- ¿Quién demonio te entregó esto? – preguntó Wanda levantando el sobre para que quedara a la vista de las dos chicas. Era obvio para las dos empleadas de Wanda que el contenido del sobre no era algo muy bueno porque en sus ojos se podía ver un gran resentimiento.Wanda estaba molesta en ese momento, pero no era precisamente por el contenido del sobre ya que esa información ya ella se la sabía de memoria. Lo que le molestaba era que hubiera alguien anónimo enterado de lo que pasaba en la vida de su amiga o en la de ella. Ella no pudo evitar sentirse vigilada por alguien desconocido y eso le preocupaba bastante.-Lo siento señorita Alvarado, pero la persona que lo entregó era a penas una común y corriente y dijo que un desconocido le había pagado para que entregara el sobre. Además, la persona aseguró que el contenido del sobre era de su incumbencia y es por eso por lo que vine corriendo a traérselo personalmente – dijo la recepcionista encontrándose bastante nerviosa por la mirada de W
Matías fue a la administración de inmediato y entregó un cheque por la cantidad exacta que había aportado por la chica. Él fue lo suficientemente rápido como para adelantarse a los demás compradores y mientras ellos se acumulaban él fue y tomó la mano de Amelia y comenzó a salir del lugar sintiéndose tranquilo de que hasta ese momento todo haya salido mejor de lo pronosticado. Lo que Matías no sabía era que había unos cuantos ojos observando todos sus movimientos desde la sombra.Amelia no dijo ni siquiera una palabra mientras caminaban al vehículo de Matías, ella simplemente no estaba preparada en ese momento para enfrentarse al que se supone que era su nuevo dueño. Ella se sentía devastada, en definitiva, ella no sentía que había nacido para pertenecer a alguien más, sin embargo, la vida se empeñaba en entregarle su voluntad a otros. Para ella la vida había sido cruel con ella, no entendía para qué vivía si no podría ser la dueña de su propio destino. Ella fue criada por su padre pa
Al día siguiente Ángel se levantó bastante temprano y se preparó para regresar a casa. Él sabía que no sería fácil su situación con Amelia desde ese momento. Sintió que le había dado demasiada libertad y que gracias a eso ella había encontrado la oportunidad de escapar de él. Ángel pensó que nunca más le daría la oportunidad de escapar de él y mucho menos de volver a estar en un peligro tan grande. Ángel sentía que Amelia era lo más importante en su vida y le dolía el corazón siempre que pensaba en las posibilidades de perderla. Ella era su posesión más preciada y se había jurado protegerla con su vida. Él en ningún momento se había arrepentido de haberla comprado porque él sentía que era la mejor manera que tenía de protegerla de su madre. Natalia ya tenía otro comprador para Amelia y ángel estaba completamente seguro de que ella estaba mejor en sus manos que en la de cualquier otro hombre. Él nunca había mirado a Amelia como a un objeto, al contrario, él sentía que ella era el mejo
Ya llevaban más de dos horas de vuelo y Amelia seguía encerrada en la habitación, Ángel pensó que quizás ella estaba muy cansada debido a que no había descansado bien mientras estaba secuestrada. Sin embargo, él se imaginó que ella tenía hambre por lo que le pidió a la azafata que le llevara algo de comer tanto para él como para Amelia. Luego Ángel tocó la puerta de la habitación, pero como no recibió ninguna respuesta por lo que dio vuelta al manubrio y entró sin pedir permiso.Amelia estaba profundamente dormida en la pequeña cama, ella parecía tener un buen sueño por lo que Ángel no la quiso despertar y en lugar de eso colocó la bandeja que tenía sus mano en la mesa y se acostó a su lado teniendo cuidado de no despertarla.Después de un par de horas Amelia al fin se sintió descansada y abrió sus ojos azueles, ella de inmediato pudo sentir el caluroso abrazo de Ángel. Amelia giró su cuerpo y se encontró con el bello rostro dormido de Ángel, ella no lo despertó, se quedó observándolo
Pasaron varios días desde que Ángel y Amelia habían regresado desde Japón y al fin Wanda logró tener un encuentro con Ángel. Ella había estado intentando verlo desde hacía un par de días, pero nunca tenia la suerte de verlo. Incluso en varias ocasiones ella se acercó a la casa de Ángel, pero ella no vio ni a Ángel ni Amelia.La ultima vez que fue al menos ella logró ver a Amarilis quien le dijo que Ángel y Amelia se habían ido juntos a almorzar, Amelia quiso esperar, pero ellos no llegaron en toda la tarde.Wanda llamó a la oficina de Ángel y su asistente le dijo que Ángel se encontraba trabajando. Después de colgar la llamada Wanda se apresuró a ir a la oficina de Ángel. Ella saludó a la asistente y luego siguió a la oficina sin esperar ser anunciada.En cuanto entró ella se quedó mirando a Ángel fijamente, se sentía un poco molesta porque después de que Ángel había salvado a Amelia pareciera que la estaba evitando.Ángel sintió cuando la puerta se abrió y estaba esperando escuchar l
Amelia estaba sentada en el jardín que Ángel había hecho para ella, realmente era muy placentero ese lugar. La cálida brisa, el olor de las flores y el colorido de las mariposas la hacían sentir como si estuviera en el paraíso. Pero Amelia se sentía realmente sorprendida de que Wanda no haya ido a verla después de que ella había regresado. Ella por algún momento llegó a pensar que quizás Wanda se sentía culpable por lo que pasó ya que fueron sus gentes quienes la vieron por última vez. Sin embargo, Amelia conocía muy bien a su amiga y sabia que si ese hubiera sido el caso Wanda se hubiera acercado a ella de inmediato para pedirle perdón.Amelia pensaba que Wanda no era culpable de nada, ella sabía que ella tenía toda la intención de ayudarla. Amelia se culpaba a sí misma ya que ella fue la que se empeñó en escapar.- ¿Qué tanto piensas? – le preguntó amarilis mientras se acercaba a ella con cautela, tanta que Amelia ni siquiera había notado cuando ella llegó.-Pienso en que Wanda no h
La sirvienta suspiró resignada, ella se dio cuenta que sin importar lo que hiciera ella no lograría que Natalia se fuera. Sin embargo, ella no pensaba atenderla como Natalia había pedido y tampoco tenía planes de dejarla sola. Ella no sabía por qué Ángel no soportaba a Natalia, pero estaba segura de que no podía confiar en ella, por algún motivo su jefe no la quería en su casa a pesar de ser la madre de la que él llamaba su mujer.- ¿Qué haces ahí? – gruñó Natalia al ver que la sirvienta no se había movido de su lugar – no seas insolente y ve a traerme el té de una vez – Natalia en verdad estaba esperando ser tratada con respeto a pesar de saber que no era bienvenida esa casa.-Lo siento señora, pero yo no tengo la responsabilidad de atenderla ya que usted no es una invitada en esta casa – dijo la sirvienta mientras se cruzaba de brazos sin mostrar ninguna clase de reverencia hacia Natalia.-Ya veo lo mal educada que es la servidumbre del gran CEO – se burló Natalia – ni siquiera son
Amelia no consideró adecuado contarle sus problemas a Amarilis cuando ella ya estaba pasando, por tanto. Fue por ese motivo por el que Amelia había preferido guardas silencio y fingir que estaba bien para que Amarilis pueda ir a resolver sus asuntos sin culpa.Amarilis subió a su habitación y antes de comenzar a prepararse para irse ella llamó a Ángel para decirle lo que le estaba pasando. Ángel entendió de inmediato la urgencia de Amarilis y aunque Amelia estaba mejor desde que Amarilis entró en su vida a él no le hacía falta por lo que la dejó irse de inmediato después del todo él y Amelia estaban bien y ella ya no le haría falta la compañía de Amarilis.Un par de horas después Amarilis se marchó dejando a Amelia sintiéndose más sola que nunca.Amarilis llamó a Wanda para contarle que se iría y que Amelia la necesitaría más que nunca. Wanda entró en la oficina de Ángel dispuesta a lograr que él le permitiera hacerle, aunque sea una sola visita a su mejor amiga.-Ángel quiero hablar