo. El acento en sus palabras, me dice que también habla el idioma de ese tipo.—El Vor dijo que te alimentara — me dice — :pero usted estaba durmiendo así que pensé que no debía despertarla, ¿Quiere algo en especial?Pasa junto a mí con calma, prende la luz de la cocina y no sé exactamente cómo reaccionar. La chica desconocida me ofrece una servilleta, Parpadeo varias veces sin entender para qué. Ella sonríe haciendo un gesto de limpiar su propio rostro. Abro mis ojos avergonzada antes de hacerlo.—Mi nombre es Irina — extiende su mano — , voy a cuidarte desde ahora cuando el Vor no esté aquí.No puedo corresponder a su gesto, trago grueso viéndola suspirar antes de dejar caer su mano. Ella mueve sus ojos a mis pies.—No debería andar descalza, podría resfriarse — , aparta una de las gruesas cortinas de su ventana— : está nevando.Mis ojos se fijan entonces en la nieve que se vislumbra más allá de la ventana, la dona en mis dedos cae al suelo ante ese hecho y la chica frente a mí suspira dejando caer la cortina.—Supongo que no habías mirado fuera — ,se inclina para tomar la dona que dejé caer — , bueno, bienvenida a la tundra—se ríe de su propio chiste—en fin, haré algo rápido para que comas.—No es necesario — digo después de un minuto — ; yo… Yo puedo prepararme algo.—Tienes una linda voz — me dice ella antes de sonreírme — ¿Puedes decirme tu nombre? — insiste — , vamos a pasar mucho tiempo aquí.Esas palabras me entristecen, dudo un momento antes de decirle mi nombre, pero después de todo en algún momento lo sabrá, así que simplemente contesto.—Soy Regina — suspiro — un gusto… Creo…Ella sonríe, pasa junto a mí para abrir la nevera y me ofrece una botella de agua. Rodea la encimera para sentarse en una de las sillas. No quiero volver a mi cuarto, así que me dejo caer en la silla junto a la de ella. Veo los tatuajes en el pecho de la chica cuando se inclina, ella sonríe cuando, me pilla.—Es una marca de la Bratva — suspira — : pero no soy peligrosa, apenas estoy empezando a crecer dentro de la organización.—¿Bratva?La chica sonríe ante mi desconocimiento o quizás la forma en que pronuncio esa palabra tan rara. Mi acompañante levanta la manga de su pijama y puedo ver más tatuajes ahí. Ella señala uno en especial.—Este lo hizo la persona que me dio una familia — , su sonrisa se apaga —, pero esa persona…La puerta más allá de la cocina se abre, la mujer frente a mí traga grueso y se pone en pie de un salto. Bajo de mi silla cuando el hombre de más de un metro ochenta aparece envuelto en una ráfaga de viento que me hace temblar.—Vor — la chica se inclina ante este hombre — : priyatno ostavit' yego. (un gusto saludarlo)Él hombre frente a nosotros da un ligero asentimiento de cabeza, su rostro marchado se dirige directamente a mí. Sus ojos se mueven por mi cuerpo hasta mis pies, así que tengo que mantenerme fuerte para no tratar de correr.—Moya zvezda — susurra — , no deberías andar descalza.—No es tu problema.Gruño, la chica a mi lado jadea y el desconocido le hace un gesto para que se marche, ella me da una rápida sonrisa antes de salir casi corriendo fuera de la cocina. El ambiente frío del lugar se vuelve tenso. Me siento extrañamente nerviosa.—Moya Zvezda(mi estrella) — repite — vamos a la cama, Irina puede llevar comida a ti — se acerca — aquí tú eres la reina…, mi reina.Él toma una de mis manos y la lleva a sus labios, me quedo congelada ante ese gesto por un segundo pero Luego regreso a mis sentidos apartándome de él tanto como soy capaz. No soy reina de nada y menos de él.—No me toques — gruño empujándolo para intentar escapar de su compañía — ni siquiera sé quién eres.Él me atrapa antes de que pueda rodearlo, me hace caer hacia atrás en sus brazos y mientras curvo mi cuerpo para mantener mi rostro lejos del suyo. El hombre que tiene sujeta con una mano en mi cintura hace el agarre más fuerte.Su respiración golpea mi cara cuando su enorme cuerpo se cierne sobre el mío y puedo ver aún más de cerca esa cicatriz que atraviesa su rostro, Los ojos fríos del hombre que desconozco se tornan más oscuros y eso mueve cosas dentro de mí que ni siquiera puedo explicar.—Yo—su voz se oscurece — moya zvezda, — mira mis labios con malicia — soy tu dueño, desde ahora — esa sonrisa malévola se clava en mi pecho — el único que tendrás en su cama cuando lo desees a partir de ahora.Nikolay Miro a la dulce mujer que tengo en mis brazos, el olor que proviene de ella es simplemente encantador, pero lo que más me gusta es la furia en su mirada. Sus dedos se clavan en mi brazo, traga hondo antes de intentar alejarme de su cuerpo. Vuelvo a colocarla en línea recta sobre el suelo, bajo mis manos descaradamente hasta la curva deliciosa de su trasero y antes de que me dé cuenta estoy siendo abofeteado por esta mujer. — Mne nravitsya, net mne temy (me gusta, no me temes )— susurro pegándola más a mi cuerpo — , me enciendes. Murmuro cerca de su mejilla, ella intenta apartarme golpeando mi pecho, pero es demasiado débil o pequeña para hacerme algún daño, suspiro antes de tomarla en brazos a pesar de sus negaciones. Me encuentro con Irina en la sala sentada esperando alguna orden. —Cocina algo ligero, pero consistente — le pido — , déjalo en la puerta de la habitación. —¡Bájame, maldito! — chilla la mujer que tengo en brazos— : no me toques, ¡Suéltame! Ignaro sus queja
Mikhail Puedo ver a todas las personas de la organización aquí, aliados y amigos, socios, todos los que alguna vez tuvieron relación con el Vor. Me corrijo, mi tío. Tomo un trago de mi vaso, pero no puedo evitar notar el pesado anillo que ahora llevo en mi dedo. Nunca quise ser el Vor. Ni siquiera cuando me convertí en consejero, porque esto lleva demasiada responsabilidad, responsabilidades que no estuve jamás dispuesto a tomar en mis manos. Las cosas cambiaron ahora, necesito de todo esto para cumplir la última voluntad del hombre que me salvó, tener este poder es la única manera de vengar a mi madre. Trato de encontrar algún recuerdo, algo dentro de mi mente, pero no soy capaz, no hay nada en mi cabeza más allá de las calles, las peleas y mi cicatriz. No recuerdo como la hicieron, pero si recuerdo el dolor, la sutura que me dieron en alguna casa de acogida de la que probablemente hui, pero eso no importa ahora. Me muevo entre las personas, todos se inclinan ante mí haciendo que
ReginaMe despierto sola en la habitación, parpadeo varias veces acostumbrándome a la luz que entra por la ventana y realmente agradezco que esté sola. Bajo de la cama para ir al baño. Mi vejiga está a punto de explotar como parece hacerlo desde hace unos meses y suspiro del gusto después de dejarlo ir.Tomo una ducha después de hacer pis, el calor del agua relaja un poco mis tenciones. Supongo que si tuviera que evaluar mi situación diría que estoy mucho mejor ahora. Salgo del baño media hora después. Me encuentro con la chica Irina tendiendo mi cama.—¿Estás bien? — cuestiona — : el vor dejó ropa para usted — me sonríe — , no la subí antes porque no quería molestarte.—Gracias…Murmuro realmente antes de bajar de mirar las bolsas, realmente no me estoy resignando, es solo que tengo dos opciones y definitivamente quedarme desnuda es lo último que deseo ahora mismo. Me meto al baño con un juego de ropa una vez más. Realmente no es algo excesivamente llamativo, un suéter de lana a jueg
ReginaVeo por la ventana como el hombre que me ha besado hace un segundo, agradezco que se marche porque esa puerta definitivamente no iba a detenerlo. Observo como su auto se marcha lejos de la cabaña. Mi pecho palpita de esa forma tan extraña que provoca, la sensación que aún mantiene mi piel extrañamente cálida no la comprendo.Trago grueso llevando una mano a mis labios. El calor de su cuerpo sigue sobre mi ropa, la forma en que su boca tomó la mía atasca mi respiración mientras el recuerdo hace hormiguear mis labios. Un escalofrío recorre mi espalda, las mariposas en mi estómago se mueven inquietas sin que pueda hacer alguna otra cosa.Me alejo de la ventana para caminar hasta la cama, me dejo caer sobre el colchón, miro el barnizado techo de este lugar y acaricio mi vientre preguntándome como podré salir de todo esto. La mirada en sus ojos me aterró más de lo que pudo alguna vez hacerlo Ramsey, la frialdad de mis palabras se clavó directamente en mi pecho.Es absurdo que me sie
NikolayMe levanto de la cama donde he pasado las últimas horas, miro a la mujer desnuda ahí y siento disgusto conmigo mismo, pero no quiero portarme demasiado cruel con mi dulce ángel, pero ella sobrepasó todos los límites al golpearme. Demonios, nadie nunca me golpeo en las bolas o me amenazó como ella lo hizo y definitivamente eso me enfureció, pero también hizo que me gustara un poco más.A pesar de todo lo que ese idiota le hizo, ella no se deja dominar por su miedo, puedo verlo ahí en sus ojos a pesar de que sigue tratando de ocultarlo y es algo formidable que no se deje intimidar por mí. Miro a la silueta dormida de Nelly, ni siquiera debí venir aquí, lo único que hice fue pensar en Regina. Me pongo en pie cuando no puedo seguir en la cama.Me doy una ducha para quitar su olor de mi cuerpo, pues de alguna manera ahora no me resulta nada agradable. No me despido de ella antes de salir de su departamento. Subo a la moto que pedí traer a uno de mis hombros y conduzco directamente
Regina Mi pecho late incontrolable, mientras el hombre completamente desnudo que me tiene sujeta de la cintura sigue durmiendo plácidamente. No sé exactamente en que momento me quede dormida, pero estar sobre el masculino pecho de mi captor mientras él me rodea con sus brazos es simplemente insoportable. No quiero despertarlo, no quiero moverme y esa es la única razón de que siga escuchando los calmados latidos de su corazón. Trato de no mirar hacia abajo, así que mis ojos se encuentran con el rostro relajado del hombre que me mantiene cautiva, viéndolo ahora luce menos aterrador de lo que me gustaría, la mandíbula masculina y los carnosos, pero firmes labios le dan un toque demasiado sensual. Respiro hondo engañándome a mí misma por estar pensando este tipo de cosas cuando estoy aquí en contra de mi voluntad. Ramsey nunca durmió en mi cama o me sostuvo en sus brazos, pero definitivamente esto no es mejor, dios, este tipo es peligroso. Irina me explico lo que es, o mejor dicho quién
NikolaySalgo de la cama mientras la chica adorable que me gustaría realmente cuidar de otro modo aún duerme. Nunca nadie me ha importado realmente, en especial si son parte de alguno de mis tratos, pero ella me hace querer realmente cuidarla. Protegerla.No puedo hacer eso, lo sé, lo entiendo y es por eso que ni siquiera sé que voy a hacer a partir de ahora, no puedo dejarla aquí mucho tiempo. Tampoco puedo llevarla a casa o mejor dicho no quiero llevarla a casa porque eso solo traería muchos más problemas.Me detengo en la entrada de la cocina, me encuentro con la chica aún en pijama que Alex me envió. La nueva adquisición de mi amigo en realidad. Ella hace una reverencia rápida ante mi presencia.—¿Necesita algo vor? — murmura rápidamente — , aún es temprano, pero si lo desea yo podría…—No vuelvas a usar mi casa para tus cosas — gruño — : es una falta de respeto para mí.—Alex dijo que…—Alex ya sabe bastante bien como son las cosas — la miro — ; ahora lo sabes tú también, estás a
ReginaEl frío golpea mis pies por encima de las pantuflas, el hombre que me lleva a rastra hacia la parte exterior de la casa detiene sus pasos cuando estamos justo en medio de la nieve y el bosque.Mi pecho se siente de forma extraña mientras miro alrededor, la respiración se atasca en mis pulmones mientras el impulso de correr dentro una vez más pica bajo mi piel.—Este lugar es mejor que el cuarto donde te tenían — me dice — , puedes ir donde quieras mientras te mantengas a la vista o estés conmigo, así que no solo te quedes en la habitación, no te hace bien.¿No me hace bien?Qué infiernos sabe él de lo que me hace o no bien, estoy atrapada, encerrada por segunda vez en manos de un hombre que dice no poder confesarme por qué y que me aterra aún más por la forma en que me hace sentir así que estar fuera, con él siendo tan, tan…Ni siquiera sé cómo referirme a esto. El hombre en cuestión me toma del brazo una vez más, más nieve se cuela en mis pantuflas cuando me empuja un poco más